viernes, diciembre 14, 2018

EL DUODÉCIMO HOMBRE (2017): ÉPICA HUIDA EN LA NORUEGA OCUPADA




Bien, amigos, vamos con una recomendación fílmica. Se trata de una cinta con el poco estimulante título de EL DUODÉCIMO HOMBRE (Den 12. mann, 2017), de la que no había oído hablar y que encontré por casualidad.

Ahora que se ven tantos patriotas noruegos por la calle, a tenor de las banderas que lucen orgullosamente en sus chaquetones, es buen momento para acudir a este film ambientado en la Noruega ocupada, durante la Segunda Guerra Mundial.

La película narra la historia real del miembro de un comando de doce hombres llegado a Noruega en un barco para emprender acciones de sabotaje, Jan Baalsrud. Su grupo fue interceptado por los alemanes nada más llegar a la costa. Él fue el único que logró escapar. A partir de ahí comenzaría su épica aventura para llegar hasta la frontera sueca, ayudado por los civiles noruegos.

Cuando los alemanes descubren que uno de los saboteadores ha huido, pondrán todo tu empeño en atraparlo.

Para el sturmbannführer Kurt Stage, interpretado magistralmente por Jonathan Rhys Meyers, será todo un desafío personal dar con el escurridizo noruego.

Aunque quizás el metraje resulte un tanto largo, la película funciona a todos los niveles; un buen guion, excelentes interpretaciones, perfecta ambientación... Yo destacaría el trabajo realizado por el protagonista, Thomas Gullestad, quien hace evidente su deterioro físico a lo largo de la huida, lo que el actor logró adoptando una estricta dieta.




Pero, sobre todo, destacaría al citado Rhys Meyers, que logra transformarse en un auténtico e implacable oficial nazi, en un inquietante cruce entre el Agente Smith de Matrix y Pedro Sánchez.




Entre los aspectos mejorables del film estaría ese metraje excesivo y alguna escena inverosímil, como el fugaz encuentro entre los dos protagonistas o la espectacular huida entre el rebaño de renos. No he tenido tiempo de comprobar si eso sucedió en realidad, pero se hace difícil pensar que fue así.

En todo caso, creo que vale la pena ver esta película para descubrir esta épica historia de la Segunda Guerra Mundial de la que no tenía constancia y que imagino que vosotros tampoco.


Por último, si no tenéis idea de qué regalar a ese otro amigo que le gusta la Segunda Guerra Mundial, o no sabéis qué autorregalaros esta Navidad, aquí os dejo una idea, en una imagen que tomé ayer mismo en La Casa del Libro de Barcelona:





Pues sí, ya tenéis mi GRANDES ATROCIDADES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL en todas las librerías.

Ya me están llegando vuestras opiniones y, como no podía ser de otro modo, son todas muy positivas, me alegro mucho de ello. Tan sólo os pediría el favor de dejar también constancia de esas opiniones en las webs de las librerías, en foros o en las redes sociales, lo que ayudará a que otros lectores puedan también disfrutar del libro.

martes, diciembre 04, 2018

LIBROS, LIBROS, LIBROS...




Bien, amigos, aquí estamos de nuevo con algunas recomendaciones librescas. Hace un tiempo que ando bastante liado, primero con las últimas pinceladas de mi último libro, GRANDES ATROCIDADES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, y ahora con la redacción de mi próximo libro, que llevo con un poco de retraso, por lo que preciso aumentar el ritmo.

Aun así, siempre hay un momento para leer y de eso se trata la entrada de hoy, de hablaros de los últimos libros que he leído.

Comienzo con el último trabajo de un amigo, Marco da Costa, HOLLYWOOD CONTRA HITLER, publicado por Notorious Ediciones. Se trata de un exhaustivo compendio de todas las películas que el cine norteamericano dedicó al Tercer Reich. La obra, de 340 páginas y con prólogo de Luis Alberto de Cuenca, recopila todos esos filmes, de cuya gran mayoría nunca escuché hablar.

Paradójicamente, Hollywood recurrió a herramientas parecidas a las utilizadas por Goebbels para demonizar al enemigo, retratando malvados y siniestros personajes nazis, sobre todo en la abundante producción de serie B.

No obstante, el cine norteamericano se distinguiría por la excelencia artística y, sobre todo, el humor, como en el caso de Charles Chaplin y su El gran dictador.




