Bien, como ya sabéis, el gran golfista Severiano Ballesteros nos ha dejado; desde aquí, un minuto de silencio en su memoria.
Pues al conocer la noticia me he acordado de una pequeña anécdota que me une, en cierto modo, a él. Corría el 20 de mayo de 1992 cuando el Barça jugó la mítica final de la Copa de Europa en Wembley, que ganó por 1-0 a la Sampdoria con aquel inolvidable gol de Koeman.
Yo entonces trabajaba como redactor en El Mundo Deportivo, y mi jefe me encargó un trabajito. Al parecer, el diario había invitado a Severiano Ballesteros a la final, pues él era un gran seguidor del Barça. En contrapartida, el diario iba a publicar un artículo de opinión suyo con sus impresiones tras el partido.
Pues, por la razón que sea, al final fui yo el encargado de escribir ese artículo que iba a ser publicado con su firma. Así que tuve que llenar un folio con "sus" impresiones, naturalmente sin haber hablado con él.
Pues yo, como gran juntaletras que soy, me imaginé que era el gran Seve y escribí esa pieza de ficción. Cuando al día siguiente leí el artículo, con el título "Fue mejor que el Master o el Open británico" y un "Escribe: Severiano Ballesteros", me quedé satisfecho porque vi que había dado el pego...
Aquí lo tenéis, lo he recuperado gracias a la hemeroteca digital del diario, aunque la resolución no permite leerlo:
No sé si alguien le felicitaría por el artículo en cuestión... tendría su gracia. Bueno, cuando me lo encuentre allí arriba, a ver si me acuerdo de preguntárselo.
Una historia muy interesante y humana a la vez que increíble
ResponderEliminar¿Un periodista inventándose una entrevista? ¿Y encima periodista deportivo? Eso es impensable que pueda ocurrir con el famoso y proverbial rigor informativo que les caracteriza
Grande Seve, un vecino mío.
ResponderEliminarSeguro que era un gran culé, pero también seguro que era un grandísimo racinguista. Hace unos meses apareció en el Sardinero cuando ya se sabía lo de su cáncer y se llevó una ovación alucinante (se me está poniendo la piel de gallina sólo de recordarlo).
Desde luego que se va un grande, un español querido en España y aún más fuera de España. En Pedreña era un vecino más, se hablaba con todo el mundo. Un verdadero humilde.
Sobre tu artículo del Diario Deportivo, no puedo leerlo (la imagen es demasiado pequeña), pero no felicitaría al diario por falsificar un artículo. Aunque supongo que es la menor y más inocente de las falsificaciones que se ven hoy en día en la prensa deportiva, que de prensa, como la rosa, tiene poco.
Una muerte producida por el mal de nuestros días, el cáncer, al cual esperemos pongan remedio en el futuro.
ResponderEliminarCuriosa anécdota que, a mi personalmente, me ha servido para conocer tu faceta de periodista deportivo.
Un clásico esto, jajaja.
ResponderEliminarTreballo en un mitjà de comunicació escrit i et comprenc totalment. jajaja
Le honra que lo cuente ahora, que Seve ya ha fallecido, antes hubiera quedado feo.
ResponderEliminar..He encontrado su blog por bloguers amigos... la segunda guerra mundial es un tema que me apasiona, pero veo que no tiene habilitado el "seguir" blog, ni el acceso a entradas antiguas al final de pagina. Deberia revisarlo.
Ya sabe que clicando en mi fotografía puede acceder a mi blog si desea echarle un vistazo.
Feliz Domingo.
Pues me parece fatal y una estafa por parte del periódico.
ResponderEliminarMatizo: JH no tiene culpa, a fin de cuentas, no era más que un chaval de veintitantos años que cumplía órdenes de su redactor jefe; y que, supongo, se estaba abriendo hueco en el mundo laboral. Los culpables son los responsables del rotativo.
La duda que me asalta ahora es, si esta práctica es habitual entre los medios escritos de comunicación (no soy periodista y lo desconozco). Espero que no, pq desvirtuar la verdad, con el fin de vender más ejemplares o rellenar espacios, me parece bastante triste.
Sí, ya se que alguno pensará que estoy exagerando, que sólo se trata de una mera columna y no tiene importancia... pero habrán sido muchas más con otros personajes? Quien sabe...
JH como me parece que Seve era de buen corazón, cuando lo veas allí arriba dentro de muchos años, seguro que no te lo tendrá en cuenta y os reireis juntos, y si no, siempre podrás esgrimir el argumento utilizado por los encausados en los juicios de Nuremberg: "Yo solo me limité a cumplir órdenes".
Saludos
Curiosa historia.
ResponderEliminarPero me da a mi la nariz que no es tran extraño como parece...
Las prisas siempre juegan malas pasadas, Leí apresuradamente el titular y lo hice de esta forma: "Yo fui negro, ¿sabe?", los signos de interrogación los he puesto ahora, je, je.
ResponderEliminarAl fin y al cabo fuiste un negro que se volvió blanco, como el Jackson, otro fallecido.
Bueno, pues no pasa nada, hombre que cumplias órdenes y eso es el pan de cada día con los famosos, mira Milli Vanilli, como bien retrataste hace un tiempo. Ya tienes algo en común con ellos.
Se ha ido Severiano Balllesteros, un gran español, si señor, más querido en Inglaterra que en España. Descanse en paz.
Saludos desde el sur.