lunes, febrero 22, 2010
Los Juegos de Garmisch-Partenkirchen (4ª Parte)
Pues vamos con la cuarta y última parte del serial dedicado a los Juegos Olímpicos de Invierno de 1936, disputados en Alemania.
Los nazis consiguieron un gran éxito organizativo, al lograr presentar a la opinión pública internacional la falsa imagen de un país amante de la paz y la concordia. El éxito sería también deportivo, puesto que la delegación germana logró situarse en segundo lugar en el medallero, sólo por detrás de los intratables noruegos, con seis medallas, tres de ellas de oro, y por delante de otras grandes potencias en los deportes blancos, como Suecia, Finlandia o Austria.
Pero no todo fue perfecto. Por ejemplo, los enviados internacionales subrayaron la excesiva presencia de gente uniformada, lo que no encajaba con la imagen de amabilidad y distensión que se pretendía ofrecer. Los periodistas tenían razón; la estación invernal estaba plagada de militares y de miembros de las SS, y hasta las columnas de los voluntarios del Servicio del Trabajo, todos uniformados, ofrecían un intimidante aspecto en medio de las masas de espectadores. En los Juegos de Berlín se evitaría dar esa mala impresión, reduciendo la presencia militar y, en general, de gente uniformada.
El Comité Olímpico Internacional (COI) se quedaría impresionado con la capacidad organizativa de la Alemania nazi. La prueba es que, si no hubiera estallado la Segunda Guerra Mundial, los Juegos invernales de 1940 se hubieran vuelto a disputar en Garmisch-Partenkirchen. Aunque estaba previsto que esos Juegos se celebrasen en Japón (Tokio como sede de verano y Sapporo de invierno), el estallido de la segunda guerra chino-japonesa forzó al COI a cambiar la sede.
Así que, gracias a la excelente impresión dejada por Alemania, el COI otorgó de nuevo los Juegos Olímpicos de Invierno a Garmisch-Partenkirchen. El cartel de esos Juegos que se debían haber celebrado en 1940 es el que he utilizado para abrir esta entrada.
Con vistas a esa nueva cita olímpica, se pensó en acometer amplias labores de remodelación: se planeó ampliar el estadio de esquí y sustituir la antigua Casa Olímpica por un nuevo edificio de 40 metros de largo, con su correspondiente tribuna para el Führer. A los portones de entrada al recinto se les añadirían dos pares de torres coronadas con la escultura de un campeón olímpico, de 50 metros de altura.
Pero estos ambiciosos planes nunca se llevaron a cabo. El comienzo de la Segunda Guerra Mundial hizo que la celebración de los Juegos Olímpicos se interrumpiese hasta 1948.
Pues hasta aquí el serial; si queréis más información sobre cómo discurrieron aquellos Juegos tendréis que esperar a que publiquen mi libro EL REICH DE LOS MIL AÑOS. ¡Ah!, en la próxima entrada daré parte de algunas buenas noticias...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
13 comentarios:
Hola a todos:
Lo de los uniformes quizá fue la única verdad expuesta sobre el regimen. Un país militarizado e ideologizado (se ve claramente, en una de la fotos, en el saludo a la romana de los civiles) quedó patente durante esos juegos. El símbolo nazi en cada uno de los actos que se organizaba durante el Tercer Reich, ya sean eventos deportivos internacionales o actos civiles. Cosas como esas provoca las opiniones del escritor italiano, víctima del nazismo, Primo Levi sobre la involucración de la sociedad civil durante el dominio nazi.
Saludos desde el sur.
La idea era esa, uniformar a toda Alemania, crear una sensación de pertenencia, un vínculo con el ideal nacionalsocialista. Los chicos a partir de una edad tenían la obligación (al menos eso creo, corregidme si no es así) de pertenecer a las Juventudes Hitlerianas, su primera toma de contacto con el uniforme y los elementos de seducción de la propaganda nazi; antorchas, marchas militares, banderas, simbología, camaradería...
Que le pregunten a Hugo Boss que le parecía esta idea de uniformar a todo el país... jajaja
Me ha encantado esta serie sobre los juegos de Garmisch. Gracias Jesús.
Gándara, creo que no era necesario pertencer a las "Juventudes Hitlerianas", pero el no hacerlo acarreaba más inconvenientes que beneficios.
