miércoles, junio 24, 2015

NO ESCRIBA ANTES DE LOS 34 AÑOS




Bueno, amigos, aquí estamos de nuevo, después de unos días dedicados al ocio infantil, entre shows de Monster Trucks, películas jurásicas y mucha playa, pero hay que ponerse en faena, así que ahí vamos.

El domingo leí una interesante entrevista al novelista británico Jeffrey Archer en el suplemento del diario El Mundo, FUERA DE SERIE, que normalmente me parece bastante malo -es, más que nada, un muestrario de regalos caros-, pero en este caso era aprovechable.

Al parecer, ahora quieren lanzar en España a este autor, de gran éxito en todo el mundo aunque nuestro país se le resiste, por lo que han publicado esa entrevista. Ahí decía cosas muy interesantes, sobre todo reflexiones sobre el hecho de escribir y publicar.




Quiero resaltar algún fragmento, como uno en el que la entrevistadora le pregunta: "Pero, ¿cómo lo consigue, escribir tanto?". Y Archer responde: "Porque el don de contar historias es algo que nunca se detiene, por eso soy capaz de escribir todos los días y usted, no".

Pues creo que es cierto; el saber contar historias es un don. O se tiene, o no se tiene. En mi caso, creo modestamente que lo tengo hasta cierto punto; la verdad es que me hubiera gustado tener otros dones, como el de saber pintar bien -lo intenté de pequeño-, jugar al fútbol o el de estar a la vez en varios consejos de administración, pero me ha tocado cargar con éste, qué le vamos a hacer.

También Archer dice una obviedad, pero no por eso menos destacable: "Un buen narrador es el que consigue que el lector pase ávido por las páginas". Y es cierto, si lo que explicas es muy interesante, está bien escrito y muy bien documentado, pero el lector se aburre, has fracasado. Ahora, por ejemplo, me está rondando la cabeza escribir un libro sobre un hecho muy poco conocido de la Segunda Guerra Mundial, pero sólo seguiré adelante con el proyecto si tengo el convencimiento de que voy a saber transmitir al lector toda la fascinación que a mí me provoca.




Y por último, el escritor británico asegura: "Yo creo que 34 años es la edad exacta a la que un novelista debe comenzar a escribir, nunca antes, porque no tienes experiencia ni vida suficiente".

Pues casualmente, yo comencé a escribir con 34 años, es curioso. Y coincido con lo que dice Archer. Hay gente que quiere escribir y publicar antes de tener el bagaje necesario para hacerlo; sí, puede sonar la flauta y escribir algo fantástico, pero creo que, en este campo, no hay que tener prisa ninguna.

De hecho, y los que habéis publicado ya algo lo sabéis de sobras, en el mundillo de los juntaletras hay un concepto del tiempo diferente del que nos rodea. Si una editorial te asegura que "te decimos algo", ese lapso puede ser tranquilamente de seis meses o un año, o más. Pero, como por ensalmo, todo puede acelerarse vertiginosamente y, de pronto, te llega un pdf con la maqueta de tu libro y tienes sólo dos días para corregirlo... o a veces sólo una mañana.

Por eso, cuando alguien pretende que le publiquen algo, lo mejor es adaptarse a esa escala temporal y asumir que puede estar un par de años, o más, esperando a que eso ocurra (yo esperé cuatro años), y que aun así estará dentro de los plazos normales.

Por último, aquí tenéis la reseña de mi último libro, PEQUEÑAS GRANDES HISTORIAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, escrita por David Solar y publicada por la revista LA AVENTURA DE LA HISTORIA, en su número del mes de julio.




En la reseña, Solar presenta la obra como "una divertida colección de aventuras" y "un libro de entretenida lectura", así que no lo deja mal, aunque yo creo que el libro es más que una simple recopilación de anécdotas, como habéis podido comprobar lo que lo habéis leído, pero en todo caso me alegro mucho de que el libro esté cosechando buenas críticas.



martes, junio 16, 2015

¿CUÁNTO SABES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL?




Bien, amigos, estos días estoy investigando un episodio tan sorprendente como delirante que he descubierto en el libro que os comenté sobre la participación de Brasil en la Segunda Guerra Mundial. Por suerte, he encontrado un libro que trata a fondo el tema, así que tengo ya material de sobras para poder ofrecéroslo luego en bandeja y que lo podáis degustar tranquilamente en un próximo libro.

