miércoles, junio 29, 2011

Cogérsela con papel de fumar

Bueno, estoy con un notebook fuera de casa y con cosas que hacer, así que la entrada no puede ser muy elaborada, pero vamos allá.

Resulta que un concejal de Iniciativa per Catalunya (partido autodenominado "ecosocialista", que es la forma fina de decir comunista) del municipio de Cervelló (Barcelona) llamado Juan Carlos Zurita, se ha metido en un lío; se ve que en la foto de perfil de su Facebook puso una foto imitando a Hitler y le han llamado al orden: AQUI la noticia.



Inmediatamente la cambió y aseguró que en realidad era un homenaje a Chaplin, pero lo que está claro es que su incipiente carrera política ha acabado ahí. Pues lo siento por él, porque tiene pinta de ser un tipo con sentido del humor, desde aquí me solidarizo con él.

Pues hace poco, un profesor gallego ha sido expulsado por subir el famoso video de Hitler en El Hundimiento asignando el papel del Führer al director de su academia de inglés: AQUÍ la noticia.

Y la actriz Megan Fox ha sido despedida por comparar a su director en Transformers con Hitler: AQUÍ la noticia.



Se ve que fue el productor, Steven Spielberg, quien ordenó su despido, lo cual me parece de un cinismo tremendo; Spielberg será muy antinazi, pero ha hecho muuuucha pasta gracias a ellos.

En Indiana Jones, los malos que molan son los nazis (en la 1ª y la 3ª), en cambio, los hindúes aquellos de la 2ª y los rusos de la 4ª no valen nada. En la 3ª, hasta sacó al propio Hitler, firmando un autógrafo en el librillo aquel a Indiana...

Todos sabemos que en la última peli, la de la calavera de cristal o como se llame, si los malos hubieran sido los nazis seguro que no habría sido el truño que fue. Aquí tenéis un cartel de cómo habría sido en ese caso:



También al final Spielberg tuvo que recurrir a los nazis para ganar por fin el Oscar, con La Lista de Schindler... así que ahora venga cogiéndosela con papel de fumar por eso... en fin, cuando lo vea le voy a decir cuatro cosas.

Yo no veo a nadie que sea despedido de su trabajo por nombrar a Stalin, Mao Zedong, Pol Pot o Pinochet, pero sí a Hitler y, sinceramente, no sé dónde está la diferencia, me lo expliquen...

martes, junio 21, 2011

Crisis, what crisis?



Bien, no os preocupéis que no vengo a hablaros de las perspectivas de la crisis actual; ya demostré que no tengo futuro como pitoniso, al pronosticar que España sería rescatada en febrero, y aquí seguimos... Bueno, no sé cómo os está afectando la crisis a vosotros, pero la verdad es que en el mundo editorial el parón de la actividad ha sido bestial.

Nadie os lo va a reconocer, pero el asunto libresco está bastante negro, no sé si por la crisis, por las descargas de internet o porque la gente ya pasa de leer; bueno, sólo tenéis que pasaros por las librerías para ver las novedades que van saliendo... muy poca cosa y casi nada potable.

Por ejemplo, Planeta ha sacado como "novedad" una reedición de ARDE PARIS?, de Dominique Lapierre y Larry Collins, que fue editada por primera vez en 1964... para flipar. Y claro, van paseando por ahí al bueno de Lapierre para que promocione el libro; eso sí, leí una de esas entrevistas y decía alguna cosa muy interesante. El libro se supone que está bien, pero en su día lo dejé antes de la mitad porque me perdía, no me enganchó.

Por mi parte, me voy defendiendo, pero todavía estoy decepcionado por la acogida discreta de EL DESASTRE DEL HINDENBURG; me ha sabido muy mal, la verdad, porque creo que es un buen libro del que estoy muy satisfecho. Todo el que se lo ha leído le ha encantado, y sin embargo no ha tenido unas buenas ventas. No pierdo la esperanza de que Steven Spielberg haga una peli sobre el Hindenburg y mi libro pueda obtener el reconocimiento que creo que merece...

Así que entre ésa y otras noticias llevo una racha regular, pero hoy me han llegado datos de ventas de mi TODO LO QUE DEBE SABER SOBRE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL y me ha supuesto un chute de adrenalina... Va por la tercera edición y esto tiene pinta de que va a alcanzar algunas más...



Así que esa buena noticia había que celebrarla; total, que me he enterado de que en el supermercado LIDL (sí, ya sé que si alguien te ve comprando ahí te arriesgas a ser estigmatizado socialmente, pero peor es si te ven en el Día) ésta es la semana de los productos italianos y para allá que me he ido. Los quesos italianos son mis preferidos, mejorando lo presente; así que he vuelto con provisiones de Provolone, Grana Padano, Pecorino romano y Pecorino sardo...




Esta noche toca festival del queso italianini, y eso sí, todo regado con una botellita de vino de La Rioja que tengo por aquí... así si que voy a poder decir lo que decían Supertramp allá por 1976: Crisis, wath crisis?



