lunes, octubre 30, 2006
Breve historia de la SGM
Portada del libro
Bueno, no me puedo quejar de cómo están funcionando mis libros. Mi editor de Inédita me ha dicho que mis tres libros de bolsillo son los tres más vendidos de la editorial (por encima de mitos como Cornelius Ryan). En cuanto a "Enigmas y Misterios de la SGM", ya está en máquinas la segunda edición, puesto que la primera está prácticamente agotada. En cuanto al"Breve historia de la SGM", no creo que la segunda edición tarde mucho en caer.
Sobre este último, he visto una crítica que creo que es merecedora que apareza aquí. Es de la web www.comentariosdelibros.com y está firmada por David Yagüe:
Hace unos años, saliendo de un cine donde se proyectaba una película sobre la Segunda Guerra Mundial ambientada en el Pacífico, escuché cómo un joven comentaba a su pareja que “no tenía muy claro que pintaban los japoneses en la Segunda Guerra Mundial”. No creo que fuera un caso aislado. A pesar de que este conflicto fue quizá el mayor de toda la Historia, que es materia de estudio en los institutos y que ha despertado la fascinación de millones de personas a través del cine o de la abundante literatura editada sobre el tema, se conocen mucho más los hechos anecdóticos que los temas esenciales de aquel conflicto.
¿Qué tiene esta "Breve Historia De La Segunda Guerra Mundial" que lo difiera del resto de monografías dedicadas al conflicto? Esencialmente no encontraremos nada nuevo. Que nadie espere teorías innovadoras o revelaciones sorprendentes sobre aquella guerra y sus protagonistas. Sin embargo, esto no es un aspecto negativo de la obra. Su autor, Jesús Hernández (en mi modesta opinión el mejor divulgador español sobre el conflicto), como buen historiador y periodista ha sabido condensar en toda su complejidad, crudeza y fascinación aquellos seis años de guerra en apenas 300 páginas. Lo ha hecho con un estilo didáctico y entretenido, sin olvidar simpáticos detalles que harán las delicias de los lectores, y sobre todo sin descuidar todos los aspectos fundamentales de aquellos hechos que cambiaron el mundo. Si en vez de Breve Historia de la Segunda Guerra Mundial se hubiera llamado “Todo Lo Que Debe Saber Sobre La Segunda Guerra Mundial”, habría sido igual de preciso.
En las páginas veremos desfilar a los personajes fundamentales como Hitler, Churchill, Rommel, Zhukov, Stalin, Tojo, Montgomery y tantos otros. Hernández tiene la pluma fácil y traslada el mismo interés y pasión cuando habla de decisiones estratégicas o políticas que cuando describe los brutales combates en la primera línea del frente. Otro aspecto a destacar es que, aunque la guerra contra Alemania ocupa más espacio en el libro, el autor no discrimina, como a veces sucede en la historiografía sobre el conflicto, el frente del Pacífico contra el Imperio Japonés. La obra se complementa con unos completos e interesantes apéndices.
La "Breve Historia De La Segunda Guerra Mundial" es una apuesta más que correcta por la divulgación destinada al público más general, que mezcla el rigor histórico con la literatura de entretenimiento. Con esta obra en la mano el lector tendrá una visión global del conflicto y comprenderá la verdadera dimensión de aquella guerra que cambió el mundo.
viernes, octubre 27, 2006
Berlín XV. Tempelhof
Entrada del aeropuerto de Tempelhof
Seguimos visitando lo mucho que queda del Tercer Reich en el Berlín actual. Ahora iremos en metro al aeropuerto de Tempelhof. Sí, sí, el mítico aeropuerto de Tempelhof, a donde llegaban los grandes zepelines, a donde llegó en olor de multitudes el boxeador Max Schmelling en 1936 después de derrotar a Joe Louis, de donde salía y llegaba Hitler cuando tomaba un avión, a dónde llegaban los aviones norteamericanos del puente aéreo de Berlín Occidental...
