jueves, enero 31, 2008

Hitler no bailaba samba


Como llega el fin de semana de carnaval, vamos con un tema carnavalero. Bastantes de vosotros ya estaréis preparando los disfraces y pensando en dónde ir a pillar lo que se tercie, por eso os he preparado este apunte en plan fiestero.

Pese a que Hitler ensayó unos pases de baile ante sus generales cuando le comunicaron que Francia había caído (como podéis ver aquí), no existen pruebas de que al Führer le gustase especialmente bailar. Lo que ya es seguro es que Hitler no bailaba samba.
Quizás por eso, cuando una Escuela de Samba de Río de Janeiro ha querido este año dedicar una carroza y una coreografía a Hitler, tenían que haberse imaginado que la cosa no tenía mucha pinta de acabar bien.

Así ha sido; un grupo de samba llamado Estacio de Sa había decidido que sus bailarines irían ataviados con uniformes con la esvástica, para actuar así en el desfile de Carnaval. Además, una sección del desfile había sido nombrada "Ala Hitler". Pero este miércoles han tenido que cambiar de planes, ante la presión de una organización judía.
Se ve que en el Carnaval de este año ya ha habido otra controversia relacionada con los nazis, pues grupos judíos habían protestado contra la carroza de otro grupo, que hacía referencia al Holocausto, logrando que fuera retirada.

Pues los del "Ala Hitler" tenían previsto presentar una carroza adornada como un tanque alemán; la verdad es que hubiera tenido su morbo ver a las brasileiras moviendo su poderío sobre un panzer. Pero se ve que alguien sacó unas fotos de la carroza, las colgó en internet y entonces la Federación Israelita de Río de Janeiro, al verlas, exigió a la escuela que se fuera buscando otro tema para el Carnaval.

El director de la escuela respondió en una carta que desmontaba el panzer, retiraba hasta la última esvástica y que el nombre de "Ala Hitler" pasaba a mejor vida.

Así que nada, al Führer lo han baneado rápidamente del Carnaval de Río, otro año será...

Pues venga, y vosotros, ¡a pasarlo bien!

miércoles, enero 30, 2008

Contra el nazismo (el actual también)

Hoy se cumplen 75 años del ascenso de Hitler al poder. Eso sucedió el 30 de enero de 1933; a partir de ahí, la historia es bien conocida por todos. Iba a comentar un poco sobre aquello, pero me he tropezado con una noticia que me ha hecho reflexionar (y eso siempre es peligroso).

El pasado 27 de enero se conmemoró el Día Internacional de Recuerdo de las Víctimas del Holocausto. Se escogió esa fecha porque el 27 de enero de 1945 fue liberado el campo de concentración de Auschwitz.

Desde hace siete años, el Congreso de los Diputados, el Parlamento de Cataluña o la Asamblea de Madrid aprueban cada 27 de enero sendas declaraciones institucionales y llevan a cabo actos de recuerdo y homenaje a las víctimas. Esto hubiera pasado desapercibido si no fuera porque este año el Bloque Nacionalista Galego (BNG) no se ha sumado a la moción acordada por los otros partidos; su intención era incluir una referencia al actual conflicto palestino-israelí, lo que fue rechazado por los otros.
No voy a entrar en esa cuestión concreta porque creo que es un tema demasiado complejo, que algún día podemos tratar con más profundidad. De hecho, los analistas del gobierno norteamericano se refieren a ese conflicto interminable como "El Día de la Marmota", comparando la situación en Oriente Medio con aquella peli de Bill Murray, Atrapado en el tiempo, en el que ese día se repetía una y otra vez.
Mi reflexión de hoy va por otro lado. Me parece muy bien que se aprueben mociones contra el nazismo, de la misma manera que no vería mal que se aprobasen declaraciones en favor de la teoría heliocéntrica o de la ley de la gravedad. Al menos, son declaraciones en las que todos estamos de acuerdo. De todos modos, no acabo de ver la utilidad. Si lo que se pretende es impedir el resurgimiento del nazismo, creo que hay tantas posibilidades de que eso suceda como de que el Barcelona gane la Liga este año. Si hay alguien que, hoy día, es partidario de la implantación de un régimen de tipo nacionalsocialista, creo que se trata de un caso que debe ser estudiado, más que por los politólogos, por algún psicólogo clínico.

Me parece que si se aprueban mociones contra el nazismo es, básicamente, porque sale totalmente gratis. Creo que si uno está realmente contra el totalitarismo que representa ese régimen, en la actualidad tiene uno un buen puñado de casos para lucirse con una moción bastante resultona.
Por ejemplo, qué tal una moción contra la dictadura libia aprovechando la reciente visita de Gadafi a España, o una declaración a favor de los disidentes que están en las cárceles cubanas, o interesarse un poco por los no-ciudadanos de Eslovenia y las repúblicas bálticas, en donde los habitantes de origen serbio o ruso respectivamente tienen anulados sus derechos más elementales...
Sería difícil encontrar a alguien dispuesto a votar una moción de ese tipo, pero sería todavía más complicado que alguien presentase una declaración contra la conculcación sistemática de los derechos humanos en los países islámicos. Eso sí que son regímenes nazis del siglo XXI. Pero una moción contra eso sí que sale cara; que no le pase nada al holandés que ha elaborado un documental en el que compara el Corán con el Mein Kampf de Hitler. Así que nada, a contemporizar.

Y vamos con el caso de China. Eso es un régimen también totalitario, pero no he visto por ahí ninguna moción de condena al régimen de Pekín. ¿El precio de esa moción? Pues que habría que desmontar las fábricas de Cola-Cao y Chupa Chups y tráerselas de vuelta a casa, entre otras muchas cosas. Además, ahora que los chinos nos comienzan a comprar jamón de Jabugo, pues no vayamos a estropear la cosa.