Pues ayer recibí el mail de un amable lector en el que me felicitaba por mi último libro, PEQUEÑAS GRANDES HISTORIAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL. Al final de esta obra incluí un test de 50 preguntas sobre el conflicto y el lector me decía que, después de enfrentarse a ellas, reconocía que no sabía de él tanto como pensaba.

Entonces se me ha ocurrido que tal vez vosotros también querríais poner a prueba vuestros conocimientos, por lo que he decidido transcribir 25 de las 50 preguntas.

Aquí las tenéis... ¡tiempo!



1.¿Cómo se llamaba el avión privado, un Douglas VC-54C, del presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt?

a. Alas de la Libertad
b. La Vaca Sagrada
c. Air Force 1


2. ¿Cómo se llamaba el tren privado de Hitler?

a. Amerika
b. Europa
c. Germania


3. ¿Cómo se llamaba el tren privado del jefe de la Luftwaffe, Hermann Goering?

a. Afrika
b. Asia
c. Adler


4. ¿Cómo se llamaba el caballo blanco de Benito Mussolini?

a. Lombardo
b. Atlántico
c. Itálico


5. ¿Cuál era el objetivo de la Operación Drácula?

a. La captura de la capital de Birmania, Rangún
b. El bombardeo de los pozos de petróleo rumanos
c. El secuestro de Franklin D. Roosevelt


6. ¿Quién era la actriz favorita de Hitler?

a. Marlene Dietrich
b. Bette Davis
c. Greta Garbo


7. ¿Qué apodo recibió el general Charles de Gaulle?

a. Deux mètres
b. L' Enfant Terrible
c. Petit Napoleon


8. ¿Quién fue el primer actor de Hollywood llamado a filas?

a. Ronald Reagan
b. Sterling Holloway
c. James Stewart


9. El presidente Roosevelt utilizó el vehículo blindado de...

a. Lucky Luciano
b. John Dillinger
c. Al Capone


10. ¿Cuáles fueron los dos únicos países latinoamericanos que participaron en la guerra enviando tropas?

a. Argentina y Panamá
b. Chile y Venezuela
c. México y Brasil






11.-¿Cuál fue el cantante votado como más popular por las tropas norteamericanas?

a. Frank Sinatra
b. Roy Acuff
c. Bing Crosby


12.- ¿Qué rey se exilió cuando su país fue invadido por los nazis, se alistó en la RAF, trabajó como relaciones públicas en Nueva York y es el único monarca europeo que está enterrado en Estados Unidos?

a. Pedro II de Yugoslavia
b. Jorge II de Grecia
c. Haakon VII de Noruega


13.- ¿Qué tres países enviaron tropas a todos los escenarios de la Segunda Guerra Mundial?

a. Estados Unidos, Francia y República Sudafricana
b. Gran Bretaña, Canadá y Australia
c. Estados Unidos, Gran Bretaña y Nueva Zelanda


14.- ¿Qué ciudad sufrió el impacto de más bombas volantes V-1?

a. Londres
b. Amberes
c. Coventry


15.- ¿Qué tres alimentos fueron los primeros en racionarse en Gran Bretaña?

a. Huevos, harina y aceite
b. Tocino, mantequilla y azúcar
c. Leche, café y mermelada


16.- ¿Qué porcentaje del presupuesto dedicaron los japoneses a su Ejército en 1940?

a. Un tercio
b. Una cuarta parte
c. Casi la totalidad


17.- Según el FBI, en Estados Unidos ¿qué artículo fue objeto de más contrabando durante la guerra?

a. Licor
b. Zapatos
c. Tabaco


18.- ¿Cómo consiguieron los japoneses fotografías de la base de Pearl Harbor?

a. Infiltrando un espía
b. Enviando un avión de reconocimiento
c. Comprando postales en Honolulu


19. ¿Cuál de los siguientes actores se alistó en el Cuerpo de Marines?

a. Glenn Ford
b. John Wayne
c. Henry Fonda


20. ¿Qué película estaba viendo Winston Churchill cuando le informaron de la captura de Rudolf Hess?

a. Alas para la victoria
b. Ser o no ser
c. Los Hermanos Marx en el Oeste


21.- ¿A qué dos figuras destacadas de la Segunda Guerra Mundial les gustaban las novelas del oeste?

