lunes, junio 27, 2016
EL BÚNKER DE VALLCARCA
Bien, amigos, esta mañana me he acercado hasta el búnker de Castelldefels, en Port Ginesta -del que ha os hablé en un post anterior- con el objetivo de entrar. Para llegar hasta él hay que cruzar la rotonda en la que comienzan las costas de Garraf.
Este es el búnker visto desde cerca.
Después de estar unos minutos buscando la entrada, he creído haberla encontrado en este agujero, tapado por unas matas. En la foto he dejado que aparezca mi pierna para que os sirva de referencia.
Como veis, una vez apartadas las matas, se trata de un estrecho agujero, por el que habría que entrar arrastrándose.
Aunque he estado en los túneles de Cu Chi en Vietnam, aquí me ha dado mal rollo meterme ahí dentro, así que he sido un cobarde y lo he dejado para otra ocasión en que lo vea más claro.
Siguiendo con la excursión, después me he acercado a la playa de Vallcarca, a mitad de camino de las costas de Garraf. Hace años yo iba mucho a esa playa, pero desde una vez en la que un chaval murió ahogado después de que le diese un corte de digestión, sin que los bañistas que entonces estábamos allí pudiéramos hacer nada, no he vuelto a ir.
Allí podemos ver otro búnker de la guerra civil. Aquí lo tenéis de cerca, en una foto con el zoom de 300 mm a tope desde la playa.
Aquí, en otra toma. Desde ahí podía controlar toda la bahía, en la que hay una fábrica de cemento.
En este caso, y según se puede distinguir en la foto de cerca, el búnker parece menos sólido que el otro, que es de hormigón. Incluso se ven unos ladrillos. Tal vez fue una construcción provisional, sin mayores pretensiones, para tener vigilado el muelle.
Pues, para los que sois de Barcelona, la próxima vez que paséis por las costas de Garraf, podéis fijaros en este búnker, que se ve también desde la carretera.
Por cierto, precisamente es ahí en Vallcarca en donde se tomó esta foto del "torpedo aéreo", un cohete experimental que ensayó la República durante la guerra:
En la imagen se aprecia perfectamente el muelle y el lugar en donde está emplazado el búnker.
Si queréis conocer la historia de este curioso ingenio, podéis leerla en PDF en este documentado trabajo en catalán.
Mañana me voy unos días a la costa de Tarragona; allí voy a echar un vistazo a algún que otro búnker de la guerra civil que se encuentra también por la zona, del que tendréis cumplido testimonio gráfico.
lunes, junio 20, 2016
I CONGRESO DE HISTORIA, POLÍTICA Y CONSPIRACIÓN
Bien, amigos, inauguramos semana veraniega, para mí -y supongo que la mayoría de vosotros- la mejor época del año. Yo he llegado con los deberes hechos y no voy a tener que apretar antes de irme de vacaciones -eso espero, porque siempre surge algo-. Así que ya está todo más o menos atado para lo que queda de año, en el que podréis ver en las librerías mi último libro, así como una reedición que creo que dará bastante guerra, y nunca mejor dicho. Pero tiempo habrá para hablar de ello.
Sobre el búnker de Castelldefels, este pasado fin de semana no pude ir a visitar su interior, pero de esta semana no pasa. Y para la semana que viene, en la que me voy unos días a descansar a la costa de Tarragona, tengo pensando hacer una batida fotográfica por los búnkeres costeros.
Por otro lado, quiero hablaros de la iniciativa que ha llevado a cabo un amigo mío, Felipe Botaya, que seguro que muchos de vosotros conocéis por ser el autor de libros de éxito como Operación Hagen entre otros.
AQUÍ tenéis su blog, Por su propia seguridad.
Se trata de un congreso que tendrá lugar este sábado 25 de junio en Sitges (Barcelona). Desde su planteamiento ya vemos que es un simposio políticamente incorrecto, lo cual es de agradecer en estos tiempos que corren.
El propio organizador nos comenta brevemente los pormenores de este encuentro.
- ¿Cómo surgió la idea de organizar este congreso?
