martes, junio 09, 2015

EJEMPLO DE JEITINHO BRASILEIRO EN LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL





Bien, amigos, estoy enfrascado en el libro al que me referí en la entrada anterior, 1942: BRASIL E SUA GUERRA QUASE DESCONHECIDA, de Joâo Barone, y me está encantando, ya que estoy aprendiendo muchas cosas que no sabía, y eso, tratándose de la Segunda Guerra Mundial, es un placer máximo.

En el libro se habla sobre todo de la Fuerza Expedicionaria Brasileña, que combatió en el norte de Italia en la última fase de la guerra. Su actuación, heroica en muchos casos, es -como dice el título- casi desconocida en el propio Brasil, por lo que es lógico que fuera de ese país ese desconocimiento sea mayor si cabe. Estoy recopilando algunas de esas historias, con las que ya veré qué hago, pero no puedo resistirme a referiros una que, mientras la leía en el tren, me reía yo solo.

Esta anécdota es un ejemplo del conocido como jeitinho brasileiro. ¿Qué es eso? diréis. Pues la proverbial capacidad de improvisación de los brasileños, una fórmula mágica y creativa para resolver los problemas cotidianos, basado en una creatividad innata.

Alguien dejó escrito que el jeitinho es "la salida para una situación sin salida". Así, es normal escuchar a los brasileños decir, ante un problema, vamos dar um jeito, es decir, no hay que preocuparse porque ya encontraremos una solución de un modo u otro.

Pues vamos allá. Como parte de la colaboración de Brasil con los Aliados, en enero de 1944, el gobierno del dictador Getúlio Vargas envió a Estados Unidos un grupo de treinta aviadores para recibir entrenamiento en una base de Orlando, mientras que el personal de tierra fue enviado a una base en Panamá.




Durante los entrenamientos, surgió el que sería el nombre de guerra de la unidad, SENTA A PUA! (siente el aguijón). El símbolo sería una avestruz, ya que los brasileños consideraban que había tener estómago de avestruz para digerir la comida que solían recibir los soldados norteamericanos, y que era por tanto la que ellos debían comer, basada casi únicamente en judías, huevos y bacon.

El 20 de junio de 1944, los pilotos brasileños recibieron los certificados norteamericanos para pilotar y después se trasladaron a Nueva York, a donde llegaron el 4 de julio, el Día de la Independencia.

En un acto oficial de bienvenida en la base aérea de Suffolk, en donde debían realizar tres meses más de prácticas, la tropa norteamericana desfiló ante ellos cantando el himno de sus Fuerzas Aéreas.

Entonces fue el turno de los brasileños, a los que se les invitó a desfilar entonando también el himno de sus Fuerzas Aéreas. El problema era que ese himno, sencillamente, no existía.

Ante esa situación sin salida, surgió el jeitinho brasileiro. Un oficial llamado Marcilio Gibson pensó rápidamente en una canción que fuera conocida por todos sus hombres para que la pudieran entonar, y no se le ocurrió otra que una pegadiza cancioncilla de carnaval, muy famosa por la época, llamada "La jardinera".





La canción hablaba de una jardinera que estaba triste porque se le había marchitado una camelia, y alguien que pretendía aprovechar la situación para consolarla... una letra que no encajaba demasiado en un himno militar, aunque eso poco importaría, ya que los norteamericanos presentes no entendían el portugués.

Así pues, los aviadores brasileños comenzaron a desfilar cantando la pieza en el mismo tono marcial que sus aliados y, al concluir el acto, fueron felicitados por los estadounidenses por su "bello y emocionante himno". A partir de entonces, "La jardinera" pasaría a ser el himno no oficial de la Fuerza Aérea brasileña.


Esa escena me recordó otra similar de la película EL SARGENTO DE HIERRO, protagonizada por Clint Eastwood, en la que... bueno, mejor os miráis la escena.






4 comentarios:

Unknown dijo...

El jeitinho del que hablas es lo que los gallegos llamamos xeito, que tiene muchas acepciones como puedes comprobar aqui http://academia.gal/dicionario#searchNoun.do?nounTitle=XEITO, de todas formas la entrada no tiene desperdicio, vamos que es de traca, aunque claro que colarle un gol a los americanos de norteamerica con ese caracter suyo que tienen debe producir la máxima satisfacción.

por cierto, ¿este libro que parece muy interesante, es una recopilación de anécdotas o es un ensayo historico más o menos cronológico?

gracias y enhorabuena por el blog.

Jesús Hernández dijo...

Hola, Antonio:

Gracias por la información, aunque veo que entre las acepciones no recoge ese sentido que le dan los brasileños.

Pues el libro me ha sorprendido muy favorablemente; yo pensaba que, al estar escrito por el batería de un grupo de rock -hijo de un soldado de la Fuerza Expedicionaria Brasileña, de ahí su interés por el tema-, sería algo parecido a una recopilación de anécdotas y recuerdos familiares, pero en realidad lo podría firmar cualquier historiador-divulgador.

Ofrece muchos datos interesantes, es muy ameno y a la vez resulta muy completo. Totalmente recomendable.

Saludos,

Ivaneitor dijo...

Hace un tiempo salio aca en sudamerica un documental sobre los pilotos lationoamericanos y brazileros que combatieron en la segunda guerra mundial

este es el link, es en portugues pero yo lo he visto por la tv en español
esta la opcion de subtitularlo y traducirlo asi se puede ver perfecto

https://www.youtube.com/watch?v=IefHQe8S3qM

saludos

Jesús Hernández dijo...

Muchas gracias, Ivaneitor, saludos,