También hay que destacar la utilización de personajes de la cultura popular como Superman, el Pato Donald o Tarzán para derrotar a los nazis. Respecto a este último, el libro refiere un gag de El triunfo de Tarzán, en el que la mona Chita contacta por radio con Berlín y sus sonidos simiescos son confundidos al otro lado de la línea con el mismísimo Führer.

Seguimos con el Tercer Reich, en este caso con un libro que me ha sorprendido muy gratamente: BERLÍN, 1936, del historiador alemán Oliver Hilmes y publicado por Tusquets.

El ejemplar lo compré a comienzos del año pasado, pero ha permanecido todo este tiempo aparcado en mi biblioteca porque el tema de los Juegos Olímpicos de 1936 lo conozco bastante bien y pensaba que esta obra no me iba a aportar mucha información nueva.


Sin embargo, estaba completamente equivocado. El libro no es una crónica de los Juegos -o no sólo eso-, sino de cómo transcurrieron esas dos intensas semanas en Berlín, retratando personajes desconocidos pero singulares y describiendo cómo lucía la capital germana en esos festivos días en los que la Alemania de Hitler disfrutó de su mejor escaparate mundial.

Hilmes ha llevado a cabo un extraordinario trabajo de documentación para poder ofrecernos esta obra que se lee como una novela y que, si os atrae el Berlín de los años treinta, no puede faltar en vuestra biblioteca.


Y ahora nos adentramos de lleno en la Segunda Guerra Mundial con las memorias de Kurt Panzer Meyer, tituladas lacónicamente GRANADEROS, publicadas por Ediciones Platea.

La obra, sin ambages ni sutilezas, describe su recorrido por los diferentes teatros de guerra europeos: Polonia, Francia, Grecia, Rusia o Bélgica. Las páginas muestran toda la crudeza de los combates. Sorprende que Meyer pudiera sobrevivir a la guerra después de ver continuamente como caían todos los que le rodeaban, y de enfrentarse a situaciones realmente críticas, de las que siempre lograba salir con bastante fortuna. Para los que os gustan los relatos bélicos a pie de campo de batalla, otro título imprescindible.


Y terminamos con otro libro centrado en el conflicto, LA BATALLA DE KURSK, del historiador norteamericano Dennis Showalter y editado por La Esfera de los Libros.

Curiosamente, el choque que, en mi opinión, supuso el auténtico punto de inflexión en el frente oriental permanece todavía hoy relativamente ignorado. La poca atención que ha recibido de los historiadores ha hecho que Kursk sea víctima de esa anomalía. Por otro lado, los mitos e inexactitudes que han acompañado al relato de la batalla han contribuido al desconocimiento de lo que allí sucedió. Para tratar de paliar esa ignorancia llega esta interesante obra.



El libro consta de dos partes diferenciadas; la primera analiza de forma ágil y brillante los prolegómenos de la batalla, y en la segunda entra de lleno en la crónica detallada del choque, basándose en las revelaciones más frecuentes.

El relato resulta impecable desde el punto de vista historiográfico pero, al centrarse en el carácter operacional descendiendo al ámbito de regimientos y batallones, podéis perder de vista el desarrollo general de la batalla, abrumados por los nombres de las distintas unidades y la indicación de sus movimientos. Por tanto, si os gusta la historia militar pura y dura os encantará, pero si preferís un estilo más divulgativo quizás os resulte un tanto árido.

Pues bien, ya tenéis aquí algunas propuestas para esta época de compras compulsivas, regalos y autorregalos que se avecina. Si ya habéis leído alguna de estas obras, espero vuestras opiniones, así como sugerencias de otros títulos que creáis que pueden resultarnos también de interés.


jueves, noviembre 29, 2018

EL BANQUERO DE LA RESISTENCIA (NETFLIX): UN FILM FLOJITO SOBRE UNA GRAN HISTORIA DE INGENIO Y VALOR




Bien, amigos, como sabéis, mi nuevo libro, GRANDES ATROCIDADES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, se encuentra ya en las librerías.

Los autores solemos ponernos muy pesados hablando de nuestro último libro, así que no os daré aquí la tabarra para que lo compréis.



Si queréis conocer detalles del mismo, os recomiendo que leáis la entrevista que ayer salió en ABC.es, en la que hablo de los hechos que relato en uno de los capítulos, la matanza de prisioneros del Eje por parte de los norteamericanos en Biscari, Sicilia.

