martes, marzo 15, 2011

Viaje a Cracovia II. La fábrica de Schindler



Bien, después del prólogo de ayer, vamos a meternos rápidamente en harina. Uno de los puntos más atractivos para nosotros es la fábrica de Schindler. Se puede llegar desde el centro dando un agradable paseo de media hora; aparece en los mapas turísticos, así que no hay problema para encontrarla. A tenor de los autocares y la gente que había allí, ya forma parte de los recorridos turísticos habituales.

En noviembre del año pasado se inauguró allí un museo dedicado a los oscuros años de la ocupación alemana. El precio de la entrada son 15 szlotis, no llega a los 4 euros. La verdad es que el museo está muy bien, podríamos decir que presenta calidad británica, similar al museo de la resistencia que hay en Varsovia, que sorprende también por su gran calidad. Parece que los polacos se toman muy en serio su historia, y eso se refleja en esas extraordinarias instalaciones.

Aquí, el aspecto exterior que ofrece ahora:



Y, para comparar, una foto tomada en aquella época en la puerta de la fábrica, con Schindler posando junto a sus trabajadores para celebrar los cuatro años de la empresa:



A continuación podéis ver algunas fotos de lo que se puede ver allí. Como veréis, todos los detalles están muy cuidados, creando una ambientación que te permite trasladarte a aquella época.

Aquí podéis ver una vivienda atestada en el gueto de Cracovia:



Un cartel alemán dirigido a la población:



Escaparates como los que se podían ver entonces por las calles:



Mosaico de esvásticas:



Más esvásticas...



Un tranvía de los que circulaban entonces por las calles de Cracovia:



Las escaleras que conducen a la planta en la que se encuentra el despacho de Schindler:



El despacho de Schindler:



Composición artística en el despacho de Schindler, formada por cacharros como los que se fabricaban allí:



Mesa que hay en el despacho del contable de Schindler:



Escena de la peli que se supone que transcurre ahí:



Y, por último, aquí vemos un cartel de la estación de Cracovia cuando ésta era llamada Krakau por los alemanes:



Total, que me pareció un museo muy interesante, aunque para mi gusto hubiera preferido que la fábrica hubiera adquirido el aspecto que debía tener en la época, emplazando el museo en otro edificio. Los que visitan la fábrica esperan encontrarse con los escenarios de la película y, por tanto, decepciona un poco en ese sentido.

Una vez vista la fábrica, me dirigí hacia el campo de concentración de Plaszow (pronúnciese Puashof), que según un cartel turístico se hallaba a dos kilómetros y medio de allí. Si recordáis, ése era el campo cuyo comandante era Amon Goeth, interpretado por Ralph Fiennes. La gracia es que todavía permanece en pie la casa desde la que supuestamente Goeth disparaba a los internos del campo. Antes de dejar el museo, me fijé en un mapa de pared en el que se indicaba el lugar en el que se hallaba y me puse en camino...

Comencé a andar, andar... no sé cuántos kilómetros llegué a caminar, esperando encontrar el lugar, pero nada. Al final pregunté en un hotel y me dijeron que lo había pasado hacía ya mucho rato. Volví tras mis pasos pero seguí sin encontrarlo... así que, agotado, acabé metiéndome en un McDonalds para reponer fuerzas.

A todas éstas, todavía estaba bajo los efectos de una semigripe, a unos cero grados y nevando, así que decidí regresar y dejar la búsqueda de Plaszow para otro día. Lo que no sabía mientras me estaba comiendo un McChicken Bacon Onion era que la casa de Amon Goeth se encontraba a apenas unos doscientos metros de allí... pero eso ya es otra historia...

9 comentarios:

Agapito dijo...

Desde la casa de Amon Goeth no se podria disparar ni de blas XD esta entre colinas, a lo mejor por eso no lo viste

Luis Guerra dijo...

Buenos, esto ya es otra cosa.

Muy interesante todo lo que cuentas, hay que reconocer que un poco horteras si eran, porque tela el mosaico con las esvásticas.

Ahora queremos videos.

Javier dijo...

Muy interesante, la verdad.

Una duda, dices que la fábrica de Schindler es de utensilios de cocina, luego lo que dicen en la película (que es de munición), ¿es el toque dramático que añaden al guión o es que a mitad de guerra le obligaron a fabricar munición? Quizás lo digan en la película, pero hace años que la vi y no recuerdo bien...

Gracias por esta entrada de tu blog tan sabrosa.

Javi Navarro dijo...

Geniales las fotos!
Si que es cierto, que afán tenían con poner la esvástica en todos lados...

Humberto dijo...

Buff, estoy sin aliento.

Más!!!!!!!!!!

Jesús Hernández dijo...

Muy sagaz, Bressend; de eso precisamente va la próxima entrada...

Este viaje es sin videos, Luis; no quise llevar la cámara para no llevar más trastos, aunque ahora me arrepiento...

Sí, allí fabricaban utensilios de cocina de campaña, y luego munición, aunque creo que fue cuando se trasladaron a Checoslovaquia, hablo de memoria.

Sí, curioso lo de la profusión de esvásticas en el museo... supongo que si el museo estuviera en Alemania sería diferente...

Alex Brown dijo...

Que envidia sana siento al ver las fotos y tus explicaciones. Muy interesante lo de descubrir cracovia como nuevo destino!

Mario Tenorio dijo...

Nutritiva entrada JH, enhorabuena.
Es una pena que no te llevaras la cámara de video aunque las fotos son muy interesantes. Es curioso como ha evolucionado la fábrica del industrial Shindler hasta llegar a ser un museo; la impregnación del ambiente de aquellos años tiene que ser una sensación muy intensa para los visitantes informados.
Muchas gracias por esta entrada.

Más,queremos más..

Saludos desde el sur.

Quique586 dijo...

Es verdad estuve ayer en el museo y pensé en encontrar la fábrica en sí y donde trabajaban pero igual me fascino el museo es una maravilla. Me perdí por poco tiempo el campo y la casa de amor goleta.