jueves, noviembre 29, 2007

El misil confederado

Bien, estoy un poco cansado porque esta mañana me he chupado cuatro horas de cola para conseguir las entradas para el concierto de Bruce Springsteen en el Camp Nou. La verdad es que paso del Boss, desde el Born in USA está viviendo de rentas, pero a mi mujer le hace mucha ilusión ir a verlo... así que me ha tocado hacer allí el pringao toda la mañana. Por cierto, la gente ha arrasado y en ocho horas se han vendido las 74.000 entradas, y eso que valían una pasta, luego dicen que la gente no puede con la hipoteca.

Nada, nosotros a lo nuestro; como he visto que alguno ha alucinado con la historia del submarino confederado, pues voy a sorprender con algo más increíble... ni más ni menos que la historia del misil balístico de la Confederación.

Pero antes mirad esta foto que he descubierto, de unos soldados norteamericanos en la Guerra de Vietnam enarbolando la bandera de guerra rebelde, curioso, ¿no?

Pues vamos a lo que vamos. Resulta que en 1958 saltó a las páginas de los periódicos un relato impactante. Ese año, varios rotativos sureños reprodujeron una crónica desde Viena de un corresponsal que firmaba simplemente como "C.R. Johnson". En ella, su autor revelaba un supuesto plan secreto que había sido llevado a cabo por el gobierno confederado durante la Guerra Civil, y del que nadie había sabido nada hasta ese momento.

Al parecer, el hijo de un agente secreto británico que había sido destinado entonces a la capital rebelde, Richmond, se había decidido a hacer público el trabajo que su padre había desarrollado al servicio de la causa sudista. Resulta que el agente inglés proporcionó a los científicos sureños la clave para licuar el oxígeno y obtuvo la ayuda de un físico alemán, Ernst Mach, para construir una pequeña turbina dotada de un giroscopio estabilizador. El resultado de la labor de este anónimo agente británico sería la construcción del primer misil balístico de la historia.

Siempre siguiendo la crónica del corresponsal en Viena, la evolución del proyecto no culminó hasta marzo de 1865, cuando se decidió el lanzamiento del artefacto. El misil, en el que aparecían bien visibles las letras CSA, fue emplazado en la orilla del río James. Tanto el presidente Jefferson Davis (en la foto) como el resto del gabinete escribieron su nombre en él. El destino del misil sería impactar en la capital federal, Washington.

Se envió un grupo de exploradores para que se situasen entre las dos capitales, con el fin de que pudieran seguir la trayectoria, pertrechados de catalejos. El misil fue encendido mediante un dispositivo eléctrico y se elevó en el aire, hasta desaparecer en el cielo. El misil no alcanzó su objetivo, pero tampoco nadie vio dónde cayó, por lo que nunca pudo éste ser analizado. La documentación relativa a su construcción fue destruida, por lo que todo el proyecto permaneció en secreto, hasta que el afortunado corresponsal en Viena tuvo la suerte de contar con el explosivo testimonio del hijo de aquel agente británico.

Esta historia es relatada en la página 245 del ameno e interesante libro de Burke Davis The Civil War. Strange & Fascinating Facts, correspondiente al capítulo dedicado a los mitos y leyendas del conflicto, a lo que el autor denomina The Folklore.
Así que siento decepcionar a los que creían que este episodio podía ser cierto; no fue más que una invención de ese corresponsal vienés, pero hay que reconocer que la historia merecería ser cierta...

3 comentarios:

Jose dijo...

Jajaja, Torocala, no habrás el debate de objetivos a dónde mandar los misiles, o acabaremos saturando el Blog! :)
Si a veces cuando mezclas algo de verdad y mucha imaginación sacas cosas muy sugestivas, como la de la Operación Skyjump, no veas...

Carlos dijo...

Recién he descubierto tu blog (vía historias de la ciencia) Me parece magnífico. Sobre los misiles, te dejo este link donde se habla de los primeros que usó el ejército de EU en la guerra con México (mi país) en 1847

Carlos dijo...

JA, olvidé poner la lig. Aquí va
http://www.portierramaryaire.com/arts/icbm_usa_1.php