La idea surgió de forma natural y seguramente es la cúspide lógica de mis libros y mi blog. Hacía tiempo que estaba interesado en montar algo asi y por fin ha llegado.
- El término "conspiración" adolece de un cierto descrédito, pero la realidad es que no faltan sucesos cuya versión oficial no se sostiene. ¿Qué acontecimientos recientes consideras que han tenido detrás una confabulación?
El término "conspiración" está devaluado porque el poder y sus medios así lo han querido. Es una forma de demonizar a cualquiera y sacarle de cualquier discusión sensata.
Siempre ha habido conspiraciones de todo tipo y es algo humano muy clásico. La conspiración sucede tanto en un entorno familiar, como empresarial, como social, como gubernamental y trasnacional. Nada nuevo bajo el sol.
La más típica y reciente fue el 11/S o el 11/M, que no se sostienen en su versión oficial y que han provocado cambios sociales y políticos profundos. Alguien quiso que eso fuese así.
- ¿Qué podrán encontrar los asistentes a este congreso?
Creo que hay tres tipos de asistentes:
1) Los que conocen estos asuntos y quieren conocer a personas que tratan estos temas.
2) Los que creen que algo está pasando y quieren saber qué es ya que no aparece en los medios.
3) Los curiosos sin ninguna idea definida, pero abiertos a novedades y sorpresas.
- ¿Qué temas tratarán los ponentes?
Tenemos seis ponentes: Ramón Irles que tratará sobe la PNL y su uso por parte del poder sobre la sociedad. Manuel Galiana que nos hablara sobre el poder en la sombra. Michael T. Mason que tratará sobre la infiltración del Komintern en occidente. Mitoa Edjang que nos hablará sobre la verdad incómoda del 11/S aportando nuevos datos. Yo mismo con la historia y evolución de los Políticamente Correcto y finalmente J.L. Camacho que nos explicará que el hombre jamás pisó la Luna.
- En relación a la Segunda Guerra Mundial, que es el tema que más interesa a los seguidores de este blog, ¿qué episodios crees que permanecen ocultos, o han sido distorsionados, por las potencias vencedoras?
En el caso de mi blog, a mis lectores les interesa la tecnologia avanzada alemana. De hecho no es fácil encontrar lugares donde se hable de esta parte tan desconocida.
Creo que toda la guerra y sobre todo sus orígenes y consecuencias han sido totalmente distorsionados, si no enteramente falseados. Le relectura es necesaria y el espíritu crítico es fundamental. La guerra no fue por lo que nos han explicado oficialmente, ni siquiera su desarrollo y, por supuesto, sus consecuencias han sido y son las que creemos saber.
- Por último, ¿qué informaciones prácticas deben conocer los que estén interesados en asistir?
Los asistentes debe saber que se celebrará en Sitges (Barcelona), en la sala Arcos del hotel Calípolis, muy céntrico y en primera línea de mar.
Cualquier duda pueden ponerse en contacto conmigo en esta dirección de correo: criswell1999@yahoo.com
lunes, junio 13, 2016
EL BÚNKER DE CASTELLDEFELS EN EL QUE NADIE SE FIJA
Bien, amigos, vamos con una entrada que será de interés para los que sois de Barcelona o alrededores.
Buscando información sobre búnkers de la guerra civil (1936-39) en la costa catalana, me topé con uno que hay en Port Ginesta, el puerto deportivo de Castelldefels (aunque en realidad es ya el término municipal de Sitges).
Aunque he ido decenas de veces a Port Ginesta, nunca me había fijado en ese búnker, cuya existencia desconocía por completo, así que en mi ruta en bicicleta del sábado me pasé por allí para comprobar que era cierto y hacerle unas fotos.
Esta es la entrada al puerto. Podéis verlo junto a la letra P de parking.
Aquí lo tenéis desde más cerca:
Como podéis ver, está sobre la entrada del túnel del tren.
Este búnker fue construido durante la guerra por las autoridades republicanas para proteger la playa de Castelldefels ante la posibilidad de un desembarco. Por lo que he podido saber, había otras construcciones por la zona con ese mismo fin, pero fueron siendo demolidas. Afortunadamente, este nido de ametralladoras ha sobrevivido, y además en perfecto estado.
