domingo, marzo 12, 2006

Origen del casco de los VOPOS



Uno de los iconos de la Guerra Fría, tal vez el más importante, es el del Muro de Berlín. E indisolublemente unido a éste se encuentra el de los soldados de la República Democrática Alemana (RDA) vigilándolo celosamente y disparando a matar a aquél que pretendiese atravesarlo para huir al Berlín occidental. Estos hombres, conocidos como “Vopos”, al pertenecer a la Volkspolizei, lucían un casco característico, que también él se ha convertido en uno de los símbolos de ese período histórico.

Pero lo que pocos saben es que el origen del típico casco de los Vopos se retrotrae a la Segunda Guerra Mundial, y concretamente a la Alemania nazi, precisamente el régimen al que combatieron los mismos que crearon y consolidaron el sistema totalitario imperante en la RDA hasta 1989.

El casco utilizado por la Wehrmacht en 1939 era el denominado modelo 1935, por haber sido creado en ese año, aunque derivaba del modelo 1916, que había sustituido durante la Primera Guerra Mundial a su vez al mítico casco prusiano que presentaba un pincho en la parte superior. Este modelo derivaría en el conocido como 1942, que no sólo no ofrecía mejores prestaciones, sino que las empeoraba, puesto que las modificaciones estaban destinadas, no a mejorar la protección del soldado, sino a facilitar su proceso de fabricación.

Sin embargo, tan pronto como en la campaña de Polonia se hizo ya evidente que el casco alemán no cumplía a la perfección con su función, puesto que se daban casos de soldados gravemente heridos en la cabeza por disparos de fusil a media distancia. El Institut für Wehrtechnische Werkstoffkunde (Instituto para el Estudio de la Resistencia de los Materiales) llevó a cabo una serie de estudios sobre este casco y llegó a la conclusión de que no ofrecía la protección necesaria. Curiosamente, el antiguo modelo de 1916 salió mejor parado de estas pruebas.

Así pues, teniendo en cuenta estos resultados, dos expertos, el doctor Hänsel y el profesor Frey, se decidieron a experimentar con prototipos de nuevos cascos que porporcionasen una mayor protección. Las pruebas fueron un éxito y se propusieron nuevos modelos capaces de evitar las heridas que no era capaz de impedir el entonces casco reglamentario de 1935.

Estos ensayos llegaron a oidos de Hitler, que rechazó de inmediato la sustitución del casco empleado por la Wehrmacht. Aún así, los expertos continuaron trabajando en mejorarlo, convencidos de que podrían salvar así las vidas de muchos soldados.

Sin tener en cuenta las opiniones del Führer al respecto, en julio de 1942, el coronel Eittel, cumpliendo órdenes del general de Artillería Leeb, procedió a desarrollar cuatro proyectos concretos. Finalmente se seleccionaron dos, los denominados modelos " B" y "B-II", sobre los cuales continuaron trabajando.

Nuevamente se puso el proyecto sobre la mesa de decisiones de Hitler. El resultado de los estudios no podía ser más positivo. Las pruebas balísticas efectuadas en la Escuela de Infantería, de Döberitz demostraban que las diferencias con el viejo casco de 1935 eran abismales, puesto que la protección aumentaba hasta en un sesenta por ciento. Mientras que aquél estaba ideado para la guerra de trincheras, los nuevos tenían en cuenta la guerra móvil, al ofrecer una visibilidad inmejorable. Ya estaba decidido hasta el nombre del nuevo modelo: 1945. Tan sólo faltaba la luz verde del Führer para proceder inmediatamente a retirar los antiguos y sustituirlos por el nuevo casco.

La única duda era la relativa a la confusión que podía crear en el campo de batalla este cambio. Durante el proceso de sustitución, se temía que alguna unidad pudiera disparar contra otra al no reconocerlos como soldados alemanes. No obstante, ese temor desapareció al comprobar que, pese a que muchos cascos eran utilizados con fundas de camuflaje, estono había originado ningún incidente.

Además, la racionalización en su proceso de fabricación hacía que la opción del nuevo casco conllevase un ahorro en costes y en tiempo, por lo que todos los elementos animaban a pensar que Hitler aceptaría finalmente la propuesta. Sin embargo, el dictador nazi, tan dispuesto a dar su apoyo personal a todas las innovaciones en materia de armamento, se negó en redondo a sustituir el viejo casco germano. En su resolución ya no entraban en liza aspectos técnicos o económicos, sino tan sólo políticos. En su opinión, el casco de 1935 se había convertido ya en un símbolo del poderío alemán y, por lo tanto, no era ya posible su sustitución.