Tempelhof se encuentra en el casco urbano de Berlín. Hoy día lo utilizan sólo pequeñas compañías chárter porque está previsto su cierre, al igual que de los otros dos aeropuertos (Tegel y Schoneberg) para construir uno nuevo que se inaugurará en 2011.
Este aeropuerto fue construido entre 1936 y 1941 sobre la antigua terminal de 1927. El aspecto de este edificio, que se extiende a lo largo de 1.2 Km. y que conforma una plaza inabarcable, es impresionante. Es la típica arquitectura nazi, apabullante en su solidez. El interior, amplio y luminoso, recuerda mucho a la Grand Central Station de Nueva York. Es un placer fijarse en todos los detalles de la construcción.
Así pues, aunque la visita a Tempelhof no figura en las guías turísticas, no os la podéis perder si queréis revivir por un momento aquellos recibimientos masivos de los años 30 en un aeródromo histórico que el famoso arquitecto Sir Norman Foster calificó de "la madre de todos los aeropuertos".
miércoles, octubre 25, 2006
La última víctima
El balance de víctimas mortales de la SGM no se puede dar aún por cerrado. Ahí va una noticia fechada ayer:
"Aunque la II Guerra Mundial finalizó hace 61 años, las bombas que dejaron caer los aviones aliados sobre Alemania aún siguen matando gente. La más reciente tragedia tuvo lugar este lunes 23 de octubre en una de las principales autopistas de Baviera, cuando un taladro mecánico que manejaba un obrero hizo estallar una bomba de 250 kilos que se encontraba enterrada por debajo del asfalto.
La explosión mató en forma instantánea al trabajador, partió en dos un camión de 25 toneladas de peso y lanzaron restos metálicos a varios cientos de metros de distancia, que causaron destrozos en automóviles y en dos viviendas cercanas.
«El impacto de la explosión de la bomba dejó un cráter de 2,5 metros de profundidad y ocho de diámetro», dijo un portavoz de la policía, al confirmar que el estallido había sido provocado por una bomba de aviación de la segunda guerra mundial, que había permanecido enterrada durante más de 60 años.
La tragedia, que pudo haber tenido consecuencias mucho más dramáticas a causa del poder explosivo de la bomba, volvió a poner de actualidad en el país, el peligro que aún encierran las bombas lanzadas por los aliados y que nunca estallaron.
Nadie sabe con exactitud el número de bombas que permanecen en el territorio germano y en el fondo de lagos y ríos, pero ya es casi rutina leer en los periódicos nuevos hallazgos de artefactos explosivos, cuando se construyen nuevas carreteras o se realizan excavaciones en las grandes ciudades.
Recientemente 22.000 personas tuvieron que ser evacuadas en Hanover cuando obreros de la construcción descubrieron tres bombas que fueron lanzadas sobre la ciudad en octubre de 1943. Según el ministerio del Interior de Baviera, en 2005 los expertos desactivaron y destruyeron 20 toneladas de artefactos explosivos. En Hanover, más de 10.000 bombas han sido destruidas en los últimos 45 años".
FUENTE: El Diario Montañés
"Aunque la II Guerra Mundial finalizó hace 61 años, las bombas que dejaron caer los aviones aliados sobre Alemania aún siguen matando gente. La más reciente tragedia tuvo lugar este lunes 23 de octubre en una de las principales autopistas de Baviera, cuando un taladro mecánico que manejaba un obrero hizo estallar una bomba de 250 kilos que se encontraba enterrada por debajo del asfalto.
La explosión mató en forma instantánea al trabajador, partió en dos un camión de 25 toneladas de peso y lanzaron restos metálicos a varios cientos de metros de distancia, que causaron destrozos en automóviles y en dos viviendas cercanas.
«El impacto de la explosión de la bomba dejó un cráter de 2,5 metros de profundidad y ocho de diámetro», dijo un portavoz de la policía, al confirmar que el estallido había sido provocado por una bomba de aviación de la segunda guerra mundial, que había permanecido enterrada durante más de 60 años.