Aquí lo tenéis en más detalle:
Como no se puede acceder a él desde el puerto, otro día con más tiempo trataré de llegar desde la parte de la carretera, a ver si se puede entrar.
Para concluir, alguna imagen para demostrar mis dotes de avezado fotógrafo:
Pues hay que alegrarse de que el búnker no presente ningún daño, como sí ocurría con el búnker de El Prat, del que recordaréis que puse en marcha la PETICIÓN EN CHANGE.ORG. Sobre la petición, os informo de que se alcanzó el medio centenar de firmantes -a quien quiero agradecer su apoyo-, pero que, de momento, no ha servido para que haya respuesta. La única que ha habido es que hace un par de semanas se puso en contacto conmigo la televisión autónomica catalana, TV3, les di mi teléfono y hasta hoy. Os mantendré informados.
Todas las fotos están tomadas con una Olympus E-PL1 y un objetivo Olympus 40-150mm.
jueves, junio 09, 2016
EL MONSTRUO DEL LAGO NESS, EL YETI, EL BIGFOOT Y HITLER EN SUDAMÉRICA
Bien, amigos, el pasado martes pude ver los dos últimos capítulos de la serie de Canal Historia Persiguiendo a Hitler. La verdad es que la serie me ha gustado mucho, he aprendido bastantes cosas que no sabía sobre los nazis en Argentina, así que os la recomiendo si no lo habéis visto.
Sin embargo, en su afán por provocar efecto wow en esa audiencia que viene de ver Empeños a lo Bestia, en el último capítulo se les va un poco la mano... Aunque no es mi intención spoilear, plantean que Hitler fue a Bogotá (Colombia) junto a dos científicos atómicos para trabajar en un plan destinado a atacar a Estados Unidos con cohetes nucleares. Sí, a mí también me gustaría saber quién es el camello del guionista.
De todos modos, ya sabéis la opinión que tengo de la tesis de partida, la de que Hitler no murió en el búnker, sino que logró escapar a Sudamérica, así que no vamos a entrar mucho más en eso.
Las "pruebas" que presenta el documental, así como los innumerables libros que tratan de hacer caja con esa historia (y se ve que vende, porque hay algún autor que no para de publicar libros sobre ese tema), no demuestran absolutamente nada.
Hay más pruebas de la existencia del monstruo del lago Ness, el yeti y el bigfoot que de Hitler en Sudamérica. Y de avistamientos de Elvis debe ir a la par.
Apenas se cuenta con el testimonio de unas pocas personas que aseguran haber visto a Hitler por casualidad, cuando habría que imaginar la cantidad de gente que tuvo que verse involucrada en el plan de escape que, según el documental, pasó por Galicia y las islas Canarias. Además, es de suponer que una cantidad todavía mayor de personas se vio implicada en su posterior estancia en Sudamérica durante un cuarto de siglo, si hacemos caso a la versión que dice que murió el 5 de febrero de 1971, y que será objeto de un documental.
Aquí tenéis el tráiler:
Y AQUÍ tenéis el testimonio de un testigo del sepelio de Hitler en su cripta paraguaya.
Pues sí, a mí también me gustaría que se descubriese esa cripta, y que un análisis de ADN demostrase que los restos, en efecto, son de Hitler, como me gustaría que encontrasen a Nessie o al abominable hombre de las nieves. Paren máquinas, la noticia del siglo, la auténtica historia desvelada, la historia oficial era falsa, más libros, más documentales, películas... y yo pediría perdón a esos autores que viven de esta historia y me comería este post con patatas.
Ya escribió Cervantes que no hay libro tan malo que no tenga algo bueno, y eso también es verdad en los documentales. Gracias a Persiguiendo a Hitler se ha despertado mi interés por los refugiados nazis en Argentina.
Buscando información sobre Bariloche, uno de los puntos más calientes de esa red de apoyo, me topé con otro documental que os quiero recomendar: BARILOCHE. PACTO DE SILENCIO.
