jueves, octubre 01, 2015
"LA PEQUEÑA COMUNISTA QUE NO SONREÍA NUNCA": UNA BIOGRAFÍA FICTICIA DE NADIA COMANECI
Bien, amigos, vamos con una recomendación literaria.
El otro día, un amigo que, como yo, es un ávido lector sin prejuicios y se embaula todo lo que le cae en las manos, me dijo que se acababa de leer un libro con el irresistible título de LA PEQUEÑA COMUNISTA QUE NO SONREÍA NUNCA, de la francesa Lola Lafon, una biografía novelada de la célebre gimnasta rumana Nadia Comaneci, que había encontrado por casualidad en uno de esos yacimientos de e-books que se encuentran por la red, y que le había gustado.
Como me fío de su criterio, decidí colarlo en mi lista de lecturas, y hoy lo he terminado.
Se trata de libro un tanto inclasificable, parecido al de HHhH, de Laurent Binet, que seguro que habéis leído.
Al igual que en esa novela, la autora relata el supuesto proceso de creación de su libro, en el que pretende reconstruir la vida de la célebre gimnasta. El elemento más original es que a lo largo de la novela va transcribiendo las conversaciones telefónicas y por e-mail que mantiene con Comaneci, a quien va remitiendo los capítulos conforme los escribe para que confirme los detalles o le indique lo que debe cambiar; sin embargo, al principio advierte de que esos diálogos "son una ficción soñada", así que no engaña a nadie.
Aun así, en cuanto te lanzas a la lectura te olvidas del aviso y le concedes toda la verosimilitud a esas conversaciones. De hecho, cuando he terminado el libro, he dudado de si al principio decía eso o no, así que he tenido que volver atrás para confirmar que esa relación epistolar pertenece por completo a la ficción.
Aparte de sus méritos literarios, el libro es útil para conocer el tema del deporte dentro de un régimen comunista como el rumano, la dureza de los entrenamientos que debían realizar aquellas niñas gimnastas, los chanchullos que se dan en los Juegos Olímpicos -tremenda la descripción del robo de una medalla de oro a Comaneci en Moscú '80-, o la vida diaria en la Rumanía del dictador Ceaucescu, así como su caída.
Otro aspecto interesante es que Lafon no te da toda la información sobre los hechos que jalonan la vida de la protagonista, a pesar de que se supone que es una biografía. De algunos episodios tan sólo proporciona pistas, lo que empuja al lector a buscar más datos por su cuenta, como es mi caso.
Aquí tenéis, por ejemplo, su actuación en las barras asimétricas en Montreal '76, que le valió un 10. Como curiosidad, por entonces los marcadores electrónicos sólo llegaban al 9.99, por lo que no tuvieron otra opción que marcar 1.00, ante la sorpresa del público y de la propia gimnasta; los jueces, con gestos ostensibles, aclararon que se trataba de un 10, la primera vez que una gimnasta alcanzaba esa nota en unos Juegos Olímpicos.
Pero ese planteamiento de dejar huecos que el lector debe rellenar también tiene un punto débil; en algunos tramos, el libro aparece un tanto deslavazado e inconexo, pero no hay que olvidar en ningún momento que nos encontramos con una novela, por lo que si alguien buscaba una biografía de la gimnasta debería acudir a otro lugar.
En resumen, uno de esos libros que, sin ser extraordinario, te proporciona información desconocida, te despierta la curiosidad y, además, no te aburre en absoluto. Poco más se puede pedir a un libro que cae en tus manos por casualidad.
Hola a todos:
ResponderEliminarSiempre me ha llamado la atención la vida de Nadia Comaneci. Recuerdo aquellas imágenes del primer 10 de la historia de los Juegos Olímpicos que consiguió. Las vi por televisión con mi abuelo al lado y quedamos muy impresionados.
Una cosa a la que siempre evita hacer alusión Comaneci en sus entrevistas es hablar de la relación con el dictador Ceaușescu, un asunto oscuro en la vida de la gimnasta.
Hay una peli de 1984 en inglés subtitulada en castellano titulada "Nadia":
https://www.youtube.com/watch?v=efdtu0qbZYU
Saludos desde el Sur.