Y los Juegos Olímpicos de Pekín de este año a mí me recuerdan muchísimo a aquellos otros de Berlín 1936 en los que el nazismo aprovechó para impresionar al mundo, mientras despojaba a los judíos de sus derechos y metía a los disidentes en Dachau; entonces todos fueron cómplices de ese montaje, y este año sucederá otro tanto. A ver quién defiende un boicot a estos Juegos...

Pues nada, en estos tiempos de alta volatilidad bursátil, yo os aconsejo invertir en valores refugio; la hipocresía en uno de ellos, siempre está en alza.

lunes, enero 28, 2008

Acrónimos militares


Bueno, bueno, pues el blog ya está tercero en el Top II Guerra Mundial, que podéis consultar al final del bloque de la derecha... ¡muchas gracias a todos!
Y vamos con un listado curioso que apareció el otro día en uno de los siempre interesantes artículos de Amando de Miguel en Libertad Digital. Hablaba de los acrónimos, y transcribía unos procedentes del argot del Ejército norteamericano. Ahí van:

MIA-missing in action- (perdido en combate)
KIA -killed in action- (muerto en combate)
WIA -wounded in action- (herido en combate)
DOA -dead on arrival- (muerto al llegar (al hospital))
AWOL -absent without leave- (ausente sin permiso)
CO -commanding officer- (oficial encargado)
COA -Course of Action- (transcurso de acción)
COB -close of business- (fin de la jornada)
WTF -what the fuck- (qué coño): reacción a una mala noticia (whisky-tango-foxtrot fonéticamente)
YMRASU -Yes, My Retarded Ass Signed Up- (US Army al revés) (Sí, el tonto de mi me he alistado)
US ARMY -Uncle Sam Ain't Released Me Yet- (tío Sam todavía no me deja ir)
REMF -Rear-Echelon Mother Fucker- (hijo de puta de atrás - un soldado con un trabajo cómodo en la retaguardia)
SNAFU -Situation Normal: All Fucked Up- (situación habitual: todo está jodido)
SOS - Same Old Shit- (la misma mierda)
SRDH -Shit Rolls Down Hill- (la mierda se va para abajo, se refiere a un trabajo que se le asigna al rango más bajo)
SSDD - Same Shit, Different Day- (misma mierda, diferente día)
SSND -Same Shit, New Day- (misma mierda, nuevo día)
S-FUS - Standard Fucked Up Situation- (la situación jodida, lo habitual)
TARFU -Things Are Really Fucked Up- (las cosas realmente están jodidas)
¿Está bien, no? Esto me recuerda la peli de Salvar al Soldado Ryan, en la que unos soldados hacen coña en torno -creo recordar- a la expresión "FOMARE", que finalmente desvelan que significa FO-llados y MA-chacados sin RE-medio. Aunque tengo la peli en versión coleccionista aún no le he visto en V.O. (ya que lo que suelo ver son las batallas), así que no sé a qué acrónimo corresponde en realidad, si alguno se acuerda que lo diga.

Y ya que estamos hablando del Ejército USA, aprovecho para recomendar nuevamente la película JARHEAD; los que aún no la han visto no saben lo que se pierden. A mí me entusiasmó, es RFG -Really Fucking Good (ésta me la acabo de inventar ahora).

domingo, enero 27, 2008

Fischer, friki de la II Guerra Mundial

En EL PAÍS de hoy domingo vienen un par de reportajes interesantes. Uno es sobre el ascenso de Hitler al poder, un hecho transcendental que cumple 75 años este miércoles. Aquí podéis ver la versión digital. Ya habrá tiempo de comentar ese episodio.
Pero me ha interesado más un excelente reportaje sobre el final de Bobby Fischer, el que ha sido uno de los mejores ajedrecistas, si no el mejor, de la historia. El trabajo lo ha realizado John Carlin, un periodista británico cuyas crónicas dominicales sobre la liga inglesa son altamente recomendables. Podría resumiros el artículo, pero creo que es mejor que lo leáis íntegro aquí.

No hace falta hablar sobre las excentricidades de este hombre, que en sus últimos tiempos tenía toda la apariencia de un homeless. Está claro que no estaba muy bien de la cabeza, pero eso ya venía de muy lejos; cuando era un adolescente, un compañero de torneo en no sé qué isla se quedó un poco mosqueado cuando veía que Bobby, en su tiempo libre, se dedicaba a torturar a pequeños animales, sin expresar ningún sentimiento.
Ya de adulto, sus rabietas infantiles estuvieron a punto de impedirle disputar el torneo de 1972 contra Spasski, y de perderlo mientras se estaba disputando, el que se dio en llamar, y con toda razón, la partida del siglo.
Pero lo que hace fascinante este personaje es que era un ser absolutamente libre. Cuando hoy día todos nos mordemos la lengua para no decir lo que pensamos, por la dictadura de lo políticamente correcto, Fischer decía lo que le venía en gana, le importaba todo un bledo, se retiró a Filipinas y allí, desde la pequeña emisora local Radio Bombo, lanzaba al éter perlas como que que el atentado del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York había sido una "noticia maravillosa" y que había llegado la hora "de acabar con Estados Unidos de una vez por todas". Además, los judíos se convirtieron en una de sus dianas preferidas, siendo él judío, como el negro aquel de la peli Corredor sin retorno que era del Ku Klux Klan...
Pues bien, diréis que qué tiene que ver Bobby Fischer con la historia militar. Bien poco, si no contamos con que su célebre partida contra Spasski fue uno de los símbolos de la Guerra Fría, pero lo he traído a cuento con la excusa -cogida con alfileres, sí, pero es que me apetecía hablar dé él- de que Fischer era un entusiasta de los libros de la II Guerra Mundial, además de los de fugitivos y de desertores soviéticos; tenía su piso lleno de ellos, los que lo visitaron dicen que parecía una tienda de libros de segunda mano de tantos que había.
Lástima que no lo hubiera sabido antes, le hubiera mandado alguno de mis libros de la II Guerra Mundial. Estoy convencido de que poniendo en el sobre "Bobby Fischer, Reykiavik, Iceland" le hubiera llegado, porque aquello es muy pequeño y se conoce todo el mundo. Eso sí, sé que no me iba a mandar una nota de agradecimiento; si lo hubiera hecho, me habría decepcionado...

viernes, enero 25, 2008

"Los falsificadores"

Bueno, como estamos a las puertas del fin de semana, que es cuando la gente va al cine (a ver si cualquier mes de éstos recupero esa buena costumbre), vamos a hablar del séptimo arte.

