domingo, mayo 13, 2007

Reflexiones sesudas en torno a Eurovisión


Pues el sábado estábamos en casa, y zapeando vimos que estaban dando las votaciones del festival de Eurovisión, así que nos pusimos a verlas. Dejando a un lado el discreto puesto de España, creo que fue muy interesante y aleccionador, y digno de un estudio serio.

Si en lugar de estar por ahí de fiesta, como debe de ser, estáis tan acabados como yo y estábais también viendo las votaciones de Eurovisión, os daríais cuenta de algo curioso; los países que se han separado durante estos años, y que supuestamente albergan odios fraternales (que son los peores) contra sus vecinos, resulta que se votan entre sí. No se entiende que Lituania, que margina de un modo brutal a sus ciudadanos de origen ruso (algo que la comunidad internacional prefiere ignorar), después dan los doce puntos a Rusia. Y Serbia igual, recogiendo los votos de los países con los que se enfrentó en los noventa.

Pero lo que me hizo reir de verdad, hasta descojonarme, fue cuando salió el presentador encargado de anunciar los puntos de Letonia, un pavo metrosexual con una pinta de imbécil que no se tenía, y que dio doce puntos a Ucrania; enfocaron a los cantantes ucranianos y salía un mamarracho del quince, con un gorro ridículo y unas gafas de sol espeluznantes. Yo me puse a reir hasta llorar y mi mujer no entendía de qué me reía.

Entonces le dije que cómo había cambiado todo. En mis tiempos, la Unión Soviética era la Unión Soviética; estaba Leónidas Breznev, tenían misiles nucleares y tanques a porrillo y tenían a la gente de Occidente acojonada. En las Olimpiadas ganaban un montón de medallas, en la TV salían de vez en cuando los coros del Ejército ruso, en los desfiles se ponía toda la gerontocracia en el muro aquel de la Plaza Roja y existía la curiosa profesión de kremlinólogo (que siempre me tenía muy intrigado).
Entonces estaba el KGB, Tachenko, las camisetas de las selecciones de fútbol y de baloncesto con CCCP (que molaban un huevo y de hecho siguen de moda), los disidentes, el Bolshoi, etc. Total, que aquello era otra cosa. Y ahora todo eso se ha ido al cuerno y lo que queda es el tipo este que cantaba por Ucrania.... (que investigando luego, me he enterado de que ha habido polémica porque en la canción que perpetra dice Russia goodbye).

Para la gente más joven que sigue este blog debo parecer el abuelo Cebolleta, pero es que todo ha cambiado. Antes estaba Yugoslavia, con Tito, el gol de Katalinsky, el botellazo a Juanito en Belgrado, y su temible selección yugoslava de baloncesto que nos tenía comida la moral y a la que sólo ganamos en la Olimpiada de Los Angeles en el 84 y en la mítica canción de los Nikis.

Ahora son un montón de países, incluida la Former Yugoslavian Republic of Macedonia (que obligan a llamarse así por presiones de Grecia, ya que ellos tienen la región de Macedonia, bueno, un follón). Ya no hay noticias de las míticas Cibona de Zagreb (en la foto el inmortal Petrovic, qué duelos aquéllos con el Madrid) o de la Yugoplastica de Split (de estos prefiero no acordarme...), de hecho no sé si siguen existiendo, y hasta a la selección serbia de baloncesto la solemos ganar de vez en cuando.

Y ya no hablemos de la Alemania Oriental, a donde se pasaba Paul Newman en Cortina Rasgada, y de donde salían las mejores lanzadoras de peso, las nadadoras que parecían tíos, los espías, el himno (que para mí es el mejor que se ha compuesto nunca), etc.

Bueno, pues ya véis todo lo que da ver las votaciones de Eurovisión...

4 comentarios:

  1. Hola, la verdad es que es Europa se ha convertido en un conglomerado de paises que es ya no la reconoce ni la madres que la p... pero una cosa que siempre me ha tenido muy intrigado es la siguiente: ¿qué pinta Israel en un festival europeo? no se... es como si se presentara Irán... que mira que no tengo nada en contra de ese país, pero es que no lo entiendo... saludos...

