Bueno, no sé si os acordáis que hace un tiempo os recomendaba vivamente este libro: DICCIONARIO DEL TERCER REICH, de Gregorio Torres Gallego, editado por Susaeta, y cuyo precio es de sólo 9 euros. Pues bien, pese a que considero que es una obra imprescindible en la biblioteca de cualquier interesado en el tema del nazismo, lo malo de este libro es que es difícil de encontrar. Así que espero que esto sirva para que la editorial en cuestión mejore su distribución o, mejor aún, que saquen una nueva edición para que pueda llegar a más gente.
Como ya os hablé entonces del contenido de este libro, no os insistiré más. Pero el otro día estaba utilizando el libro para mis historias y pensé que podía ser interesante ofrecerle este espacio al autor, al que no tenía el gusto de conocer y del que, de hecho, no sabía absolutamente nada. Así que contacté con él a través de la editorial y el resultado es esta entrevista que espero que sea de vuestro interés. Las fotos me las facilitó él mismo. La primera es de cuando los militares le nombraron en 2007 Artillero de Honor del Ejército Español por colaborar con ellos en estudios, jornadas y charlas varias. La de más abajo está hecha frente al Feldherrnhalle de Múnich.
Háblanos de tí, quien eres y a qué dedicas el tiempo libre.
Soy extremeño, estudié Filosofía y Letras y me considero un eterno aprendiz de todo. Me gustan tantas cosas que me resulta imposible centrarme en una sola de ellas. Eso se nota incluso en el trabajo. Ahora, desde hace un año y pico, dirijo una sucursal bancaria, pero antes he sido pastor, obrero agrícola, peón de albañil, topógrafo, maestro, director de un centro europeo de información, asesor de empresas, gestor de fondos comunitarios, promotor turístico y no sé cuantas cosas más. Y sólo tengo 42 años, con lo cual todavía me queda tiempo para probar quince o veinte oficios más.
El tiempo libre me encanta dedicárselo a la lectura, a la investigación histórica y al coleccionismo, siempre que mi mujer y mis hijas me dejan. Me encanta coleccionar cosas antiguas, en especial militaria alemana y española, pero sin descartar cualquier otro objeto al que yo le vea alguna gracia, desde primeras ediciones de Tintín hasta porcelanas antiguas.
¿Cómo surgió la idea de escribir el libro?
A mí siempre me ha apasionado la historia del Tercer Reich y, aunque ya había escrito bastantes artículos sobre esa materia para revistas diversas (Soldiers, Revista Española de Historia Militar, Ares, Serga…), quería hacer algún trabajo menos perecedero sobre ese periodo histórico. Como no tengo ni tu capacidad literaria, ni tu gracia, ni tus conocimientos para buscar algún tema que no estuviera ya muy trillado, decidí que en lugar de buscar el carácter innovador del libro en el fondo, podría buscarlo en la forma, y es cuando pensé que hacer una especie de diccionario de términos relacionados con el nacionalsocialismo podría tener buena acogida, pues yo mismo, en muchísimas ocasiones, me he visto perdido y abrumado por todos esos nombres, siglas y palabrejas de raíz alemana que es imposible memorizar y que no sabes donde encontrar su significado.
¿Te costó mucho aclararte en el complicadísimo laberinto de siglas, departamentos, organismos, etc. del III Reich?
Pues... sí, para que nos vamos a engañar. Y lo más complicado fue poner límites. He recogido en total unas 750 entradas, pero es que llegué a tener registradas casi 1300. Desarrollarlas hubiera sido ya demasiado, y dudo que hubiera encontrado editor para semejante tocho.
