miércoles, octubre 30, 2013

CUPONES DE RACIONAMIENTO


Bien, amigos, pues voy a daros un poco de envidia... un habitual de este blog y buen amigo mío -del que no voy a decir el nombre porque sé que se incomodaría- me ha obsequiado con unas auténticas piezas de museo.

Se trata de varias hojas de cupones de racionamiento alemanes de la Segunda Guerra Mundial. Según tengo entendido, el racionamiento en Alemania comenzó oficialmente el 15 de septiembre de 1939, aunque éste fue poco estricto, pero conforme fue avanzando la guerra se fue volviendo más severo. Aun así, la población germana no llegaría a pasar hambre como sí sucedió durante la Primera Guerra Mundial.




Pues aquí tenéis los cupones de racionamiento correspondientes al pan (Brot). Parece ser que estos cupones eran canjeables del 27 de marzo al 2 de abril de 1944:




Aquí tenéis otros que eran canjeables del 26 de junio al 23 de julio de 1944:




Y aquí tenéis los que racionaban la carne (Fleisch), correspondientes al período del 22 al 28 de mayo de 1944:





Como podéis ver, todos los cupones presentan un sello que dice Ungültiges Muster, que quiere decir "Muestra sin valor". Tal vez se tratase de pruebas de imprenta, o muestras para ser aprobadas por la oficina correspondiente. Cualquier información es bienvenida.

Por otro lado, también se puede apreciar en cada hoja dos agujeros troquelados; seguramente el antiguo propietario las tenía guardadas en un archivo de anillas. Quizás fuera el dueño de la imprenta, que los guardó de recuerdo, o un encargado del almacén que custodiaba los cupones, o algún funcionario que decidió llevárselos a casa al acabar la guerra... seguro que tienen una historia interesante detrás.

Pues muchas gracias, amigo, por este valioso obsequio que voy a guardar como oro en paño, y que comparto aquí con todos vosotros porque sé que lo váis a apreciar como merece.

Por último, no dejéis de leer ESTA ENTREVISTA al recientemente fallecido criminal nazi ERICH PRIEBKE, concedida este pasado mes de julio en ocasión de su cien cumpleaños.


lunes, octubre 28, 2013

BESTIAS ETARRAS



Bueno, ya sé, seguro que habéis dado un respingo al leer el título... acostumbrados a que os hable de tonterías, el anuncio de un post serio seguro que os ha sobresaltado, y más sobre un tema que, en cierto modo, sigue siendo tabú en España.

Como bien sabéis, el lunes de la semana pasada salió a la calle la etarra Inés del Río, en cumplimiento de la resolución del Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo que invalidaba la llamada Doctrina Parot.

Y como sabéis también, me gusta analizar la actualidad desde el conocimiento del pasado. En este caso, al ver a esta mujer, que nunca ha mostrado arrepentimiento ni ha pedido perdón, me han venido a la mente enseguida dos protagonistas de mi libro, BESTIAS NAZIS. LOS VERDUGOS DE LAS SS, Ilse Koch e Irma Grese, que tampoco se mostraron nunca arrepentidas. Ambas fueron también dos mujeres que destacaron por su desprecio por la vida humana y su crueldad, a pesar de su aspecto inofensivo. Lo mismo ocurre con Inés del Río, que en la foto hasta parece buena persona, resulta difícil de creer que tenga a sus espaldas 24 asesinatos.

Pero el caso de Inés del Río no es el único. Es conocido también el caso de Idoia López Riaño, alias "La Tigresa", que con apenas 20 años cometió su primer asesinato, de una lista que se elevaría a 23 personas.


Significativamente, las dos criminales nazis salen bien paradas de la comparación, ya que tanto Ilse Koch como Irma Grese alcanzaron su puesto de responsabilidad casi por azar, podríamos decir que hasta cierto punto no lo buscaron, sino que vino a ellas. En cambio, ambas terroristas eligieron libremente ese camino y, una vez en él, lo transitaron con decisión, mucha sangre fría y muy pocos escrúpulos.

No tengo referencias de cómo era la vida de las dos etarras antes de iniciar su carrera criminal, pero imagino que sería tan convencional como la de las dos nazis. El cómo estas jóvenes pudieron convertirse en lo que fueron es algo que escapa a nuestra comprensión.

Pero este episodio de la excarcelación de Inés del Río, y las que están previstas a partir de ahora, tiene a otros protagonistas, que son las víctimas, que se manifestaron este domingo y que son quienes me han llevado a publicar esta entrada. Realmente, me entristece mucho la situación de este colectivo, porque no auguro para ellos nada bueno, y siento decir esto. Me temo que van a ser progresivamente arrinconadas y olvidadas, en un proceso en el que hay bastantes interesados en acelerar.

