sábado, agosto 05, 2017

TRES RECOMENDACIONES LIBRESCAS ANTES DE ECHAR LA PERSIANA




Bien, amigos, antes de echar la persiana del blog y marcharme a Pernambuco, quiero dejaros tres recomendaciones de lectura que seguramente no encontraréis entre las habituales por estas fechas.

Tengo que deciros que, de vez en cuando, leo alguno de los libros de moda, como hace poco uno del escritor noruego Karl Ove Knausgard, LA MUERTE DEL PADRE, el primer volumen de una serie de seis libros autobiográficos que ha titulado provocativamente Mi lucha. Aunque hay que reconocer que su obra provoca una extraña fascinación, debido a la descarnada sinceridad con la que habla de su presunto pasado, no voy a leer ninguno más porque creo que no aporta nada. No os lo recomiendo si tenéis algo mejor que hacer.

Así que vamos con tres libros de los que respondo con mi prestigio y reputación, en el caso de que los tenga.



El primero es LOS CIEN ÚLTIMOS DÍAS DE BERLÍN, de Antonio Ansuátegui, publicado por Ediciones Espuela de Plata en 2016. Este es un libro que fue escrito en julio de 1945 por esa persona, de la que no se sabe nada. Se supone que fue un español que fue a Berlín a estudiar en 1943. A su vuelta publicó ese libro y nunca más se supo, aunque es curioso que en los créditos figure el Copyright de los "Herederos de Antonio Ansuátegui", así que algo raro hay aquí.

Dejando eso de lado, el libro es un relato muy realista de esa Alemania de la última fase de la guerra. Yo temía que pudiera ser todo una invención, pero la cantidad y calidad de los detalles hace que lo que ahí explica difícilmente pueda haber salido de la imaginación del autor. La pena es que sólo sean 155 páginas, porque el libro se hace corto. Aun así, una pequeña joya que gustará a los que busquen una visión de la Alemania nazi desde dentro.




El segundo es LA ESTEPA INFINITA, de Esther Hautzig, publicado por Salamandra en 2012. He conocido este libro documentándome sobre las deportaciones de civiles polacos a Siberia llevadas a cabo por los soviéticos en 1940. No albergaba demasiadas expectativas sobre esta obra autobiográfica, que plasma los recuerdos de una niña que entonces contaba con diez años, pero la verdad es ¡que el libro me ha encantado!

He disfrutado mucho con su lectura. La prosa es muy ágil y no aburre en ningún momento. Me ha gustado el que la autora no trata de apelar a la compasión del lector explicando las penalidades y privaciones de ella y su familia, como sucede con otros libros similares, sino que no duda en destacar siempre lo poco de positivo que pudo extraer de esa traumática experiencia. Una lectura ideal para el verano, os la recomiendo.




Y el tercer libro es VOYTEK, EL OSO SOLDADO, de Bibi Dumon Tak, publicado por Ediciones Palabra en 2011. A estas alturas imagino que ya todos conocéis la historia real de ese oso que fue encontrado por soldados polacos en Irán y que les acompañaría más tarde en la campaña italiana, ayudándoles a transportar munición.

Este es un libro destinado al público infantil y juvenil; mi hijo de doce años lo ha leído y le ha encantado, y yo no he podido resistir la tentación de leerlo también. Así que, si tenéis hijos de esa edad, podéis comenzar a echarlos a perder contagiándoles la pasión por la Segunda Guerra Mundial regalándoles este libro.

Pues ya tenéis lectura para lo que queda del verano.

Por mi parte, a cargar pilas. A la vuelta le daré la última pincelada a mi próximo libro que, si los dioses quieren, verá la luz en noviembre.

Hasta la vuelta de las vacaciones y, como siempre, no olviden supervitaminarse y mineralizarse.

3 comentarios:

lbo dijo...

Creo que la identidad de Antonio Ansuátegui no es ningún secreto:
https://es.wikipedia.org/wiki/Editorial_Mateu
Aunque ignoro si realmente su libro es de memorias, si vivió en Alemania durante la guerra o todo el libro es una recolección de notas de otros y recortes de prensa.

Jesús Hernández dijo...

Muchas gracias, Ibo, apúntate un buen tanto.

Copio de la Wikipedia: "Editorial Mateu nació en el año 1944, fundada por Francisco F. Mateu a raíz de la publicación de tres novelas –Después de la vida y antes de la muerte, El desconcertante caso de la señorita D.M y Los últimos cien días de Berlín–, escritas por él mismo, para las que no encontraba editor.

Las tres obras –firmadas con distintos seudónimos– obtuvieron un gran éxito, especialmente Los últimos cien días de Berlín –una visión novelada de los momentos precedentes al final de la Guerra Mundial y la caída del régimen nazi".

Pues la verdad es que me siento engañado. No sé cómo tendría que presentar la editorial esta "novela", pero lo que se dice en la solapa -"es un escritor fantasma del que nada sabemos"- no me parece honesto.

No obstante, se hace difícil pensar que todo lo que escribe ahí el autor se lo haya inventado; si es así, tendría un mérito enorme. Supongo que, como dices, se habrá basado en el testimonio de otros, o en crónicas periodísticas.

Gracias de nuevo, un saludo.

lbo dijo...

Gracias Jesús, me anoto el tanto.

He tratado de averiguar cosas del autor, Francisco Fernández Mateu, por Internet pero apenas las he hallado. Al autor la guerra civil le pilló en Francia, se pasó a la España de Franco donde se alistó, se hizo de la Falange, se lo tomó muy en serio y parece que durante el conflicto no llegó a ser combatiente sino simplemente un oficinista. Tras la guerra civil retomó sus estudios y es posible estuviera en Alemania. En esa época era un reconocido germanófilo, lo que me temo sea un eufemismo de ser llanamente un simpatizante del nacionalsocialismo. En cualquier caso, en 1944 crea su editorial en Barcelona y en 1945 escribe nada menos que tres libros. Es evidente que aun cuando haya estado en Alemania durante la 2GM sería por poco tiempo y muy dudosamente en los últimos cien días del Tercer Reich. A tener en cuenta que a Antonio Ansuátegui le hace estudiante de la ingeniería de caminos cuando Francisco F. Mateu era de lenguas clásicas.

Es posible que el personaje Paco Carrillo que se menciona en el libro varias veces -de hecho es el único español mencionado- sea la persona real que le suministra la mayor parte de la información, y que su mención sea una forma de reconocimiento. Aunque no he encontrado rastro de él por Internet.