Aunque en el Diccionario encontraréis desde canciones hasta deportistas, pasando por armas, lugares e incluso o fechas, lo de las siglas le puede venir especialmente bien a los lectores. Y es que ese es un apartado especialmente engorroso para los que nos gusta este tema, pues a veces encontramos sólo las siglas, en otras ocasiones el nombre de la organización, entidad, departamento o lo que sea escrito en alemán en toda su extensión, y finalmente no faltan los textos donde sólo figura el nombre en español (en muchas ocasiones mal traducido). Así, el lector puede pensar a veces que se trata de organismos o entidades distintas. Yo he intentado recoger todas las usuales, dando entradas tanto de las siglas como de los nombres completos en español y alemán, para evitar confusiones.
Creo que esa complejidad jerárquica es uno de los encantos historiográficos del Tercer Reich. Uno se pierde en ese enorme elenco de organizaciones específicamente diseñadas para ordenar y controlar la vida de cada ciudadano.
¿Cómo está funcionando el libro? ¿Está prevista una nueva edición?
Por lo que me acaban de comunicar desde la editorial Susaeta la venta va bastante bien, y en unos meses podrían agotarse totalmente los stocks. Hasta entonces no se plantearán una segunda edición. Como tú mismo has dicho al comentar el libro, hay problemas de distribución, no sé porqué. El caso es que ha recurrido a mí muchísima gente para conseguirlo, pues no se encuentra con facilidad en librerías o grandes almacenes, a pesar de que Susaeta tiene buena comercialización.
Lo que sí os digo es que encargándolo en vuestra librería habitual os lo servirán en muy poco tiempo, y también se puede conseguir con facilidad por internet.
Así que despabilaos, a ver si se agota y no hacen más y os quedáis sin él y os veis traumatizados toda la vida.
Háblanos de tus nuevos proyectos.
En estos momentos mi objetivo prioritario en la vida es acabarme tu libro sobre la Operación Valquiria, que me está encantando.
Después de eso tengo que acabar un trabajo que estoy preparando sobre las condecoraciones militares alemanas de la Segunda Guerra Mundial, que espero que esté en la calle antes de que acabe el año. Tendrá unas 80 páginas y bastantes fotografías de piezas originales, casi todas de mi colección. Será esta la primera monografía que se publique en castellano sobre este tema, que cada vez tiene más seguidores y aficionados en España e Hispanoamérica. Espero que funcione bien, porque de ello depende que después saquemos otro sobre las condecoraciones políticas y civiles. Así que ya sabéis, sacaos la calderilla de los bolsillos, os compráis el Diccionario del Tercer Reich y, con lo que os sobre, el librito de las condecoraciones. Ah, bueno, sí, guardad algo también para haceros con las nuevas obras de Jesús.
Muchas gracias, Gregorio. Felicidades por este libro y mucha suerte en tus próximos proyectos.
Espero que os haya gustado la entrevista. Y, si habéis leido su libro y queréis decirle algo, pues podéis aprovechar, ya que leerá esta entrada y los comentarios.
domingo, junio 28, 2009
miércoles, junio 24, 2009
El roble de Hitler
Bueno, como véis, últimamente no estoy muy inspirado, pero siempre viene el Führer a salvarte alguna que otra entrada. Pues eso, que Hitler sigue dando mucho juego.
Resulta que en la pequeña ciudad polaca de Jaslo, al sureste del país, ha surgido una fuerte controversia. La culpa la tiene un roble de más de diez metros de altura, que en breve será talado por el Ayuntamiento de este municipio. Los planes del consistorio pasan por cargarse el roble para construir una rotonda y descongestionar así el trafico pero, parece ser, que el auténtico motivo es eliminar un molesto recuerdo de la ocupación nazi y la II Guerra Mundial.
Y es que el pobre árbol éste, que lleva casi setenta años ahí sin meterse con nadie, fue, ni más ni menos, que un regalo de Hitler. En abril de 1942, Adolfo ordenó traerlo desde su ciudad natal, Braunau, como obsequio con motivo de su cumpleaños, como primer paso para la germanización de esta localidad polaca, denominada Jassel por los alemanes.
