jueves, julio 30, 2020
"GREYHOUND" (2020): TOSTONAZO RIDÍCULO EN EL ATLÁNTICO NORTE
Bien, amigos, al menos tengo que agradecer una cosa a la pandemia.
Este año tenía previsto ir al cine con el niño para ver GREYHOUND. ENEMIGOS BAJO EL MAR (2020), pero por suerte no se ha estrenado en las salas, así que me he ahorrado el dinero de las entradas y la cara larga del nene por haberle sometido a semejante tostón, tal como me pasó cuando lo llevé a ver DUNKERQUE.
Vamos con el minuto y resultado de la película (por llamarla de alguna manera), sin ánimo de spolear.
MINUTO 15: Bueno, no pinta mal, parece una visión muy realista de lo que tenía que ser un destructor de escolta, casi un documental. Vamos a ver.
MINUTO 30: Buff... ya me agobia tanto ir de babor a estribor y de estribor a babor, mensaje por allí, mensaje por allá.
MINUTO 45: ¿Sólo llevamos 45 minutos? Esto es más pesado... Ya me empieza a dar un poco lo mismo si los U-Boote se cargan a medio convoy o al convoy entero...
MINUTO 60: Sólo llevamos una hora y parece que llevemos tres... ahora si que ya me da del todo igual lo que le pase al convoy, al Greyhound y a la madrina que botó el Greyhound.
MINUTO 73: Ah, ¿entonces, se supone que con esto ya ha terminado la peli?
MINUTO 81: Pues ahora sí que ha acabado, pero si han sido ocho minutos de epílogo... El metraje es de 92 minutos, ¿así que de aquí hasta el final son los títulos de crédito?
MINUTO 92: Pues sí.
Hay que reconocerle el mérito de lograr aburrir a un apasionado de la Segunda Guerra Mundial como yo, con sólo una hora y veinte minutos de metraje real. Guion plano, sin tensión, sin personajes, Tom Hanks haciendo de Tom Hanks, con ese típico lloro espontáneo suyo al estilo Salvar al soldado Ryan pero sin que venga a cuento...
Y para colmo, esas ridículas transmisiones en abierto del capitán del submarino alemán amenazando al Greyhound, que terminan con un grotesco aullido... ¿A qué capitán de U-Boot se le ocurriría semejante payasada?
En fin, parece que con esta película los norteamericanos querían dar el contrapunto a la épica de los U-Boote desde el otro lado del periscopio, pero la jugada se hunde estrepitosamente por sí misma, sin que haga falta ni un torpedo.
sábado, julio 18, 2020
"ENFOCANDO LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL", DE LAUREANO CLAVERO: LA AMBICIÓN DE UN FITZCARRALDO MODERNO
Bien, amigos, espero que estéis todos bien. Por suerte, mis apocalípticos augurios no se han cumplido, pero no soy precisamente optimista sobre lo que está por llegar. Todos los indicios apuntan a que, con la llegada del otoño, vamos a tener que enfrentarnos a una situación, digamos, comprometida, y que este veranito es apenas un impase, una especie de drôle de guerre, que habrá que aprovechar para hacer acopio de energía para lo que está por llegar.
Al respecto, os recomiendo la miniserie francesa EL COLAPSO, en la que reflejan ese hundimiento general del que estamos cerca pero que siempre parece que podremos evitar en el último minuto.
Aunque quizás no sea tan extraordinaria como se está diciendo, estos capítulos de apenas veinte minutos, que siguen una línea parecida a Black Mirror, nos alertan de lo que puede pasar de un día para otro, con escenas -como las de la residencia de ancianos- dramáticamente actuales. A destacar el tour de force que supuso haberlos rodado en plano secuencia.
Por mi parte, aquí estoy en período de descompresión después de vaciarme por completo en la confección de mi nueva criatura, que debería ver la luz este otoño.
Como apunté, considero que éste es mi mejor libro, estoy seguro de que el lector va a disfrutar muchísimo con él, pero es obvio que esta época, con tantas incertidumbres, no es la mejor para enviarlo a luchar a las trincheras de las librerías, porque no sabemos ni siquiera si estarán abiertas... En todo caso, me queda la satisfacción de haber escrito la obra que quería escribir.
Pues vamos con el libro cuya foto aparece encabezando la entrada, ENFOCANDO LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, editado por Círculo Rojo.
Su autor es un buen amigo mío, el director de cine argentino afincado en Calafell LAUREANO CLAVERO, por el que siento una gran admiración, así que no puedo ni quiero ser imparcial en la valoración de su obra. El coautor, encargado de redactar los textos, es el escritor de novelas ambientadas en ese conflicto y también buen amigo, el burgalés DAVID LÓPEZ CABIA.
Se trata de un libro de fotografías que recoge las cuatro sesiones que Clavero llevó a cabo junto a un grupo de excelentes recreadores en escenarios catalanes parecidos a los lugares a representar: la playa de Omaha, Carentan, el bosque de Hürtgen y Market Garden.
Yo tuve el honor de asistir como invitado a tres de ellas y doy fe de la profesionalidad y el entusiasmo de todos los participantes, pero en especial del alma mater del proyecto, quien posee una energía inagotable.
No en vano el gran ídolo de Clavero es el director alemán de cine Werner Herzog. Si conocéis su filmografía, veréis que a menudo busca su inspiración en personajes con una volcánica energía interior, dispuestos a abordar proyectos a priori inalcanzables, pero que se lanzan a ellos ignorando las dificultades, decididos a superarlas sea las que sean. Es lo que se sucede a Aguirre, a Cobra Verde y, sobre todo, a Fitzcarraldo (si no habéis visto estas fascinantes películas no sé a qué estáis esperando). El propio Herzog tuvo que superar obstáculos colosales para rodar esas desmesuradas películas (tenéis que ver los documentales sobre sus rodajes), así que quizás mi amigo Laureano se impregnó de ese espíritu, marcando así su senda vital.
Pues Clavero es un Fitzcarraldo moderno, siempre dispuesto a acometer retos ambiciosos, sin considerar su magnitud. Todavía tiene pendientes de dar los últimos toques a varios de ellos en los que se embarcó tiempo atrás, como una película sobre unos recreadores en Normandía, otra sobre la batalla del bosque de Hürtgen (en la que hago una aparición estelar), otra sobre las fortificaciones de la guerra civil en la costa catalana, y seguro que me dejo algunos más.
El proyecto culminado más reciente es un libro sobre la historia de rugby catalán.
No tengo duda de que todos esos proyectos irán viendo la luz tarde o temprano, como ha sucedido con Enfocando la Segunda Guerra Mundial, y aquí me haré eco de ellos.
Mientras tanto, aprovechad el verano para hacer acopio de armas y munición, alimentos no perecederos, pilas y bidones de gasolina, y confeccionar un plan de emergencia con rutas seguras de huida; que el colapso no os pille por sorpresa.