La tragedia, que pudo haber tenido consecuencias mucho más dramáticas a causa del poder explosivo de la bomba, volvió a poner de actualidad en el país, el peligro que aún encierran las bombas lanzadas por los aliados y que nunca estallaron.
Nadie sabe con exactitud el número de bombas que permanecen en el territorio germano y en el fondo de lagos y ríos, pero ya es casi rutina leer en los periódicos nuevos hallazgos de artefactos explosivos, cuando se construyen nuevas carreteras o se realizan excavaciones en las grandes ciudades.
Recientemente 22.000 personas tuvieron que ser evacuadas en Hanover cuando obreros de la construcción descubrieron tres bombas que fueron lanzadas sobre la ciudad en octubre de 1943. Según el ministerio del Interior de Baviera, en 2005 los expertos desactivaron y destruyeron 20 toneladas de artefactos explosivos. En Hanover, más de 10.000 bombas han sido destruidas en los últimos 45 años".
FUENTE: El Diario Montañés
lunes, octubre 23, 2006
La famosa foto de la toma del Reichstag
El actual Reichstag es como una clase de historia en vivo. Su entrada es ya apabullante; es inevitable compararla con las fotos del final de la SGM, en que sus enormes columnas estaban totalmente acribilladas.
Los impactos de bala son también visibles en la azotea, además de los grafitis expuestos en la entrada de ayer. Hay que felicitar a los alemanes por conservar estos pequeños detalles que hacen las delicias de los SGM frikis como nosotros...
La foto me la hice en el punto en el que yo suponía que se la hizo el soldado soviético de la famosa instantánea, pero luego vi que no podía ser. Se supone que la foto se tomó en la parte de atrás, pero en ese lado tampoco da la sensación de que estuvieran los edificios que aparecen, o el tranvía. Claro que todo ha cambiado, pero no acabo de tener claro en qué lugar exacto del Reichstag se tomó la foto. Si alguien lo sabe, le agradecería que nos lo dijera.
La historia de esta foto es muy curiosa; el que quiera conocerla al detalle, que eche un vistazo a mi primer libro, LAS CIEN MEJORES ANÉCDOTAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL. En realidad esta foto fue un montaje seguramente ordenado por Stalin para contrarrestar la célebre imagen de la bandera de Iwo Jima. La prueba de que es un montaje es que existen varias fotos en las que el fondo aparece lleno de columnas de humo (basta buscar imágenes en google o msn poniendo "Reichstag soviet")para dar la sensación de que aún se combatía, cuando fue posterior a los combates.
Así pues, no podéis perderos una visita al Reichstag; allí se vive la historia...
domingo, octubre 22, 2006
Berlín XIII. Reichstag
Grafitis de soldados rusos en la azotea del Reichstag
Una visita obligada en Berlín es el Reichstag, o Bundestag, tal como se le denomina en la actualidad. Está situado a unos cien metros de la Puerta de Brandenburgo y en su día quedó en el Berlín occidental, a escasos diez metros del Muro.
Pese a que se habla de "los discursos de Hitler en el Reichstag", en realidad este edificio, tras su incendio en 1933, quedó sin reconstruir, trasladándose la actividad del Parlamento a la Opera Kroll, un edificio cercano. Los nazis despreciaron el Reichstag y durante la guerra se utilizó como búnker antiaéreo. Sin embargo, la toma del Reichstag supuso para los soviéticos el gran símbolo de la conquista de Berlín.
Hoy, para visitarlo es necesario guardar una larga cola, pero la espera vale la pena. La cúpula diseñada por Norman Foster -aunque inspirada en el proyecto del español Santiago Calatrava- es espectacular. Una escalera de caracol a través de ella conduce a la azotea. Yo no esperaba encontrar allí nada que me recordase a la SGM, pero para mi sorpresa encontré algunas áreas que han permanecido tal y como quedaron en 1945. Así pues, se pueden encontrar grafitis de los soldados rusos -tal y como se aprecia en la imagen- e impactos de bala. Desde arriba el edificio impresiona; hay estatuas enormes que miran a la ciudad que se encuentra a sus pies...