El motivo es que a la actividad de esta organización, que dura cinco décadas y ha causado la muerte de 829 personas, aparentemente se le ha puesto fin con un armisticio, cuando parecía que la victoria por parte del Estado estaba más cerca que nunca. Es como si, en la Segunda Guerra Mundial, con los rusos a las puertas de Berlín, los alemanes hubieran arrancado de los Aliados un armisticio, por el que los nazis conservasen ámbitos territoriales de poder en la Alemania de la posguerra, pudieran poseer el control de una parte de los fondos destinados a la reconstrucción, y los criminales de guerra no sólo escapasen a su castigo sino que obtuviesen un cierto reconocimiento. Además, en esa ucronía, los nazis hubieran obtenido una ventaja inmaterial pero tremendamente útil de cara al futuro, como es la capacidad de imponer su relato, tal como se dice ahora.

Si hubiera sucedido eso, es posible que las víctimas del nazismo y aquellos que murieron por conseguir una victoria que quedó aguada en el último momento hubieran sentido que su sacrificio fue inútil. En cambio, la derrota incondicional de Alemania logró que esos sacrificios tuvieran un sentido. Hoy, las ceremonias de homenaje a los soldados caídos en esa lucha son frecuentes, y las víctimas del Holocausto, por ejemplo, han recibido todos los reconocimientos.

Incluso los homenajes populares de que son objeto hoy día en Gran Bretaña los caídos en la Gran Guerra, en el Remembrance Day, logran dar la sensación de que aquella terrible matanza sirvió para algo.


En el caso que nos ocupa, el sacrificio de las víctimas de la ETA parece que no ha servido para nada. Y no sólo eso; intuyo que una parte no desdeñable de la sociedad española considera a ETA ya como parte de un terrible pasado que, lo mejor que se puede hacer, es olvidar. En ese escenario, las víctimas aparecen como un incómodo recordatorio de que un día se aceptó un final pactado para acabar con ese derramamiento de sangre, sin vencedores ni vencidos.

No sé si una derrota incondicional de la ETA, con la captura de sus arsenales de armas y la detención de sus últimos integrantes, y la deslegitimación histórica de su lucha, hubiera servido para calmar el dolor de las víctimas, pero es posible que algunos hubieran encontrado un sentido a su sacrificio. Por el contrario, creo que no me equivoco mucho si pronostico que los presos etarras que vayan saliendo de la cárcel se encontrarán con una importante red de apoyo, tanto moral como económico.

El tiempo dirá si ese final negociado promovido por el anterior gobierno, y certificado por el actual, fue la mejor opción. Sin duda, nos falta perspectiva histórica e incluso geográfica para juzgar, pero no hay que olvidar algunos precedentes: la Primera Guerra Mundial concluyó con un armisticio por el que Alemania no fue derrotada totalmente, y una generación más tarde volvió a las andadas; Irak fue derrotado de forma incompleta en 1991, lo que llevó a reeditarse el conflicto en 2003.

Esperemos que, en este caso, la historia no se repita, pero no soy muy optimista al respecto...

EDITO: Hoy martes se publica en ABC.es mi entrevista para este medio, en la que hablo de mi último libro, la podéis leer AQUÍ.

viernes, octubre 25, 2013

ABEL BASTI ES MÁS LISTO QUE YO


Como decía Mario Tenorio en el post anterior, se dan casualidades cuando uno lee un libro y luego, por azar, vemos una película que está relacionada con él... Algo así me ha pasado con el filme de Hannah Arendt y el libro que he leído justo antes, LOS SECRETOS DE HITLER, del "historiador" argentino Abel Basti.

En mi página oficial de Facebook ya comenté algo sobre este hombre, que va por ahí afirmando que Hitler sobrevivió a la guerra y acabó sus días refugiado en Argentina. Aunque sólo por eso ya se ha hecho candidato al descrédito, a mí me gusta saber de lo que opino, por lo me hice con su libro, en el que defiende esa absurda tesis, para conocer de primera mano sus argumentos.


Después de leer el libro, me reafirmo en que Honda o Yamaha han perdido un gran comercial, pero tendría que matizar mi opinión. En su obra, Basti aporta informaciones y planteamientos muy interesantes; aunque por el título parece que trata sólo de los "secretos de Hitler", lo que sea que eso signifique, en realidad se dedica a revelar secretos vergonzantes que los Aliados han tratado de ocultar.

Así, Basti explica la relación entre las grandes empresas norteamericanas con la Alemania nazi, una relación que se prolongaría incluso durante la guerra, por intereses puramente económicos. No sé hasta qué punto son ciertas las informaciones del libro, pero sin duda son plausibles. Sólo por eso, el libro ya resulta interesante.



Pero hay un asunto tremendamente controvertido, y que ningún historiador "serio" se atrevería a tratar en profundidad, como es la relación de complicidad entre los nazis y los sionistas. Dicen que la política hace extraños compañeros de cama y, en este caso, sería así; tanto unos como otros tenían una meta común, como era la salida de los judíos de Alemania. Los sionistas querían fundar un Estado judío en Palestina y encontraron en los nazis unos "aliados". De hecho, el propio Eichmann (aquí enlazo con la película de Arendt) viajó a Palestina junto a una delegación sionista con vistas a organizar esa emigración masiva.