Antes que nada, comunicados y avisos; lo primero es que veréis a la derecha del blog, abajo, un banner, link o como se llame, del Top II Guerra Mundial.
Eso es un invento interesante en el que os aconsejo que entréis, ya que veréis el ranking de webs de la II Guerra Mundial, ahí descubriréis algunas webs muy curradas y de paso podréis hacer el seguimiento de cuáles son las qué cuentan con más visitas. Ayer dí de alta el blog y ya está en el puesto 16; no sé si llegaremos a zona Champions, porque hay buenos competidores, pero yo creo que la UEFA se nos puede poner a tiro.
Entrando ya en tema cinéfilo, esta mañana, al ir para la guardería, he visto que el diario PÚBLICO regala hoy viernes la peli CIUDAD DE DIOS. Si no la habéis visto, pillárosla, es genial, muy buena, y la podéis conseguir por sólo 1 euro, que es lo que vale el diaro, pero daros prisa porque supongo que volará rápido.
Pues vamos a lo que importa. Los Oscars de este año tienen varios alicientes. Lo primero, a ver si a Javier Bardem le dan el Oscar de una vez; la verdad es que el tío se lo merece. Y por otro lado, resulta que este año tenemos tres pelis ambientadas en la II Guerra Mundial.La primera es EXPIACIÓN. No la he visto y no sé muy bien de qué va, pero me suena a historia romántica un tanto pastelosa, habrá que investigar de todos modos. Si alguien ya la ha visto, que diga algo.
La segunda es KATYN, de Andrej Wajda. Ya hablamos de ésta con ocasión de mi viaje a Polonia; me alegro mucho de que esté nominada porque así nos aseguramos de que se estrenará en España. Tengo curiosidad de ver cómo es un exterminio a lo soviético, porque hasta ahora en el cine sólo hemos conocido el estilo alemán.
Y la tercera ha sido una agradable sorpresa; se trata de LOS FALSIFICADORES (con un cartel muy poco motivador, por cierto, deberían haber metido alguna esvástica por ahí, que eso siempre vende).
Es un film austríaco que trata de la ambiciosa Operación Bernhard, por la que los alemanes pretendían inundar Gran Bretaña de libras esterlinas falsas, arrojadas desde aviones. La verdad es que consiguieron introducir millones de billetes falsos a través del pago a espías, pero los ingleses no quisieron reconocerlo por medio a que la libra se depreciase.
La aparición de esta cinta me puede servir para decidirme a pillar un libro que apareció sobre este tema hace unos meses, y que siempre que voy a una librería me lo hojeo pero luego no me decido a comprar. Ahora no recuerdo exactamente cómo se llama -quizás "Los falsificadores", precisamente-, pero a ver si más tarde os doy la referencia concreta.
Pues esto es lo que hay. Y eso, disfrutad del cine ahora que podáis, porque cuando tengáis un churumbel se os va acabar...

miércoles, enero 23, 2008

Españoles en la Guerra de Secesión ( y II)


Bien, seguimos con el tema de los españoles en la Guerra de Secesión. El mejor trabajo que he visto hasta la fecha es el del comandante de Ingenieros José Enrique López Jiménez, publicado en la Revista Ejército (Nº. 791, marzo de 2007, páginas 93-97), que es el que sigo para hacer esta entrada, y también el capítulo correspondiente que le dedico en mi libro.

Por lo que hace referencia a la presencia de voluntarios españoles en la guerra, ésta se encuentra documentada en varios regimientos como, por ejemplo, en el unionista 39º Regimiento de Nueva York. Conocido también como Guardia Garibaldi, estaba integrado por inmigrantes europeos –italianos, húngaros, alemanes, franceses-, entre los que también había españoles. Estos estaban encuadrados en una denominada Compañía Española-Portuguesa, compuesta por voluntarios procedentes de la Península Ibérica.

Pues en la documentación del 39º Regimiento, archivada en el Museo de Historia Militar de Nueva York, se hace mención de un soldado español, Francisco Navarrete, que capturó con gran arrojo una bandera confederada en la batalla de Gettysburg. Aunque la captura de banderas enemigas durante la contienda acostumbraba a ser merecedora de una medalla del Congreso, en este caso, el soldado Navarrete, pese a haber actuado heroicamente, no fue recompensado con esta condecoración, por motivos que desconocemos. Así que los españoles contamos con un héroe en la mismísima Batalla de Gettysburg, y nosotros sin saberlo...

Si la causa federal contó con españoles en sus filas, por más motivos los debía haber en las fuerzas sudistas, puesto que la mayor parte de los territorios por los que se extendía la Confederación habían pertenecido a la corona española, y podían encontrarse allí muchos descendientes de los españoles que conquistaron y poblaron esas tierras. Por tanto, el sur se convirtió en la puerta de entrada de los españoles que deseaban establecerse en Estados Unidos. Al estallar la guerra, una parte de ellos se sentiría identificada con la causa sudista.

Por ejemplo, el historiador norteamericano Kenneth N. Noe refiere la presencia de españoles en el 13º Regimiento de Infantería de Louisiana. Aunque esa presencia esá confirmada, nada se sabe sobre los soldados españoles que se alistaron en ese regimiento. En otro regimiento de Louisiana, el 10º de Infantería, también hubo españoles, pero en este caso sí que existe información sobre sus integrantes, al haberse conservado las listas de reclutamiento y algunas anotaciones fragmentadas sobre el destino que tuvo cada uno de ellos.