Mi única decepción fue la fotografía que me hice en el punto en el que los soviéticos izaron la bandera soviética y que recoge una célebre foto. Yo estaba convencido de que aquélla estaba tomada en el lado de la entrada, pero más tarde, al observar con detenimiento la famosa imagen, vi que ésta fue tomada supuestamente en la parte de atrás del edificio.
jueves, octubre 19, 2006
Berlín XII. Holocaust Mahnmal
Bajo estas lápidas estaba el búnker de Goebbels
Seguimos con el recorrido por Berlín. Aquí vemos, aunque no sé si se puede apreciar muy bien, el Memorial del Holocausto u Holocaust Mahnmal, que está situado a unos cien metros al sur de la Puerta de Brandenburgo, y en la misma manzana que el búnker de Hitler.
En 1999, el Parlamento alemán decidió la construcción de este monumento dedicado a las víctimas judías del Tercer Reich, no sin polémica, puesto que muchos alemanes consideraban desorbitado el presupuesto y el mantenimiento, al extenderse por una superficie de cien por cien metros. Consiste en una serie de bloques de hormigón dispuestos de tal manera que puedes caminar entre ellos, siendo muy fácil perderse, al haber cambios de nivel.
El resultado es sorprendente, pero no queda muy clara la naturaleza de esta obra, puesto que no hay un recordatorio de las víctimas y más bien parece un lugar en donde pueden jugar los niños o donde tumbarse a tomar el sol sobre una de esas lápidas. La verdad es que aún no sé muy bien si me gusta o no este extraño monumento.
Anécdotas;
La empresa que proporciona el líquido anti-pintadas es Degussa, que es la misma que fabricaba el Zyklon B que se utilizaba en las cámaras de gas.
Bajo el monumento se encuentra... ¡el búnker de Goebbels! Esto es lo que se descubrió durante los trabajos de construcción. La entrada estaba junto a la casa de Goebbels y existía un pasillo que lo unía al de Hitler, que está a 200 metros. Había incluso una cámara acorazada con restos de objetos y documentos, pero que había sido saqueada, no se sabe si por nazis en su huida o por tropas rusas. Pese a que hubiera sido interesante analizar el búnker con calma, se decidió echar tierra sobre el asunto -nunca mejor dicho- y cubrirlo todo con una capa de hormigón. Quizás en el futuro a alguien se le permita aventurarse por esos pasillos hoy enterrados...
martes, octubre 17, 2006
Hitler, ministro en la India
Antes de continuar con el recorrido por Berlín, ahí va una noticia referida a un pequeño estado de la India, Meghalaya, en el que es habitual que a los niños se les impongan nombres de personajes históricos. Así pues, el ministro de Medio Ambiente de este Estado era... ¡Adolf Hitler!
Hitler no ha muerto, sino que ha desarrollado su carrera política en Meghalaya, en el este de India, junto a políticos como Frankenstein o Tony Curtis, herederos de una larga tradición tribal de dar a los bebés nombres raros.
Meghalaya acoge así, al menos en el plano nominal, un curioso experimento donde un tal John Fitzgerald Kennedy puede tomar el té a la sombra de un árbol junto a Billy el Niño sin salir corriendo.
Las últimas elecciones de ese estado auparon a la Cámara al citado Billy el Niño ('BillyKid'), Tony Curtis y a un émulo del criado de Robinson Crusoe, Viernes, pero dejaron en la cuneta a otros muchos políticos de curioso nombre, como el propio Frankenstein y el trío formado por Stalin, Roosevelt y Hitler.
'No sabemos cuál es el origen de la costumbre. La gente aquí es algo iletrada y escoge nombres que les parecen atractivos o que tienen un sonido divertido, como por ejemplo JFK o Adolf Hitler, que siguen vivos por aquí', afirmó a Efe A.K. Baruah, profesor de ciencia política en la universidad local.
Adolf L. Hitler Marak llegó a ser ministro de Medio Ambiente en la región, si bien luego fue arrestado por mantener contactos con una organización ilegal, la ANVC, uno de los muchos grupúsculos terroristas del noroeste indio.