Sin embargo, algunos ciudadanos ya han mostrado su oposición a este plan, especialmente desde que Kazimierz Polak, uno de los vecinos que fue testigo de cómo los soldados nazis plantaban en 1942 el por entonces escuálido arbolito, se ha erigido en defensa del roble. En declaraciones a la TV, el tipo éste pidió a las autoridades municipales que respeten el árbol, al que considera una "atracción turística", restando importancia al hecho de que sea un regalo de Adolf Hitler.
Pues el Kazimierz éste tiene razón. Si yo estoy de viaje por la zona, seguramente daría un pequeño rodeo para pasarme por Jaslo, le haría unas cuantas fotos al árbol para ponerlas aquí en el blog y pegarme así la vacilada y, seguramente, me tomaría allí una cerveza y un bocata, dejándome en el pueblo ése los correspondientes zlotys o como se diga. Pero si talan el árbol, le pueden ir dando a Jaslo, así que ellos mismos, que frikis como yo hay bastantes...
Resulta que en la pequeña ciudad polaca de Jaslo, al sureste del país, ha surgido una fuerte controversia. La culpa la tiene un roble de más de diez metros de altura, que en breve será talado por el Ayuntamiento de este municipio. Los planes del consistorio pasan por cargarse el roble para construir una rotonda y descongestionar así el trafico pero, parece ser, que el auténtico motivo es eliminar un molesto recuerdo de la ocupación nazi y la II Guerra Mundial.
Y es que el pobre árbol éste, que lleva casi setenta años ahí sin meterse con nadie, fue, ni más ni menos, que un regalo de Hitler. En abril de 1942, Adolfo ordenó traerlo desde su ciudad natal, Braunau, como obsequio con motivo de su cumpleaños, como primer paso para la germanización de esta localidad polaca, denominada Jassel por los alemanes.
Sin embargo, algunos ciudadanos ya han mostrado su oposición a este plan, especialmente desde que Kazimierz Polak, uno de los vecinos que fue testigo de cómo los soldados nazis plantaban en 1942 el por entonces escuálido arbolito, se ha erigido en defensa del roble. En declaraciones a la TV, el tipo éste pidió a las autoridades municipales que respeten el árbol, al que considera una "atracción turística", restando importancia al hecho de que sea un regalo de Adolf Hitler.
Pues el Kazimierz éste tiene razón. Si yo estoy de viaje por la zona, seguramente daría un pequeño rodeo para pasarme por Jaslo, le haría unas cuantas fotos al árbol para ponerlas aquí en el blog y pegarme así la vacilada y, seguramente, me tomaría allí una cerveza y un bocata, dejándome en el pueblo ése los correspondientes zlotys o como se diga. Pero si talan el árbol, le pueden ir dando a Jaslo, así que ellos mismos, que frikis como yo hay bastantes...
viernes, junio 19, 2009
El austriaco más popular desde Hitler
Bueno, querría dedicar más líneas a este temita intrascendente, propio del fin de semana, pero estoy muy liado, así que seré breve y el resto de info la buscáis por ahí.
Esto no tiene nada que ver con la II Guerra Mundial ni, en realidad, con Hitler, pero tiene su gracia, así que habrá que hacer seguimiento. Se trata de la nueva peli de Sacha Baron Cohen; este nombre seguramente no os dirá nada, pero seguro que el de BORAT sí:
Supongo que vísteis esa peli. La verdad es que me reí mucho. Yo pensaba que lo políticamente correcto estaba en franca retirada y vi que no. Allí, este cómico judío se metía precisamente con los judíos, pero también con los negros o las mujeres, vamos, que no dejaba títere con cabeza.
Ahora amenaza con una nueva película, BRUNO, en la que interpreta a un gay austríaco. Ahora el tío está llevando a cabo una efectista campaña de promoción, en la que ha soltado perlas como éstas:
Sobre Hitler ha dicho que simplemente fue "una oveja negra". Y además ha dicho que desea ser el "austríaco más popular desde Hitler". Diréis que decir esto no es muy grave, pero ya sabéis que todo lo que hace referencia a Hitler es tabú en Austria, así que la cosa tiene mérito.
