lunes, septiembre 29, 2014
ENTREVISTA A PABLO CUEVAS, AUTOR DE "AMBERES, 1944"
Bien, amigos, Hoy tenemos a otro autor español, Pablo Cuevas, que nos presenta su primer libro, AMBERES 1944, publicado por la editorial Almena, en el que relata la batalla del estuario del Escalda. AQUÍ tenéis la Página Oficial de Facebook del libro. Tengo el placer de conocer a Pablo gracias a su interesante blog HERRATAS.
Como vengo diciendo, estamos asistiendo a una especie de boom de autores españoles que centran su trabajos en la Segunda Guerra Mundial. Desde hace un tiempo, además, se están publicando libros que entran de lleno en la historia militar pura y dura, estilo Osprey, ya sabéis a lo que me refiero, y con trabajos muy bien documentados, que pueden mirar a la cara a la mítica editorial británica.
El estilo Osprey a mí personalmente no me llena, y prefiero libros más descriptivos, pero hay mucha gente que le gusta tener un relato exhaustivo de los movimientos de tropas y la composición exacta de éstas. Este tipo de trabajos son extraordinariamente complicados de confeccionar, pero eso no ha arredrado a Pablo Cuevas, que se estrena en el proceloso mundo editorial con esta meritoria obra, y que hoy nos visita.
Felicidades por tu libro y gracias por hablarnos de él. ¿Cómo surgió la idea de escribirlo?
En realidad la idea no fue mía, sino de la editorial. Envié un artículo a su revista por si querían publicarlo… pero al editor, Fernando Sánchez Salobral, le gustó tanto, y era tan largo que me contestó que a poco que lo ampliara tenía el libro. He de decir, además, que era el primer artículo que le enviaba, y que incluso a día de hoy no nos conocemos personalmente. De su visión y olfato ha surgido este libro.
Sobre esta campaña no se ha escrito mucho, incluso es casi ignorada en los libros de historia de la Segunda Guerra Mundial, y tengo que confesar que, hasta que leí el libro, bien poco sabía de ella. ¿A qué crees que es debido?
Es un principio me interesó esta campaña simplemente por eso mismo, porque nadie hablaba de ella. Y de ninguna forma podía considerarse un frente secundario. De hecho, a nivel geopolítico no hay que esforzarse mucho para comprobar que resultaba más importante que, por ejemplo, toda la campaña italiana.
Si me permites el símil, Normandía supuso romper el cerrojo de la Muralla del Atlántico, que impedía el acceso a Europa de los ejércitos angloamericanos. Aún así, la puerta quedaba solamente entreabierta, restringida por la necesidad de abastecer a todas esas tropas sin puertos de una capacidad adecuada. Amberes supuso que saltase esa cadena de seguridad que aún entrecerraba la puerta hacia Alemania a los ejércitos angloamericanos.
¿Ha sido complicado el proceso de documentación?
La documentación ha sido relativamente sencilla… una vez que averiguas dónde buscar. Los archivos canadienses son una maravilla en eficacia y buen trato para cualquiera que quiera consultar sus fondos. A años luz de otros países, no digamos los franceses, que te cobran hasta por hacer una búsqueda por internet para ver si tienen algo. La parte alemana ha sido más complicada, entre la historia de unidades concretas y las visiones conjuntas de todo el frente occidental no encontré nada. De la parte aliada, por ejemplo, son accesibles las historias oficiales y los diarios de cada batallón y regimiento, pero los alemanes no estaban para esos refinamientos… ¡Un kampgruppe no puede tener un oficial dedicado a escribir el diario de la unidad!
Libros en realidad no se han publicado muchos, excepto de autores canadienses que sólo hablan de sus chicos… una compensación a como les tratan los demás, por cierto, pues los autores ingleses o estadounidenses apenas se acuerdan de ellos. Cuesta creerlo, pero en la historia de la Segunda Guerra Mundial aún pesa mucho el chauvinismo de todas las naciones implicadas. Los autores de aquí partimos con la ventaja de que fuimos más o menos neutrales…
¿Por qué nadie escribe sobre esta campaña? Por resumirlo en una frase, digamos que fue un tremendo error de dos enormes vacas sagradas, Eisenhower y Montgomery. Y para empeorarlo todo, incluso parece que le da la razón a Hitler, en alguno de sus planteamientos estratégicos. Ninguno de estos factores me parece que contribuyan a que llame la atención de autores en Alemania, Estados Unidos o el Reino Unido, que son los que “marcan tendencia”, los que dicen qué está de moda en este mercado.
