sábado, febrero 08, 2014

LA DIETA HERNÁNDEZ


Bien, creo que uno de los atractivos de este blog es que nunca sabéis muy bien lo que podéis encontraros aquí... éste es uno de esos días, ya que creo que nadie iba a poder imaginar que iba a hablaros de dietas.

No sé a cuántos de vosotros os gustaría perder peso; para los que creáis que estaríais mejor con algunos kilos de menos, este post os puede resultar de ayuda. Yo no tengo idea de dietética, sólo lo que he leído en tres libros, pero puedo presentar mi experiencia personal por si a alguno le sirve de algo.

Hace unos tres años, me aterré al subirme a la báscula y ver que pesaba... ¡96 kilos! La perspectiva de llegar a los 100 me llevó a tomar una decisión drástica; había leído en el periódico algo sobre una dieta milagro seguida por millones de personas, la DIETA DUKAN, y pensé que podía ser la solución. Como sabéis, esa dieta consiste en comer proteínas de manera ilimitada, para luego ir introduciendo progresivamente más alimentos.



Pues me leí su libro y comencé a seguir la famosa dieta. Las dos primeras semanas, en la fase denominada de "ataque", los resultados son espectaculares; ves como bajas de peso casi de hora en hora y te entra la euforia. Luego vas bajando de peso más poco a poco... hasta que te estabilizas y el cuerpo se niega a seguir adelgazando. Me quedé en 88 y de ahí fue imposible bajar, hasta que me cansé y la dejé, volviendo a subir de peso, pero quedándome en 92.

Yo desaconsejo vivamente seguir esta dieta. Desayunar sólo pechuga de pavo y queso desnatado era ya comenzar el día mal. No poder comer pan, ni fruta, ni queso, ni pasta, ni beber vino... te desanima y acabas teniendo hambre todo el día. Tienes la boca seca, estreñimiento...

Esa dieta no puede ser buena para el cuerpo; cuando te estabilizas creo que es porque tu cuerpo baja su metabolismo y aprovecha mucho más la energía aportada, ya que interpreta que está en una época de carestía.

Lo único que rescato de la Dieta Dukan es el salvado de avena, el complemento fetiche de esta dieta. Al parecer, al tomarla después de las comidas, el salvado de avena forma una capa alrededor de las grasas y éstas no son absorbidas por el intestino. No sé si será verdad, pero desde entonces me he acostumbrado a tomarla y parece que funciona. Antes, el salvado de avena debías comprarlo en las tiendas de dietética y te clavaban, pero al ponerse de moda con la Dukan, ahora lo tenéis bien barato en el Mercadona.



Pues en enero del año pasado, después de ver que apenas podía correr cinco minutos seguidos o ni eso, decidí volver a la carga, pero no para seguir la Dukan, sino una dieta personal mía. Tomando algo de aquí y de allí, como el libro de LA ENZIMA PRODIGIOSA o el de LA DIETA DE LOS 31 DÍAS, me hice mi composición de lugar.

Comprendí que el GRAN ENEMIGO ES EL AZÚCAR y, en menor medida, los hidratos de carbono.

El azúcar es un enemigo emboscado muy peligroso. Lo podéis encontrar en cantidades industriales en un inofensivo refresco, convirtiéndolo en una bomba calórica. Fijaos siempre en el contenido y veréis cuántos gramos de azúcar puede llegar a tener una lata, es alucinante. O un helado, o un producto de bollería industrial, un inofensivo flan... Por supuesto, yo tomo sacarina, y no echo de menos en absoluto el azúcar.



Debéis fijaros también en algunos productos light. Vi unos flanes en el Lidl que eran 0% grasa, pero leí todo el azúcar que llevaban... era increíble; te comes el flan, que debe estar muy bueno al tener tanto azúcar, pero tú te lo comes sin cargo de conciencia, cómo nos engañan...

El azúcar y los hidratos de carbono han de ser consumidos por el cuerpo inmediatamente después; si no, son convertidos en grasa y almacenados, con el consiguiente aumento de peso. Por tanto, decidí comenzar el día de la mejor manera posible; un buen trozo de pan tierno con aceite y sal, además de un café con leche y un zumo de naranja. El pan, sin restricción; si uno quiere repetir, adelante. No pasa nada, porque esos hidratos serán a buen seguro gastados a lo largo de la mañana. Qué diferencia con la triste e insípida pechuga de pavo...

