Empieza un nuevo año

Ya hemos entrado en el 2008. Bueno, aquí en el occidente cristiano, porque en otros sitios es diferente. Los chinos cambian de año entre el 21 de enero y 21 de febrero, algunos radicales ortodoxos celebran el 14 de enero al mantener el calendario juliano, la celebración del Año Nuevo vietnamita es similar al Año Nuevo Chino, el Año Nuevo Islámico se celebra el 1 de Muharram, aproximadamente a fines de enero o inicios de febrero, los tibetanos entre enero y marzo, el Año Nuevo Iraní es el 21 de marzo, los incas el 24 de julio, el Año Nuevo Judío es en septiembre y el de los etíopes el 11 de septiembre, así que todo es relativo...

Para los que sigáis el calendario occidental, que supongo que sois la mayoría de los visitantes de este blog, espero que los efectos de la resaca por la fiesta de ayer ya se hayan diluido... Yo no he tenido ese problema; ya entré en la fase de las apacibles veladas familiares. Recuerdo aquellas mañanas de 1 de enero totalmente paposo en el sofá, con una manta, mientras en la TV hacían los saltos de esquí... Pero eso ya queda un poco lejos. Ahora hay que sacar a pasear al niño, y es que las cosas cambian.

Bien, pues el año no ha empezado mal. Ya tengo mi libro sobre la Guerra de Secesión casi acabado e igual la semana que viene lo entrego. Además, tengo un prologista sorpresa, ya os contaré. Por otro lado, ayer me compré la revista de historia CLIO y en la sección de libros recomendados salía mi libro TODO LO QUE DEBE SABER SOBRE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL. Por último en comentariosdelibros.com ha salido una crítica positiva de mi libro.

Y los aficionados a la historia militar comenzamos con noticias buenas. Gracias a un chivatazo del Foro Segunda Guerra Mundial me he enterado de que Altaya acaba de sacar su colección MEMORIAS DE GUERRA, de la que ya hablé hace un tiempo. Los títulos previstos son inmejorables (Doenitz, Skorzeny, Eisenhower...), y la primera entrega son las Memorias de Rommel por 5 euros; yo creo que me compraré dos, uno para leer y otro lo dejaré sin quitarle el plástico, en plan fetichista.

Pues nada, de momento, esto. En la próxima entrada comentaré el libro "El niño con el pijama de rayas", el best-seller sobre el Holocausto que me he leído estas navidades. También he visto unas cuantas pelis, todas en el ordenador, porque ya no voy al cine; me he visto por enésima vez Memento y eXistenZ, que me fascinan, pero también he visto Hostel 2 y Turistas, que son malísimas, ni se os ocurra. Pues seguiremos por aquí.