De hecho, estaba muy mal visto la no militancia y podía significar tu exclusión de ciertos ambientes, así como tener vetado el acceso a ciertos trabajos, pertenenecia a otras asociaciones...
En fin, pasabas a ser una suerte de "apestado".
Para informarte mejor, con permiso de nuestro experto, JH, puedes leer un muy buen libro que trata de este asunto y que puedes encontrar en edición de bolsillo: "Los niños de Hitler" de Guido Knopp, que aborda la infancia en el III Reich.
Cambiando de tema, ¿Cómo llevas el temporal, Mario Tenorio? ¿Te ha afectado a ti personalmente?
Un saludo a todos.
Es verdad! Mario, por lo que se ha visto en las noticias, parece que por ahí tenéis que ir ahora en piragua..., espero que no te haya afectado, saludos.
La verdad es que leyendo esta entrada, al terminar me ha quedado un regusto como de miedo, quizás porque sabía lo que sigue en los años siguientes. ¿Es que nadie se daba cuenta de la hecatombe que se avecinaba? Y a propósito de la afiliación a los partidos nazis, en los Países Bajos tenían poco aprecio por el marido de la reina Beatriz por haber estado metido en el partido, no recuerdo con qué edad. De poco le sirvió explicar porqué tuvo que uniformarse.
Hola glu, glu, glu a todos:
Gracias por vuestro interés. Estoy bien, no me ha afectado en absoluto. Los problemas han sido en las zonas rurales del extrarradio. En el centro de la ciudad, que es dónde vivo, todo ha ido bien. Jerez tiene una amplia zona rural con siete pedanías y multitud de barriadas rurales que sí se han visto afectadas en distinta medida.¡Ha salido el sol!
La piragua no ha sido necesaria, je, je. Gracias Humberto, Gracias JH.
Saludos desde el sur.
Nos alegramos, Mario, saludos!
Pues sí que nos alegramos de que no te haya afectado personalmente.
¡Qué no nos damos cuenta de lo poco que somos hasta que no nos ocurren desgracias como éstas!
Ludovica, precisamente esa es una grandeza y a la vez miseria de los humanos. El no poder saber lo que nos deparará el futuro.
Por todo lo que leído, la gente en aquella época, antes de la guerra, creía sinceramente en Hitler y el régimen nazi.
¿Qué sabían que tenía defectos? Seguro, pero estaban convencidos que el camino que seguían era el adecuado.
Muchos no han dejado de estar convencidos nunca. ¡Ni ahora mismo, en pleno siglo XXI! Cuando sabemos lo que fue y sus consecuencias.
Una reflexión más: a mi me atrae conocer este periodo de la historia sobremanera, y no solo por todos los factores que todos podríamos recitar, sino porque me apasiona el factor humano del porqué del nazismo, como se llega a él, crece y muere y su antítesis en el bando aliado.
Por cierto Jesús, ¿ya tienes luz? ¿has pagado ya los recibos? Siempre tienes la opción de tirar una alargadera a una farola o a un semáforo y les dices a la compañía eléctrica que te lo cargue en la próxima factura.
Espero no te molesten los chistes... :-)
Un saludo a todos.
Jaja, gracias, Humberto por la sugerencia...
Pues no os lo váis a creer, pero sigo sin luz, aunque parece ser que la darán la semana que viene, si Dios y Kafka lo quieren...
Humberto, llevas mucha razón en tus reflexiones, pero la pregunta siempre me la voy a hacer, creo que se la hará mucha gente.
Jesús, con lo que estás pasando, a lo mejor puedes pedir un descuento en la próxima factura alegando perjuicios o cualquier cosa que se te ocurra.
Jesús, si no es indiscreción...
¿Qué ha pasado para que estés tanto tiempo sin luz? ¿Una avería?
Parece increíble que tarden tanto. ¿Cuánto llevas ya? Por lo menos 3 ó 4 semanas.
Lo normal, en nuestra sociedad del siglo XXI, es que los servicios esenciales son prioritarios y aunque sean altas nuevas (que no sé si éste es tu caso) se suelen hacer con relativa celeridad, al igual que los servicios de agua, teléfono...
No sé, no sé... Igual estoy equivocado.
Sí, Endesa dio de baja el contador por error y no quiere admitirlo, ahora hay un lío... Esta mañana voy a largar un cable a la farola de la calle y se acabó el problema.
¡¡¡Increíble!!!
Publicar un comentario