'Tal vez el nombre les gustó a mis padres, y por eso me llamaron Hitler. Estoy contento con mi nombre, aunque no tengo ninguna tendencia dictatorial', declaró el político al periódico local 'Hindustan Times'.
La mayoría de los modelos en los que se miran los habitantes de Meghalaya son anglosajones, de ahí que Roosevelt, Chamberlain o Churchill sean, además de personajes históricos, nombres de pila, aunque no faltan los meghalayos de adscripción comunista que dieron a sus bebés los nombres de Lenin o Stalin.
Fuente: EFE
Hitler no ha muerto, sino que ha desarrollado su carrera política en Meghalaya, en el este de India, junto a políticos como Frankenstein o Tony Curtis, herederos de una larga tradición tribal de dar a los bebés nombres raros.
Meghalaya acoge así, al menos en el plano nominal, un curioso experimento donde un tal John Fitzgerald Kennedy puede tomar el té a la sombra de un árbol junto a Billy el Niño sin salir corriendo.
Las últimas elecciones de ese estado auparon a la Cámara al citado Billy el Niño ('BillyKid'), Tony Curtis y a un émulo del criado de Robinson Crusoe, Viernes, pero dejaron en la cuneta a otros muchos políticos de curioso nombre, como el propio Frankenstein y el trío formado por Stalin, Roosevelt y Hitler.
'No sabemos cuál es el origen de la costumbre. La gente aquí es algo iletrada y escoge nombres que les parecen atractivos o que tienen un sonido divertido, como por ejemplo JFK o Adolf Hitler, que siguen vivos por aquí', afirmó a Efe A.K. Baruah, profesor de ciencia política en la universidad local.
Adolf L. Hitler Marak llegó a ser ministro de Medio Ambiente en la región, si bien luego fue arrestado por mantener contactos con una organización ilegal, la ANVC, uno de los muchos grupúsculos terroristas del noroeste indio.
'Tal vez el nombre les gustó a mis padres, y por eso me llamaron Hitler. Estoy contento con mi nombre, aunque no tengo ninguna tendencia dictatorial', declaró el político al periódico local 'Hindustan Times'.
La mayoría de los modelos en los que se miran los habitantes de Meghalaya son anglosajones, de ahí que Roosevelt, Chamberlain o Churchill sean, además de personajes históricos, nombres de pila, aunque no faltan los meghalayos de adscripción comunista que dieron a sus bebés los nombres de Lenin o Stalin.
Fuente: EFE
martes, octubre 10, 2006
Berlín XI. Sachsenhausen
Al fondo, las torres de vigilancia
Segunda y última entrega sobre el campo de Sachsenhausen.
En la foto se puede ver el recinto del campo principal, con las torres de vigilancia bordeando el muro. Al final de este campo, en el extremo más alejado de la puerta de entrada, se encuentra la zona que a mí más me impresionó, a parte del foso de fusilamientos; una puerta da al área en donde están los barracones construidos por los rusos.
Sí, sí, habéis leído bien; al acabar la guerra, los soviéticos no clausuraron el campo, sino que lo continuaron gestionando, pero teniendo como prisioneros a las víctimas de la represión estalinista. Esos barracones de piedra están alejados de la ruta que siguen los turistas, y aparecen entre la maleza, un poco descuidados, dando la sensación de que sus ocupantes han salido a trabajar... Siento que no me acordase de tomar alguna foto.
Para terminar, relataré lo que pasó cuando nos disponíamos a tomar el autobús de regreso al pueblo. Se nos acercó un señor que debía tener más de 80 años y se puso a hablar con nosotros en inglés, preguntándonos sobre nuestra procedencia. Al decirle que éramos españoles desempolvó su español y, con mucha dificultad, nos habló del campo de Sachsenhausen. Nos dijo que no había ninguna placa que recordase a los presos españoles. También nos preguntó si sabíamos cómo se decía en alemán "tiro en la nuca"; yo lo sabía, pero me hice el ignorante por si acaso, ya que a todas éstas aún no sabíamos si el tipo era un ex-prisionero o un ex-guardia nazi...
