martes, agosto 07, 2007

Los discos de Hitler

Hoy ha saltado la noticia. Se ve que se ha encontrado la colección de discos que Hitler tenía en el búnker. Un soldado ruso los pilló y se los llevó a su casa. Ahora que el vejete ha muerto, su hija ha desvelado el origen de los discos, supongo que para venderlos y sacarse una pasta.

De todos es conocido que a Hitler le gustaba mucho la música (en la foto, en sus tiempos de fiestero) y que atormentaba a sus contertulios poniendo siempre los mismos discos. Pero lo que la colección encontrada ahora revela es que, además de que le gustaban los compositores rusos, tenía un disco en el que el intérprete era judío.

Os paso la noticia íntegra, tal como ha salido por las agencias:

Una colección de cerca de 100 discos que pertenecieron Adolf Hitler reveló que el gusto musical del jerarca alemán incluía no sólo a sus favoritos Richard Wagner y Ludwig van Beethoveen sino además a autores de origen judío y rusos.

Los discos, que pertenecían a la colección que Hitler guardaba en su búnker en Berlín, fueron descubiertos en una casa de veraneo cerca de Moscú.

Entre las piezas musicales se cuentan obras de los rusos Peter Tchaikovsky, Alexandre Borodin y Sergei Rachmaninoff.

La mayor sorpresa la dio uno de los discos de Tchaikovsky que incluía una obra del violinista polaco Bronislaw Huberman (en la foto) quien, debido a su origen judio, debió abandonar Europa tras la invasión nazi.

Según informó el periódico alemán Der Spiegel, tras la caída del régimen en 1945, el capitán Lew Besymenski, de la unidad de inteligencia rusa, entró al búnker de Hitler y se llevó los discos.

La hija de Besymenski, Alexandra, los descubrió por casualidad en el ático de la casa de veraneo de su familia en 1991. Cuando le preguntó a su padre de qué se trataba, el anciano evitó referirse al tema.

Pero tras la presión de su hija el ex uniformado de origen judío decidió escribir sus memorias donde relata la sorpresa que se llevó al escuchar los discos.

El anciano, que murió en junio pasado a los 86 años, siempre sintió temor de ser considerado un ladrón, pero su hija aseguró que el militar había tomado las cajas con discos simplemente porque era un amante de la música.


Pues ya veremos lo que tarda la hija en subastar los discos estos...

5 comentarios:

Artur dijo...

Hola Jesús,

me alegra que la lectura de El último querusco no te haya defraudado, y que además hayas tenido la gran amabilidad de hablar del libro en tu blogg.

Desde que leí tus "Cien mejores anécdtas..." voy siguiendo tus publicaciones, y seguro que es redundante que desde aquí lo recomiende a quien no te haya leído (¿hay alguien que no se haya leído las "Cien mejores anécdotas..."? entre los que nos gusta la historia bélica, pocos) pero lo hago sin dudarlo.

En fin, un cordial saludo, y buen verano!!

Artur

Jesús Hernández dijo...

¡OHHH! ¡¡Bienvenido, Artur!!

Para mí es un grandísimo honor tenerte aquí, porque, tal como dije, sinceramente me pareces un genio, y los que me conocen saben que eso no lo digo a la ligera. Como decía aquella canción de Mecano, "no andamos sobrados de genios", así que eres una especie de especial protección.

Sobre El último querusco, el relato que haces de las luchas de gladiadores es increíble, parece que estás allí mismo, está al alcance de muy poca gente describirlo de forma tan vívida.

Tan sólo tienes un defecto, y es que pierdes un tiempo precioso leyendo críticas de supuestos expertos que no tienen ni idea, y ése es tiempo que pierdes de escribir esas geniales historias.

No hace falta que te lo diga, pero la gente que destaca de manera espectacular, como es tu caso, es víctima inmediata de nuestro pecado nacional. Arturo Pérez Reverte lo ilustra -creo recordar-con la escena de un indio a caballo que lo persiguen otros indios disparándole flechas; lo más probable es que le alcancen al principio de la huida, pero si galopa cada vez más rápido, sin mirar atrás, llegará un momento en el que las flechas no le alcanzarán y podrá ir tan tranquilo. No sé si lo he explicado muy bien, pero creo que la idea queda clara. Así, que ni caso de esos indios mediocres.

Pues me alegro igualmente que hayas encontrado un rato para leer algo de lo que escribo y de que sea de tu agrado.

¡Pues gracias de nuevo por pasarte por aquí, un saludo y adelante!

Artur dijo...

Estimado amigo,

gracias una vez más por tu respuesta, pero estoy seguro de que la palabra genio me viene grande y de que tengo más de un defecto, supongo que como todo el mundo, aunque no participo activamente de la hipocresía mediática mediante la cual uno transige mansamente con el modus operandi de los así llamados "críticos".

