viernes, octubre 06, 2006
El discurso de Patton
Carátula de la edición en CD
Como empieza el fin de semana, he decidido que es mejor explicar la visita al campo de concentración de Sachsenhausen el lunes; hoy tendremos la oportunidad de leer el discurso que George C. Scott, en el papel de Patton, pronuncia al principio de la película del mismo nombre. A mí, este discurso me encanta y supongo que a muchos de vosotros también.
Lo reproduzco aquí para que os divirtáis un rato leyéndolo:
Sentaos.
Quiero que recordéis que ningún bastardo ganó jamás una guerra muriendo por su patria. La ganó haciendo que otros pobres estúpidos bastardos murieran por ella.
Muchachos, todas esas historias de que América no quiere luchar, que pretende estar al margen de la guerra, son un montón de estiércol. A los americanos por tradición les entusiasma luchar, todo verdadero americano ama el acicate de la pelea. Cuando érais niños todos admirabais a los campeones: al corredor mas veloz, a los ases del futbol, a los boxeadores mas duros. Los americanos aman al ganador y no pueden soportar al que pierde. Todo americano juega siempre para ganar, yo no apostaría el pellejo por un hombre que estando perdiendo, se riera. Por eso los americanos nunca hemos perdido ni perderemos una guerra, porque la sola idea de perder nos resulta odiosa.
Ahora nuestro ejército es un equipo, vive come, duerme y lucha como un equipo. Todo eso de la individualidad es solo basura. Los que escribieron esa majadería sobre el individualismo para el Saturday Evening Post no conocen de una verdadera batalla más de lo que saben de fornicación. Ahora tenemos la mejor comida y equipo, el mejor espíritu y los mejores hombres del mundo.
Todos sabéis, y es la verdad, que compadezco a esos pobres contra los que vamos a luchar, por Dios que así es, ya que no sólo vamos a disparar contra ellos, ¡nuestra intención es arrancarles las entrañas y usarlas después para engrasar las ruedas de nuestros tanques, vamos a matar a esos miserables teutones por millares!
Bien, algunos de vosotros estáis dudando de si tendréis miedo bajo el fuego, eso no debe preocuparos, estoy convencido de que todos cumpliréis con vuestro deber, los nazis son el enemigo, ¡cargad contra ellos, derramad su sangre, disparadles en el vientre! Cuando pongáis vuestra mano sobre una masa informe que momentos antes era el rostro de vuestro mejor amigo… ya no dudaréis.
Deseo recordaros otra cosa, no quiero recibir ningún mensaje que diga: “estamos aguantando nuestra posición”. ¡No aguantamos nada!, ¡que aguante el enemigo!. Nosotros avanzamos constantemente y no tenemos ningún interés en aguantar nada excepto al enemigo, vamos a agarrarle por la nariz y a darle un puntapié en el trasero, ¡a patadas enviaremos a esos teutones al infierno acabando así con ellos en un santiamén!
Bueno, sin duda habrá algo que podréis contar cuando volváis a vuestras casas, y dar gracias a Dios por ello, y si dentro de treinta años sentados junto al hogar y con vuestro nieto sobre las rodillas, él os pregunta qué es lo que hicisteis en la Segunda Guerra Mundial, no tendréis que contestarle: “pues... acarreé estiercol en Louisiana”.
Bien, ahora, hijos de perra, ya sabéis cómo pienso. Ehh... estaré muy orgulloso de dirigiros en esta lucha muchachos, siempre y en todo lugar.
Esto es todo
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2 comentarios:
Hombre, pues a mi no me hace mucha gracia. Ese discurso lo podría haber pronunciado perfectamente un oficial nazi. Es muy agresivo. Reconozco que descontextualizado tiene su gracia. Pero es una guerra que es muy dificil de descontextualizar verdad?
Sí, pero a mí Patton me cae muy bien, pese a todo, porque no se le puede negar que decía lo que pensaba, y eso es algo que hoy día está en vías de extinción.
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