El documental trata sobre Erich Priebke, a quien conocéis sobradamente. Yo ya había visto algún que otro documental sobre él, pero éste tiene la particularidad de que está dirigido por Carlos Echevarría, que fue precisamente alumno del Colegio Alemán, en el que Priebke llegaría a ser una referencia destacada, así como de la colonia germana.
Esa perspectiva tan personal, así como las convincentes dramatizaciones, hace que la película se vea con gran interés, así que no os la perdáis.
lunes, junio 06, 2016
LA GRAN GUERRA EMÚ Y OTROS CONFLICTOS CON ANIMALES DE POR MEDIO DE LOS QUE NO HAS OÍDO HABLAR
Hoy, 6 de junio, debería escribir algo sobre el Desembarco de Normandía, así que vamos a ser originales y hablar de algo que no tiene absolutamente nada que ver.
La semana pasada he estado un tanto perdido, ya que he estado trabajando en una colaboración para la revista MUY HISTORIA que ha resultado un poco compleja, así que vamos ahora con una entrada que ha surgido del material que he tenido que manejar para ese encargo.
¿Habéis oído hablar de la Gran Guerra Emú?
Lo más probable es que no, así que os voy a hablar de ese conflicto y de algunos otros que tienen algo en común: la causa hay que buscarla... en un animal.
Un cerdo busca patatas
La isla de San Juan esta situada en el estrecho de Juan de Fuca, entre la isla de Vancouver y la costa de Estados Unidos. En 1859, esa isla era objeto de una disputa fronteriza entre el gobierno norteamericano y el británico.
La dificultad de trazar una línea entre el archipiélago del que formaba parte San Juan hizo que durante años se mantuviese en un limbo legal, aprovechado por colonos británicos y estadounidenses para establecerse allí.
El conflicto estalló en junio de 1859, cuando un colono norteamericano disparó contra un gran cerdo negro que se había metido en su huerto para comerse sus patatas, matándolo.
El cerdo pertenecía a un colono irlandés, quien rechazó la indemnización de diez dólares ofrecida por el otro granjero. Cuando las autoridades británicas amenazaron con detener al norteamericano, los otros colonos reclamaron la presencia del ejército estadounidense, que acudió con 66 soldados.
Los británicos no se amedrentaron y mandaron cinco barcos de guerra, una iniciativa respondida por Washington con el envío de medio millar de soldados, dando inicio así a una peligrosa escalada militar. El gobernador británico de Vancouver ordenó que la infantería de marina desembarcase y atacase a las tropas estadounidenses, pero afortunadamente el contralmirante Robert Baynes, al mando de la flota, se negó aduciendo que “una guerra entre dos grandes naciones por una disputa sobre un cerdo es una tontería”.
Aunque el único disparo que hubo fue el que mató al infortunado animal, el incidente sería conocido como la guerra del Cerdo. Finalmente, hubo un acuerdo para compartir provisionalmente la soberanía de la isla hasta que doce años más tarde una comisión internacional de arbitraje dio la razón a los norteamericanos.
Una vaca, un perro y dos caballos
Ha habido otros animales que han sido causantes involuntarios de sangrientas guerras. Uno de ellos fue una vaca que un campesino robó en el principado de Lieja en 1275. El dueño de la vaca la reconoció cuando el ladrón trataba de venderla en la feria de una localidad que pertenecía al señorío de Namur. Al ladrón se le impuso una multa a cambio de no ser ajusticiado pero, después de pagarla, el agente judicial lo ahorcó.
Esa decisión provocó una disputa violenta entre los señores feudales implicados y sus aliados, que se prolongaría tres años y sería conocida como la guerra de la Vaca. Unos sesenta pueblos fueron saqueados y quemados, muriendo unas quince mil personas.
En otra ocasión, el protagonista sería un perro. El 19 de octubre de 1925, en un paso fronterizo entre Grecia y Bulgaria, a un soldado heleno se le escapó su perro. El can pasó la línea de la frontera y fue tras él para atraparlo, pero un guardia búlgaro disparó al soldado, matándolo. En la discusión posterior hubo un tiroteo y otro griego resultó herido.