Como es fácil de intuir, éste es un tema incómodo que cualquier historiador prudente evitaría, pero Basti tiene el valor de abordar. Igualmente, Basti desvela el programa de asimilación de antiguos nazis por parte de los norteamericanos, ya fueran científicos o expertos en inteligencia, tanto por el interés de contar con sus capacidades como para evitar que acabasen trabajando para los soviéticos. También explica los programas norteamericanos de experimentación en humanos.


La última revelación importante es que, según Basti, el Mossad -el servicio de inteligencia israelí- contó paradójicamente con la colaboración de antiguos oficiales nazis, como por ejemplo Walter Rauff. Estos podían moverse con libertad por los países árabes, por lo que el Mossad trató de conseguir que trabajasen para Israel, es de imaginar que con una persuasiva combinación de chantaje y soborno. No sé si lo consiguieron en realidad, pero me parece también una posibilidad muy cierta.

Incomprensiblemente, a pesar de estos planteamientos tan interesantes, Abel Basti arroja todo por la borda cuando se empeña en situar a Hitler en Argentina. Si no lo he entendido mal, según él, Hitler huyó de Berlín entre el 8 y el 10 de abril (!!!), veinte días antes de su supuesta muerte. Entonces, ¿quién estuvo todos esos días en el Führerbunker? ¿Un doble? ¿Hubo una conspiración entre las decenas de personas que estaban allí para afirmar después de la guerra que Hitler estuvo allí? Esto es algo tan absurdo que ni voy a entrar.


Yo puedo admitir que el cadáver encontrado por los soviéticos junto al búnker no fuera de él. De hecho, existen serias dudas de que los restos que se encuentran en dos archivos de Moscú correspondan realmente a Hilter. Así, podría llegar a considerar la hipótesis apuntada en la novela de Antonio Manzanera "El informe Müller", en donde se aventura que Hitler no se suicidó, sino que trató de escapar en el último momento y que fue asesinado por unos soldados en el Tiergarten. Pero lo que no puedo ni considerar es que Hitler huyese a mediados de abril.

Para acabar de estropearlo, en un extenso y desconcertante epílogo, Basti larga al perplejo lector un deslavazado discurso sobre el atentado del 11-S, la guerra de Irak, la ONU, el FMI, el gobierno mundial o el Club Bilderberg, en el que tienen cabida todas las teorías de la conspiración, excepto la de los reptilianos.

Yo no acabo de entender cómo un supuesto historiador se suicida de este modo. Seguramente es que Basti es mucho más listo que yo, y sabe que hay más gente dispuesta a pagar por leer que Hitler escapó a Argentina, aderezado con una salsa de conspiraciones, que por un libro que trate de explicarle la historia tal como fue. Y debe de tener razón, ya que lleva publicados tres libros sobre el tema -"Hitler en Argentina" (2006), "El exilio de Hitler" (2010) y "Los secretos de Hitler" (2011)- y va a sacar otro más, "Tras los pasos de Hitler".

AQUÍ tenéis un interesante artículo que deja en evidencia la mercancía averiada de Basti.

Así que felicidades desde aquí a Abel Basti por su envidiable éxito al frente de su concesionario de motocicletas sin ruedas, aunque no pierdo la esperanza de que algún día aproveche su innegable talento para brindarnos un trabajo serio sobre esos asuntos tan controvertidos, y que requieren historiadores valientes dispuestos a arrojar luz sobre ellos.

martes, octubre 22, 2013

"HANNAH ARENDT": CINE PARA ESPECTADORES COMO USTED


No sé si os acordáis de un programa de TVE, Documentos TV, cuyo presentador y director, Pedro Erquicia, se despedía diciendo aquello de "un programa para espectadores como usted".

Pues la directora de HANNAH ARENDT (2013), Margarethe von Trotta, también podría decir lo mismo. Acabo de ver la película y me hallo confortado en una sensación de bienestar; después de la pérdida de tiempo y dinero que supuso asistir a Gravity, este filme alemán me ha hecho recuperar la convicción de que el cine sirve para algo más que de mera excusa para el consumo de palomitas, saladas o dulces, en una sala oscura.

Si sois seguidores de este blog -para lo que se requiere cierto nivel-, ya cuento con que sabéis de sobras quién es Hannah Arendt y seguro que habéis leído su célebre libro Eichmann en Jerusalén, así que veo innecesario poneros en antecedentes.

Pues la película narra la asistencia de Arendt al juicio de Adolf Eichmann y las reacciones a su controvertida visión del criminal nazi.