Al final, pudimos enterarnos que era checoslovaco pero de la región de los Sudetes, es decir, que era de etnia alemana, y que había sido sindicalista. Nos dijo que su padre había estado en el campo de concentración de Buchenwald, y que allí había conocido a Jorge Semprún, al que calificó de "farsante" y "embustero". En cambio, tuvo buenas palabras para Largo Caballero (del que conocía su apodo de "El Lenin español"), que estuvo recluido precisamente allí, en Sachsenhausen, aunque nos dijo que pasó ese tiempo en la enfermería.
Antes de despedirnos, nos encargó que dijéramos al presidente Zapatero que hiciera poner en Sachsenhausen una placa dedicada a los españoles.
Pues esto es lo que dio de sí la visita al campo de concentración.
Ahora se abre un pequeño paréntesis en este blog, porque estaré de viaje el resto de la semana, así que espero volver el próximo lunes con más historias que espero que os resulten interesantes.
lunes, octubre 09, 2006
"El trabajo os hará libres", ejemplo del cinismo nazi
Reiniciamos nuestro recorrido por Berlín. A unos 15 kilómetros de la capital se encuentra el campo de concentración de Sachsenhausen, al que se llega tras un trayecto en metro de una media hora y unos minutos de autobús.
Según una maqueta que se exhibe a la entrada, el campo era muy extenso, pero sólo queda la parte central; la puerta de entrada, la zona de barracones, el lugar en donde estaban los crematorios y los cuarteles de las SS, fuera del recinto.
La visita es muy interesante, pese a que hay que realizar un esfuerzo de imaginación, puesto que la mayor parte de las instalaciones quedaron arrasadas. Aún así, uno puede hacerse una idea del infierno que se vivía allí, pero nada comparado con Auschwitz, puesto que Sachsenhausen era, si se me permite la expresión, para presos VIP, al menos en origen. Así que no se trata de un campo de exterminio como los que existían en Polonia.
En los años 30 se creó el campo de Oranienburg, en el pueblo del mismo nombre, pero los excesos de los nazis quedaban a la vista de todos, por lo que éste se cerró y se creó uno nuevo a las afueras de la misma localidad, siendo éste de Sachsenhausen. Conservó su naturaleza de campo para prisioneros políticos o intelectuales, pese a que el desarrollo de la guerra amplió mucho este espectro.
Impresiona ver el lugar destinado a los fusilamientos; una especie de foso de tiro al que los condenados bajaban para morir. No pude evitar mirar en la dirección que ellos miraban poco antes de ser fusilados.
Mañana hablaré del curioso personaje que conocimos a la salida del campo, mientras esperábamos el autobús...
viernes, octubre 06, 2006
El discurso de Patton
Carátula de la edición en CD
Como empieza el fin de semana, he decidido que es mejor explicar la visita al campo de concentración de Sachsenhausen el lunes; hoy tendremos la oportunidad de leer el discurso que George C. Scott, en el papel de Patton, pronuncia al principio de la película del mismo nombre. A mí, este discurso me encanta y supongo que a muchos de vosotros también.
Lo reproduzco aquí para que os divirtáis un rato leyéndolo:
Sentaos.
Quiero que recordéis que ningún bastardo ganó jamás una guerra muriendo por su patria. La ganó haciendo que otros pobres estúpidos bastardos murieran por ella.
Muchachos, todas esas historias de que América no quiere luchar, que pretende estar al margen de la guerra, son un montón de estiércol. A los americanos por tradición les entusiasma luchar, todo verdadero americano ama el acicate de la pelea. Cuando érais niños todos admirabais a los campeones: al corredor mas veloz, a los ases del futbol, a los boxeadores mas duros. Los americanos aman al ganador y no pueden soportar al que pierde. Todo americano juega siempre para ganar, yo no apostaría el pellejo por un hombre que estando perdiendo, se riera. Por eso los americanos nunca hemos perdido ni perderemos una guerra, porque la sola idea de perder nos resulta odiosa.