Pero lo que más gracia me ha hecho es cuando ha dicho que el personaje de Bruno está "muy orgulloso de su país, donde se educa a los niños para que logren el sueño austríaco: conseguir un trabajo, construir un calabozo y tener allí una familia". Como sabéis, esto es en alusión al austríaco Josef Fritzl el famoso "monstruo de Amstteten", el hombre que encerró a su hija en un sótano durante 24 años y tuvo siete hijos con ella.
Para más información, leed aquí la crónica de la curiosa performance que hizo ayer en Londres. Aquí tenéis más cosillas.
Pues bueno, habrá que ver esta peli, que según dijo ayer el cómico, es "la película más importante protagonizada por un gay austríaco desde 'Terminator 2'", refiriéndose a Arnold Schwarzenegger...
miércoles, junio 17, 2009
De bombas y explosiones
Bueno, después de las emociones del sorteo, seguimos con lo nuestro. Antes que nada, noticias locales: se ve que el Todo lo que debe saber sobre la Segunda Guerra Mundial se está vendiendo muy bien y desde la editorial ya están preparando la segunda edición. Por otra parte, también tienen preparada ya una nueva edición del Enigmas y Misterios de la Segunda Guerra Mundial, que supongo que esperarán a septiembre para sacarla. Y sobre mi duodécimo libro, que estoy ultimando, los plazos se están comprimiendo y quizás esté en la calle antes de lo previsto.
Bien, dicho esto, pues vamos con una cosa que tiene su interés. Hay lectores que, después de leer alguno de mis libros, me mandan un mensaje señalándome los errores que han detectado, ya sean banales, excusables, fortuitos, manifiestos, inconcebibles, escandalosos e incluso garrafales. Yo agradezco mucho estos mensajes, porque así puedo corregirlos para las ediciones posteriores.
Pues uno de esos mensajes me lo ha remitido Humberto, visitante habitual de este blog. Pues bien, lo que explicaba me gustó mucho, porque me descubrió algunas cosas que yo no sabía. En el libro "100 Historias Secretas de la II Guerra Mundial" hacía yo referencia a una "deflagración" para referirme a la explosión de una bomba. Y Humberto, muy amablemente, me ha explicado que eso es un error -bastante extendido por cierto, aunque eso no sirve de atenuante-.
Así que, como me dio permiso par reproducirlo aquí, a continuación os transcribo parte del mail en cuestión:
La matería ni se crea, ni se destruye, sólo se transforma. Esta materia se transforma, o se descompone de varias maneras. La más lenta, es la llamada descomposición térmica, es decir, el simple paso del tiempo. Si yo dejo en el campo una determinada cantidad de materia explosiva, se irá descomponiendo con los años y siglos, liberando entre otras cosas energía, pero en cantidades ínfimas inapreciables a los sentidos humanos.
Si yo quiero acelerar este proceso emplearé la combustión, en la cual esa descomposición será más rápida, liberando al espacio esa misma cantidad de energía, luz y calor, pero en un tiempo mucho más limitado y de esta manera, sí que percibimos esta energía con nuestros sentidos. Es el caso en que yo aplique una llama a ese explosivo del ejemplo y lo haga arder.
Pero puedo ir más rápido. Este caso se llama deflagración y su velocidad de descomposición es mayor que la de la combustión, pero menor que la velocidad del sonido. Se libera lo mismo que en la combustión. Un ejemplo sería, la cabeza de un fósforo, un reguero de pólvora (como los de la películas) al que yo le aplique una llama o el fuego de un escape de gas.
Y luego, esta la explosión, donde la velocidad de descomposición es sensiblemente igual a la velocidad del sonido o mayor. En este caso, aparte de los mismos productos liberados en los anteriores casos, añadimos la onda de choque.