Cuando ella esperaba encontrarse con un monstruo asesino, se sorprendió al ver un mediocre funcionario que se había limitado a cumplir órdenes de la manera más eficaz posible. Por otro lado, su afirmación de que los líderes judíos colaboraron, en cierto modo, con el Holocausto, levantó una gran polvareda, recibiendo insultos y amenazas de la comunidad judía.

Todo ello es presentado sin concesiones en esta excelente película, sin realizar un esfuerzo por agradar al gran público, sin 3D, efectos especiales ni giros de guion. La fotografía, que utiliza una paleta de marrones, ocres y grises, transmite un distanciamiento que me recuerda a Hopper; la ambientación llega a resultar ligeramente inquietante en su perfección. Mención especial para la actriz que interpreta a Arendt, Barbara Sukowa, que hace suyo el personaje.

Aquí no sobra ni falta nada; casi diría que es un docudrama, en el que el espectador ha de ser parte activa. No se da nada masticado, esto no es un potito, como lo que se suele encontrar en esas multisalas de Dios, sino un libro de ensayo llevado a la gran pantalla.


Me ha gustado especialmente la manera como Von Trotta resuelve el episodio del juicio de Eichmann, mezclando imágenes reales con ficticias, pero respetando el papel de Eichmann, dejándoselo para él, por así decirlo.

Resulta casi conmovedor, si se me permite la expresión, contemplar a Eichmann tratando de convencer al jurado de que se limitaba a cumplir órdenes y que su papel era el de un simple funcionario, de que era una pieza más en el complejo engranaje del Holocausto, cuando debía tener bastante claro, desde el mismo momento que fue secuestrado en Argentina por agentes israelíes, que su destino final no podía ser otro que la horca.




A alguno, "Hannah Arendt" le parecerá una película densa y aburrida, para quien le recomendaría una de Jackie Chan, que son divertidísimas, pero para alguien que quiera conocer, aprender y reflexionar, esta es sin duda su película.



jueves, octubre 17, 2013

"GRAVITY", UN TOSTÓN ESPACIAL


Bien, voy a dejaros descansar un poco de mi BESTIAS NAZIS. LOS VERDUGOS DE LAS SS y vamos con una entrada de cine.

Como imagino que os pasa a vosotros, cada vez cuesta más encontrarse con una buena película. De las últimas que he visto, la que más me ha gustado es, sin duda, ANTES DEL ANOCHECER, la mejor de la extraordinaria trilogía dirigida por Richard Linklater que comenzó en 1995 con ANTES DEL AMANECER y siguió en 2004 con ANTES DEL ATARDECER; no quiero dármelas de enterado, pero eso es CINE con mayúsculas. Ya estoy deseando que llegue el 2022 para ver la cuarta entrega y saber cómo le va a Jesse y Céline...

Pues acabo de llegar de ver GRAVITY (Alfonso Cuarón, 2013), la película de la que todo el mundo habla maravillas. Sólo tenéis que ver las críticas del Filmaffinity. Pues he ido con el mejor ánimo, dispuesto a pasar un buen rato...





En los primeros minutos, el film prometía, con esas impresionantes vistas del espacio... pero pronto he intuido que iba a asistir a un auténtico tostón. Y así ha sido; me he dicho, estamos ante otro truño como Apolo XIII, y no me he equivocado.

Aunque la película es corta, sólo 90 minutos, a los 45 yo ya estaba mirando el reloj para ver cuánto quedaba... De estación espacial a estación espacial, y tiro porque me toca, se va pasando el rato sin que en ningún momento conectes con los personajes. Hay que reconocer que la pobre Sandra Bullock hace lo que puede por levantar el pestiño; para tratar de añadir profundidad al personaje, le calzan un drama personal del pasado, pero ni por ésas.

Y en cuanto a George Clooney, su papel lo podía haber hecho cualquier otro, pero supongo que había que poner algún nombre famoso en los carteles y él pasaba por allí.

Quizás lo único destacable sean los efectos especiales, y la originalidad de situar la acción en el espacio, pero es que ni eso me ha impresionado demasiado.


Después de haber leído la unanimidad en las buenas críticas, tengo la impresión de haber visto otra película. Me parece increíble que un film tan flojo como éste pueda levantar tanta admiración, para mí que el listón está tan bajo últimamente que cualquier colección de hallazgos visuales más o menos conseguidos como éste nos puede parecer una maravilla.

Total, que me las prometía muy felices, pero he salido del cine con mareo por el 3D, con dolor de cabeza por el estridente sonido, y con 7 euros menos.

lunes, octubre 14, 2013

MARTIN SOMMER, EL NAZI MÁS SÁDICO

ADVERTENCIA: ESTA ENTRADA PUEDE HERIR SU SENSIBILIDAD


Bien, amigos, como os anuncié, parece que BESTIAS NAZIS. LOS VERDUGOS DE LAS SS está funcionando bastante bien y ya está prevista una segunda edición. El libro está despertando interés; hoy he concedido una entrevista a ABC.es, que será publicada en los próximos días. Pues en esta entrevista, al igual que la publicada en Best Seller Español, me han preguntado también por el personaje que considero más sádico, y la respuesta es la misma: MARTIN SOMMER.

