lunes, diciembre 02, 2013

UNA LECCIÓN DE SUPERVIVENCIA



Bien, acabo de leer un libro que narra una historia personal de superación.

Las últimas palabras del prólogo sirven de pórtico al testimonio en primera persona que constituye la obra: "Sinceramente, deseo que tú obtengas la misma sensación al leer este inesperado texto sobre una de las cosas más atávicas y modernas de la humanidad: el maravilloso instinto de supervivencia".

Pero antes, el prólogo hace referencia a la protagonista del libro como "un fenómeno de supervivencia", afirmando que para ella "la supervivencia es un poco instinto, pero también convicción", y que su vida es "una lección de supervivencia".




Este tipo de historias resulta siempre muy aleccionador; compruebas que hay personas que han logrado superar todas las dificultades, y han acabado recogiendo el fruto de tanto esfuerzo.


Te enseñan a tener esperanza, aun en los momentos más difíciles.




Pues aquí tenéis el libro en cuestión, que me he leído en apenas un par de horas.




Sí, se trata de AMBICIONES Y REFLEXIONES (Espasa, 2013), de Belén Esteban.

Bueno, no pongáis esa cara; uno de mis vicios inconfesables es, de vez en cuando, leerme un libro basura para hacer un break, y este libro era una tentación irresistible. Los libros basura a veces te dan sorpresas; hace unos meses me leí ADIÓS, PRINCESA, escrito por el primo de Letizia Ortiz, David Rocasolano, y la verdad es que me gustó bastante; lo que hacía referencia al ajuste de cuentas con su prima no me interesó lo más mínimo, pero el retrato que hace de la familia real, a la que tuvo acceso directo durante unos años, es tan crudo como brutal.

Así que cuando supe que el libro de Belén Esteban iba por la tercera edición en apenas dos días, no pude por menos que embaulármelo, intrigado por las razones de ese éxito editorial. Y no soy yo sólo el que practica este vicio; Antonio Manzanera, en su blog Finanzas para emprendedores, también le ha dedicado una reseña a este libro.

Tengo que decir que, como podéis suponer, la protagonista del libro no me despierta ningún interés, creo que nunca la he escuchado en la TV más de diez segundos; de hecho, ha sido al leer el libro que me he enterado de que se casó con un tal Fran y de que se divorció. Pero el saber que ese libro va a ser el libro de las Navidades hace que sea muy útil leerlo para conocer los gustos de un sector de la población española.

Pues bien, ya adelanto que el libro consigue desmentir a Cervantes, quien dejó escrito en el Quijote aquello de "no hay libro tan malo que no tenga algo bueno". Pero en honor a la verdad hay que decir que este libro no es un libro, sino más bien la transcripción de un largo monólogo. Al parecer, la protagonista de la historia llevó a cabo varias sesiones en las que, frente a una grabadora, explicó su vida. Luego, el "negro" de turno en la editorial se dedicó a transcribirlo tal cual, conservando exabruptos y palabras soeces que, al parecer, son del agrado del target al que va dirigida la obra. También ha dejado tal cual la expresión a la que recurre para decir que ha dado un giro radical a su vida, y que hace años escuché también decir a alguien: "Por fortuna, ahora ve que he dado un cambio de trescientos sesenta grados".

Bueno, tampoco quiero derribar el libro porque sea la simple transcripción de un monólogo; el libro Las conversaciones privadas de Hitler es exactamente eso y me parece un libro extraordinario para conocer la mentalidad de Hitler. Pero claro, Belén Esteban no es Hitler.

Este libro, y su arrrollador éxito, deja pocas dudas de que la industria editorial se enfrenta a su crisis terminal, cuando Planeta arrastra por el fango un sello tan prestigioso como Espasa, echando por tierra sus 150 años de historia, publicando esto, cuyo destino no es precisamente permanecer en las estanterías de las bibliotecas.


Está claro que este es el fin del mundo editorial tal como lo conocemos.

Aunque lo que más horroriza no sé si es el que este libro vaya a ser el más vendido estas Navidades, o esta afirmación que encontramos en el prólogo de Boris Izaguirre: "Belén es el símbolo de la mujer española, la de provincias o urbana, universitaria o desempleada. La mujer que tiene que enfrentarse sola a un mundo empeñado en ser adverso".

Pues ahora voy a retomar mi lectura de libros serios, aunque ya le tengo echado el ojo a otro libro basura que creo que también va a colmar mis expectativas: EL DILEMA. 600 DÍAS DE VÉRTIGO, de José Luis Rodríguez Zapatero. Si sobrevivo, ya os contaré.


12 comentarios:

manzanerame dijo...

Olvidé en mi reseña lo del giro de 360 grados (lo tenía subrayado). Brutal XD

Maktub dijo...

No gasto ni un Euro en semejante basura de libro!! Y menos mi tiempo!!
Alguna vacuna previa a la lectura?

Anibal Invictus dijo...