Al mediodía, hay que procurar no comer pan y mirar de no comer patatas o arroz. Las patatas fritas, prohibidas. Pero se puede comer prácticamente de todo.

La atención hay que fijarla en la cena, en la que no se puede comer pan. Esa es la clave; no cenar hidratos de carbono, porque, al no gastarlos posteriormente, se convertirían en grasa. A partir de ahí, se puede comer una tortilla, pescado, verdura, etc. Si después de cenar uno siente hambre, se pueden comer nueces, cacahuetes, pistachos, etc., mientras uno ve Breaking Bad o un documental de la Segunda Guerra Mundial; lo que siento de verdad es no poder comer chocolate mientras hago eso, ya que el chocolate es un 50% azúcar. Es lo único que echo de menos.



Es muy importante comer fruta; yo como siempre una manzana después de la comida y la cena, sí o sí, y a partir de ahí algo más de fruta. Y después de cada comida, una cucharadita o dos de salvado de avena. También suelo tomar granos de sésamo, linaza (curiosamente, a Hitler le gustaba mucho el aceite de linaza), o levadura de cerveza, siguiendo lo apuntado por el libro de La enzima prodigiosa. Por cierto, la dieta que defiende este libro de gran éxito en todo el mundo, escrito por un doctor japonés, la veo imposible de seguir para un europeo; no hay que beber leche, hay que comer granos, pescado, hongos, algas... Es muy posible que no enfermes nunca con esta dieta, pero corres un serio riesgo de morir de aburrimiento.

Pues el resultado de mi dieta personal fue espectacular; comencé en 90 kilos y bajé a 81 en apenas cinco meses, sin pasar hambre. Al mes siguiente me estabilicé en 80... y hasta hoy. La aguja parece que está fija en la báscula. Y eso que los fines de semana suelo comerme una pizza y me tomo un helado, o puedo comerme una buena paella, sin problemas. En el tema de la dieta no hay que ser fundamentalista, y creo que eso el cuerpo lo agradece. Pero el resto de la semana me mantengo alejado del azúcar, y no tomo hidratos de carbono en la cena, las claves de esta dieta.

Bien, supongo que tampoco habré descubierto nada con estas conclusiones, pero si mi experiencia puede servir a alguien a sentirse mejor, pues este post no habrá sido totalmente inútil.

11 comentarios:

Annuminas dijo...

Alguna anotación:

- Efectivamente el azúcar es el gran enemigo! (http://www.youtube.com/watch?v=lEXBxijQREo)
- El principal indicador a controlar es el índice glucémico, esto es, lo importante no son las calorías sino lo que entra en sangre: Come como un diabético!
- Las harinas refinadas y los carbohidratos simples tienen índices glucémicos cercanos al azúcar
- El desayuno es importante hacerlo con alimentos de índice glucémico bajo (nada de pan!) ya que el cuerpo lleva mucho tiempo sin absorber nada y cualquier cosa entra en sangre muy rápido; Mejor algo de proteína (huevo?), lentejas, humus, ...
- Come carbohidratos complejos como lentejas, garbanzos, habas, pan integral (el de verdad, no el que lleva cascarillas), ...
- Mejor tomar las vitaminas con verduras (espinacas) que con frutas
- Evita las comidas industriales, acostúmbrate a mirar la lista de ingredientes
- Un día a la semana tiene que ser "glotón", comiendo de todo, para que el cuerpo no entre en modo reserva

Los libros que mas me han gustado sobre este tema son:
- "The 4hours body" de Tim Ferris: Maestro del autoanálisis, da muchas pautas para la experimentación en dieta, correr, nadar, sexo, ganar/perder peso, ...
- "The omnivorous dilemma" y "The food manifesto" the Michael Pollan; En el segundo argumenta como todos los estudios sobre alimentación son inútiles y razona unas pautas generales sobre como alimentarse

pedroboso dijo...

Buenos consejos Jesús, sin duda, pero te olvidas de algo importante y es lo que a mi me ha dado resultado: HACER ALGO DE DEPORTE. Simple.