Y AQUÍ podéis leer la primera reseña que ha aparecido.

Pues tras este breve espacio de autopromoción vamos con una recomendación fílmica. Se trata de la película holandesa EL BANQUERO DE LA RESISTENCIA (2018), que se puede ver en Netflix.



Es un filme que explica la historia real del banquero Walraven van Hall, quien organizó de manera clandestina un fondo de ayuda en Holanda durante la ocupación alemana.

Gracias a su ingenio y valor logró crear una red que daba cobertura económica a las actividades de la resistencia y a gente que ocultaba judíos. Esa red distribuiría el equivalente a unos 450 millones de euros.




Yo no conocía la historia de este banquero, así que la he descubierto gracias a esta película, a pesar de que me ha parecido bastante floja. Las interpretaciones resultan poco convincentes, el ritmo resulta lento, apenas hay un par de escenas que transmiten cierta tensión y el metraje parece excesivo. La ambientación merece únicamente un aprobado.

Aun así, si la visionamos como si fuese un documental, la cinta puede resultar de interés para los que nos gusta descubrir historias poco conocidas de la Segunda Guerra Mundial.


Walraven van Hall cuenta con un monumento en Amsterdam, en forma de árbol caído.

Imagino que hasta ahora casi nadie repararía en él y ahora, tras la película de Netflix, recibirá muchas más visitas. Naturalmente, ese punto queda anotado para cuando visite esta ciudad.

lunes, noviembre 19, 2018

RUBÉN VILLAMOR: "EXISTÍA CIERTA SENSIBILIDAD DE LOS NAZIS CON LOS VOLUNTARIOS EXTRANJEROS"




Bien, amigos, comenzamos la semana con una buena noticia -al menos para mí-, como es la publicación de mi nuevo libro, GRANDES ATROCIDADES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, editado por Almuzara. A partir de hoy lo tenéis disponible en las librerías.

Aunque hoy es la fecha oficial de salida a la venta, es posible que vaya llegando a las tiendas a lo largo de esta semana. Para los más impacientes, lo tenéis ya a la venta en AMAZON.




Pero tiempo habrá de hablar del contenido de mi nueva obra. Vamos hoy con una entrevista a un joven historiador que está demostrando que los trabajos de los autores españoles pueden estar a la altura de los realizados por los mejores autores extranjeros, el toledano Rubén Villamor.

Hace unos meses leí su libro LOS EJÉRCITOS DEL DRAGÓN. VOLUNTARIOS EXTRANJEROS EN EL EJÉRCITO JAPONÉS (1931-1945), que me sorprendió muy favorablemente, gracias al cual conocí algunas historias de las que no tenía ni idea, y que reflejé en mi anterior libro, ESO NO ESTABA EN MI LIBRO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.

Ahora nos presenta una nueva obra, LOS ASIÁTICOS DE HITLER, publicada por Trafalgar Editions.



- Eres un gran experto en el teatro de guerra asiático, del que cuentas con una impresionante bibliografía, ¿de dónde proviene tu interés?


- Lo habitual entre los aficionados de la Segunda Guerra Mundial suele ser por norma general el teatro europeo y no el Pacífico. Desde luego y por raro que parezca, no ha sido mi caso. Quizá una de las explicaciones sea que mi primer contacto con este conflicto fue a través de la película Pearl Harbor en el año 2001, donde las imágenes de los cazas Zero enfrentándose a los buques y aviones norteamericanos me recordaron a las batallas espaciales de STAR WARS, una saga de la que soy muy fan.

Fue entonces cuando, tras quedar entusiasmado en mi mente de niño con el film de Michael Bay, acudí al videoclub para saber más sobre esta guerra y alquilé Salvar al Soldado Ryan. Craso error, pues sin saberlo me había enganchado a una droga imposible de dejar. Aún así, mi predilección por el Pacífico fue más grande, pues como ya he dicho, este escenario fue mi primer roce con la conflagración de 1939 a 1945. Es más, ya de adulto combiné mis dos pasiones por el Lejano Oriente y el mundo militar, haciendo la carrera de Estudios Orientales en la Universidad Autónoma de Madrid y posteriormente alistándome como voluntario en el arma de artillería de las Fuerzas Armadas.

- De este teatro de operaciones tan amplio y al mismo tiempo tan desconocido, cuál sería tu frente favorito?