No sé ni cómo pierdes el tiempo en eso contanto bueno que hay por leer por ahí. Y no digamos perder de ese modo la pasta

PD: lo de 360º no creo que sea un error, es que sigue anclada en el punto de partida

Anónimo dijo...

Una lección de supervivencia y de superación personal... podría leer este libro Primo Levi, o Solzhenitsyn, o tantos quienes pasaron por campos de concentración de cualesquiera tiranías en cualquier momento. Sí, muy comparable su drama y situación. Y a eso le llaman supervivencia.

Manda narices.

Fubar dijo...

Habrá crisis en el sector editorial, pero será en el español (hablo en relación con los títulos que se publican, no me refiero a datos económicos que los desconozco). Aquí solo se publican los bestsellers y los libros de "cuatro" escritores o en su defecto "famosos". No se nada del tema editorial, pero es evidente que las editoriales solo quieren vender, no les importa la calidad, al señor Lara solo le importa que le digan al final de año que han facturado tantos millones, no que han publicado libros buenísimos pero que los números están en rojo.
Y si la señorita Esteban vende miles de libro, ole por ella!!!

Si no me importa que mis zapatillas "running" de marca estén hechas por un niño en Bangladesh, porque me iba a importar que la Esteban venda mas libros que un reputado escritor que pertenezca a la RAE? Y al que le pique, que se rasque! C'est la vie! Y arriba la Esteban!

iSouru dijo...

Tú si que nos acabas de dar ahora una auténtica lección de supervivencia...

Tuor dijo...

Manzanerame y tu, masoquistas de libro (nunca mejor dicho) :)
Seguro que hay mejores "libros malos" por ahí como para perder el tiempo con la Esteban; mismamente el del expresi que comentas.

pedroboso dijo...

Bueno Jesús, me dejas alucinado con lo del libro de la Esteban, que yo, desde luego, no pienso leer y menos comprar. Pero se agradece tu sinceridad y el valor que tienes al contarlo, pq ya te imaginas los palos que te van a caer, je,je
Sí puedo confesar que el de "Adios princesa" me lo he leido, gracias a un familiar que me lo dejó, y es bastante duro, incluyendo las famosas facturas de la clínica. Si alguien quiere saber de lo que hablo, que averigue.
Estoy pte. de mi librero a que me consiga ya, espero que esta semana, el de Antonio Manzanera, que tiene una pinta estupenda.
Y como el tema va de libros y lecturas, seguimos: ayer terminé con "Bestias nazis" de Jesús Hdez. Me ha encantado y desde luego se lo recomiendo a todo lector. Una prosa clara, ágil y se devora a ritmo de novela en lugar de estudio.

Saludos

Conde de Salisbury dijo...

No se que podemos considerar más surrealista el prólogo o el libro ... Pero cuidado, señor Hernández, que hay un peligro ... uno empieza leyendo estos libros por diversión y los daños cerebrales son perniciosos que puede acabar como tertuliano de Cuarto Milenio.

Jesús Hernández dijo...

Gracias a todos por vuestros comentarios, sabía que el tema iba a animar a más de uno a intervenir...

Los que habéis dicho que leer este libro es una pérdida de tiempo tenéis razón, sin duda... pero hay algo significativo y podemos decir sorprendente; tanto Antonio Manzanera (que ha escrito dos novelas magistrales y las que vendrán...) como yo (que entre la veintena de libros publicados algún párrafo será rescatable) nos lo hemos leído, y además lo hemos confesado públicamente. Tal vez eso denota que tenemos una insaciable -e insana- curiosidad (yo de pequeño me leía hasta los prospectos de las medicinas), y que no tenemos prejuicios; no nos ha importado embrutecernos descendiendo a esa mefítica sentina porque quizás intuíamos que ahí se escondía un tratado de sociología, o de psicopatología, que nos puede servir de algún modo para un libro venidero o, al menos, para tener una visión más amplia de lo que, por desgracia, nos rodea... quizás no haya sido del todo una pérdida de tiempo.

isra dijo...

Joder, a mí nunca se me ocurriría eso, por cierto, si no recuerdo mal, la primera vez que escuché eso de los 360ª fue en la película Objetivo Birmania, al final de la peli, cuando van en los aviones, creo que es Errol Flyn (salvo que lo hayan subsanado en doblajes posteriores) el que dice (más o menos) "giremos trescientos sesenta grados, volvemos a casa".

Ojiplático, pero veo que los grandes literatos del país cometen esos mismos errores.

Ah, y también disponéis de tiempo (por lo de leer el libro), jajajaja, a mí, cuando acuesto a la loca de mi hija, me queda media hora para curar las heridas, nada de leer, como mucho la información que viene en la caja de cereales por la mañana cuando desayuno.

Jesús Hernández dijo...

Bueno, para que no penséis que me he vuelto definitivamente loco, ahora estoy con la lectura de LOS HERMANOS HIMMLER, de Katrin Himmler, la sobrina nieta de Heinrich Himmler.

La autora no me cae muy bien, después de haberla visto en algunos documentales, y el libro, de momento, no me está entusiasmando, pero ya os contaré.