martes, abril 30, 2019

"T-34" (2018): SI TE GUSTA LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, LAS BATALLAS DE TANQUES Y LAS EXPLOSIONES, ÉSTA ES TU PELÍCULA



Bien, amigos, no estoy desaparecido en combate, aunque lo pueda parecer por mi prolongada ausencia. Estoy concentrado en la escritura de mi próximo libro, que estará disponible en las librerías en otoño; ahora ya estoy embarcado en la redacción del penúltimo capítulo, así que puedo respirar un poco, por lo que vamos con una recomendación cinematográfica.

No obstante, antes vamos con algunos apuntes referidos a mis libros. No sé si sabéis que por estas fechas los autores recibimos de las editoriales las liquidaciones de las ventas alcanzadas el año anterior. Es ahora cuando el autor deja aparcadas las conjeturas y conoce con exactitud el número de ejemplares vendidos y, por tanto, la acogida real que han tenido sus criaturas.

De los números que me han llegado puedo decir que mi primer libro con la editorial Almuzara, ESO NO ESTABA EN MI LIBRO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, ha funcionado bastante bien y, de hecho, lo sigue haciendo, aunque no ha sido una sorpresa.


Lo que me sí me ha causado sorpresa, hasta cierto punto, es lo bien que ha funcionado la reedición de HECHOS INSÓLITOS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, publicada por Roca, ya que apenas había generado comentarios y tampoco aparecía entre los libros más vendidos de Amazon. Tampoco me esperaba que PEQUEÑAS GRANDES HISTORIAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, que publiqué con Planeta y que creo que ya no está a la venta en España, se siga vendiendo tan bien en México, Colombia y Argentina.

En el pasado Sant Jordi estuve firmando en Hospitalet de Llobregat (Barcelona) ejemplares de mi último libro, GRANDES ATROCIDADES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, que, aunque parece que no va a alcanzar las cifras de ventas del anterior, se está defendiendo bien en las librerías.




Pues una vez informados de cómo van mis libros, en lo que ello pudiera tener de interés, vamos con la recomendación fílmica.

Ayer vi la película rusa T-34, estrenada el año pasado. La verdad es que no había oído hablar de ella y la encontré por casualidad. Mis expectativas no eran muy altas, ya que las cintas bélicas producidas en Rusia no acaban de gustarme. En ellas los diálogos no parecen reales, el ritmo es desigual, siempre meten una historia de amor con calzador y tienen un aire a película patriótica.


Aunque sus dos horas y veinte minutos de metraje la hacían un poco intimidante, decidí verla, en V.O subtitulada, y me ha sorprendido agradablemente. El film narra las peripecias de la tripulación de un T-34, el famoso tanque soviético, que les lleva desde un combate en los alrededores de Moscú en diciembre de 1941, tras una gran elipsis, a Alemania en 1944.

La película apuesta claramente por el espectáculo, para lo que no ahorra en efectos especiales. Está claro que la mayor parte de lo que se ve en pantalla son efectos creados por ordenador, algunos bastante inverosímiles, pero aun así provocan en el espectador el efecto buscado, que es la emoción y el asombro.

El argumento se basa en el duelo entre un tanquista soviético y otro alemán, que se prolonga de principio a fin y resultando, hasta cierto punto, convincente.



Una cosa que me ha llamado la atención es que, en un momento de gran tensión, un miembro de la tripulación del tanque ruso se pone a rezar el Padre Nuestro agarrando una imagen religiosa. De los testimonios de soldados soviéticos que he leído se desprende que estaban muy ideologizados por los comisarios políticos, así que me ha extrañado esa escena, pero no sé si alguien que conozca con más detalle la actitud de los soldados rusos podrá aclarar si esos arranques religiosos eran habituales o se trata de una licencia del guion, destinada a reducir de la motivación de lucha el componente comunista y aumentar el del patriotismo ligado a la Rusia tradicional, que parece que es la consigna imperante hoy día.

Por último, se agradece que la historia de amor que parece que ha de ser incluida por contrato en estas películas para atraer al público femenino a las salas no resulta cargante, sino que se engarza con cierta naturalidad en el guion.



Por tanto, no esperéis una obra maestra, una reflexión sobre la guerra o una crónica con valor documental, sino algo más cercano al cine de palomitas sin otra pretensión que hacer pasar al espectador un rato entretenido.

Así pues, si os gusta el cine bélico ambientado en la Segunda Guerra Mundial, las batallas de tanques, las explosiones, los proyectiles, la tensión del combate... ésta es vuestra película.