El gobierno de Atenas exigió el castigo a los culpables y una indemnización. Como el requerimiento fue ignorado, los griegos llevaron a cabo una incursión en territorio búlgaro, causando medio centenar de víctimas, casi todas civiles. Las presiones diplomáticas lograron que las tropas griegas acabaran retirándose.
Los caballos también demostrarían ser capaces de originar un conflicto. Fue en Arabia, en 608, cuando dos tribus rivales se jugaron cien camellos en una carrera entre sus dos mejores caballos, Dahis y El Ghabra.
Cuando la carrera iba a ser ganada por el veloz Dahis, la otra tribu puso en marcha una estratagema para desviarlo de su camino, a lo Pierre Nodoyuna.
El ardid fue descubierto, pero la tribu de los tramposos se negó a desprenderse de sus camellos. El enfrentamiento degeneró en una larga y cruenta guerra que duraría hasta el 650. No he conseguido averiguar quién ganó al final.
Great Emu War
Y vamos finalmente con la que me parece la guerra más curiosa. Tuvo lugar en 1932, en tierras australianas. En el estado de Australia Occidental, el más extenso del país, los granjeros se quejaban de la masiva presencia de emúes, una especie de avestruz. Unos 20.000 emúes se dedicaban a arruinar los cultivos y a abrir agujeros en las vallas por donde entraban los conejos, que también eran considerados como una plaga.
Ante las dificultades para controlar la población de emúes, los granjeros decidieron solicitar una solución militar. Muchos de ellos eran veteranos de la Primera Guerra Mundial, por lo que habían presenciado el efecto mortífero de las ametralladoras, así que consideraron que ese arma era el mejor argumento para acabar con la amenaza emú. El ministro de Defensa, al recibir la insólita petición, no mostró demasiado entusiasmo, pero aun así decidió enviar a un oficial, el mayor G.P.W. Meredith y dos soldados pertrechados de sendas ametralladoras Lewis.
El 2 de octubre de 1932 dio comienzo esa singular campaña contra los emúes, pero desde el primer momento se vio que no sería una operación fácil. Las aves demostraron poseer un gran sentido táctico; su continua movilidad hacía inútiles los intentos de Meredith de citarlas a un combate cara a cara en el que las ametralladoras podrían imponer su capacidad de fuego. Además de correr a 50 kilómetros por hora, los emúes se dividían continuamente en grupos cada vez más pequeños.
Al acabar la primera jornada, después de perseguir a los emúes durante todo el día, apenas habían podido abatir a una docena de ellos.
Ese fracaso se repetiría los días siguientes, hasta que a Meredith se le ocurrió perseguir a los emúes en un camión, en el que se instalaría una ametralladora. El plan no dio resultado, ya que el vehículo se veía incapaz de perseguir a las aves campo a través.
Tras una semana de campaña, sólo se había abatido medio centenar de emúes, y los ecos del fiasco ya habían llegado hasta el Parlamento australiano. Al menos, en el informe oficial de Meredith se indicaba que no había sufrido ninguna baja.
Aun así, el ministerio de Defensa decidió dar otra oportunidad a Meredith en su campaña contra los emúes. Al parecer, la experiencia cosechada en la primera fase de la operación le fue de utilidad y en esta segunda obtuvo unos mejores resultados. Tras un mes de escaramuzas, Meredith dijo haber abatido 986 emúes, una cifra que podía parecer alta, pero que no suponía un descenso significativo de la población emú.
Mientras tanto, las noticias de la campaña -que ya era conocida jocosamente como Great Emu War, la Gran Guerra Emú- habían llegado hasta Londres, desde donde llegaron protestas para impedir ese exterminio.
Finalmente, el ministerio de Defensa decidió poner fin a la operación, admitiendo así la derrota. Los granjeros seguirían padeciendo las incursiones de los irreductibles emúes y volverían a pedir ayuda al Ejército en 1934, 1943 y 1948, pero después del fracaso de 1932, el ministerio se negó a declarar de nuevo la guerra a tan escurridizo enemigo.