En la noche del 29 al 30 de septiembre de 1938 se consumó en Munich la claudicación de las potencias democráticas ante la desmedida ambición de Hitler. Mientras al representante de Checoslovaquia, el presidente Eduard Benes, se le impedía estar presente en la sala de negociaciones, se decidió desmembrar su país para aplacar al dictador germano. El 1 de octubre, las tropas alemanas irrumpirían en territorio checo, en cumplimiento de los acuerdos del pacto, apoderándose así de la región de los Sudetes.
Los representantes de Francia y Gran Bretaña temían la reacción de sus compatriotas ante su indigno comportamiento, pero en realidad fueron recibidos como héroes. El primer ministro galo, Edouard Daladier murmuró entre dientes "¡qué idiotas!" cuando contempló a las masas parisinas aclamándole al paso de su coche oficial.
Por su parte, el cándido y bienintencionado premier británico, Neville Chamberlain, bajó de su avión agitando en sus manos el papel del pacto y exclamando "¡paz para nuestro tiempo!", en medio de los vítores de los londinenses, que le cantaban "porque es un chico excelente..."
El único político que se atrevió a aguar la fiesta fue Winston Churchill: "Hemos sufrido una derrota absoluta y total", afirmó en la Cámara de los Comunes. Aunque fue duramente criticado, tanto por el resto de los diputados como por toda la prensa, el clarividente futuro primer ministro sabía que estaba en lo cierto.
Británicos y franceses habían creído siempre a Hitler cuando les aseguraba que cada uno de esos pasos del expansionismo alemán era su "última reivindicación en Europa", sin darse cuenta de que su ingenuidad estaba alimentando el monstruo que tarde o temprano iba a intentar destruirlos. Pero ese autoengaño estaba a punto de finalizar.
El 15 de marzo de 1939, cuando las tropas alemanas ocuparon Praga, convirtiendo aquel pacto mostrado orgullosamente por Chamberlain a la multitud en papel mojado sin ningún valor, las potencias occidentales comenzaron a comprender que, aunque fuera un poco tarde, la época de las concesiones a Hitler debía terminar".
Extracto de Breve Historia de la Segunda Guerra Mundial (Nowtilus, 2006)
jaja ya decia yo que me sonaban muchas frases. gran libro :)
ResponderEliminarHola, je je ya se porqué lo pones... Es cierto que la historia, y en especial la historia del III Reich y la IIGM, sirven para poner ejemplos sobre la política actual. Creo que a toro pasado es muy fácil hacer valoraciones. Chamberlain tonto, Churchill listo... etc... Hay personajes que han pasado a la historia con gloria y otros que no. Espero que ese papel que mostraba Chamberlain se vuelva a mostrar por aqui je je... saludos
ResponderEliminarYo quisiera recordar un par de frases. La primera de Churchill en el Parlamento cuando regresó Chamberlain de su humillación en Munich: "Habías prometido paz con honor. Habéis perdido el honor y ahora perderéis también la paz."
ResponderEliminarY una aplicable a Maradona del comentario anterior de B. Shaw, "Un hombre grande siempre superará un fracaso, un hombre pequeño nunca superará el éxito."
Un saludo!
Sí, creo que conocer la historia sirve para descubrir claves del presente y avanzar lo que puede ocurrir con alguna iniciativa, lo malo es que no se suele tener en cuenta la historia y se vive en un eterno presente.
ResponderEliminarY muy buena la frase de Shaw, no la conocía, lo malo es que el noventa por ciento de las citas que se le atribuyen a George Bernard Shaw, como las de Oscar Wilde, me parece que no las dijeron nunca...
6 de Junio.
ResponderEliminarUn gran día, además de mi santo.
Felicidades a todos los WWIIfreak.
Si alguno es aficionado a la simulación virtual, hoy tenemos todos una cita en IVAO a las 18:00 sobre los cielos del canal.
Me tendréis a los mandos de mi DC-3. Transportando a la 82 y la 101 a sus zonas de salto.
Recordad: Alto y nivelado, pájaro derribado.
Nos vemos allá arriba chicos.
¡Suerte!
Siempre me parecieron una banda de cobardes... nunca he entendido cómo durante los años de paz, Francia y el Reino Unido dejaron rearmarse a la Alemania renaciente... Nunca he entendido cómo se fiaron de las palabras de un regimen que ya enseñaba su patita autoritaria... soplá... si esa situación me parece calcada a lo que pasa en un ex-país llamado Ej-pa-nna...
ResponderEliminarJesús, mi biblia de la 2ªGM es el libro "La Guerra que Había que Ganar" (Murray & Millet)
Pues Roberto, el libro ese está bien, pero como libro de referencia no me acaba de convencer... de los libros en español, la obra que más consulto es la de "La II Guerra Mundial" en dos tomos que sacó el ABC en fascículos en 1989. Yo me los pillé en el rastro de Barcelona, pero los he visto a buen precio en www.iberlibro.com, no sé si seguirán igual o están más caros, pero valen la pena de todas todas.
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