Como puedes ver, no son casos iguales, pero los medios de comunicación han puesto de moda decir deflagración cuando quieren decir explosión. Creo que porque es una palabra más "chula" y parece ser más técnica.
Y este error hace que los no expertos en la materia lo cometan con la mayor ingenuidad.
Por cierto, los explosivos no explotan. Eso lo hacen los globos y los empresarios a los trabajadores. Los explosivos, explosionan. Otro gran error.
Pues dicho queda y agradecimientos a Humberto. Pero, lo que más me ha impactado es enterarme, con casi 43 años, que una bomba no explota, pero ya dicen eso de que no te acostarás sin saber una cosa más...
martes, junio 16, 2009
Ya hay ganadores
Pues ya hay ganadores del concurso. Como bien ha puesto Tu_admirador en el post anterior (gracias por ahorrarme el trabajo de ir mirando), los ganadores son:
- Diego (23.543)
- Portish (26.608)
Sos los que más se han acercado al número 24.607.
Pues ya sabéis, mandadme un mail a jhermar(arroba)hotmail.com diciéndome una dirección postal a donde mandaros el libro.
lunes, junio 15, 2009
Sorteo del Libro del Verano
Bueno, he estado unos días missing pero ha sido por el habitual bajón que me da después de acabar un libro. He terminado, a falta de la corrección, un librillo que pienso sacar para la temporada otoño-invierno y la verdad es que uno se queda exhausto cuando ve que por fin lo ha acabado.
En este caso la recuperación me ha costado un poco más. El sábado estuve de despedida de soltero y todavía sufro las secuelas. Cuando era joven, después de una noche de marcha dormía un par de horillas y después me iba a hacer footing a la playa, pero ahora la cosa ha cambiado. Hacía ya un tiempo que no salía -el último cubata que pagué fue en pesetas- y claro, uno ya no está para esto, ya dicen que de los cuarenta para arriba no te mojes la barriga.
Pero vamos con lo que importa. Se abre el sorteo de dos ejemplares del auténtico Libro del Verano. Ni la tercera entrega de la trilogía Millenium del Stieg Larsson, ni el nuevo de Ildefonso Falcones, el de La Catedral del Mar. El libro de este verano es 100 Historias secretas de la Segunda Guerra Mundial. Alguno dirá que exagero, pero hacedme caso; vosotros ponéos por las nubes, que de echaros por tierra ya se encargan los demás.
Pues sí, como os dije, el libro, que se vendió muy bien en tapa dura, ha salido ahora en bolsillo. Al estar formado por historias independientes, que son todas bastante amenas, creo que es el típico libro ideal para leerlo en la playa o la piscina, y luego pasárselo a algún amigo.
La mecánica del sorteo es la misma que en el anterior. Elegid un número entre el 00000 y el 99999. Los dos que más se acerquen, por exceso y por defecto, se llevan el libro. El plazo es hasta mañana 16 de junio a las 20.30, y el número de la suerte será el que salga en el sorteo de la ONCE de mañana. No valen los números que algunos pusísteis en la entrada anterior; debéis ponerlos aquí. Y si alguien quiere lanzar un mensaje a la humanidad, vale, pero cortito. Por último, para los que ya lo tenéis, podéis concursar igual; si os toca, ya miraré a ver de mandaros algún otro que no tengáis.
Por cierto, en El Mundo de ayer venía un reportaje interesante sobre Hans Thomsen, el hombre de Hitler en España. Aquí tenéis la información.
Pues creo que está todo, ¡adelante!
martes, junio 09, 2009
Mao tenía razón
¡Uf! Qué nivel tenemos por aquí... Ya veo el interés que ha levantado la discusión literaria. Pues no sé qué queréis que os diga, yo no veo las ventajas de leer mucho. Mirad los chinos, allí nadie lee (ni siquiera los dazibaos) y es la potencia más pujante del planeta. En cambio, los japoneses leen mucho -sus índices de lectura de periódicos son estratosféricos- y ya véis como van; sufren una "década perdida" que dura ya veinte años.