a. Patton y MacArthur
b. Churchill y Goebbels
c. Eisenhower y Hitler


22. ¿La figura de qué animal aparece junto a la del presidente Roosevelt en su Memorial de Washington?

a. Un águila
b. Una paloma
c. Un perro


23. ¿Qué actor norteamericano jugaba al ajedrez por correspondencia con los soldados?

a. Bob Hope
b. Humphrey Bogart
c. Spencer Tracy


24.-¿Cuál era el cóctel favorito de Stalin?

a. Caipiroska
b. Black Russian
c. Dry Martini


25. ¿Qué día hizo explosión la primera bomba atómica de la historia?

a. 6 de agosto de 1945
b. 16 de julio de 1945
c. 9 de agosto de 1945




Como veis, son un poco rebuscadas, así que si no lo tenéis claro en algunas, es normal.

Eso sí, para saber las respuestas correctas tendréis que consultarlas en mi libro...



martes, junio 09, 2015

EJEMPLO DE JEITINHO BRASILEIRO EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL





Bien, amigos, estoy enfrascado en el libro al que me referí en la entrada anterior, 1942: BRASIL E SUA GUERRA QUASE DESCONHECIDA, de Joâo Barone, y me está encantando, ya que estoy aprendiendo muchas cosas que no sabía, y eso, tratándose de la Segunda Guerra Mundial, es un placer máximo.

En el libro se habla sobre todo de la Fuerza Expedicionaria Brasileña, que combatió en el norte de Italia en la última fase de la guerra. Su actuación, heroica en muchos casos, es -como dice el título- casi desconocida en el propio Brasil, por lo que es lógico que fuera de ese país ese desconocimiento sea mayor si cabe. Estoy recopilando algunas de esas historias, con las que ya veré qué hago, pero no puedo resistirme a referiros una que, mientras la leía en el tren, me reía yo solo.

Esta anécdota es un ejemplo del conocido como jeitinho brasileiro. ¿Qué es eso? diréis. Pues la proverbial capacidad de improvisación de los brasileños, una fórmula mágica y creativa para resolver los problemas cotidianos, basado en una creatividad innata.

Alguien dejó escrito que el jeitinho es "la salida para una situación sin salida". Así, es normal escuchar a los brasileños decir, ante un problema, vamos dar um jeito, es decir, no hay que preocuparse porque ya encontraremos una solución de un modo u otro.

Pues vamos allá. Como parte de la colaboración de Brasil con los Aliados, en enero de 1944, el gobierno del dictador Getúlio Vargas envió a Estados Unidos un grupo de treinta aviadores para recibir entrenamiento en una base de Orlando, mientras que el personal de tierra fue enviado a una base en Panamá.




Durante los entrenamientos, surgió el que sería el nombre de guerra de la unidad, SENTA A PUA! (siente el aguijón). El símbolo sería una avestruz, ya que los brasileños consideraban que había tener estómago de avestruz para digerir la comida que solían recibir los soldados norteamericanos, y que era por tanto la que ellos debían comer, basada casi únicamente en judías, huevos y bacon.

El 20 de junio de 1944, los pilotos brasileños recibieron los certificados norteamericanos para pilotar y después se trasladaron a Nueva York, a donde llegaron el 4 de julio, el Día de la Independencia.

En un acto oficial de bienvenida en la base aérea de Suffolk, en donde debían realizar tres meses más de prácticas, la tropa norteamericana desfiló ante ellos cantando el himno de sus Fuerzas Aéreas.

Entonces fue el turno de los brasileños, a los que se les invitó a desfilar entonando también el himno de sus Fuerzas Aéreas. El problema era que ese himno, sencillamente, no existía.

Ante esa situación sin salida, surgió el jeitinho brasileiro. Un oficial llamado Marcilio Gibson pensó rápidamente en una canción que fuera conocida por todos sus hombres para que la pudieran entonar, y no se le ocurrió otra que una pegadiza cancioncilla de carnaval, muy famosa por la época, llamada "La jardinera".





La canción hablaba de una jardinera que estaba triste porque se le había marchitado una camelia, y alguien que pretendía aprovechar la situación para consolarla... una letra que no encajaba demasiado en un himno militar, aunque eso poco importaría, ya que los norteamericanos presentes no entendían el portugués.