Al alistarse, los soldados daban su nacionalidad, lo que ha permitido identificar a los españoles encuadrados en este regimiento, aunque por desgracia no se anotaba la ciudad de nacimiento, lo que hubiera resultado útil para rastrear sus orígenes. Estos documentos demuestran que, al menos, veinte españoles se alistaron en 10º de Infantería de Lousiana; la mayoría de ellos lo hicieron el 22 de julio de 1861 en Camp Moore, a unos 120 kilómetros de Nueva Orleans. Como homenaje a la memoria de estos valientes, enumero a continuación los nombres de algunos de ellos:
Lopez, Gustavo. Soldado. Era marinero. Unico español en la Compañía, residía en Nueva Orleans. En ruta por ferrocarril hacia Virginia, el 3 de agosto de 1861 cayó del tren y murió.
Basco, Juan. Soldado. Trabajo en los muelles de Nueva Orleans como obrero común. Tenía 23 años cuando se alistó. Fue capturado por una patrulla nordista en agosto de 1862 y aceptó jurar lealtad a los Estados Unidos.

Bellory, Pedro. Soldado. Herrero de oficio. Tenía 35 años y era soltero en el momento de alistarse. En agosto de 1863 fue licenciado por discapacidad física.
Gutiérrez, Juan. Soldado. Estaba casado y tenía 24 años. Era trabajador en Nueva Orleans. En enero y febrero de 1864 fue destacado como guardia en el hospital de Lynchburg. Mientras estaba de servicio se disparó accidentalmente en el brazo izquierdo, que le fue amputado. Tras la guerra solicitó una concesión de tierra del estado de Lousiana.
La nota más curiosa de la presencia española en la Guerra de Secesión es que soldados españoles de uno y otro bando coincidieron combatiendo, al menos, en la Batalla de Gettysburg. Lo que no sabemos es si durante ese choque librado entre el 1 y el 3 de julio de 1863 llegaron a conocer esta circunstancia o, incluso, si llegaron cruzar armas entre ellos. Pero la verdad es que bien poco sabemos de ellos; a ver si hay algún historiador por ahí que se lance a investigar...

Por cierto, si os interesa el tema de los españoles en la Guerra de Secesión seguro que encontraréis por internet referencias a un artículo firmado por un tipo que se hace pasar por historiador y que explica la heroica presencia de carlistas en el bando confederado, logrando éstos todo tipo de heroicidades (incluso el reconocimiento del general Lee). Pues bien, resulta que... ¡es todo inventado! Hice algunas comprobaciones y descubrí que las unidades y los militares que nombra ni siquiera existen; le pregunté al comandante López Jiménez y me confirmó que era todo una invención de cabo a rabo, pero se ve que este fake ha tenido éxito, porque no son pocos los foros que ingenuamente lo dan como cierto, con alguna excepción, así que ya será difícil desmontar esa historieta. Al menos, por mí que no quede.

lunes, enero 21, 2008

¿Qué hacemos con estos cañones?

Hoy pensaba ofreceros la segunda parte sobre los españoles en la Guerra de Secesión, pero esta mañana he cambiado de opinión. Al llevar al niño a la guardería he visto uno de esos montones de prensa gratuita y en la portada de uno ellos, Metro, se podía leer en la portada: "Compte enrere per desarmar Montjuïc" (Cuenta atrás para desarmar Montjuich). He pillado uno y he leído, entre perplejo, boquiabierto y, finalmente, horrorizado, que el Ayuntamiento de Barcelona tiene previsto cerrar el Museo Militar que hay allí y convertir el castillo en una sede de la Alianza de Civilizaciones. No, no es broma, he encontrado esta noticia que se ve que sacó El Periódico y que confirma esas aviesas intenciones.

De momento, el consistorio ha encargado la elaboración de un inventario de las 1.200 armas con las que cuenta el Museo; han dicho que las estrictamente militares se las enviarán al Ministerio de Defensa, pero que con el resto no saben qué hacer. Se ve que tampoco saben qué hacer con los cañones.

No sé si habéis visitado alguna vez el Castillo de Montjuich. Allí , en el patio de armas, hay dos docenas de cañones de todo tipo, y afuera, mirando al puerto, unos cañones navales enormes. Recuerdo de pequeño haber "disparado" con ellos infinidad de ocasiones... Pues supongo que llamarán del Ayuntamietno al Ministerio de Defensa y, en plan Gila, dirán: "¿Y los cañones éstos, ustedes los quieren? ¿No? Bueno, pues ya llamamos al Desguace Hermanos López para que se los lleven mañana, porque es que no sabemos dónde meterlos".
Me lo tomo a broma, pero es para llorar. ¿Creéis que los ingleses harían algo parecido? ¿Y los franceses? Y no digo ya los norteamericanos... Desmantelar un Museo Militar en una fortaleza histórica para sustituirlo por un impreciso Museo de la Paz o un centro para la Alianza de Civilizaciones no se le ocurre ni al que asó la manteca. ¿Pero qué patochada es ésta?

Creo que fue en el Museo Militar de Caen, en Normandía (no quiero equivocarme), que había decenas de salas dedicadas al Día-D, que estaban llenas de gente, y luego había una planta entera dedicada monográficamente a algo así como la Búsqueda de la Paz. Eso es algo muy encomiable, por cierto, pero con eso no se hace un museo. No hace falta decir que entre las decenas de plafones explicativos allí expuestos no había ni Dios.