Vaya, justo después de postear esta entrada, me entero de que ha aparecido un misterioso album de fotos con instantáneas inéditas de la Segunda Guerra Mundial. AQUÍ tenéis la noticia. El New York Times ha pedido ayuda para ver si alguien identifica a quien hizo las fotos.

viernes, junio 17, 2011

Viaje a Cracovia XI. Pomorska



Bien, vamos con el último capítulo de esta apasionante serie dedicada a mi viaje a Cracovia. Como véis, a tenor de todas las entradas que le he dedicado, creo que el viaje ha quedado bien amortizado...

Pues la guinda a mi viaje a Cracovia fue la visita al edificio que albergaba el cuartel general de la Gestapo en esta ciudad. Podéis verlo en la foto de arriba al fondo, es el edificio de color crema, justo encima del tranvía. Se llega aquí tras un paseo de unos diez minutos desde el centro histórico.


Se encuentra en Ulica Pomorska nº 2. Hoy día, el nombre de esa calle seguramente no dice nada a los cracovianos, pero durante la Segunda Guerra Mundial, "Pomorska" era sinónimo de Gestapo. Allí eran conducidos los polacos detenidos para ser interrogados y torturados. Sin embargo, curiosamente, el edificio acoge hoy un Albergue Juvenil, además de agencias de viaje, un gimnasio o una casa de apuestas...



Eso sí, en el lateral hay este Memorial en recuerdo de las víctimas:



El edificio fue construido a finales de los años treinta para acoger a estudiantes procedentes de Silesia, por lo que el edificio también es conocido como la Casa Silesia. Finalizada la guerra, el número 2 de la calle Pomorska siguió engordando su siniestro curriculum, ya que fue utilizado por la policia política soviética, la temible NKVD, hasta ya entrada la década de los cincuenta.

Aquí se pueden visitar las celdas. Para ello hay que entrar en el patio interior del edificio. A las celdas se accede por estas escaleras. La puerta está cerrada, y para que te abran has de llamar a un timbre. Yo llamé y un señor se asomó por una ventana. Al cabo de unos minutos, bajó una señora y amablemente me abrió la puerta.



Estuve unos minutos viendo las celdas, aquí las tenéis:



En ésta todavía se pueden apreciar los grafitis que dejaron los prisioneros:



Y aquí, un instrumento de tortura de los esbirros de Himmler:



Tras la visita, intenté darle una propina a la señora, qué menos que eso ya que la entrada era gratuita, pero no me la aceptó; espero no haberla ofendido...

Pues una vez vistas las celdas de la Gestapo, di por terminada esta visita friki a Cracovia, en la que me quedaron por ver las minas de sal -la principal atracción turística-, pero así tengo una excusa para regresar.

Espero que os haya gustado esta serie y, lo dicho, creo que para cualquier aficionado a la Segunda Guerra Mundial esta visita es imprescindible. Además, allí los hoteles y la comida son baratos. Lo único un poco caro es el viaje, unos 300-400 euros, ya que como no hay vuelos directos hay que tomar dos aviones y eso encarece el precio, pero una buena opción -si se dispone de bastantes días- es coger un vuelo low cost a Varsovia, estar ahí un par de días, y luego ir a Cracovia en tren. Y si uno tiene más tiempo, aprovechar para visitar la Guarida del Lobo en el norte del país.

Pues nada, a ver si este verano alguien se anima y se va para allá, ya me contaréis...

martes, junio 14, 2011

Viaje a Cracovia X. Auschwitz-Birkenau (3ª Parte)



Bien, aunque estoy liado dando los últimos toques a mi próximo libro, vamos con cuatro reflexiones sobre mi visita a Auschwitz-Birkenau. Por lo que leí aquí, ví que alguno tenía ganas de saberlas, así que espero no decepcionar.

PRIMERA REFLEXIÓN. Hasta ahora, cuando veía fotos o imágenes de internos de los campos de concentración nazis sentía sobre todo conmiseración, pena por ellos; famélicos, con sus ropas ridículas y zuecos de madera. Pero ahora los veo como héroes; realmente había que ser muy valiente para soportar aquellas condiciones de vida extremas.

Lo fácil en ese momento era simplemente agarrarse a las vallas electrificadas y acabar de una vez, si uno no era acribillado antes por los guardianes. No eran pocos los que hacían eso, o simplemente se dejaban llevar hasta caer en un estado de postración que acababa con la muerte. Desgraciadamente, la mayoría de los que resistieron acabaron igualmente muertos, pero no sé si muchos hubiéramos tenido su aguante.

SEGUNDA REFLEXIÓN. El campo de concentración era una versión extrema de nuestra sociedad. Allí, de poco servían los títulos universitarios, o las capacidades intelectuales. Lo mejor era ocultar la sobretitulación y asegurar que uno era caldedero, encofrador, cerrajero, sastre o zapatero; los alemanes te consideraban útil y te permitían seguir viviendo; los maestros, escritores, profesores universitarios y similares, directos a la cámara de gas.