Hace un par de años y con mi 1,83 de altura, vi que la báscula llegó a los 90 kg y me dije a mi mismo que esto no podía seguir así.. y como me gusta comer y paso de dietas, pues sólo quedaba una solución: mover el cuerpo.

Cuando uno llega a los 40 tacos y con el trabajo y la familia, es dificil buscar el hueco para hacer deporte, además de que te has vuelto perezoso y no tienes la energía de un chaval de 20 años; pero el tiempo hay que encontrarlo y las ganas y motivación, merece la pena.

Yo empecé con la natación y ahora me dedico a correr, que es más barato y divertido. He bajado a 80 kg, donde estoy estable, y me siento estupendamente y ágil. Vamos un "90-60-90" en cuerpo masculino, ja,ja,ja

Las analíticas perfectas, no tengo ni esa cosa tan famosa y de moda que se llama "colesterol".

Y como no, sigo comiendo lo que me da la gana y lo que me apetece, no me privo de nada, sin seguir dietas, incluido azúcares.

Pues ese es mi consejo, dieta bien, pero creo que hacer algo de deporte es fundamental si uno quiere ver resultados, amén de sentirse uno mejor y más sano.

Saludos

Jesús Hernández dijo...

Muchas gracias por tus apuntes, Annuminas. No conocía el trabajo de Timothy Ferriss, gracias por descubrírmelo. Ya me he hecho con su libro en inglés y le he echado un vistazo. Evidentemente, no es un dietista y la metodología que usa es mucho más que discutible, pero es una visión muy interesante. Lo que dices del pan es correcto, no se debería comer en el desayuno, pero yo lo como para mantener la moral alta, no comer pan me desanimaba mucho. Ahora me miraré el trabajo de Michael Pollan.

Pedroboso; sí, iba a incluir el tema del ejercicio, aunque al final lo obvié, pero tienes toda la razón. Es imprescindible hacer algo de deporte. Es curioso, pero el cuerpo tiene mucha inercia; si no haces ejercicio, te da más pereza ponerte, pero si lo haces, el cuerpo te pide su ración diaria.
Como dices, es difícil encontrar hueco para ir al gimnasio, natación... lo de correr está muy bien porque es barato y lo puedes hacer cuando quieras; yo suelo correr e ir en bicicleta, aunque últimamente me ha dado por hacer fitness en casa con unos videos americanos; pensé que era una chorrada típica de teletienda, pero me ha sorprendido positivamente, de momento lo sigo y me siento mucho mejor, es un chute diario de endorfinas al que ya me he vuelto adicto, pero quiero dejar un poco más de tiempo antes de extraer conclusiones y recomendarlo o no.

Fubar dijo...

Para mi el deporte es la clave, tengo 30 años, corro 50 minutos, 3-5 veces a la semana, le añado un partido de fútobl 7 con mi peña a la semana, además de un partido de tenis los fines de semana. Resultado, como todo de todo, hasta pizzas del Dr. Oetker por las noches acompañado de refresco y algo de chocolate. Cuando mi cuerpo me diga que no puede con ese ritmo de ejercicio buscaré otro método, pero mientras...
Haciendo unas 5-7 horas de ejercicio a la semana, las dietas son innecesarias, excepto casos de sobrepeso excesivo. Claro, hay que echarle h..... para hacer esas horas de ejercicio. Al principio si uno no esta acostumbrado hacer ejercicio le costará mucho, pero que nadie me diga que este método no funciona hasta que lleve mínimo 6 meses constantes de ejercicio semanal. Saludos.

Nacho dijo...

Hola. Interesante post. Yo, que ya tengo una cierta edad, siempre he llevado el mismo método: no pasar de mi peso. Por supuesto, la constitución de cada uno es importante, pero, vamos a ser claros: uno no amanece con 50 kilos de más. Si uno engorda es porque se va dejando día y día y no pone remedio. Yo si veo que he engordado dos kilos, pues los bajo, que siempre es más fácil bajar dos kilos que 20. No creo que sea tan complicado. Otra cuestión es que uno quiera engordar y engordar sin remedio. Pero claro, no es sano. Así que allá cada cual.
Después están todas esas dietas que no son más que negocios absurdos. De hecho, se basan en que la gente engorda con irresponsabilidad.