La verdad es que leer no conduce a nada, no consigo ver las ventajas. O si no, decidme si a lo largo de vuestra vida necesitaréis antes a un crítico literario o a un Licenciado en Filología Hispánica que a un fontanero o un electricista.
O mirad a Messi; una vez confesó que sólo había cogido un libro en su vida, una biografía de Maradona, y que ni siquiera lo había podido terminar, y nadie duda de que lleva una buena carrera el chaval. Yo apostaría por una de las medidas que tomó Fernando VII cuando recuperó el poder; cerró todas las universidades y abrió una Escuela de Tauromaquia en Sevilla, aunque, adaptándonos a estos tiempos, abriría una Escuela de Fútbol.
Así que hacedme caso y no perdáis el tiempo. Ya dijo el gran Mao Zedong (aunque en mis tiempos se decía Mao Tse-tung, no sé por qué lo cambiaron, como Beijing, que toda la vida ha sido Pekín): "Leer mucho es contraproducente".
Además, si no lees, no te haces preguntas y vives más feliz, todo te parece bien, y los gobernantes gobiernan mucho más tranquilos, hay más estabilidad institucional. Yo creo que en lugar de esas campañas de Difusión de la Lectura, de las que nadie hace caso, deberían lanzar campañas de Disuasión de la Lectura, que la gente estaría más dispuesta a seguir.
Pero bueno, como veo que muchos de vosotros ya estáis echados a perder, y seguís insistiendo en esa manera tonta de perder el tiempo, en lugar de jugar a la Play o la Wii, os proporcionaré material. Como os anuncié, sortearé un par de ejemplares del 100 HISTORIAS SECRETAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL. En la próxima entrada haremos lo mismo que la otra vez; que cada uno ponga un número y los dos que más se acerquen se los llevan. Pero en esta ocasión sólo dejaré de tiempo para concursar un día y medio, para que tengan algo de ventaja los visitantes habituales.
miércoles, junio 03, 2009
El libro que todo el mundo está leyendo
Pues sí, a ver si hay alguien que no ha leído el best seller del momento: LOS HOMBRES QUE NO AMABAN A LAS MUJERES, del autor sueco Stieg Larsson. Si todavía no lo habéis leido, corréis el peligro de ser señalados por la calle.
Bueno, pues aunque la novela que hay hoy día no me gusta, me he leído el libro. La verdad es que la mayoría de los libros de éxito me han defraudado. El Soldados de Salamina de Javier Cercas me pareció simplemente correcto por no decir flojo y La sombra del viento de Ruiz Zafón me pareció un peñazo insufrible (de hecho, me rendí en la pág. 200 o así).
El único que me gustó fue El código Da Vinci; me lo devoré en mis viajes en metro y me enganchó. Es literatura basura, sí, pero también uno se lo pasa bien en el MacDonald o en el Burger King, guarreando con las patatas con mayonesa y ketchup. Así que el código servía para eso, cumplía con su función. La peli sí me pareció cine basura, pero el de tirar directamente al container.
Pues en éstas, ante el éxito de Los hombres que no amaban a las mujeres, me decidí a leer el libro y la verdad es que está bien. Pero eso sí, es un libro bastante complejo. Lo primero porque cuesta aclararse un poco; yo me hice una chuleta con el árbol genealógico de la familia protagonista, algo que os recomiendo, porque entre que salen un montón de nombres y que son suecos no te enteras mucho. Pero cuando pasas de la página 200 o así, el libro se acelera y ya no lo puedes dejar hasta el final, aunque tiene un anticlímax a mi juicio un poco largo.
Pero digo también que es complejo porque hay varios temas a la vez, pese a que se supone que es policíaco; los malos tratos, la corrupción o la ética del periodismo. Total, que es todo menos un libro basura.
