lunes, abril 24, 2017
UN SANT JORDI 2017 AGOTADOR, PERO MUY GRATIFICANTE Y CON FINAL FELIZ
Bien, amigos, aquí estamos con la resaca del Sant Jordi de este año, que ha sido para mí uno de los mejores que he vivido. Todos coinciden en que fue un éxito; cayó en domingo, hizo buen tiempo, parece que la gente vuelve a comprar libros, etc...
Como os dije, este año me decidí a firmar en Hospitalet, y la experiencia ha sido fantástica. Todavía me estaba sentando y sacando los bolígrafos cuando un señor ya quería comprar un ejemplar del Bestias Nazis. Los verdugos de las SS...
Y así durante toda la hora que estuve allí, y aún después. Yo terminaba mi turno de firmas a las 13.00 h pero, como todavía estaba firmando, la autora que iba después de mí me urgió muy amablemente a que desalojase el sitio... Eso ya me pasó en otra ocasión, que tuve que seguir firmando en la acera.
El contacto con los lectores fue muy gratificante. Incluso hubo uno que iba paseando, miró distraídamente a donde firmaba, vio el ejemplar de ¡Japón ganó la guerra! y se me quedó mirando. Me dijo "¿¿tú eres el autor??". Resulta que se había leído el libro, que me dijo que le había entusiasmado, y le sorprendió encontrarse de repente con el autor...
Hubo también una chica que se llevó cuatro ejemplares de varios de mis libros -y se hubiera llevado otro más de Los magos de Hitler de no haberse agotado- , y fueron varias personas las que se llevaron un par. También se presentó en el último minuto Carlos, seguidor del blog, que me dijo que vendría y cumplió su palabra.
En fin, que disfruté mucho con mi estreno en la Rambla de Hospitalet, por lo que seguramente repetiré el año que viene.
Luego, por la tarde, me dediqué a hacer una visita a mis colegas juntaletras que también firmaban ayer.
Aquí me tenéis junto a Pere Cardona, el investigador histórico que tiene el blog Historias de la Segunda Guerra Mundial, y al director de cine, documentalista, investigador, escritor, paleontólogo, y no sé cuántas cosas más, Laureano Clavero, que estaban firmando ejemplares de El diario de Peter Brill, libro que tuve el honor de prologar.
La ronda de visitas me llevó a patearme todo el centro, por lo que acabé agotado, pero afortunadamente la jornada no acabaría nada mal.
Había quedado con los amigos en un bar para asistir al partido de fútbol. El resto, ya os lo podéis imaginar; una jornada de Sant Jordi con el final más feliz posible, concretamente en el minuto 92.
Hola Jesús,
ResponderEliminaralgún día te veremos en Chile en nuestra Feria del Libro. No falto ese días.
Saludos.
Roberto