Puede sorprender que, hablando de tipos de la calaña de Amon Göth, Dirlewanger o Mengele, el nazi más brutal pueda ser otro, pero así es. Sommer es un personaje prácticamente desconocido, pero hizo méritos más que suficientes para alcanzar ese honor -o deshonor más bien-.

Los que tenéis el libro podréis conocer la historia completa de este asesino psicópata, pero para los que todavía no lo tengáis, ahí van algunos trazos para que os hagáis una idea.


Martin Sommer (1915-1988) era un joven SS-Hauptscharführer del campo de Buchenwald. Él era el encargado de propinar los latigazos y bastonazos en el potro de martirio instalado en la Appellplatz. Pero ése era apenas uno de los tormentos con los que volcaba su insaciable sadismo sobre los prisioneros.

Sommer, que sería conocido como el “Verdugo de Buchenwald”, estaba a cargo de la prisión del campo. Allí disfruto de patente de corso para satisfacer sus sádicos instintos. Uno de sus métodos favoritos para someter la voluntad de los internos y extender el terror era el castigo consistente en atar a los prisioneros de las muñecas por la espalda y dejarlos suspendidos sin poder tocar el suelo. El lugar en el que se ponía en práctica se encontraba fuera del recinto del campo, en un bosque situado en los aledaños. Los prisioneros eran llevados hasta allí y colgados de las ramas en esa inhumana posición, en la que se padecía un dolor insoportable. Los estremecedores gritos eran claramente audibles desde el campo, lo que provocaba entre los prisioneros el terror buscado por Sommer.


Aunque la mayoría eran colgados unas cuantas horas, algunos podían estar allí varios días, dependiendo de la falta cometida. Los brazos acababan dislocados, produciéndose lesiones que podían ser permanentes. Según un prisionero,“Sommer solía golpear en las piernas, en la cara y en los genitales de los prisioneros colgados. Este castigo llevaba a los prisioneros a la locura; muchos pedían a los hombres de las SS que les disparasen para poder terminar con el dolor que estaban sufriendo...”.

El "Verdugo de Buchenwald" torturaba a los prisioneros no sólo para obtener confesiones, sino para satisfacer su sadismo. Por ejemplo, en invierno apagaba la calefacción y ordenaba que se derramase agua fría sobre los prisioneros dentro de sus celdas. Algunos llegaban a morir de frío. En otras ocasiones, los prisioneros eran obligados por Sommer a permanecer en posición de firmes, en el interior de sus celdas, desde las cinco de la mañana hasta las diez de la noche, mientras eran observados regularmente por los guardias a través de la mirilla; si alguno se movía lo más mínimo, los guardias entraban en la celda y le daban veinticinco bastonazos. Cuando era el propio Sommer el que aplicaba los golpes, conducía luego al prisionero hasta el retrete utilizado por el personal de las SS, le obligaba a agacharse y meter la cabeza en él, y después le prohibía limpiarse la cara.

Otra tortura consistía en sumergir los testículos de un prisionero alternativamente en agua hirviendo y agua helada, hasta que éstos se deshacían.

Cuando un prisionero cometía una falta castigada con la muerte, como asomarse por la ventana de la celda, él se encargaba de estrangularlos con sus propias manos. También podía apretar la cabeza del condenado con un instrumento metálico especial similar a un torno, hasta que el cráneo estallaba.

A veces improvisaba sesiones de “gimnasia”; todos los prisioneros debían salir al pasillo, en donde tenían que arrodillarse y dar saltos. A los que caían extenuados, Sommer les propinaba repetidamente patadas en la cabeza hasta que los mataba. Estas sesiones gimnásticas acababan siempre con varios muertos en el suelo.


Según los prisioneros destinados a su servicio personal, en su habitación tenía una calavera iluminada. Alguna noche se traía a un prisionero a su estancia y lo asesinaba tranquilamente con una inyección. Colocaba entonces el cádaver debajo de su cama y se ponía a dormir sin inmutarse. A la mañana siguiente, el cuerpo era trasladado al crematorio.

Como suele suceder en estos casos, Sommer no acabaría pagando por sus horribles crímenes. Acusado de corrupción en 1943, fue condenado a prestar servicio en un batallón disciplinario y enviado al frente oriental. A consecuencia de la explosión de un tanque, Sommer resultó gravemente herido, perdiendo un brazo y una pierna. Capturado por los soviéticos y enviado a un campo de prisioneros, no fue liberado hasta 1955, regresando a Alemania Occidental. En 1957, al ser identificado como el sádico guardián de Buchenwald, fue detenido y acusado de criminal de guerra por la justicia alemana. En 1958 fue juzgado, siendo declarado culpable de 25 asesinatos y condenado a cadena perpetua. Sin embargo, en 1971 fue puesto en libertad por razones de salud. Falleció en 1988.

miércoles, octubre 09, 2013

VIAJE AL OTRO BRASIL (3ª Parte)


Bien, vamos con la tercera entrega, y última, de mi viaje del pasado verano a Brasil.