- Sin lugar a dudas te diría China, la gran desconocida y que sin duda alguna fue el teatro de operaciones más sangriento y geográficamente más amplio, con miles de kilómetros de líneas que se extendieron sobre Pekín, Shangai, Cantón, Manchuria, Mongolia, el Desierto del Gobi y la frontera con Birmania, además de ser el lugar donde se libraron las batallas más grandes de la historia de este continente, a veces con millones de tropas masacrándose entre sí, un fenómeno que sólo se dio en Rusia en episodios como "Barbarroja", Stalingrado o Kursk.

De hecho, si juntásemos la magnitud de la tragedia vivida en el Frente Occidental europeo, las arenas de África o las islas del Pacífico, entre todos sólo nos proporcionarían una de las diez víctimas que cayeron en China.




- En tu última obra has pasado a hablar de las tropas asiáticas de Hitler, ¿qué es lo que te llamó la atención de este tema tan poco tratado para elaborar ese trabajo sobre el tema?

- Es curioso porque Los Asiáticos de Hitler es realmente una continuación de Los Ejércitos del Dragón. Precisamente, cuando escribí esta última obra en el 2014, el manuscrito original era un libro que trataba sobre los voluntarios asiáticos tanto en el ejército japonés como en el ejército alemán. Sin embargo, como el espacio ocupado era muy grande, la editorial HRM, que por aquellas fechas todavía era joven en el ámbito de la publicación, comprensiblemente no quiso arriesgarse a hacer un libro tan grande y por eso acordamos reducirlo a sólo el voluntariado y los estados satélites del Imperio nipón.

Así pues, simplemente recuperé lo escrito hace unos años, y lo amplié casi al doble de tamaño, añadiendo por ejemplo los centro-asiáticos, tártaros y calmucos, a mi previa investigación sobre los indios, coreanos, japoneses, chinos, etcétera. El ensayo de la editorial Trafalgar ha sido el resultado.




- Resulta sorprendente que los nazis recurriesen a tropas de etnias exóticas y que mostrasen, hasta cierto punto, una sensibilidad especial hacia sus identidades, lo cual no parece encajar en su idea de la superioridad racial. ¿Estarías de acuerdo?

- Lo cierto es que soy partidario de que existía una cierta sensibilidad por parte de los nazis con los distintos voluntarios extranjeros que pasaron por el ejército alemán o las Waffen-SS. Tal vez no sería el caso de los rusos y ucranianos, a los que sólo reclutaron cuando las cosas se pusieron feas en Rusia.

Sin embargo en el resto de nacionalidades y razas que en su mayoría no entraban dentro del espacio vital o Lebensraum, los alemanes compartían unos objetivos y enemigos comunes, y lo que era más importante, de cara a una eventual victoria del Eje en la Segunda Guerra Mundial, en la paz que vendría con la postguerra no iba a suponer ningún problema para Berlín que la India, las minorías de los Balcanes o el mundo árabe en África u Oriente Medio fuesen independientes, incluso hasta esta opción era la más beneficiosa para la política exterior del Tercer Reich, tal y como el mismo Hitler manifestó en público y en privado a sus círculos más cercanos.




- Además de escritor, eres recreador histórico o reenactor, una afición en alza y con cada vez más seguidores, entre los que me incluyo. De hecho, coincidimos el año pasado en la recreación del Desembarco de Normandía en Benidorm, en donde participaste encuadrado en las tropas italianas. ¿Cómo comenzaste en esta afición? ¿Por qué te decidiste por recrear el soldado transalpino?

- Como reenactor comencé ingresando en el Leibstandarte, un grupo acerca de la 1ª División Panzer de las Waffen-SS en el que continúo siendo miembro a día de hoy con unos compañeros maravillosos, y que tiene la particularidad de ser el único en toda España en poseer un cazacarros, concretamente un Stug, además de haber participado en series de televisión como El Ministerio del Tiempo.

También hace un años, yo mismo fundé el grupo Legión Italia, a día de hoy reconvertido en Avanti Saboya tras la fusión con este último, que nació como iniciativa para romper con la total hegemonía alemana en todos los grupos que recrean al Eje, ya que mientras en los reenactors aliados encontramos americanos, rusos, británicos, polacos, españoles de la Nueve, etcétera, en el otro bando hasta hacía poco era imposible ver otra cosa que no fueran alemanes, lo que no dejaba de ser una anomalía histórica.