    ResponderEliminar
  2. Pues sí, que los que crecimos teniendo como referencia la división del mundo en dos bloques nos hemos quedado algo huérfanos y desorientados al ver esta nueva comunidad internacional surgida del desmoronamiento de la Unión Soviética y de la globalización.
    La solemnidad, austeridad y monocromía de los países que se encontraban al otro lado del telón de acero ha pasado a la historia y los nuevos estados surgidos de ese proceso histórico se distancian cada vez más de las imágenes que veíamos en los telediarios de finales de los 70 y principios de los 80.
    No puedo evitar pensar que para mí era más atractivo el que en pleno corazón de Europa se elevara un muro que dividía al mundo en dos concepciones políticas radicalmente opuestas (o quizá no tanto). Y, además, ese hecho era consecuencia directa del acontecimiento histórico que más me apasiona: la 2GM.
    Sin ir más lejos, cuando era pequeño (si mal no recuerdo, debería estar en 7º u 8º de EGB) un año mis padres me soltaron una pasta extra por haber sacado buenas notas. Pues me fui a la tienda “Militaria” de la calle Bailén de Barcelona y me compré… ¡Una insignia soviética! Acababa de ver Amanecer Rojo.
    Por otra parte, los ciudadanos de esos países gozan en la actualidad de sistemas políticos democráticos y eso, sin duda, es mucho más importante que esa especie de nostalgia que podamos sentir por aquel mudo bipolarizado que empezó a quedar atrás a partir de 1989. En este sentido, películas como Good Bye Lenin o La Vida de los Otros.
    Para acabar, Jesús, canela fina el vídeo de los Nikis.

    ResponderEliminar
  3. Pues Nacho, supongo que a Israel no le seduce nada, pero nada de nada, acudir al festival de la canción de Oriente Medio en Teherán o Damasco, digo yo, y prefiere venir por aquí.

    Y Marcos, es evidente que es más positiva la situación actual, en la que hay libertad en esos países (al menos teóricamente)y no aquel bloque totalitario.
    Pero claro, uno ya recuerda con nostalgia lo del Pacto de Varsovia, los SS-20, el COMECON, el "Qué harías tú en un ataque preventivo de la URSS", etc. Entonces todo eso parecía algo inamovible, casi eterno, y, si todo ese sistema cayó, piensas que ya todo es relativo y no te crees nada; mis profes de historia en el Instituto hablaban maravillas del sistema soviético, decían que era la auténtica democracia, ya que los representantes se elegían en las fábricas, y luego... pues me gustaría saber dónde están ahora esos profes para decirles cuatro cosas.
    Si ves el vídeo del himno de la DDR´, se ve a Yaser Arafat y al Daniel Ortega en la tribuna, es curioso. Además, ese desfile era SÓLO unos días antes de que el Muro cayera y absolutamente todo se fuera a tomar por culo. Es un documento que pone la piel de gallina, como las imágenes de la selección española de basket en el vídeo de los Nikis...
    Un saludo!

    ResponderEliminar
  4. Recuerdo cuando era pequeño que jugaba con los chicos de mi barrio, (por entonces Internet y la Play Staton eran ciencia ficción), a formar dos bandos y, puesto que no teniamos más que un solar lleno de piedras nos entreteníamos utilizándola como munición. Aquellos dos bandos muchas veces estaban compuestos a partes más o menos desiguales por Sovieticos y americanos y yo siempre estaba en el ruso. Hoy politicamente soy más de centro, o de Gallardón si se me utiliza la expresión, pero entonces como ahora, admiraba todo aquello que oliera más alla del telon de Acero. Las hazañas en la carrera espacial y tecnologia sovietica, con aquellos misiles intercontinentales, los Mig-29 y demás me llanaban de curisidad y admiración. En el fondo, como todos los jovenes, era un idealista que solo admiraba la fachada de un sistema que ya solo funcionaba en el filo de la navaja ignorando todo el horror de las purgas estalinistas que acabaron con tantos de miles de talentos que, a lo mejor, de continuar vivos, lo mismo hoy seguiria existiendo una Union Sovietica refoermada,fuerte y saneada. Y es que en la história de lahumanidad, creo, nunca se ha avanzado tanto en ciencia y tecnologia como cuando existian aquellos dos grandes bloques enfremntados, compitiendo despiadademente por destruirse a si mismos. Paradojas de la vida.

    ResponderEliminar