Como os dije, estuve en Porto Alegre, capital del estado de Rio Grande do Sul. Pues allí se confirmó un principio que suele repetirse; vayáis donde vayáis, tenéis muchas posibilidades de encontrar algo que tiene que ver con la Segunda Guerra Mundial y, además, bastante interesante. Esto es cierto; en la mayoría de mis viajes he encontrado lugares de los que no sabía nada hasta entonces relacionados con ese conflicto... y Porto Alegre no fue una excepción.

Allí se encuentra el MUSEU DO COMANDO MILITAR DO SUL, dedicado en su mayor parte a la participación brasileña en la Segunda Guerra Mundial. Este museo constituye un homenaje a los integrantes de la Fuerza Expedicionaria Brasileña, los pracinhas.

Aquí tenéis la fachada del edificio.


La verdad es que el museo -de acceso libre- me sorprendió positivamente, por la gran cantidad de vehículos expuestos, tal como podréis comprobar a continuación.

Aquí me tenéis junto a un Sherman.


Al lado del inconfundible Sherman, dos carros blindados regalados por los norteamericanos al ejército brasileño. Corregidme los expertos, pero me parece que el más lejano es un Patton M47 y el más cercano debe ser un Patton M60.


El cañón en el que me apoyo es alemán. Por lo que leí en el panel informativo, fue un cañón que los alemanes vendieron a Brasil justo antes de la guerra. Originalmente las cubiertas de las ruedas eran de madera, pero posteriormente las cambiaron por neumáticos.


Más artillería.


Aquí, junto al mítico Jeep.


...y aquí, el resto de vehículos.


Y para concluir esta serie de tres entradas sobre mi viaje, un par de fotos de la impresionante catarata del Parque Caracol, situado junto a Canela, a unos cien kilómetros de Porto Alegre.



Bien, pues ahora ya sólo me queda compartir con vosotros el interesante material que reuní en mi viaje a Bélgica, no os lo perdáis, sobre todo los aficionados a la Primera Guerra Mundial...


lunes, octubre 07, 2013

"LOS DIOSES DE BERLÍN": UN DEBUT PROMETEDOR


Bien, amigos, hoy tenemos el placer de tener con nosotros a un escritor riojano, Luis Guerra, que, además de poseer una prosa clara y precisa, y ser tenaz y perseverante como pocos, es seguidor habitual de este blog y, como algún defecto debía tener, es amigo mío.

Hoy lunes 7 de octubre de 2013 se ha puesto a la venta su primera novela, LOS DIOSES DE BERLIN, publicada por la editorial Alcalá. Yo podría hablaros bastante de la génesis de esta obra, pero tan sólo voy a daros alguna pincelada. Hace unos tres años, Luis se dirigió a mí pidiéndome consejo para publicar su primera novela. Obviamente, como lo aprecio, yo traté de disuadirle de tamaña insentatez, pero él no hizo caso de mi sabio consejo y se lanzó al proceloso mar de la edición sin encomedarse a Dios ni al diablo. Después de padecer una auténtica odisea -en el pecado está la penitencia-, Luis ha conseguido ver publicado su primer libro, que constituye un prometedor debut.

- Luis, ¿cuándo y cómo surgió la idea para escribir tu novela?

Puede que suene a tópico, pero he escrito la novela que quería leer y no encontraba. Un libro desde el punto de vista alemán en el momento del ascenso de Adolf Hitler al poder. Una novela en que no todo sea blanco o negro, donde se vean las contradicciones de un país enfrentado a un momento crucial y en el que un pueblo humillado y con una gran crisis económica busca una salida.

En casi la totalidad de las novelas que están en el mercado el autor no se preocupa de las causas que llevaron al partido nacionalsocialista al poder. Parece que los nazis aparecieron de forma esponánea, como si fueran una enfermedad que apareció de repente. Por eso me animé a escribir un libro donde los motivos del ascenso al poder de Adolf Hitler están presentes. He intentado que el lector se implique y se vea sumergido en una trama que le llevará a descubrir una parte de la historia que no suele ser mostrada.




- Teniendo en cuenta que es tu primera novela, y aunque ya he avanzado algo, ¿cómo fue el proceso para publicarla?

Ha sido lo más parecido al castigo sufrido por Sísifo. La piedra que siempre cae colina abajo eran las negativas de las editoriales. Uno cree que una vez terminado el libro ya se ha terminado lo difícil. Vivimos en una época extraña para publicar un libro. Nunca ha sido tan fácil conseguir ver tu libro en papel, solo hay que tener el dinero para la impresión.