Pienso que crítico, lo que se dice buen crítico, podría ser Mario Vargas Llosa, por poner un ejemplo. Y yo pienso algo muy sencillo, que para criticar algo -es decir, tratar de elevar la simple opinión personal al rango de "valoración"- hay que ser, por lo menos, capaz de hacer lo que se critica. Las críticas que más aprecio son las de otros profesionales del medio. Evidentemente todo el mundo tiene derecho a opinar, pero las opiniones son eso, como decían los griegos, doxá. El problema viene cuando un bufón mediático (tómese el caso de Ricard Ruíz Garzón, por poner un ejemplo de los más inconsistentes y sangrantes del panorama catalán) se dedica a desarrollar una política de autobombo en los despachos de las grandes editoriales mediante su posición en periódicos, revistas comerciales y otros saraos televisivos, con el objeto de dar importancia a su propia opinión. Eso, viniendo de alguien que no ha escrito una novela en toda su vida, es una de las falacias más ridículas de nuestro tiempo, una lacra a combatir con sorna implacable si es necesario. No hay que ser demasiado avispado para darse cuenta de que esta clase de intelectuales en remojo y catadores a sueldo y de mal gusto lo que quieren es traficar con su influencia para darse importancia en los despachos de las grandes editoriales... y si para ello hay que mirar por encima del hombro lo que se publica en sellos pequeños y dignos, pues adelante, porque su función es quedar bien con los ejecutivos de Planeta, Random House & Cía.

Es evidente que ellos pueden desarrollar su papel en la gran comedia del mundo del libro, pero quedan vacantes plazas (¿y por qué no?)para actores cuyo rol puede ser fundamental en ese teatro, a saber, el de quitar la máscara sucia de estos falsos entendidos, mostrando su verdadera intención.

Y tocando lo que mencionas, pienso que esta clase de personajes, sin apartarnos de la teatrocracia del mundo del libro, son el mejor ejemplo de lo que se podría llamar "el mal de la envidia nacional". No hay nada más enfermo, y citaría el nombre de antes por no ser redundante, que la impotencia creativa de un mono crítico.

Supongo que en todo sentido esto sólo es el comienzo, una señal, un relámpago aislado. Tarde o temprano llegará la tormenta.

Te agradezco una vez más que hayas leído EL ULTIMO QUERUSCO, esperemos que el tercer episodio no defraude a sus lectores en su inminente salida.

Con un fuerte abrazo,

Artur

Jesús Hernández dijo...

Hola, Artur;

Interesantísimas tus reflexiones; es un lujo para este blog que las expongas y te animo a que las hagas cuando quieras y sin ningún tipo de limitación.

Tan sólo no estoy de acuerdo en parte con lo que dices que para criticar uno ha de saber hacer lo que se critica. Creo que todo el mundo puede dar su opinión, pero -eso sí- sin elevarla a valoración pontificia.
Por ejemplo, yo puedo decir que la celebérrima "Soldados de Salamina" me parece una novela muy justita, con un aprobadillo raspado, pero no soy nadie para afirmar que sea mala. Lo mismo con la archiconocida "La sombra del viento"; me aburrió sobremanera y la dejé a la mitad, pero tampoco puedo decir que sea una mala novela. En cambio, la vapuleada "El Código Da Vinci" me la leí de un tirón, pero no puedo decir que sea una buena novela.
¿Qué es una buena novela? En teoría Faulkner es un buen novelista, pero sus libros se me hacen largos, laaargos... el Ulises de Joyce es una grandísima novela, pero me tuve que sentar bien sentado para acabarla, y así tutti quanti.

Yo creo que uno ha de escribir y pasar de lo que digan los críticos; dentro de diez o veinte años es posible que los libros escritos por uno anden todavía por ahí, aunque sea en un mercadillo de segunda mano, pero las críticas de esos señores hará mucho tiempo que habrán ido a parar a un container de reciclaje, esa es nuestra pequeña venganza...

Bueno, me parece que no he expresado muy bien todo lo que quería decir, pero espero que se haya entendido algo...

Venga, Artur, un saludo!

Arminius dijo...

Me he comprado ''Norte contra Sur...'' y ahora mismo voy a empezar a leer. Estoy seguro que no me va a defraudar...
Como tampoco me defraudó Artur Balder.
¡Madre mía! ¡Artur Balder por aquí!
Me parece increíble, y es que para mi la saga dedicada a Arminius es mi ''Biblia''.
Des de más pequeño, cuando tendría 11-12 años ( ahora tengo 16 ), el personaje de Arminius me fascinó. Mi padre, que considera el alemán como su seguna lengua, hasta me tradució algunas webs alemanas. Mi pasión por Arminius es tan grande que el año que viene iré con mis padres de vacaciones por Alemania, más concretamente por el sur y oeste, y el motivo principal de este viaje es que el año que viene se cumplen 2000 años de la batalla de Teutoburgo, de modo que habrá una parada obligatoria en Detmold o algún pueblo cercano para ir a la Hermannsdenkmal, etc...
Me he leído El último querusco, Liberator Germaniae y La batalla del destino, y no sabes con que devoción...
Y ahora... ¡ A por Norte contra Sur!
;)