Por último, supongo que una parte del éxito del libro se debe también a la curiosa historia que hay detrás, que muchos ya conocéis. El autor, Stieg Larsson, escribió éste y dos libros más, integrando una serie llamada Millenium, con la intención de que fueran la "jubilación" de él y su esposa. Pero el Larsson éste la palmó de un ataque al corazón justo antes de publicarse el primer libro.
Y diréis, pues todo ha quedado para su viuda; pues no, resulta que no estaban casados pese a que llevaban viviendo juntos 18 años, así que han salido el padre y el hermano del Larsson -al que no veían desde hace tiempo- y se están quedando toda la pasta. Se ve que a este par les están diciendo de todo, pero a ellos les da lo mismo. Ante esta injusticia ha salido una especie de ONG para que los lectores donen dinero a la viuda.
Pues venga, si no queréis ser unos marginados sociales, y que en las sobremesas familiares tengáis que confesar avergonzados "...es que no lo he leído...", leeros el libro, que hasta el pichichi de la Liga, Diego Forlán, ha dicho que se lo está leyendo. Y así, de paso, os desintoxicáis de tanto libro de la Segunda Guerra Mundial...
Bueno, pues aunque la novela que hay hoy día no me gusta, me he leído el libro. La verdad es que la mayoría de los libros de éxito me han defraudado. El Soldados de Salamina de Javier Cercas me pareció simplemente correcto por no decir flojo y La sombra del viento de Ruiz Zafón me pareció un peñazo insufrible (de hecho, me rendí en la pág. 200 o así).
El único que me gustó fue El código Da Vinci; me lo devoré en mis viajes en metro y me enganchó. Es literatura basura, sí, pero también uno se lo pasa bien en el MacDonald o en el Burger King, guarreando con las patatas con mayonesa y ketchup. Así que el código servía para eso, cumplía con su función. La peli sí me pareció cine basura, pero el de tirar directamente al container.
Pues en éstas, ante el éxito de Los hombres que no amaban a las mujeres, me decidí a leer el libro y la verdad es que está bien. Pero eso sí, es un libro bastante complejo. Lo primero porque cuesta aclararse un poco; yo me hice una chuleta con el árbol genealógico de la familia protagonista, algo que os recomiendo, porque entre que salen un montón de nombres y que son suecos no te enteras mucho. Pero cuando pasas de la página 200 o así, el libro se acelera y ya no lo puedes dejar hasta el final, aunque tiene un anticlímax a mi juicio un poco largo.
Pero digo también que es complejo porque hay varios temas a la vez, pese a que se supone que es policíaco; los malos tratos, la corrupción o la ética del periodismo. Total, que es todo menos un libro basura.
Por último, supongo que una parte del éxito del libro se debe también a la curiosa historia que hay detrás, que muchos ya conocéis. El autor, Stieg Larsson, escribió éste y dos libros más, integrando una serie llamada Millenium, con la intención de que fueran la "jubilación" de él y su esposa. Pero el Larsson éste la palmó de un ataque al corazón justo antes de publicarse el primer libro.
Y diréis, pues todo ha quedado para su viuda; pues no, resulta que no estaban casados pese a que llevaban viviendo juntos 18 años, así que han salido el padre y el hermano del Larsson -al que no veían desde hace tiempo- y se están quedando toda la pasta. Se ve que a este par les están diciendo de todo, pero a ellos les da lo mismo. Ante esta injusticia ha salido una especie de ONG para que los lectores donen dinero a la viuda.
Pues venga, si no queréis ser unos marginados sociales, y que en las sobremesas familiares tengáis que confesar avergonzados "...es que no lo he leído...", leeros el libro, que hasta el pichichi de la Liga, Diego Forlán, ha dicho que se lo está leyendo. Y así, de paso, os desintoxicáis de tanto libro de la Segunda Guerra Mundial...
lunes, junio 01, 2009
Munich 72 (3ª Parte: El Desenlace)
Vamos con la tercera parte de este serial. Mi intención era hacerlo más seguido, para que el interés no se enfriase, pero las cosas van como van y vienen como vienen.