- ¿Cuáles serían tus próximos proyectos?

- Adelanto que tengo en marcha la que va a ser la obra más ambiciosa de mi vida hasta la fecha. Básicamente serán dos grandes tomos, ambos de la Segunda Guerra Sino-Japonesa, el primero desde el Incidente de Mukden en 1931 hasta la situación bélica de China antes del inicio de las hostilidades en Europa en septiembre de 1939, previsto para finales de 2019; mientras que el segundo se reducirá al Frente Chino durante la Segunda Guerra Mundial, seguramente y si toda va bien para 2020.


Pues muchas gracias, Rubén, por estas respuestas tan interesantes y, desde aquí, y en nombre de todos los aficionados a la Segunda Guerra Mundial, te animo a que nos sigas descubriendo ese frente tan fascinante como desconocido que es el del Extremo Oriente.


miércoles, noviembre 14, 2018

LA REVOLUCIÓN SILENCIOSA (2018): LA HISTORIA REAL DE UNA PROTESTA ESTUDIANTIL EN LA ALEMANIA ORIENTAL DE 1956



Bien amigos, después de la pequeña decepción de El capitán, ayer me vi esta película también alemana que se estrenó el pasado mes de julio, LA REVOLUCION SILENCIOSA, dirigida por Lars Kraume. Aunque el título no es malo, tiene más sentido el original, Das schweigende Klassenzimmer, traducible como el aula silenciosa o la clase en silencio, tal como veremos.

Ya sabéis que la República Democrática Alemana (RDA) está de moda, con varias películas y series ambientadas en ella, pero siempre en los años ochenta. En cambio, esta película se desarrolla en los primeros tiempos de la RDA, concretamente en 1956, en los días en que tenía lugar la Revolución húngara.

Trata de la historia real de la protesta que llevaron a cabo unos estudiantes de bachillerato, realizando un minuto de silencio en homenaje a las víctimas de ese levantamiento que sería ahogado por las tropas soviéticas. Lo que en un principio no fue más que un gesto espontáneo, más cercano a una travesura que a una protesta organizada, acarrearía indeseadas consecuencias a sus protagonistas.




Pues bien, la verdad es que la cinta me ha parecido excelente, la que más me ha gustado en los últimos meses. En ella todo funciona a la perfección; el guion, el ritmo, la ambientación, y sobre todo las interpretaciones. El casting es sobresaliente, ya que todos los actores brillan a gran altura (a destacar el ministro de Educación), haciendo que el relato resulte creíble y emocionante.

El resultado es eso tan difícil de lograr que es que nos interese de verdad lo que le sucede a los personajes y que las casi dos horas que dura el film pasen volando.




Como sucede con las buenas películas, ésta nos interpela directamente. Los protagonistas han de escoger entre ser fieles a sus ideas y a la verdad, y afrontar las consecuencias, o someterse a lo que consideran una situación injusta para salvaguardar así sus intereses personales. Este dilema, que nunca ha perdido vigencia, hace que el film se siga con creciente interés, para saber qué postura prevalecerá; el idealismo o el pragmatismo.

Por tanto, os recomiendo vivamente esta cinta que, quizás porque se estrenó en verano, pasó desapercibida pero que merece ser disfrutada por muchos más espectadores, sobre todo los que nos apasiona la historia del siglo XX y en especial los que nos despierta interés la historia de Alemania Oriental.

lunes, noviembre 12, 2018

EL CAPITÁN (DER HAUPTMANN, 2018): MUERTE A LOS TRAIDORES




Bien amigos, ya estoy por aquí después de dejar mi nuevo libro listo para entrar en imprenta. Así que vamos con la película que vi ayer, EL CAPITÁN (Der Hauptmann, 2018), dirigida por Robert Schwenkte.

El film explica la historia real de Willi Herold, un joven de apenas 19 años que en abril de 1945, tras verse separado de su unidad, se hizo pasar por capitán de la Luftwaffe después de que encontrase un uniforme abandonado en un vehículo.

Amparándose en su recién estrenado rango, reunió un grupo de hombres que habían quedado también perdidos y se dirigió al campo de prisioneros de Aschendorfermoor, en el que estaban confinados desertores del ejército alemán. Asegurando cumplir órdenes directas del Führer, se hizo cargo del campo y comenzó a asesinar a los internos.