Naturalmente, aquí en Barcelona no se levantará ni una voz para defender que siga existiendo el actual Museo Militar, por miedo -o más bien pavor paralizante- a ser etiquetado de "militarista" o directamente "facha", que es un término muy socorrido para los que andan tan escasos de criterio como de léxico. Pero, como a mí eso me da igual, pues aquí queda mi queja ante esa proyectada memez del mismo calibre que los cañones navales que todavía (y me temo que por poco tiempo) pueden verse allí.

jueves, enero 17, 2008

Españoles en la Guerra de Secesión (I)

¡Volvemos a la increíble Guerra de Secesión! Pues lo primero, una noticia: Mi libro sobre este conflicto, titulado NORTE CONTRA SUR. HISTORIA TOTAL DE LA GUERRA DE SECESIÓN, saldrá en la semana del 4 de febrero. Pues sí, me he reunido con mi editor de Inédita y me lo ha dicho. Estaba previsto el lanzamiento para marzo, pero ha visto que el libro puede pegar y se ha decidido a pasarlo por delante de otros. Así que parece ser que el libro huele a éxito, a ver si hay suerte y esto se confirma... Seguiré informando.

Más sobre la Guerra Civil americana. El otro día me vi por el youtube un programa, dividido en dos partes, que hizo Libertad Digital TV dedicado a este tema, presentado por César Vidal. ¡Qué nivel! Tras verlo, recordé aquellos programas míticos de La Clave de José Luis Balbín. Pensaba que la televisión estaba acabada, pero ese programa me ha hecho ver que no está todo perdido.
Aquí tenéis los dos enlaces:
PRIMERA PARTE

Os los recomiendo fervientemente si sentís curiosidad por esta guerra. Os advierto que en el programa hacen referencia a dos documentales, uno sobre Lee y otro sobre Custer. Esto es porque en la emisión original se emitían ambos durante el programa, pero se ve que no los pueden colgar en la red por motivos de copyright.
Pues como ya me he enrollado bastante y la entrada quedaría muy larga, sólo hablaré un poco de los españoles en la Guerra de Secesión. Aquí hablaré de los grandes militares que tenían alguna relación con nuestro país. En la próxima hablaré de los soldados.

Por ejemplo, el célebre almirante David Glasgow Farragut, un héroe nacional en USA, se llamaba en realidad Jaime Ferragut Shine, pues era de origen menorquín. Había nacido el 5 de julio de 1801 en Campbells Station, cerca de la ciudad de Knoxville, en el estado sureño de Tennessee, siendo el segundo de los cinco hijos del matrimonio formado por el menorquín Jorge Ferragut Mesquida, natural de Ciudadela, y de Elizabeth Shine, de Carolina del Norte, quien falleció, cuando su hijo Jaime tenía siete años, víctima de la fiebre amarilla. Tras el fallecimiento de la madre, padre e hijo se trasladaron de Nueva Orleans, en donde residían, a Pascagoula.
Debido a que su padre estaba enrolado en la marina estadounidense, el pequeño Jaime sería adoptado por el comandante David Porter, al que Jorge Ferragut había salvado la vida en una ocasión.
En un gesto de gratitud a Porter, Jorge Ferragut cambió en 1808 el nombre a su hijo por el de David. Posteriormente, para facilitar su pronunciación, el apellido Ferragut cambiaría a Farragut.
Pues como homenaje a Menorca, ahí va una botella de Gin Xoriguer, que está buenísimo, de hecho es la única ginebra que tomo, las demás no me gustan. Y lo ideal es tomarla con Fanta Limón, la típica "pomada" menorquina.

También el vencedor de Gettysburg, el mayor general nordista George Meade, tenía raíces españolas, ya que nació en Cádiz el último día del año 1815, cuando su padre estaba destinado allí como agente naval del gobierno norteamericano. Fue el octavo hijo de los once que tuvo el matrimonio formado por Richard W. Meade y Margaret Coats Butler.
Al parecer, su progenitor, que había sido un próspero hombre de negocios en Filadelfia, se arruinó por su apoyo a España en las guerras napoleónicas. Tras su muerte en 1828, la familia Meade regresó a Estados Unidos; así pues, el general Meade vivió en Cádiz hasta poco antes de cumplir los trece años.
Otro militar relacionado con España era el general confederado James Johnston Pettigrew, que fue un enamorado de nuestro país. Pettigrew, nacido en Carolina del Norte de una familia de hugonotes franceses, estudió Derecho en Baltimore y se embarcó en 1849 rumbo a Alemania para estudiar su legislación civil en la Universidad de Berlín. Su viaje a Europa, que duraría siete años, le llevaría también a varios países, como Francia, Italia o Grecia, pero toda su atención se quedó fijada en España, de la que quedó prendado.
Pettigrew aprendió a hablar español perfectamente y consideraba a los españoles como un pueblo entrañable, caballeroso y valiente. El militar sudista solía comentar que el modo de vida y la idiosincrasia sureñas se parecían mucho a las de la España de la época.
En 1860 llevó a cabo un nuevo recorrido por nuestro país, después de pasar por París para estudiar las tácticas napoleónicas en la academia militar de Saint Cyr. La visión que se forjó de nosotros quedaría reflejada en su libro de viajes Notes on Spain and the Spaniards, publicado en 1861.
Pues en el siguiente capítulo veremos que hubo soldados españoles en ambos bandos... ¿en cuál os hubiérais alistado?

lunes, enero 14, 2008

Swing Heil!

Ya estamos por aquí... Pues el domingo experimenté una inmersión en el Berlín de los años 30. Sí, sí, no es broma. Por la tarde fuimos a ver el musical CABARET, que se representa en el teatro Apolo de Barcelona; salimos encantados, ya que la obra recrea a la perfección un cabaret de aquella época, vives el ambiente hedonista y decadente que se debía vivir entonces en el Berlín de entreguerras, parece que entras en el túnel del tiempo.
La verdad es que lo recomiendo; las entradas cuestan una pasta (49 euracos la más barata), pero sin duda son unos euros muy bien gastados. En cambio, la de Mamma Mía! valía un poco más pero parecía al lado de ésta un teatrillo de fin de curso.

Y por la noche me puse a ver en el ordenador la peli SWING KIDS (1993), titulada en español LOS REBELDES DEL SWING. Trata de los jóvenes que, en la Alemania de finales de los años 30, estaban locos por la música swing norteamericana, en contraposición con las rígidas pautas culturales del Tercer Reich.

