Pues sí, se impone un viaje a Letonia, por dos motivos.
El primero es que, gracias a un chivatazo de mi hermano, me enterado de que allí existe una antigua cárcel militar reconvertida en un hotel en el que se pueden vivir experiencias guays. Se trata del Hotel Karosta, un concepto hotelero bastante alejado de los
resorts esos de Playa Bávaro. Se encuentra en Liepaja, a unos 200 km de Riga.
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Karostas fue construida en 1903 como hospital militar y convertida en cárcel dos años después. Durante la II Guerra Mundial, Hitler envió a los desertores a esta prisión para que fueran ejecutados. Bajo el régimen soviético también funcionó como prisión. Ahora, es una atracción turística más, en la que los huéspedes son tratados como presos reales.
Las posibilidades de “ocio” que ofrece este nuevo hotel son muy atractivas: dormir en una auténtica celda de prisiones sobre camastros de hierro y comer comida de cárcel. Además, este edificio sólo posee agua fría -en invierno se llegan a los 30 grados bajo cero- y los clientes pueden llegar a sufrir duros castigos si no obedecen a los guardianes. Entre las duras condiciones que ofrece Karosta se encuentran largas caminatas por la noche, flexiones, abdominales, limpiar los baños, escuchar gritos durante todo el día o comer poco, además de ser detenidos e interrogados. Dadas estas condiciones, antes del alojamiento todos los huéspedes están obligados a firmar un documento en el que aceptan estas condiciones .
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El Hotel Karosta tiene ya preparadas algunas experiencias. Entre ellas se encuentra una actividad llamada “Noche extrema”, que dura de las nueve de la noche a las nueve de la mañana; supongo que la noche se hará bastante larga... En otra actividad opcional, llamada “24 horas”, los clientes se pondrán a prueba, convirtiéndose en miembros del ejército letón, de la guardia de la cárcel o de la defensa civil, teniendo que obedecer sin rechistar lo que le ordenen sus superiores.
Y si uno se queda con ganas de más emociones, también puede participar en un juego llamado “Escapa de la URSS”. Este juego tiene lugar en la línea fronteriza de la URSS y que intentaban cruzar ilegalmente cientos de personas al año; consiste en simular el cruce de esta línea imaginaria sin que seas capturado por los guardias. Según la web, no es apto para gente que “no se crea capaz de trepar hasta la ventana de un primer piso”.
Lo que tengo que averiguar es si las órdenes de los guardianes son también en inglés, porque si son sólo en lituano creo que voy a pringar más que el recluta patoso de La Chaqueta Metálica. Bueno, pues ¿quién se anima?
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Y os decía que había dos motivos para ir a Letonia. El otro es que se puede hacer una escapada a la vecina Lituania, y participar en el previsible linchamiento de un tipo llamado Svajunas Beniuk, el de la foto.
Y vosotros diréis, ¿quién es ése? Y ¿por qué se le tiene que linchar?
Pues mirad este
VIDEO.
Ahora me diréis si no se merece ser linchado, tras una laaaarga sesión de tortura, pero de verdad, no como las del Hotel Karosta. De hecho, en Facebook se ha creado un grupo de gente que exige que sea colgado, al que me he unido. Yo, aunque soy contrario a la pena de muerte, haría una excepción con este sujeto.