Como decía, los secuestradores palestinos entraron en el avión y vieron que estaba vacío. Supongo que dirían "¡Qué hijos de p..., nos han engañado!", pero en árabe, que no sé como se dirá. Pues sí, tan listos como eran y habían caído en una trampa.
Los dos terroristas regresaron corriendo hacia los helicópteros. En ese momento, el aeropuerto quedó súbitamente iluminado con bengalas y focos, y los francotiradores recibieron la orden de abrir fuego contra los secuestradores.
Los francotiradores acertaron contra dos de los secuestradores, que se hallaban vigilando a los pilotos retenidos. Pero otros tres terroristas se parapetaron detrás de los aparatos, fuera del alcance de los focos, y comenzaron a disparar. Un policía que estaba en la torre de control murió al alcanzarle una de las balas. En la confusión, los cuatro pilotos lograron escapar. Sin embargo, los atletas israelíes permanecían atados, brazos en alto, al techo del interior de los aparatos; los secuestrados intentaron desesperadamente deshacerse de las ligaduras, como indicarían las marcas de mordeduras que quedarían en las cuerdas.
Desde la torre de control, mediante un megáfono, intentaron convencer a los secuestadores para que se rindieran. Pero éstos estaban muy cabreados por la pirula que les habían hecho, como es perfectamente comprensible, así que no atendieron a razones y dispararon hacia la torre.
La tensión continuó creciendo hasta que a medianoche llegaron varias tanquetas de la policía, que rodearon completamente la pista. A las 00.04, uno de los terroristas, viendo que no ya había escapatoria, saltó del primer helicóptero, disparó contra los rehenes y finalmente lanzó una granada a su interior, que explotó con los cuatro atletas israelíes.
Antes de que el fuego de la primera explosión alcanzase el depósito de gasolina del segundo helicóptero, dos secuestradores salieron del aparato y comenzaron a disparar a la policía. Éstos respondieron a los disparos, abatiendo a ambos. Los rehenes del segundo helicóptero fueron ametrallados a corta distancia por un tercer secuestrador, aunque se cree que algunos pudieron ser alcanzados también por los disparos de la policía.
Cuatro terroristas sobrevivieron al asalto. Tres de ellos estaban heridos en el suelo. El último pudo escapar corriendo hacia el aparcamiento; la policía tardó cuarenta minutos en encontrarlo con la ayuda de perros rastreadores. Se produjo entonces un intercambio de disparos en el que el terrorista fue abatido. A la una y media de la madrugada, todo había terminado.La opinión pública mundial quedó horrorizada cuando trascendió que los nueve atletas habían sido asesinados, con lo que el total ascendía a once. Aquí, las fotos de todos ellos:
La operación de rescate de los rehenes había sido un completo fracaso. Para lo que se espera de los alemanes, que lo tienen todo siempre previsto y controlado, no como nosotros, que vamos a la buena de Dios, todo había sido una enorme chapuza.
El primer problema fue la responsabilidad del rescate recayó únicamente en la policía de Munich, ya que la Constitución impedía la intervención del Ejército en territorio alemán. Además, los francotiradores seleccionados eran unos aficionados; fueron elegidos porque practicaban el tiro los fines de semana. Además, de forma increíble, los francotiradores no disponían del equipo más elemental; sus rifles no eran de precisión ni disponían de teleobjetivos, no tenían dispositivos de visión nocturna y carecían de radios para coordinar su fuego. Para colmo, las tanquetas de la policía llegaron con media hora de retraso porque los vehículos se habían visto atrapados en un embotellamiento de tráfico.
Pero bueno, la historia no acaba aquí. Queda la venganza... pero, para eso, mejor os véis la peli Munich, de Spielberg.
En la próxima entrada hablaremos del best seller del momento.