La peli no es muy buena, diría que es un producto fallido, pero aun así es interesantísima para descubrir a esos jóvenes que, para burlarse del nazismo que intentaba asfixiarles, se saludaban al grito de Swing Heil! en lugar del oficial Sieg Heil!

El ver la peli me ha movido a buscar un poco más de información sobre estos rebeldes, que se hacían llamar los jóvenes del swing (swingjugend, en alemán, en contraposición a las Juventudes Hitlerianas o Hitler Jugend), que expresaban su contestación al régimen imitando la última moda inglesa y estadounidense.

Estos chicos swing, que lucían el pelo largo, acostumbraban a llevar abrigos exageradamente grandes, sombreros tipo bombín y un paraguas negro, aunque hiciera buen tiempo. La mayoría de ellos tenía entre catorce y dieciocho años, eran de clase media alta, aunque también los había procedentes de la clase trabajadora, y residían en Hamburgo y Berlín. Para esos muchachos, el mensaje de libertad de la música swing estadounidense les aportaba un poco de aire fresco para sobrellevar la monolítica e irrespirable atmósfera política y cultural de la Alemania nazi.

Enamorados del baile, estaban al corriente de las últimas novedades del jazz que llegaban de Norteamérica. Esta música era su principal enseña, un género que era considerado ofensivo por la propaganda nacionalsocialista, al ser normalmente interpretado por músicos afroamericanos.

El régimen pretendía degradarlo calificándolo de "música negra" y colocándole la etiqueta de "arte degenerado" (entartete Kunst). Pero eso importaba poco a los jóvenes rebeldes, que solían organizar conciertos de jazz, concursos de baile y fiestas en las que sonaban discos recién llegados del otro lado del Atlántico.

La libertad que se respiraba en esas reuniones despertaba los recelos de los nazis; éstos enviaban a miembros de la Juventudes Hitlerianas de incógnito, en cuyos informes aparecían referencias a la "depravación moral" que se daba en ellas.

De todos modos, el régimen intentó ganarse a esos jóvenes descontentos promoviendo un jazz germanizado, menos trepidante que el norteamericano, y que debía ser interpretado bajo una estricta regulación. Esa vía de escape tuvo un cierto éxito; en 1940, un concierto de jazz alemán en Hamburgo atrajo a medio millar de jóvenes. Pero el jazz domesticado no sirvió para domar a los swingjugend.

Hitler advirtió la potencial peligrosidad de esa muestra de rebeldía juvenil, que podía transformarse en cualquier momento en un movimiento de rebeldía política. El aparato represivo nazi cayó sobre ellos, lo que les obligó a desarrollar sus actividades en la clandestinidad.

El 18 de abril de 1941, unos trescientos swingjugend fueron arrestados por la Gestapo. Los castigos oscilaron entre un corte de pelo al cero, el envío a una escuela controlada o, en el caso de los líderes, el internamiento en un campo de concentración.

Pero Heinrich Himmler decidió acabar de raíz con el movimiento, por lo que en enero de 1942 impartió órdenes precisas para el arresto y el envío a campos de concentración de todos sus miembros.


En una carta dirigida a Reynhard Heidrich, Himmler lamentaba que hasta ese momento sólo se hubieran tomado medias medidas y que era necesario que el movimiento fuera exterminado radicalmente, estableciendo para ello que sus líderes fueran internados durante dos o tres años en régimen de trabajos forzados.

Según Himmler decía en la misiva, "sólo mediante la brutalidad seremos capaces de impedir la peligrosa extensión de las tendencias anglófilas, en estos tiempos en los que Alemania lucha por su supervivencia".

A partir de esa orden de Himmler, la Gestapo llevó a cabo redadas en los locales en los que se reunían los swingjugend, procediendo a la detención de sus miembros enviándolos a los campos de concentración. Los nazis consiguieron su propósito de fulminar ese movimiento opositor, pero el ejemplo de esos rebeldes quedaría como la prueba palpable de que no toda la juventud alemana siguió a Hitler, tal como el Tercer Reich pretendía hacer ver.

Y aquí surge la inquietante pregunta de cuál hubiera sido nuestra opción personal durante el nazismo. ¿Ser un miembro ejemplar de las Juventudes Hitlerianas? ¿Habríamos vestido ese uniforme nazi pero por conveniencia, para ir por ahí de excusion, pero sin creernos las mentiras nazis? ¿O hubiéramos desafiado al régimen acudiendo a esas fiestas a bailar swing? ¿O nos hubiéramos involucrado de lleno en la resistencia, como los miembros de la Rosa Blanca? Interesante cuestión...

jueves, enero 10, 2008

La cocina y la guerra

Bien, os iba a hablar de los dos nuevos coleccionables de la Segunda Guerra Mundial que hay en los kioskos, pero para no aburrir con el tema lo dejo para el lunes.

Ahora os voy a hablar de la relación entre la guerra y la cocina. Estoy elaborando un artículo para una revista de Historia, que incluye un apartado sobre este tema. Os lo paso a continuación, a ver si os gusta:

Por ejemplo, el origen de la popular salsa mahonesa hay que buscarlo en el asedio a Mahón en 1756 por los franceses, durante la guerra de los Siete Años. En esos momentos Menorca estaba en poder de los británicos, y los franceses, con el duque de Richelieu al frente –no confundir con el cardenal Richelieu-, pusieron sitio a la capital de la isla.

La guarnición británica acabaría rindiéndose y Richelieu regresaría triunfante a Francia, siendo admirado por el golpe propinado al orgullo inglés. Pero su éxito no fue sólo militar, sino también gastronómico. Durante al asedio tuvo oportunidad de degustar la que entonces se conocía como "Salsa de Mahón"; Richelieu llegó a París con la receta de la salsa, que no tardaría en popularizarse por Francia y el resto de Europa, hasta llegar a nuestros días.