Los expertos no se desanimaron ante esta nueva negativa y continuaron mejorando los prototipos, aumentando aún más la calidad, pero Hitler no quiso volver a oir hablar de asunto. Su decisión de continuar con el antiguo casco era irrevocable.

Una vez acabada la guerra, el destino de los millones de cascos utilizados por la Wehrmacht fue el horno de fundición. Dando la razón a Hitler, el casco de 1935 era el símbolo, no sólo del soldado alemán, sino del Tercer Reich, por lo que era aconsejable su destrucción.

Sin embargo, el destino fue generoso con este casco, puesto que resucitó, gracias a la decisión de la República Federal Alemana de equipar con él su Policía Federal de Fronteras (Bundesgrenschütz) y a las policías regionales. La razón era que la posguerra no era el mejor momento para diseñar y fabricar un nuevo casco, por lo que se vieron obligados a recurrir al viejo modelo de 1935, aunque introduciendo alguna ligera modificación. De este modo, los cascos que esperaban su turno para ser fundidos fueron así rescatados.

En cambio, Alemania del Este no apostó en un principio por esta solución de urgencia para equipar a su policía de fronteras, sino que diseñó un nuevo casco basado en el modelo de 1935, pero ofreciendo un aspecto tosco y escasamente marcial. Con ocasión de que la Unión Soviética declarase el fin del estado de guerra con Alemania, el 25 de enero de 1955, y de que en septiembre de ese mismo año Moscú garantizase la independencia de la RDA, se decidió dotar a su naciente ejército con un nuevo casco más estilizado, que le proporcionase personalidad propia.

Ante la dificultad que entrañaba iniciar y desarrollar los estudios encaminados a crear el que tenía que ser el nuevo casco, las autoridades militares tomaron la decisión de acudir a las propuestas que ya habían sido realizadas en el período de la Alemania nazi. Así pues, el doctor Erich Kiesan fue el encargado de escoger el modelo que mejor se podía adaptar a las nuevas necesidades de lucha tanto en trinchera, terreno batido o combate urbano, decidiénose finalmente por uno de los proyectos presentados a Hitler, concretamente el B-II.

Para sorpresa de los observadores militares occidentales, que nada sabían del atajo tomado por los expertos militares de la RDA, en febrero de 1956 ya salieron las primeras partidas de los talleres de fabricación. Este nuevo casco, con una forma que ofrecía siempre una superficie inclinada a cualquier impacto, permitía en todo momento una visibilidad perfecta. En el momento de su aparición fue considerado, sin duda, como uno de los mejores del mundo.

Conforme las nuevas unidades iban saliendo de la cadena de producción, la policía de fronteras fue siendo pertrechada con él, hasta que su distribución se completó en 1961. A partir de entonces, la imagen del Vopo se asoció para siempre con ese casco. Pero el triunfo definitivo de aquel casco que un día fue rechazado por Hitler llegó cuando un reportero occidental recogió la imagen de uno de estos Vopos arrojando su casco y atravesando él mismo el Muro de Berlín, dejando atrás el régimen totalitario impuesto por la URSS. Con ese gesto de búsqueda de la libertad, su casco se convertiría en el símbolo de todo aquello que dejaba atrás.

LA INFORMACIÓN PARA CONFECCIONAR ESTA ENTRADA SE HA EXTRAÍDO DE LA EXTRAORDINARIA WEB "CASCOS DEL SIGLO XX"
Desde aquí agradezco a su autor, JOSEBA, su permiso para reproducirla.

3 comentarios:

Jesús Hernández dijo...

Aunque he puesto el link, no sé por qué no ha salido.
La web de CASCOS DEL SIGLO XX ES www.cascoscoleccion.com
Recomiendo su visita!

Joan Santacana dijo...

La entrada sobre los cascos de los vopos me parece muy buena y quisiera utilizar parcialmente la información que proporciona para una entrada en emi blog sobre Didactica de l' Objecte". Grácias por el blog.

Jesús Hernández dijo...

No hay ningún inconveniente en que utilices esta información como mejor consideres, un saludo.