Cuando os hablé del pasado nazi de las pizzas Dr. Oetker ya os avisé de que había una bebida de moda que tenía también su pasado. Pues esa bebida no es otra que el famoso licor JÄGERMEISTER.
Es un licor de hierbas alemán, que a mi me recuerda a la ratafía catalana. Para los que aún no lo hayáis probado os diré que es de sabor dulce, y que entra muy bien, de ahí su peligro, ya que contiene un 35% de alcohol. Se toma muy frío; si tenéis una botella en casa, la podéis tener metida en el congelador sin problemas, no estallará. Si sóis valientes, lo podéis tomar mezclado con una bebida energética, pero yo no lo he probado así, ni pienso hacerlo.
Pues el Jägermeister es una bebida cargada de mitos y leyendas. Entre ellas, la más extendida es que, si se consume en exceso, uno hace cosas digamos que inhabituales y luego no se acuerda de nada. Podéis encontrar incluso una página de Facebook de la ASOCIACION DE VÍCTIMAS DEL JÄGERMEISTER, que parece probar esta cualidad de la bebida. Se dice que, como el licor lleva 56 hierbas diferentes, puede que haya alguna que provoque esto...
También se dice que entre sus ingredientes está la sangre de ciervo. Igualmente, he leído que fue utilizado por las tropas alemanas durante la Segunda Guerra Mundial como desinfectante (!).
La empresa que creó este licor fue fundada en 1878, cuando un tal Wilhelm Mast abrió un negocio de vinos en Wolfenbüttel. Su hijo, Curt, demostraría tener talento en la preparación de licores; gran aficionado a la caza, en 1935 ideó un licor que debía servir para brindar al empezar y terminar cada cacería.
El resultado fue el Jägermeister. Su nombre, "maestro de cazadores", era un antiguo término que fue redefinido por los nazis, siendo introducido en la Ley de Cacería del Reich (Reichsjagdgesetz) para designar a los oficiales de alto rango encargados de los asuntos relativos a la caza. Hermann Göring, muy aficionado a la caza, se reservó el título de Reichsjägermeister.
Curt Mast, que se había afiliado al partido nazi el 1 de mayo de 1933 (con el número 3.183.016) conocía personalmente a Göring, y a éste le encantaba del licor creado por su amigo. En las cacerías a las que Göring asistía en el REICHSJÄGERHOF ROMINTEN se consumían grandes cantidades de este licor.
Gracias a la devoción que Göring sentía por esta bebida, la fama de ésta se extendió por toda Alemania. Así, en 1938, en el Braunschweiger Zeitung se podía leer que el Jägermeister era muy valorado en todos los deutschen gauen und allen deutschen schiffen (todos los distritos alemanes y todos los barcos alemanes).
Al licor se le pasaría a conocer como el Göring-Schnaps, que podríamos traducir libremente como el "chupito de Göring".
Incidiendo en ese origen de la bebida, AQUÍ podéis ver un falso anuncio de Jägermeister, que la empresa obligó a eliminar de YouTube.
Pues a pesar de la relación entre Mast y Göring, tras la Segunda Guerra Mundial las autoridades aliadas no lo consideraron un nazi auténtico y le dejaron libre. Tal vez el astuto Mast los sobornó con algunas botellas de su licor... Curiosamente, un hermano de Mast, Günter, casado y con un hijo, se enamoró de una judía durante el período nazi y acabó huyendo con ella a Brasil, dejando a su familia en Alemania.
Como véis, el Jägermeister da para mucho; os aconsejo que investiguéis un poco por la red, porque hay muchas más cosas que no pongo en este post y que son también interesantes.
Pues ya tenemos completo el menú; para cenar, una pizza Dr. Oetker, para beber, una Fanta (cuyo origen nazi ya lo conocéis todos), y de postre, un chupito de Jägermeister...
A la orden, JH!
ResponderEliminarBuscando he dado con 10 curiosidades sobre la bebida Jägermeister. Algunas son buenísimas:
http://www.valenciaplaza.com/ver/108494/-10-cosas---que-debes-saber-sobre--j%C3germesiter--antes-de-que-empiece-otro-finde.html
Buenas. Me temo que lo he probado en varias ocasiones. No es recomendable el abuso, por supuesto. Desconocía la historia, de hecho pensaba que se trataba de una nueva bebida.
ResponderEliminarJesus, y si después de todo el menú que nos recomiendas te subes a un Volkswagen, con ropa de Hugo Boss, por supuesto, habremos completado el cuadro.
Lo cierto es que en nuestras vidas Alemania está muy presente. Es normal, es el país más fuerte económicamente, pese a quien pese. No creo que sea casualidad. Mientras, los países latinos seguimos a vueltas con la crisis.
Saludos!
Gracias, Míster Caribe, por el aporte; sí, el Jägermeister da bastante juego...
ResponderEliminarPues sí, Nacho, el cuadro quedaría completo, y seguro que se nos ocurren más, a poco que pensemos...
Pues se me había olvidado deciros el modo de tomar el Jägermeister más propio de los aficionados a la Segunda Guerra Mundial, el conocido como U-BOOT: consiste en sumergir un chupito de Jägermeister en un vaso grande de cerveza, aunque la verdad es que todavía no lo he probado así.
Si nos ponemos a investigar el origen de los priductos o que malvados han tenido que ver con la difuncion de estos, nos volvemoa veganos.
ResponderEliminary...?!
ResponderEliminarMe muero de ganas de probarlo se me hace agua la boca ja ja¡¡¡
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