Las campañas del Ejército francés en España también estarían en el origen de la popularización del consomé.

En este caso, el descubrimiento acaeció durante la Guerra de la Independencia, cuando un grupo de soldados franceses asaltó la biblioteca del monasterio de Alcántara.

Entre los libros que se llevarían a Francia como botín figuraba un recetario de cocina de los monjes en el que figuraba un caldo denominado consumado, pasando de este modo a la cocina del país vecino.


También en los Ejércitos napoleónicos se sitúa el origen de un invento muy útil: las latas de conserva. Debido a la necesidad de encontrar un modo de avituallar a sus tropas durante las largas campañas bélicas, Napoleón estableció un premio en metálico de 12.000 francos al que encontrara un procedimiento de conservación de alimentos.

El maestro confitero Nicolás Appert consiguió este premio en 1810 gracias a un sistema de su invención por el que se colocaban los alimentos en botellas de vidrio selladas, siendo sometidas a un calentamiento en agua hirviendo. Antes de la campaña de Rusia, el cristal fue sustituido por latas para facilitar así su transporte. Sin embargo, lo que no se inventó fue el abrelatas, por lo que los soldados debían abrirlas con bayonetas, navajas, piedras o incluso con disparos de fusil. El primer abrelatas no sería patentado hasta 1858, por el norteamericano Ezra J. Warner.

Pero no hay que remontarse a siglos pasados para encontrar innovaciones culinarias. Un aparato que se ha hecho imprescindible en todas las cocinas es el horno microondas, un electrodoméstico que también tiene su origen en al ámbito militar. En el verano de 1945, un ingeniero norteamericano, Percy Spencer, estaba investigando por cuenta del gobierno norteamericano con un magnetrón –un generador de altas frecuencias- para utilizarlo como radar.

Un día, tras pasar un tiempo al lado de este invento, Spencer comprobó que se había fundido una tableta de chocolate que guardaba en un bolsillo. Sorprendido, colocó granos de maíz cerca del magnetrón y obtuvo al poco tiempo palomitas de maíz, comprendiendo enseguida que las microondas de baja intensidad hacían subir la temperatura. Se le ocurrió entonces la idea de hacer un horno empleando este sistema; había nacido el microondas. Sin embargo, ese primer horno pesaba más de ochenta kilos, pero en los años setenta, al reducirse su tamaño, comenzó a extenderse su uso.

La influencia de la guerra no sólo la podemos advertir en nuestras cocinas. Si en un bar tomamos un café, es posible que lo hagamos sin saber que el primer café liofilizado se inventó durante la Guerra de Secesión (1861-65), para restar peso en las mochilas de los soldados nordistas.

Y si decidimos acompañar el café con un croissant, quizás no sabremos que esta popular pieza de bollería fue creada en 1683 por los panaderos de Viena para celebrar la victoria sobre los turcos que sitiaban la ciudad.

Los turcos habían comenzado a cavar túneles para penetrar en el interior de Viena, pero varios panaderos, al trabajar durante la noche, pudieron escucharon el ahogado sonido que brotaba del suelo al ser perforados los túneles. Rápidamente, los panaderos dieron la alarma y los túneles fueron descubiertos, evitando así la repentina irrupción de los soldados otomanos en el interior de la ciudad.

Para celebrar el fin de la amenaza otomana, los panaderos hornearon una pieza de hojaldre en forma de media luna, la insignia de la bandera turca. De este modo, cada vez que nos desayunamos con un croissant, lo hacemos, sin saberlo, con el símbolo de los derrotados enemigos de la cristiandad...

Por cierto, si sois cocinitas como yo (y no lo sois, pues también), os recomiendo entusiásticamente el blog COCINA PARA IMPOSTORES. Su creador, un tipo genial que se oculta tras el seudónimo de Falsarius Chef, te monta unas recetas de lo más aparentes a base de latas y congelados, y que te hacen quedar como un profesional. Yo me he anotado buenos tantos con sus recetas. Si queréis saber algo más de este fenómeno que esta arrasando en la red podéis ver esta entrevista digital que le hicieron en El Mundo. ¡Buen provecho!

lunes, enero 07, 2008

El niño con el pijama de rayas

Ya han pasado las fiestas. Deberían de dejar por ley al menos un día de transición entre el Día de Reyes y el comienzo de la vida normal, pero nada, hemos pasado de golpe. Como dice el topicazo, espero que los Reyes hayan sido generosos. Conmigo han estado aprobadillos, pero me han dejado la casa llena de Pocoyós y algún que otro Lunni, así que mi hijo sí que está bien contento...
Bueno, hoy no ha sido día perdido porque ya he mandado a mi editor el que será, si todo va bien, mi octavo libro. Se titulará NORTE CONTRA SUR. HISTORIA TOTAL DE LA GUERRA DE SECESIÓN (1861-65). Normalmente, después de enviar un libro, me viene una especie de depresión post-parto, pero creo que esta vez no voy a tener tiempo de deprimirme, porque hoy mismo me he puesto ya de lleno en mi próximo libro. Por otro lado, hoy no os voy a taladrar con más historias de la Guerra Civil americana, pero hay pendiente una entrada sobre los soldados españoles que participaron en ella.
Y como ayer fue Reyes, hoy vamos con un libro que, aunque está dirigido a los adultos, también es apto para el público infantil. Se trata de EL NIÑO CON EL PIJAMA DE RAYAS, del que igual habéis oido hablar. Resulta que trata del Holocausto, pero lo más destacable es que es el libro más vendido en España y en no sé cuántos países. Su autor es un irlandés, John Boyne, de sólo 36 años, pero que con esta obra se ha consagrado de golpe.
¿De qué va este libro? Pues lo mejor es hacer caso de lo que dice la contraportada, es decir, meterse en su lectura sin saber nada, pero aun así no destripo nada si digo que trata de la relación entre el hijo del comandante nazi de un campo de concentración y un niño judío que está allí internado. Este planteamiento ya es original, pero lo es más el agridulce sentido del humor que se respira a lo largo de toda la novela, muy parecido al de la película La vida es bella, en el que se nota que se ha inspirado el autor.