Así pues, los aviadores brasileños comenzaron a desfilar cantando la pieza en el mismo tono marcial que sus aliados y, al concluir el acto, fueron felicitados por los estadounidenses por su "bello y emocionante himno". A partir de entonces, "La jardinera" pasaría a ser el himno no oficial de la Fuerza Aérea brasileña.


Esa escena me recordó otra similar de la película EL SARGENTO DE HIERRO, protagonizada por Clint Eastwood, en la que... bueno, mejor os miráis la escena.






miércoles, junio 03, 2015

RESEÑAS DE "UN MUNDO EN GUERRA" E "INGENIEROS DE LA VICTORIA"





Bien, amigos, aprovecho un receso en la promoción de mi último libro, PEQUEÑAS GRANDES HISTORIAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, para subir las reseñas de los dos últimos libros que he leído.

Ambos tienen en común que presentan unas altas expectativas, debido a sus originales planteamientos, y que luego no consiguen satisfacerlas, o al menos eso me parece a mí.

Comenzaremos por el que llevaba más tiempo en espera en mi biblioteca, UN MUNDO EN GUERRA, de Richard Holmes. Esta obra fue publicada en 2008, pero su interés es tan intemporal como la serie de TV en la que está basada, EL MUNDO EN GUERRA. De esa serie no hace falta hablar, todos la habéis visto; yo la voy revisitando de tanto en cuanto, y no puedo dejar de admirar su extraordinaria calidad.

El libro recoge testimonios orales que fueron obtenidos para elaborar la serie; algunos son de enorme relevancia, como los de Karl Dönitz o Albert Speer. Así, el contenido resulta de gran interés y en algunos momentos, debido a esa espontaneidad, se ofrece una imagen un tanto sorprendente de algunos episodios del conflicto.

Por el contrario, el esquema de la obra puede provocar una cierta confusión, ya que esos testimonios a veces no se extienden más allá de un párrafo, lo que transmite una sensación de fragmentación que no resulta muy gratificante. Quizás el compilador debía haber sido más selectivo a la hora de recoger los testimonios, y transcribir una mayor extensión de cada uno.

En suma, un libro imprescindible para los fans de la serie, pero cuya aportación al conocimiento de la Segunda Guerra Mundial resulta un tanto decepcionante, teniendo en cuenta el material de que disponía el autor.

VALORACIÓN. 7,5




El otro título a valorar es INGENIEROS DE LA VICTORIA, de Paul Kennedy. En este caso, la obra también presentaba un planteamiento muy estimulante; un relato de cómo los científicos e ingenieros ayudaron a la victoria aliada.

Después de leer la increíblemente buena Trilogía de la Liberación de Rick Atkinson, me picó la curiosidad por conocer más sobre la logística aliada, un factor que resultaría decisivo en la guerra, y pensé que el libro de Kennedy me podría brindar más información sobre la aportación de los que no estaban en los campos de batalla.

Pues, a pesar del enorme trabajo llevado a cabo por el autor, a tenor del larguísimo capítulo de agradecimientos, el resultado no está a la altura de las expectativas. De las cerca de 400 páginas que tiene, me atrevería a decir que sobran la mitad tranquilamente. Tan sólo han despertado mi interés, ya que me han aportado cosas que no sabía, los capítulos dedicados al tanque T-34, al caza P-51 Mustang y a la Fortaleza Volante B-29.

Es una pena que ese planteamiento brillante no haya tenido su plasmación en el desarrollo.


VALORACIÓN: 5,5





Ahora estoy con un libro de temática más específica, 1942: O BRASIL E SUA GUERRA QUASE DESCONHECIDA, de Joâo Barone.

Curiosamente, el autor no es historiador ni periodista; es el batería de un grupo de rock, pero su padre fue uno de los soldados brasileños que participaron en la guerra, conocidos como pracinhas.

Esa circunstancia familiar, que relata al principio del libro, le llevó a escribir esta obra que, además de interesante, me está resultando muy amena, lo que demuestra que la Historia no es un asunto tan serio como para dejarlo sólo en manos de los historiadores.

Y para cuando acabe con éste, tengo en la recámara uno de Max Hastings y otro de Luis de la Sierra esperándome...