domingo, enero 10, 2016

MUSEO PELÉ, EL LEGADO DE O REI





Bien, amigos, ya estamos de nuevo por aquí, con ánimos renovados para atacar este nuevo año que acabamos de inaugurar.

Como os dije, he estado en Brasil documentándome para el que será mi vigesimoprimer libro, que, si los dioses quieren, se publicará esta primavera.

El viaje ha sido provechoso, ya que, gracias a la colaboración de unos amigos, conseguí concertar unas entrevistas que suponen un gran aporte a mi trabajo y también he recogido interesante material gráfico que ya veremos luego a ver cómo queda plasmado en la obra.

Pero, como no todo es trabajo, también he aprovechado mi desplazamiento para alimentar mi pasión por el fútbol. Tanto Sao Paulo como Santos ofrecen grandes alicientes a los muy futboleros, como es mi caso.

En Sao Paulo tenemos el MUSEU DO FUTEBOL, en el estadio municipal de Pacaembú, al que seguramente le dedicaré una entrada. Pero ahora vamos a hacer una breve visita al MUSEU PELE, emplazado en Santos.


Como digo en el título, este museo es el legado de O Rei, ya que, aparte del interés histórico de lo allí expuesto, el jugador financió la rehabilitación del edificio que lo acoge.

Santos es una ciudad portuaria con edificios que vivieron su mejor época en la primera mitad del siglo XX y que hoy aparecen la mayoría abandonados, aunque se percibe el esfuerzo de las autoridades por recuperar su antigua belleza. Así que Pelé escogió uno de ellos para ofrecerlo como regalo a la ciudad que lo vio jugar.




Aquí, una vista desde el piso superior.





En el museo podemos encontrar objetos que marcaron la trayectoria personal y deportiva del mejor futbolista de todos los tiempos.

A continuación tenéis unos ejemplos:

Aquí, su certificado de bautismo.




En esta foto podéis ver algunos objetos personales curiosos. En la vitrina de la izquierda está la caja de limpiabotas que utilizaba para ganarse unas monedas cuando era niño, y al lado el aparato de radio en el que escuchaba los partidos de fútbol junto a su padre, que también fue futbolista.




Una anécdota muy emocionante ligada a esa radio es que ambos escucharon ahí el trágico Maracanazo, por el que Brasil perdió el Mundial de 1950 en casa contra Uruguay. Su padre rompió a llorar y el pequeño Edson, que entonces contaba sólo con nueve años, trató de consolarle diciéndole que ganaría un Mundial para él. Al final no sería uno, sino tres...

Aquí tenemos un par de botas suyas utilizadas en el tercer Mundial que ganó, el de México'70.




La anécdota que más me gusta es la que ocurrió el 17 de julio de 1968, en un partido amistoso en Bogotá, entre el equipo de Pelé, el Santos, y la selección de Colombia. En el minuto 42 de la primera parte, cuando el Santos perdía 2-1, Pelé reclamó un penalti al ser agarrado en un córner y, como el árbitro -un tal Guillermo Velásquez- no lo concedió, comenzó a insultarle. Entonces el colegiado lo expulsó y Pelé se marchó a los vestuarios.

Pero entonces ocurrió lo nunca visto. Los aficionados colombianos habían pagado para ver a Pelé, así que comenzaron a organizar una violenta algarada, que amenazaba con pasar a mayores. Mientras tanto, Pelé, ajeno a todo ello, ya estaba a punto de ir a la ducha cuando entró alguien y le dijo que saliera de nuevo al campo. Pelé no entendía nada, hasta que le explicaron que, para evitar incidentes, habían echado al árbitro y habían puesto en su lugar al juez de línea para que prosiguiera el partido, y con él en el campo. El partido se reanudó con la estrella brasileña y el Santos acabaría ganando por 4-2. Pelé marcó después de regresar al césped.


En el museo podemos ver también una reproducción de la placa que colocó un diario deportivo en Maracaná para perpetuar la memoria de uno de los mejores goles de la historia, el que marcó contra Fluminense el 5 de marzo de 1961. Pelé tomó el balón cerca de su propia área y fue driblando jugadores uno tras otro hasta plantarse ante el portero rival y batirlo. Por eso, ese gol es conocido como el Gol de Placa.



Por desgracia, aunque el partido fue grabado en video, la parte del gol había sido recortada. ¿Qué pasó? Nadie lo sabe. No pierdo la esperanza de que algún día aparezca.

Paradójicamente, del otro gran gol de Pelé, el que marcó el 2 de agosto de 1959 contra el Clube Atlético Juventus, un equipo de Sao Paulo, tampoco hay filmaciones. Tan sólo se ha podido reconstruir digitalmente:





Aunque soy un gran admirador de Messi, cuando alguien dice que el argentino es el mejor jugador de la historia pienso que todavía tiene tiempo de demostrarlo marcando un gol como éste...


Y aquí tenéis el Balón de Oro honorífico con el que fue galardonado por la FIFA, ya que por entonces sólo podían ganarlo los jugadores que pertenecían a clubes europeos y Pelé jugó siempre en el Santos.




Al salir de la exposición, se despliegan ante el visitante las tentaciones de la tienda...




Como podéis imaginar, hice algún gasto ahí:




Y por último, vamos con la visita que hice posteriormente al templo futbolístico que vio jugar a O Rei a lo largo de toda su carrera, el estadio del Santos.




En su sala de trofeos destacan las dos Copas Intercontinentales conseguidas por el club santista, con Pelé como gran estrella.




Como no podía ser de otro modo, en la sala se dedica un gran espacio a la memoria de Pelé.



Y aquí, un curioso cartel colocado en un teatro mexicano, que dice: "¡Hoy! No trabajamos porque vamos a ver a Pelé".



El exjugador del Santos Neymar tiene su vitrina, en la que se homenajea el gol con el que ganó el trofeo Puskas en 2011.




Como nota discordante, el Santos dedica igualmente una vitrina al que fue también jugador del Santos, Robinho. Aunque se decía que era el nuevo Pelé, su paso por el Real Madrid le hizo ganarse el apodo de El Triatleta, por aquello de que corre, hace bicicletas y al final... nada.




La admiración por Pelé en Santos llega al punto de uno de los tranvías turísticos que recorren el casco antiguo de la ciudad lleva su nombre.




Como veis, podríamos seguir hablando de fútbol, pero vamos a dejar algo para más adelante.

Espero que tengáis un excelente comienzo de año y podáis cumplir vuestros propósitos, aunque ya sabemos lo que suele ocurrir...

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