Como veis, el planteamiento de la película no puede ser más prometedor, de ahí que tuviera muchas ganas de verla. El tema de los desertores en esas últimas semanas del Tercer Reich no ha sido demasiado tratado, por lo que contaba con un plus de originalidad.

Sin embargo, en mi opinión la cinta no cumple con esas altas expectativas. De hecho, no llegué en ningún momento a conectar con la historia. La interpretación del protagonista, Max Hubacher, sin ser deficiente, no deja traslucir lo que debía sentir el verdadero Herold, por lo que su comportamiento aparece un tanto incomprensible. El resto de interpretaciones tampoco es demasiado brillante.

Aunque se ha destacado la fotografía -está rodada en blanco y negro con alto contraste-, creo que no ofrece ese toque de documental que tenía, por ejemplo, La lista de Schindler. Tan sólo aparecen imágenes en color cuando brevemente se muestra el estado actual del lugar en el que se levantaba aquel campo de prisioneros.




En definitiva, creo que la historia daba mucho más de sí y que se ha desaprovechado. Quizás el director debería haberse inspirado en la película FUNNY GAMES para aprender a mostrar de manera perturbadora todo el horror que suscita la violencia arbitraria. Lo más positivo es que el film ha hecho aflorar esta insólita historia que, al menos, yo desconocía.

Por cierto, no os perdáis los títulos de crédito finales; quizás sea lo único que me ha gustado de la película.



Por último, anotad en vuestra agenda que de aquí a una semana tendréis a vuestra disposición en las librerías mi nuevo libro, GRANDES ATROCIDADES DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, publicado por Almuzara, una obra en la que hubiera podido tener un hueco la escabechina que perpetraron Herold y sus hombres en el campo de Aschendorfermoor.


lunes, octubre 15, 2018

BABYLON BERLIN (SERIE TV): SUSPENSE Y EMOCIÓN EN LA REPÚBLICA DE WEIMAR



Un amigo me recomendó la serie BABYLON BERLIN, y este fin de semana, aprovechando que el mal tiempo no invitaba a salir, me he embaulado sus dos temporadas.

La serie narra las aventuras de un policía de Colonia, Gereon Rath, en el Berlín de 1929. Está basada en las novelas del escritor alemán Volker Kutscher, a quien no conocía.

De entrada ya puedo deciros que la serie es extraordinaria, y que, si no la habéis visto, ya estáis tardando en hacerlo.

Lo primero que sorprende es que está ambientada en el Berlín de la República de Weimar, una época que, pese a su trascendencia, tengo que admitir que no conozco tan bien como el período del Tercer Reich, lo mismo que seguramente os ocurre a vosotros. Es curioso que esa época, aunque no lo parezca, duró más que el régimen nazi, pero aun así no despierta el tremendo interés del turbulento período posterior.




Y lo segundo que sorprende es que el retrato de esa época, tal como aparece en la serie, resulta de un interés extraordinario. Los que hemos estudiado la República de Weimar lo hemos hecho bajo la perspectiva del ascenso del nazismo, pero no la hemos contemplado en sí misma. La serie nos revela ese error, y muestra sus atractivos sin tener que recurrir a la carta segura de los nazis. De hecho, éstos sólo aparecen, y de forma testimonial, en el penúltimo capítulo de la segunda temporada.

Dicho esto, vamos con la crítica televisiva.

Aunque la ambientación es espectacular y los actores muy convincentes, el eje de la historia en la primera temporada -la misión de Rath de recuperar una filmación con la que se pretende chantajear al alcalde de Colonia- no acaba de interesar realmente. Igualmente, la historia secundaria -un tren con oro ruso que llega a Berlín- se presenta un tanto confusa y no logra atrapar la atención, al menos en mi caso.

Tampoco hay escenas de auténtico suspense ni se recurrre a los habituales cliffhangers. Los capítulos van discurriendo a un ritmo lento y no se advierte una progresión dramática clara.




Aun así, me zambullí en la segunda temporada y ahí todo cambia por completo. No sé si la intención era hacer una primera de perfil bajo, a modo de presentación de los personajes, e ir con todo ya en la segunda, o si para esta los guionistas se han puesto de verdad las pilas ante el discreto resultado de la primera...

