martes, marzo 29, 2016

VISITA AL CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE BUCHENWALD (1ª PARTE). CÓMO LLEGAR.





Bien, amigos, ya he regresado de mi viaje a Leipzig, Weimar y, el plato fuerte, el campo de concentración de Buchenwald. En esta entrada os diré cómo llegar hasta allí si estáis interesados en ir.

En la siguiente entrada ya os comentaré mi impresión, pero puedo adelantaros que la visita satisfizo totalmente mis expectativas y podría decir que las superaron.

Vamos allá. Buchenwald es un campo que no es tan visitado como otros, como Sachsenhausen -cerca de Berlín- o Dachau -cerca de Múnich- porque está un poco en medio de la nada, en el centro de la antigua RDA.

Sin embargo, ahora es fácil llegar hasta Leipzig, la gran ciudad más cercana, ya que se está revelando como un destino turístico emergente. Vueling tiene vuelos a bajo precio y parece que tienen aceptación, ya que el avión iba completo tanto a la ida como a la vuelta.

Si queréis visitar Buchenwald tenéis dos posibilidades. Una es desplazarse desde Leipzig y volver el mismo día. El tren tarda sólo una hora y cuarto hasta Weimar, la ciudad más cercana al campo, a apenas diez kilómetros. Desde allí, el autobús tarda unos veinte minutos en llegar. Por lo tanto, saliendo pronto de Leipzig, da para aprovechar el día y dedicarle a la visita el tiempo que merece, no menos de cuatro horas si queréis ver todo.

Pero yo os aconsejo vivamente la segunda opción, que es la que he hecho yo. Como el billete de tren es caro (30 euros ida y vuelta), es mejor amortizarlo quedándonos a dormir en Weimar, a la que vale mucho la pena dedicarle unas horas.




Esa histórica ciudad -que dio nombre a la república de Weimar- ofrece un gran atractivo al visitante. Toda ella está repleta de rinconcitos bellísimos, que te trasladan a la vida relajada del siglo XIX.



Mirad esta curiosa casa con "barbas"...



Está todo tan cuidado que no hay nada que rompa ese encanto, ni restaurantes de comida rápida, ni los omnipresentes kebabs, ni casas modernas.





Aquí, el Ayuntamiento:



Fijaos en este restaurante fundado en 1429 (!):







Parece que en cualquier momento te vas a encontrar a Goethe, Schiller o Nietzsche paseando por sus calles y jardines (de hecho vivieron allí).




No obstante, los encantos de Weimar son casi desconocidos fuera de Alemania. En mi opinión, Weimar le da cien vueltas a la sobrevalorada Salzburgo.



Por tanto, nada mejor que combinar la visita a Buchenwald con la de Weimar.




Como datos prácticos, el billete de tren Leipzig-Weimar lo podéis comprar por adelantado en la página en español del DEUTSCHE BAHN. El proceso de compra es rápido y sencillo. Os imprimiréis un par de hojas con los códigos QR que leerá el revisor. Como documento de identificación, os pedirán mostrar la tarjeta de crédito o débito con la que comprasteis el billete.

Cuando lleguéis a Weimar, no hace falta ni cruzar la calle para tomar el autobús. Saliendo a mano derecha, en la misma acera, hay una parada por la que pasan varias líneas de autobús. Debéis tomar la número 6. Pero ojo que algunos autobuses de esa misma línea no van al campo de concentración, sino a Ettersburg, así que aseguraos de que cogéis el autobús correcto.

Si queréis saber los horarios, podéis bajaros este PDF. La parada que corresponde a la estación es Hauptbahnhof.

Esta es la fachada de la estación. (Para los aficionados a la fotografía, esta foto la hice con un mítico objetivo ruso Helios de 58 mm que tenía en una cámara Zenit y que he adaptado a mi cámara Sony A3000, que es la que uso en los viajes por su poco peso. El origen de este objetivo está relacionado con la Segunda Guerra Mundial, pero eso es una historia que contaré en otra ocasión).



El autobús tarda un poco más de la cuenta porque da una vuelta tonta, pero la parada Buchenwald Gedenkstätte es la última, así que imposible perderse.

De todos modos, yo quizás aconsejaría hacer algo que no hice porque no lo sabía, que es bajarse en la penúltima parada, Glockenturm, para poder ver el gigantesco monumento que se construyó en tiempos de la RDA como memorial, y luego cubrir caminando el recorrido que falta.

Esta foto al Glockenturm la saqué a la vuelta con el objetivo ruso, a través de la ventanilla del autobús:



Pues, si vais hasta el final, el autobús os deja frente a la oficina de información, en donde hay disponibles folletos en español, con un pequeño mapa que es imprescindible para no perderse nada de lo que ofrece el recinto del campo y sus alrededores.

Hasta aquí las informaciones prácticas para llegar, por si un día os animáis a ir. En la próxima entrada iniciaremos el recorrido por el campo de concentración de Buchenwald.


4 comentarios:

  1. Gracias Jesús, tomo buena nota, como lo hice con Paderborn.

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  2. Pues apuntado queda, Jesús. Muchas gracias. Incluso para una escapada de fin de semana puede ser interesante. Como está el tema de alojamiento en Weimar? Algo también a recomendar?
    Un saludo!

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  3. Kordo,
    Hay buena oferta de alojamiento en Weimar y, como suele suceder en Alemania, bastante asequible; 18 euros en hostel y a partir de unos 45 euros habitación doble en hotel. Saludos!

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  4. Perfecto, entonces. Iremos buscando huecos para una posible escapada :-)
    Gracias, Jesús. Sigo atento a tu crónica.
    Saludos!

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