Pues bien, cuando estaba en el último piso subterráneo del Museo, la ruta de visita seguía a través de una puerta... ¡que daba al foso del castillo! Salí al foso y sí, ¡¡desde allí se podía acceder a la dichosa torre!!
Aquí tenéis la vista de la torre desde el foso, y la puerta de acceso al interior:
Pues entré por la puerta, subí unos escalones y pasé por otra puerta que daba a la cripta. En ese momento no había ningún otro visitante, así que la tenía toda para mí:

Hice una foto y, de repente... ¡¡oí por los altavoces la tremenda bronca de una señora en alemán!! No entendí nada de lo que dijo, pero tuve claro que era a cuenta de la foto que acababa de tirar. Naturalmente, no me iba a ir de allí con una mísera foto en la memoria de mi cámara, así que utilicé la táctica de hacerme el tonto...
Con cara de no haber entendido nada, fui tirando algunas fotos más, mientras oía de música de fondo la llamada al orden de aquella guardiana del campo de Ravensbrück. Como no pude enfocar, sólo ésta quedó medio bien:
Y esta otra, aunque muy movida, es de la esvástica que hay en el techo. Las otras que hice quedaron todavía peor.
Ahí ya paré de hacer fotos y comencé a caminar por la cripta. La verdad es que la sala es el escenario idoneo para toda la parafernalia de la Orden Negra. Lástima que para hacer de esa sala algo políticamente correcto alguien tuvo la idea de colocar allí unos cuadros inspirados en los campos de concentración, pintados por un autor local. Yo entiendo que ese lugar no puede convertirse en un lugar de culto para neonazis, no pido que pongan esvásticas y antorchas, pero los cuadros, saturados de color, rompen totalmente la armonía que presenta esa cripta. Que fuera de ella coloquen todos los elementos que quieran para interpretar adecuadamente lo que ese centro de culto de las SS representa, pero sinceramente, esos cuadros sientan como una patada en la espinilla.
Bien, pues estuve deambulando por la sala hasta que decidí sentarme en uno de esos pedestales para quedarme en completo silencio y tratar de captar su atmósfera, pero nada más hacerlo volví a oir por los altavoces los alaridos de la señora... me puse de pie inmediatamente; estuve a punto de entrechocar los tacones y gritar Jawohl!, pero pensé que quizás eso iba a contribuir a tensar aún más la situación.
La cripta se supone que iba a servir para conmemorar a los muertos. En el centro de la sala se planeó una llama eterna alimentada mediante una tubería de gas. El uso que se iba a dar a los pedestales se desconoce.
Información práctica si váis a visitarla: La cámara de seguridad, tipo ojo de pez, se encuentra en la pared de la izquierda, nada más entrar, en la parte de arriba del todo. Si queréis hacer fotos, mirad de colocaros de espaldas a la cámara. Si lleváis vuestra cámara colgada del cuello, acordaros de desactivar el flash y podéis ir haciendo todas las fotos que queráis...
Salí de la cripta -reparando en un letrero muy hermoso que prohibe hacer fotos pero que juro que no vi- y subí a la sala de columnas, conocida como Obergruppenführersaal o Sala de los Generales.
Allí había otro cartel de esos, pero en cuanto entré hice una foto. Como temía, volví a oir a la pesada de la señora por los altavoces... volví a poner cara de Míster Bean y decidí hacer más fotos, pero lo dejé estar porque temí que acabaran quitándome la tarjeta de la cámara o vete a saber. Así que di vueltas por la sala, que tenía estos horribles cojines naranjas por el suelo:

Se ve que acababan de usar la sala para impartir una conferencia o algo, había por allí papeles. Total, que aquellos cojines tan cantones estropeaban la atmósfera de la sala como los cuadros con la cripta, un desastre...
Pero bueno, la cuestión era aislarse de esos elementos perturbadores y tratar de captar la esencia... y la verdad es que se capta.
La sala tiene en en suelo de mármol un mosaico en el que se representaba un sol cuyos doce rayos estaban compuestos por las runas SS, conocido hoy como Sol negro. Se supone que iba a ser una sala de reunión para los líderes de las SS.
Una cosa que sorprende mucho es precisamente eso, la falta de información existente sobre la utilidad de la cripta y la sala. Todo son conjeturas, lo que es muy extraño, ya que las SS lo tenían todo documentado y estipulado.
La información práctica de la cripta es válida para la sala de columnas. Pero aquí lo tenéis más fácil porque las columas os pueden servir de parapeto para ir tirando fotos sin que os vean.
En resumen. La visita al Castillo de Wewelsburg es imprescindible para todo interesado en el Tercer Reich y ya no digamos si le interesa el tema del ocultismo de las SS, así que ya sabéis...