Cuando comencé a mover el manuscrito recibí enseguida varias respuestas de editoriales que estaban dispuestas a publicarlo. Sólo pedían que yo me hiciese cargo del coste de la publicación. Es una opción que yo no podía contemplar. Las editoriales convencionales, esas que se encargan de todo y que luego dan al autor un tanto por ciento de las ventas, trabajan de otra manera. El 90% utilizan el silencio administrativo, simplemente no se dignan a contestar. El 9,99 % de las que contestan te hacen llegar, unos meses de haber mandado el manuscrito, una carta en la que amablemente te dicen que el libro no se adapta a nuestro programa de publicaciones, etc. En mi caso hubo un 0,01 % que me contestó afirmativamente. Una editorial pequeña, descubrí que las grandes no hacen caso de un autor novel, que si ha apostado por mí y mi novela.


- ¿Te has inspirado en otros autores? ¿Cómo te has documentado para ambientarla?

Es una pregunta que me ha hecho reflexionar. Sería una equivocación pensar que los libros que leído no han influido en mi escritura, toda lectura inspira a un escritor, si bien no siempre se es consciente de ello. No puedo ocultar que las novelas inglesas de la época victoriana ha sido parte de mi aprendizaje literario. Desde Robert Louis Stevenson, Joseph Conrad, Bram Stoker y por supuesto Arthur Conan Doyle. He de reconocer que en mi juventud lectora devoré todos los libros de Sherlock Holmes. De los escritores actuales y más concretamente de los relacionados con la época del Tercer Reich y de la Segunda Guerra Mundial siempre me ha gustado Frederick Forsyth y particularmente su libro Odessa que fue la que me hizo querer escribir sobre esta época. Y un pequeño pecado, creo haberme leído casi todas las novelas de Agatha Christie. No sé si todo este batiburrillo de libros puede haberme influido de alguna manera.

En cuanto a la documentación he de reconocer que ya tenía bastante camino recorrido, desde siempre me ha gustado la historia del Tercer Reich y he leído incontables libros sobre el tema. Para la época concreta he consultado entre otros, Historia de un Alemán de Sebastian Haffner, La Alemania de Weimar de Eric D. Weitz, Gestapo de Jacques Delarue, Heydrich El violinista de la Muerte de Paillard/Rougerie, Historia Secreta de las SS de Robin Lumsden, Las memorias de Albert Speer y las Biografías de Hitler, especialmente la escrita por John Toland. He consultado los partes meteorológicos de Berlín y Múnich de 1933 para que el tiempo atmosférico fuera el exacto, he conseguido planos de las dos ciudades de 1933 para que todo fuera lo más realista posible. Por supuesto Internet también ha sido un lugar donde encontrar datos sobre la vida cotidiana de principios de la década de los 30.



- ¿Qué novedades crees que aporta tu novela al actual panorama literario?

Voy con otro tópico. Me alegro que me hagas esa pregunta.

La novedad es que la novela está escrita sin tener en cuenta los acontecimientos históricos futuros. Es decir, todos conocemos las atrocidades cometidas por el partido de Adolf Hitler, pero los alemanes de 1933 solo veían al partido nazi como otra opción más a la que votar. Estoy convencido que los mayoría de los alemanes no hubiese dado su apoyo y se hubiesen mostrado horrorizados si de antemano hubiesen conocido las aberraciones cometidas por el Adolf Hitler y sus secuaces. Pero por desgracia no tenían manera de conocerlo. No hay que olvidar que el partido nazi se presentó como la única fuerza capaz de sacar al país de una crisis que se cebaba en los trabajadores y además les prometía reconquistar un pasado glorioso que había sido cercenado por los vencedores de la Gran Guerra.

En el libro explico los motivos por los cuales el pueblo alemán se vio empujado a los brazos de Adolf Hitler. Sin el contexto histórico que les tocó vivir, Hitler no hubiese tenido ninguna relevancia en la historia.

He escrito la novela poniendo al protagonista ante un dilema: dar su apoyo o no al partido nacionalsocialista. Y creo que esto sí es novedoso, es la historia desde dentro del organigrama nazi, en la que presento a personajes históricos reales que son conocidos por todos. El personaje se ve envuelto en una trama en la que descubrirá sus límites y la fuerza de sus oponentes.

Lo que no es una novedad es que, como en todos los libros, hay un malo, pero ese malo es un personaje real, reconocido y más malvado que cualquiera de los personajes sacados de la imaginación del escritor más oscuro.


- ¿Cuáles son tus proyectos de futuro? ¿Cómo ves el futuro del libro en general?