Pero lo que es cierto es que la segunda es extraordinaria, con varias escenas de gran emoción -alguna de ellas de una tensión insoportable- y con dos últimos capítulos brutales. Además, cobran sentido algunos detalles vistos en la primera temporada.

Hay que destacar la excelente actuación de todo el reparto, con un Peter Kurth imperial en el papel de Bruno Wolter (en la foto), y unos secundarios -como el periodista o la casera- que lo bordan.




En suma, una serie que demuestra que no hay que recurrir a los nazis para enhebrar una emocionante historia y que además despierta el interés por la República de Weimar, que la tenemos un tanto abandonada. Por ejemplo, me sorprendió -al igual que a mi amigo- que se refiriesen todo el tiempo al "Reich" en lugar de a la "República" (hablan de Hindenburg como el presidente del Reich), hasta que he comprobado que, en efecto, Alemania conservó el nombre de Deutsches Reich pese a ser ya una república.

También me resultó extraño ver el vuelo de un Junkers Ju 52 en 1929, cuando voló por primera vez en 1932 (en 1930 lo hizo uno monomotor), pero no nos pondremos tiquismiquis.

Afortunadamente, se ha confirmado que tendremos tercera y cuarta temporada de esta excelente serie que no os podéis perder.


lunes, septiembre 24, 2018

MEMORIAL MARCH 2018. ASÍ HA SIDO MI ESTRENO COMO CORRESPONSAL DE GUERRA EN PRIMERA LÍNEA DE FUEGO




Bien, amigos, todavía estoy bajo los efectos de la excitación y la adrenalina segregada este fin de semana en Albentosa (Teruel), en donde ha tenido lugar la IV MEMORIAL MARCH "WAY TO VICTORY".

Este evento, organizado por el grupo de recreación valenciano Screaming Eagles 101 y que ha contado con la asistencia de otros 35 grupos de toda España, ha supuesto mi estreno como recreador, en el papel de US War Correspondent, y la experiencia no ha podido ser más gratificante.

En esta ocasión, la acción estaba situada en Bélgica, tras la batalla de las Ardenas, cuando los alemanes se retiran hacia el Rin. El pueblo turolense de Albentosa se ha convertido durante dos días en uno de los últimos pueblos belgas en ser liberado. Y ahí he estado yo para captar con mi cámara esa encarnizada lucha.

Aquí vemos a los orgullosos alemanes dispuestos a defender la línea del frente ante la inminente acometida aliada:





Tras la arenga de su comandante en la plaza de la iglesia, marchan hacia las afueras del pueblo para salir al encuentro de los aliados:



Las tropas norteamericanas se acercan al pueblo con mucha cautela:




Los británicos les cubren la retaguardia:



Los alemanes no están dispuestos a entregar el pueblo así como así. Han preparado una emboscada en el camino que lleva hasta él.

De repente, comienzan a silbar las balas. Haciendo frente al peligro, me sitúo en primera línea de fuego:






Los británicos proporcionan un inestimable apoyo, aunque alguno acusa la tensión nerviosa:


El cuerpo sin vida de un alemán al borde del camino da idea de la crudeza de los combates:


Pero los aliados también están sufriendo numerosas bajas:




Los alemanes han dispuesto una última línea defensiva para proteger el pueblo. Franquearla está costando más de lo previsto:



Los aguerridos teutones no dan su brazo a torcer, así que hay que tomarla al asalto:


Por fin se retiran hacia el pueblo. Pero allí se hacen fuertes. Ahora hay que combatir en las calles:



Los alemanes resisten heroicamente, pero nada pueden hacer ante el empuje de norteamericanos y británicos, que ya se ven muy cerca de de la victoria:




Finalmente, el mando germano decide rendir el pueblo ante lo inútil de su resistencia. Por su parte, los aliados reconocen el valor desplegado por sus enemigos.



Parece ser que algún soldado británico no ha marcado bien el paso durante la ceremonia y se lleva una mirada inquisitorial de su superior:



El pueblo ha sido tomado, pero el largo Way to Victory continúa...



Espero que os haya gustado este reportaje fotográfico sobre lo que hemos vivido estos dos intensos días en Albentosa.

Desde aquí quiero agradecer a la organización el que nos haya permitido vivir una experiencia que creo que el sueño de todo apasionado por la Segunda Guerra Mundial, y darles todo el apoyo para que la próxima edición de la Memorial March vuelva a ser un rotundo éxito.