lunes, septiembre 20, 2010

Visita a Berchtesgaden (5ª Parte y última) Braunau am Inn.

Bueno, con esta quinta y última entrega acabaremos de matar mi viaje de este verano a Berchtesgaden y aledaños.

Como os comenté, desde Salzburgo viajé en tren a Braunau am Inn, el pueblo natal de Hitler; el viaje, creo recordar de una hora y pico, se alarga un poco porque va parando en todas las estaciones y apeaderos; el paisaje es llano pero bonito, se pasa por un lago y todo, así que el trayecto no se hace demasiado pesado.

Una vez que desciendes en la estación de Braunau am Inn -por cierto, bastante solitaria-, aunque hay autobuses, puedes ir caminando hasta el pueblo saliendo a mano derecha, está a un cuarto de hora.

El pueblo es pequeño y muy tranquilo, se trata básicamente de una sola calle que viene desde la orilla del río Inn. El otro lado río es Alemania. Cuando llegué al centro de Braunau, antes que nada me dirigí a la orilla alemana para tomar una fotos del pueblo viniendo del lado alemán, aquí las tenéis. Por cierto, el río Inn, aunque no es muy conocido, es muy caudaloso, mucho más que cualquiera de los ríos que tenemos por aquí.







Pues, como digo, Braunau es prácticamente una sola calle, que en su recorrido más cercano al río es muy ancha y con cierto encanto, tiene varias terrazas donde tomar cerveza, así como el inevitable Kebab de turno. Aquí tenéis el edificio del Ayuntamiento.



Ese tramo ancho finaliza en este paso de muralla bajo esta torre medieval. La foto está tomada mirando en dirección al río. Detrás de mí estaría la casa de Hitler.



Esta es la casa del susodicho. Se encuentra fácilmente; si venimos por la calle principal desde el río, está en la acera de la izquierda, y a unos doscientos metros de la torre medieval que hemos visto. No tiene pérdida; en todo caso, si preguntáis a alguien no tendrá reparos en indicaros cuál es, a no ser que vayáis rapados, con bomber y Dr. Martens, ya que en este caso es probable que llamen a la policía. Si no miente la web The Third Reich in Ruins, la ventana de la habitación en la que nació es ésa que os señalo con la flecha roja.



Aquí, la casa por la parte de atrás.



Y aquí, la foto que no puede faltar en el álbum de todo friki del Tercer Reich.



En la actualidad, la casa acoge un centro para niños discapacitados, algo que veo muy bien. A nadie se le escapa que el Ayuntamiento de Braunau tiene una difícil papeleta con esta casa, pero yo creo que la ha resuelto bien. Evidentemente, no van a poner una placa diciendo "Aquí nació Hitler", pero la idea de poner delante una piedra traída de Mauthausen para indicar el sitio creo que es una excelente idea.







Pues ya habéis visto Braunau am Inn. Si llegáis en tren, verificad bien el horario de vuelta con el jefe de estación; en el panel ponía una hora de vuelta, pero antes de subir tuve la intuición de preguntar al maquinista y me dijo que ese tren, el que se suponía que salía para Salzburgo, iba a otro sitio, lo que me confirmó el jefe de estación. Y como salen de allí cada hora, tuve que esperar dos horas, así que preguntad antes.

Pues hasta aquí toda la información sobre el viaje. Si hay alguna duda, la responderé con mucho gusto.

14 comentarios:

Javier dijo...

Una duda, ¿qué pone en la roca?

Humberto dijo...

La verdad es que no me imaginaba ni el pueblo ni la casa así.

Nacho dijo...

Hola, lo que resulta curioso es el buen estado de conservación que parece tener la casa. También me parece curioso el hecho de que no demolieran la casa tras la guerra. Al fin y al cabo, la casa donde naces es más importante para los seguidores que en la que has vivido. Otra cuestión que observo es que cuando Hitler dijo que nació allí, justo al lado de la frontera con Alemania, no le faltaba razón a la hora de considerarse más alemán que austríaco puesto que se puede considerar a esta ciudad más alemana. Eso sí, historiadores y periodistas siempre repiten eso de que Hitler era austríaco, cuando muchos austríacos de la época se consideraban tan alemanes como los bávaros.