Por otro lado, según leí en el libro de Primo Levi "Si esto es un hombre" (imprescindible, por cierto), los internos que se limitaban a seguir las reglas del campo (comer sólo la ración asignada, trabajar el tiempo estipulado, no robar...) no duraban vivos más de mes y medio. En cambio, los que sobrevivían lo hacían porque robaban comida en las cocinas o a otros compañeros si se descuidaban, traficaban con tabaco, se escaqueaban a la hora de trabajar, etc.

TERCERA REFLEXIÓN. Si alguien cree que visitando Auschwitz uno puede entender mejor el Holocausto, se equivoca. Al menos en mi caso, no entendi nada; me pareció todo tan absurdo y sin sentido que no sé cómo lo entenderán los grupos de escolares que lo visitan a diario. Que allí llegasen mujeres, niños y ancianos, y que fueran gaseados nada más llegar, no tiene ningún sentido.

Imagino que la mayoría de los que había en ese campo eran básicamente iguales, aspiraban a formar una familia, ser felices, etc., pero que las circunstancias habían hecho que unos llevasen zuecos de madera y otros botas de cuero; yo no acabo de entender qué es lo que llevó a que cada uno de ellos desempeñase ese papel.

CUARTA REFLEXIÓN. No dudo de que en el Holocausto muriesen seis millones de judíos. Como no tengo manera de comprobarlo, debo aceptar esa cifra, que de todos modos no tiene importancia; la dimensión de los crímenes nazis es tal que poco importa un millón de más o de menos.

Pero lo que más me ha sorprendido de mi visita a Auschwitz es la sensación de improvisación, de chapuza, que respira todo aquello, tan ajeno a la típica capacidad organizativa germana. Estamos cansados de leer el tópico de la "implacable maquinaria de exterminio nazi"... pues bien, yo no la vi por ningún lado. Yo pensaba encontrarme en Birkenau con una auténtica industria del exterminio, y me encuentro con unas cámaras de gas relativamente pequeñas al final de un andén, con sus hornos. Si no entendí mal, las cenizas las tiraban al estanque del que puse la foto.

La verdad, me parece un milagro que con esas instalaciones consiguiesen gasear, quemar y hacer desaparecer los cuerpos de entre un millón y dos millones de personas, y hasta cuatro millones según las fuentes; quizás esos números ya sean considerados algo exagerados, ya que en los letreros que hay en el campo sólo ponía que allí murieron "cientos de miles de personas". Si los otros campos de exterminio (Sobibor, Treblinka...) eran similares, me parece muy sorprendente que en un espacio de tiempo relativamente corto lograsen reducir a cenizas a seis millones de personas, tanto como toda la población de la Comunidad de Madrid o la de Cataluña. Me imagino tener que hacer desaparecer a todas esas personas en condiciones normales... pues entonces era a personas procedentes de toda Europa y en medio de una situación de guerra.

Yo no sé si por pensar esto soy revisionista, negacionista o mediopensionista, pero si me sorprende este hecho creo que mi deber es compartirlo con vosotros. Pero bueno, insisto, se trata sólo de impresiones personales durante un viaje turístico, doctores tiene la Iglesia para establecer la verdad histórica.

Pues bien, estas son mis reflexiones, no sé que os habrán parecido.

miércoles, junio 08, 2011

Viaje a Cracovia IX. Auschwitz-Birkenau (2ª Parte)

Bien, vamos con las fotos restantes de Auschwitz-Birkenau. Ahora veremos las correspondientes a las cámaras de gas y a los barracones.

Pero antes, aquí tenéis el barracón de obra en el que el doctor Josef Mengele realizaba sus terribles experimentos.



Aquí, una balsa de agua que, como podéis ver, estaba congelada. Aunque hacía un día luminoso, hacía bastante frío, pero un frío seco que no llegaba a incomodar; tuve suerte.



Aquí podéis ver las ruinas de las cámaras de gas, situadas al final de la vía del tren. En muchos casos, los deportados iban directamente desde los trenes a este lugar, en donde eran gaseados, sin pasar por las otras instalaciones del campo.







Para que veáis cómo a veces el azar rige la vida de los humanos, en alguna ocasión la selección de los que iban a ser eliminados seguía simplemente el criterio del lado del tren por el que uno descendía.




Y aquí tenéis los barracones. Según leí allí en un cartel, éste era el modelo de establo de la Wehrmacht, destinado a acoger 52 caballos. En estos barracones se hacinaban más de 400 prisioneros.





Esto me hace pensar que, tal como ya dije, los alemanes no mostraron aquí su proverbial sentido de la previsión y la eficacia. Además de escoger un terreno inadecuado para acoger cientos de miles de personas, los barracones estaban ideados para guardar caballos. De ahí errores de diseño como el hecho de que el barracón estuviera recorrido a lo largo por una estufa y, en la parte superior, hubiera aberturas sin cristales por los que se escapaba el calor. Esto no cuadra con el concepto que tenemos del sistema de campos de concentración y exterminio nazis; parece todo fruto de la improvisación...

Bien, como estoy a punto de que me pille el toro de la fecha de entrega de mi próximo libro, dejo las reflexiones sobre todo esto para la próxima entrega.