¿Qué es lo que más te ha sorprendido de esta campaña?
Precisamente ese silencio. Una vez te metes en ella es apasionante. Tácticamente, el terreno y las técnicas de avance no tienen nada que ver con las de cualquier otro frente. Se combatía por hoteles que eran destinos turísticos habituales para los ingleses de clase media, justo al otro lado del canal de la Mancha.
Pero la lucha era tan amarga y dura como la que se libraba en Birmania o en los Apeninos. Y luego está la gesta, real, de la resistencia belga. Que por algún extraño motivo, que no desvelaré aquí, ha sido silenciada incluso en su propio país…
¿Cómo se explica la feroz resistencia germana tras el fracaso al contener a los aliados en Normandía, viendo que la guerra estaba perdida?
En realidad muy pocos alemanes, incluso en 1945, pensaban que estuviera completamente perdida. Seguía funcionando tanto el mito de las armas milagrosas, como el de que la coalición se iba a partir, que Hitler iba a repetir la suerte de Federico II de Prusia, y que los occidentales se iban a unir, porque sí, a la lucha del III Reich contra la URSS.
Los aliados occidentales subestimaron una y otra vez la capacidad que tenía un estado totalitario para mantener la moral de lucha, tanto en el frente como en la retaguardia. Por eso pienso que, aun triunfando Market-Garden, no habría acelerado para nada el fin de la guerra. Además, las peculiaridades del III Reich a veces también tenían consecuencias positivas. La práctica de reinos de Taifas supuso que se encontrasen efectivos allá donde supuestamente no existían, como los 50.000 hombres de Goering que el Heer no sabía que tenía a su disposición en Holanda.
Tan asombrosa como la Blitzkrieg fue la capacidad que demostraron las fuerzas armadas alemanas por reconstruir el frente, una y otra vez. Recordemos lo que supuso, simplemente el primer invierno ruso, a Napoleón… Puede que, según Tooze, el III Reich no fuera de lo más eficaz en aspectos productivos o de organización económica, pero en el campo de la movilización social, igual que los soviéticos, simplemente resistían más allá de lo que los demás creían posible.
Cada vez hay más libros de la Segunda Guerra Mundial escritos por autores españoles. En tu caso, con el mérito añadido de competir, digamos, en el mismo terreno que juega Osprey. ¿A qué crees que es debido? ¿Crees que esa tendencia irá a más?
Es un hecho que hay cada vez más autores españoles que se centran en la Segunda Guerra Mundial, pero no me atrevería a extraer conclusiones, creo que la respuesta a ello la tienen más bien editores y lectores. Por eso, además, elegí una campaña sobre la que no existe ningún Osprey. Aparte, ya hay un montón de Ospreys “auténticos”, escritos e ilustrados por autores españoles para esa editorial, y no sólo de la Segunda Guerra Mundial, como el de Iván e Ignacio Notario López, sobre los Tercios.
También hay productos patrios, como el que escribió Eduardo Gil Martínez para Almena, que ha sido traducido para Schiffer Publishing, así que lo mío no es tan loco y aventurado como parece...
Los españoles no sólo contamos con la ventaja de hablar a los lectores desde nuestra propia perspectiva, con anécdotas como la de los Humprys o de Terry de la Mesa, sino que, sin esforzarnos, somos mucho más objetivos y neutrales que los historiadores de países que participaron en la guerra. Esto cada vez es más evidente incluso para editoriales extranjeras, como bien sabes, Jesús.
Por cierto, quiero aprovechar para reivindicar el magnífico papel que los libreros siguen haciendo por la difusión de la cultura. Me parece horroroso que los jóvenes de ahora prefieran la impersonalidad de las grandes superficies, que como mucho saben gestionar mercancías, que no la cercanía y el asesoramiento que les puede proporcionar un librero, y no digamos ya los especializados. Es demencial.
Me parece horroroso que los jóvenes de ahora prefieran la impersonalidad de las grandes superficies, que como mucho saben gestionar mercancías, que no la cercanía y el asesoramiento que les puede proporcionar un librero, y no digamos ya los especializados. Es demencial.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Tengo pendiente un asunto en Walcheren… pero también me interesaría meter cuchara en el campo de las Waffen SS.
Pablo, al igual que tú Jesús, es un compañero de batalla sobre este gran hobby nuestro que es la IIGM, espero y deseo mucha suerte con este trabajo sobre la Batalla de Amberes. Espero poder leerlo no a muy tardar.
ResponderEliminarUn saludo.