miércoles, mayo 29, 2013
EL ESCÁNDALO DE LA TETERA-HITLER
Bien, vamos con la última polémica. Se ve que en una autopista de Los Angeles han colocado este anuncio de una tetera y ha saltado el escándalo, ya que, para algunos, esa tetera se parece a Hitler.
Como tengo bastante faena, no puedo alargarme más, pero podéis encontrar más información AQUÍ, AQUÍ y AQUÍ.
Por lo pronto, he buscado la tetera de marras en la web de la tienda que la vende, JC-Penney, y no he conseguido encontrarla, me temo que la han tenido que retirar de la venta. De todos modos, he encontrado por ahí un print de cuando todavía la vendían:
Pero aún hay más; el amigo David me ha pasado esta foto de unas tostadas-Hitler:
Así que, si alguno es lo bastante friki, podrá tomarse su té hervido en una tetera-Hitler con sus tostadas-Hitler...
Lo de que una tetera levante polemica me parece una soberana tonteria, hay gente que tiene una preocupante obsesión de sentirse ofendido por cualquier cosa.
ResponderEliminarDicho esto también es cierto que el efecto optico produce un parecido asombroso.
Saludos.
Es como el que ve a Jesús (el de los panes y los peces no nuestro gran amigo escritor) en el culo de un perro. Buscad "dog ass jesus" en google images y veréis a que me refiero. El cerebro humano funciona asociando formas a recuerdos y patrones, ¿cara o jarrón? ¿tetera o hitler?, no deja de ser una curiosidad producto de nuestra forma de procesar información. Aunque eso al periodismo sensacionalista le viene de perlas...
ResponderEliminarCon cambiar el ángulo para tomar la foto de la tetera ya está... la putada es que no sé si habría visto a Hitler en caso de no haber leido antes el post. Nunca vi la C del espacio negativo del logo de Carreofur así que dudo que hubiese visto a Adolfito.
ResponderEliminarLa gente está "mu mal" proclamo.
Para Onor: gracias por la recomendación de NIÑOS FEROCES, de Lorenzo Silva.
ResponderEliminarMe lo he acabado de leer hoy. De momento no digo nada porque quiero dedicarle una reseña, pero puedo avanzar que es recomendable. Gracias, Onor, ¡saludos!