Escribir, escribir y escribir, ese es el único futuro que contemplo; ya tengo otro libro terminado a la espera de ver como resulta este primero. Lo que ya es más complicado es abrirse camino en el mundo editorial. Si los lectores me dan su apoyo prometo dar mucha “guerra”

El futuro del libro es un tema complicado, estamos en una época de cambio en el que las nuevas tecnologías se están abriendo camino. Como todo cambio da un poco de vértigo, habrá nuevas oportunidades y también graves riesgos para un negocio que lleva muchos años estancado. Sólo podemos esperar y adaptarnos. Eso sí, la literatura nunca morirá.


Pues muchas gracias, Luis, por habernos ofrecido estas interesantes respuestas. Mucha suerte con tu libro, aunque seguro que no la vas a necesitar, y esperamos que muy pronto nos puedas presentar tu segunda novela.



miércoles, octubre 02, 2013

VIAJE AL OTRO BRASIL (2ª Parte)




Bien, todavía tengo bastante material de este verano, así que vamos a ir dándole salida antes de que se nos echen encimas las navidades.

En una entrada anterior ya os hablé de la personalidad propia del Estado de Rio Grande do Sul. Pero ahora vamos con algún comentario referido al conjunto de Brasil, a pesar de sacar conclusiones tras un viaje es arriesgado.

Supongo que os suena esa frase tan ingeniosa como cáustica de "Brasil es el país del futuro y siempre lo será". Eso se ha venido diciendo durante mucho tiempo, pero ahora ya se puede decir que ha quedado superada; ese futuro, por fin, ha llegado. Brasil ha dejado de ser la eterna promesa para convertirse en una realidad, aunque a costa de generar fuertes tensiones. Su potente clase media ya exige estándares europeos de vida, a tono con la potencia económica del país. Sus jóvenes están muy concienciados y exigen una educación de calidad, la gente quiere transportes públicos modernos y eficaces, y acceso a una cobertura sanitaria digna; el nivel actual de estos servicios me ha recordado al de España en los años ochenta, así que no les falta razón.

Las protestas populares durante la pasada Copa Confederaciones estaban motivadas por este malestar.


Ese inconformismo de los brasileños me parece un valor extraordinario y que les va a llevar adelante, un valor que nosotros hemos perdido, y así nos va. Pero el prometedor camino de Brasil no está exento de peligros, como la corrupción política generalizada, la delincuencia -muy extendida- o el efecto burbuja. Si no cometen errores de bulto, les auguro un esplendoroso futuro, así que si en España alguien tiene que hacer las maletas para ganarse la vida, que contemple esa posibilidad. Por ejemplo, allí necesitan importar médicos con urgencia, para calmar las protestas de la población desatendida; cuando yo estuve había polémica porque, para dar facilidades, a los médicos españoles no se les iba a exigir ni siquiera saber hablar portugués.

Pues durante mi estancia en Brasil tuve ocasión de empaparme de historia, concretamente de la participación de este país en la Segunda Guerra Mundial, que es mucho más interesante de lo que habría que presuponer.

Leí, por ejemplo, un libro muy interesante sobre la guerra submarina en aguas brasileñas: O BRASIL NA MIRA DE HITLER. A HISTORIA DO AFUNDAMENTO DE NAVIOS BRASILEIROS POR OS NAZISTAS, de Roberto Sander.

Si no os importa leer en portugués, AQUÍ tenéis un buen resumen de esa participación.


Y para ilustrar esa aportación brasileña a la victoria aliada, visité en Porto Alegre un monumento dedicado a la memoria de la fuerza expedicionaria brasileña, el MONUMENTO AO EXPEDICIONÁRIO.

Aquí me véis junto a él.


Este monumento, emplazado en el Parque Farroupilha, tiene una curiosa historia. En 1946 se convocó un concurso, promovido por un periódico, para erigir un arco de triunfo dedicado a los soldados brasileños que participaron en el conflicto, llamados popularmente pracinhas -el término praça designa a la tropa-.

El ganador fue el arquitecto Antonio Caringi, pero los otros miembros del jurado protestaron alegando que el monumento propuesto por Garingi no era un arco de triunfo, ya que constaba de dos aberturas iguales.


La polémica atrasó la construcción, siendo inaugurado en 1957. Desde entonces, éste ha sido el escenario para los actos de homenaje a los pracinhas supervivientes, que, obviamente, son cada vez menos.

Aquí podéis ver un grupo escultórico que forma parte del monumento.


Aquí tenéis una placa en donde figuran las batallas en las que participaron los soldados brasileños.



Y aqui, en la parte posterior, una escultura del propio Caringi que representa a Atenea.



Pues bien, como seguro que os ha sabido a poco este post dedicado al monumento a los pracinhas, en el próximo os presentaré algún Sherman y algún Jeep que encontré inesperadamente en esta ciudad del sur de Brasil...

Por último, buenas noticias de mi editor; parece que el BESTIAS NAZIS. LOS VERDUGOS DE LAS SS está tirando bastante bien, por lo que es posible que este mismo mes de octubre salga la segunda edición, pero no adelantemos acontecimientos...