Hitler tenía pavor a engordar. Como todos sabemos, le encantaban los postres y los dulces. Pero siempre que creía que había comido los suficientes, hacía que le retiraran la tentación. También decía que caminando todos los días un poco, era suficiente para mantenerse en forma.

Saludos,

pedroboso dijo...

Overlord, estoy totalmente de acuerdo contigo.

Nacho, como bien dices, Hitler siempre se preocupó de estar delgado y eso que no hacía mucho ejercicio, al menos esa es mi impresión. Alguien se imagina al Führer en un gimnasio levantando pesas, nadando o haciendo footing en pantalones cortos? Me pregunto que pensaría el en su fuero interno cada vez que veia la oronda y obesa figura de Göring...

Otro tema, aprovecho el post para recomendar el último libro que he leido, se trata además de un autor español:

- "La casa del bosque de Marbach" Autor, Francisco Javier Aspas, Editorial LibrosLibres, año 2013.
Trata sobre el programa Lebensborn y la vida en las maternidades. Narra las vivencias de 5 jóvenes alemanas, voluntarias del programa y su vida en una de estas maternidades en la Prusia Oriental de los años 40. Me ha gustado mucho, es novela, pero está bien documentada.
He pillado del mismo autor, su primera novela "Los hijos del Führer", acerca de las juventudes hitlerianas. Tiene buena pinta tb.

Saludos

Mario Tenorio dijo...

Siempre terminamos hablando de Hitler...;)
Saludos desde el Sur.

Jesús Hernández dijo...

Annuminas; me he leído la parte de nutrición del libro de Tim Ferriss y voy a hacerle caso esta semana.

Hoy he sustituido mi desayuno habitual de café con leche, pan con aceite y zumo de naranja por café solo, salchicha de pavo, huevo revuelto y beans (lo que tampoco es un sacrificio, porque el english breakfast me encanta), y lo haré toda la semana, a ver qué tal.

Annuminas dijo...

A ver si te va bien... Yo a partir de la primera semana ya me levantaba salivando pensando en el desayuno.

Lo del azúcar mas que por adelgazar es por salud. La diabetes esta cada vez mas a la orden del día con la montaña rusa de insulina que produce una mala alimentación. Hace poco leía un artículo que argumentaba que el Alzheimer es un tipo mas de diabetes.

Mi mujer es alemana y lo que más le sorprendía en España es la cantidad de azúcar y guarrerías que toman los niños. En Alemania la gente normal esta mucho más concienciada de lo que es una buena alimentación, por ejemplo, muchas guarderías ofrecen su comida "Vollwertig", esto es, integral y sin cosas refinadas.

roelibros dijo...

Pues hablando de la II Guerra Mundial ;-) , comentar que hay un autor, Gary Taubes, dedicado a la divulgación científica (y no descarto que a vender su propio método de perdida de peso) que propone la idea de que debido a este conflicto se ignoraron ideas acerca de la obesidad que se manejaban en Alemania y Austria a principios de siglo, entre otros motivos porque el peso de los EEUU hicieron que el alemán dejara de ser un idioma de referencia en Ciencia. Aquí un par de fragmentos de un artículo suyo en el BMJ:

"...because its competing hypothesis—that obesity is a hormonal, regulatory disorder—was a German and Austrian hypothesis that was lost with the anti-German sentiment after the second world war and the subsequent embracing of English, rather than German, as the lingua franca of science."
...
"But post-war, the German language references fall away quickly."

Aquí un enlace al artículo suyo en el British Medical Journal http://www.bmj.com/content/346/bmj.f1050 (registro de prueba por 14 días gratuito)

coto maro dijo...

Por textos como "La dieta Hernández" es por lo que sigo este blog.

Bien, yo desde hace meses, cuando desayuno en mi casa, le echo miel al café en lugar de azúcar.

Salgo a correr todas las mañanas que puedo, etc...

Sigo un twitter @Cuerpo_En_Forma, a mi me motiva bastante a la hora de hacer deporte, me orienta y me transmite "buen rollo".

Por último, abdominales hipopresivos, funcionan.

Ciao.