La verdad es que El niño con el pijama de rayas no me ha parecido una obra extraordinaria pero, como dicen, algo tiene el agua cuando la bendicen, desde el momento en el que se han vendido cientos de miles de ejemplares y que lo están leyendo personas que nunca comprarían un libro sobre la Segunda Guerra Mundial. Además, preparáos porque tengo entendido que Miramax y Walt Disney están a punto de rodar la peli.

Si lo habéis leído, ya diréis qué os parecido, pero lo que prueba este libro es que los gustos de la gente son insondables. Yo nunca hubiera pensado que esta novela tan corta y tan sencilla (me la leí en un par de horas), que parece un cuento infantil, pudiera haberse convertido en todo un best seller, pero así ha sido. Igual me equivoco, pero advierto una especie de progresiva infantilización de los lectores (sin ánimo de ofender), ya que cada vez tienen más éxito los libros simples, directos, que no necesitan que pienses mucho para captar las ideas que el autor te quiere vender. Sólo tenéis que echar un vistazo a los diez libros más vendidos de no ficción para encontrar siempre varios libros de este tipo. Pero bueno, a ver si un día se me ocurre a mí una idea similar...

Por cierto, hablando del nivel descendiente de los libros de éxito, relacionado sin duda con el nivel decreciente de la educación, aquí va una entrada del blog de Arturo Pérez-Reverte que refleja bastante bien cómo está el tema, no os lo perdáis.

jueves, enero 03, 2008

Caí en la tentación

Oscar Wilde dijo "la mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella", y eso he hecho. Ayer vi los libros que traerá la colección MEMORIAS DE GUERRA de Altaya y sin darme cuenta, casi como un sonámbulo, me suscribí.

Las memorias de Skorzeny, McArthur, Bradley, Adolf Galland, etc., no pueden pasar por delante de uno y permanecer hierático cual esfinge. Así que, aunque tengo el altillo del pasillo a punto de desplomarse por las cajas llenas con los libros de las colecciones de Biblioteca II Guerra Mundial de Planeta y Grandes Batallas de RBA, ayer tomé la decisión de hacerme ésta también.

50 libros a 9,99 euros sale la colección por 500 euros..., mejor no pensarlo, pero bueno, luego, cuando uno ya tiene los libros no se acuerda de lo que costaron. Y sobre el espacio, pues hay que ser optimista y pensar que algún día uno va a tener un megadespacho de 70 metros para meter todos los libros ordenaditos en estanterías, una mesa enorme para el ordenador y más estanterías para maquetas, cascos, y soldaditos varios...

Por otro lado, empiezo a preocuparme, porque me he apuntado a la colección desde el primer número, para tener así otro ejemplar de las Memorias de Rommel; el que me compré es para leer y el que me manden lo conservaré nuevecito, sin quitarle el plástico, no sé si eso es grave...
Pues ya véis que es peligroso acercarse ahora a un kiosko. El otro día me compré la revista CLIO porque este mes viene con el libro de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós dedicado al 2 de mayo de 1808, por sólo 3,99 euros.

Resulta que, dentro de mi vasta incultura general, destaca mi no lectura de los Episodios Nacionales, y eso que siempre los tuve por casa, pero nunca encontré el momento de hincarles el diente, quizás porque pensaba que eran aburridos. Pues me he puesto a leer el que venía con Clío y es divertidísimo, me lo estoy pasando en grande. La novela tiene un sentido del humor parecido al de los libros de Alatriste, muy sutil.

Ya sé que es ridículo que ahora recomiende ese clásico, que seguro que casi todos habéis leído, pero por si acaso a alguien le ha pasado como a mí, pilláoslo y veréis lo que es disfrutar con un libro.
Y por último, como se acaba de incorporar a los visitantes de este blog el escritor Mario Escobar, autor de Conspiración Maine y El mesías ario, como pack de bienvenida ahí va la portada de su último libro y aquí podéis ver su blog.

miércoles, enero 02, 2008

La Historia Militar, de moda

Bien, pues la Historia Militar está de moda, o lo que es lo mismo, parece que da pasta a las editoriales, que es lo que ellas entienden. O si no que se lo pregunten a Planeta DeAgostini; no sé si es verdad, pero me han dicho que este mes de enero sacarán por tercera vez la colección de libros BIBLIOTECA II GUERRA MUNDIAL. Yo me suscribí la primera vez que la sacaron, hace un par de años, y la verdad es que los libros están muy bien, os la recomiendo.

Pero ahora han sacado una nueva, GRANDES BATALLAS DE LA HISTORIA EN DVD. Hoy me he comprado la primera entrega, que sale el DVD de la Batalla de Stalingrado por 3,99 euros. Todavía no lo he visto, así que no sé si está bien, ya os diré.

La colección tiene buena pinta, ya que saldrán no sólo batallas de la II Guerra Mundial, que ya están un poco vistas (como Normandía, Pearl Harbor o Guadalcanal) sino otras tan interesantes como Austerlitz, las Termópilas, La Ofensiva del Tet, Gettysburg, Hastings o Trafalgar.
Yo no creo que me la haga porque ya no tengo sitio para más cosas, pero igual me pillo algunos sueltos a través de la web, dependiendo de si la calidad es buena. En la mula se encuentran documentales bastante buenos, así que habrá que ver si éstos valen la pena.

Pues seguimos para bingo con la Historia Militar, porque creo que está al caer ya mismo la BIBLIOTECA OSPREY DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, editada por RBA. Al menos, el primero caerá, que es el dedicado a la campaña de Polonia. Así que no nos podemos quejar, lo único es que ahora tenemos demasiada oferta, quién lo iba a decir hace unos pocos años...