Muchas gracias por las fotos Jesus,

Saludos

Mario Tenorio dijo...

Hola a todos:

Me parece que el pueblo, al margen de ser la cuna de Hitler, no tiene nada más reseñable.

JH, ¿crees que se avergüenzan de su hijo más detestable o simplemente lo ignoran?

Otra cosa, JH, en la foto en la que sales... ¡qué serio estás!

Saludos desde el sur.

Ludovica dijo...

En la roca pone más o menos "por la libertad de la paz y la democracia, en recuerdo de millones de personas muertas bajo el fascismo"

El ojo de Casandra dijo...

Yo siempre he pensado que el carácter de las personas tiene mucho que ver con el clima dónde uno desarrolla su infancia. Si nos ceñimos a esa premisa con "nuestro personaje" tenemos una conclusión, mas aún mirando ese cielo anunciando tormenta.
Y en cuanto a sí se sentía alemán o austriaco, conozco a una anciana nacida en Austria, convertida a alemana con Hitler y exiliada tras la guerra. Ella mantiene pasaporte alemán y no austriaco, porque dice sentirse alemana como la mayoría de austriacos de su generación. Lo que invita a pensar, junto con otras fuentes, que en esos años el sentimiento de Austria como nación estaba siempre supeditado a la verdadera madre patria: Alemania.
Gran reportaje Jesús.

Franz von Steigenburg dijo...

Por lo visto no parece ser un pueblo digno de visitar, o eres un apasionado de la SGM o hay muchos otros lugares de Austria para visitar.

Gándara dijo...

Coincido con Nacho, no me cabe en la cabeza que los americanos no arrasaran el pueblo. He visto la página del III Reich en ruinas y he visto la escuela donde estudió Hitler. ¿Estuviste también en ella?.

Esta parte de tu viaje aunque es menos impresionante que las vistas del Obersalzberg es la que más me ha gustado por su significado

Mario Tenorio dijo...

No se si es ironía tuya, Ludovica, peo yo traduzco con la ayuda de google "Piedra del campo de concentración Mauthausen"

Saludos desde el sur.

Ludovica dijo...

Mario, si estamos hablando de la misma piedra, resulta que tiene dos inscripciones... La que yo traduje me atreví a hacerlo sin Google (jejeje), aunque ahora debo reconocer que el "mahnen" del final no sé muy bien dónde lo encajé

Anónimo dijo...

Estimado Jesús Hernández,

Siguiendo el consejo de "Norte contra Sur", me he decidido a escribir un libro sobre la Guerra Civil americana. Gracias por su empujón literario.

Cordiales saludos,

Historia de una América dividida (1861-1865)
http://historiadeunaamericadividida.blogspot.com/

Jesús Hernández dijo...

"JH, ¿crees que se avergüenzan de su hijo más detestable o simplemente lo ignoran?"

Pues la verdad es que no lo sé, Mario.

"He visto la página del III Reich en ruinas y he visto la escuela donde estudió Hitler. ¿Estuviste también en ella?."

No, Gándara, esa escuela es de otro pueblo, uno que está cerca de Linz, bastante lejos de Braunau.

"me he decidido a escribir un libro sobre la Guerra Civil americana."

Muy buena noticia, espero que nos mantengas al tanto de tus progresos y no hace falta decir que este blog está a tu disposición para hablar cuando quieras de tu libro.

Jesús Hernández dijo...

AQUÍ, una reseña sobre uno de mis tres mejores libros, TODO LO QUE DEBE SABER SOBRE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL.

Aunque, cuando salió por primera vez, tuvo una acogida discreta, espero que esta segunda edición tenga la respuesta que el libro merece.

Javier dijo...

Jesús, ese libro me gustó mucho, dado que tenía una idea muy pobre sobre qué fue y cómo fue la PGM. Como de costumbre es ameno y lleno de información, pero siento discrepar, me gustó mucho más el Todo lo que debe saber sobre la "Segunda Guerra Mundial".