Ahora nuestro ejército es un equipo, vive come, duerme y lucha como un equipo. Todo eso de la individualidad es solo basura. Los que escribieron esa majadería sobre el individualismo para el Saturday Evening Post no conocen de una verdadera batalla más de lo que saben de fornicación. Ahora tenemos la mejor comida y equipo, el mejor espíritu y los mejores hombres del mundo.
Todos sabéis, y es la verdad, que compadezco a esos pobres contra los que vamos a luchar, por Dios que así es, ya que no sólo vamos a disparar contra ellos, ¡nuestra intención es arrancarles las entrañas y usarlas después para engrasar las ruedas de nuestros tanques, vamos a matar a esos miserables teutones por millares!
Bien, algunos de vosotros estáis dudando de si tendréis miedo bajo el fuego, eso no debe preocuparos, estoy convencido de que todos cumpliréis con vuestro deber, los nazis son el enemigo, ¡cargad contra ellos, derramad su sangre, disparadles en el vientre! Cuando pongáis vuestra mano sobre una masa informe que momentos antes era el rostro de vuestro mejor amigo… ya no dudaréis.
Deseo recordaros otra cosa, no quiero recibir ningún mensaje que diga: “estamos aguantando nuestra posición”. ¡No aguantamos nada!, ¡que aguante el enemigo!. Nosotros avanzamos constantemente y no tenemos ningún interés en aguantar nada excepto al enemigo, vamos a agarrarle por la nariz y a darle un puntapié en el trasero, ¡a patadas enviaremos a esos teutones al infierno acabando así con ellos en un santiamén!
Bueno, sin duda habrá algo que podréis contar cuando volváis a vuestras casas, y dar gracias a Dios por ello, y si dentro de treinta años sentados junto al hogar y con vuestro nieto sobre las rodillas, él os pregunta qué es lo que hicisteis en la Segunda Guerra Mundial, no tendréis que contestarle: “pues... acarreé estiercol en Louisiana”.
Bien, ahora, hijos de perra, ya sabéis cómo pienso. Ehh... estaré muy orgulloso de dirigiros en esta lucha muchachos, siempre y en todo lugar.
Esto es todo
jueves, octubre 05, 2006
Berlín IX. Piscina olímpica
Aquí se nadó en 1936
Esta es la piscina en donde se disputaron las pruebas de natación de los Juegos Olímpicos de 1936. En cuanto terminaron las competiciones, los berlineses pudieron disfrutar de esta instalación. Es curioso ver las fotos que allí se exponen en donde se ve a la gente pasar un día de verano en la zona y bañándose en la piscina, sin sospechar todo lo que vendría luego.
Siento no poder aportar ninguna información interesante sobre este recinto, que está casi tocando el Olympiastadion, por el lado del trampolín. La foto está tomada desde ese lateral que lo bordea.
Únicamente puedo relatar una anécdota que ocurrió en los 100 metros libres; ganó el húngaro Ferenc Csik, que logró la medalla de oro, pero el resto de clasificados sufrió la confusión de los jueces, que se hicieron un lío y dieron el segundo puesto al que había llegado tercero (el japonés Yusa)y la medalla de bronce al que había llegado quinto (el también nipón Arai), ya que la llegada había sido una de las más apretadas de la historia.
El diario francés L´Equipe descubrió lo que había ocurrido; parece ser que los jueces acababan de llegar de comer (eran las 15.30) y allí habían dado buena cuenta de varias botellas de vino. Es posible que el estado de aquellos jueces no fuera el más idóneo para ver el orden de llegada.Si quereís conocer esta historia con más detalle, mirad aquí.
Mañana nos iremos a 35 kilómetros de aquí, a un lugar que tiene un carácter muy distinto...
miércoles, octubre 04, 2006
Berlín VIII. Maifeld
Las impresionantes Torres Sajonas. Al fondo, la Torre de la Campana.
Seguimos en la zona del Olympiastadion. Para que os situéis, imaginaos que entráis por la puerta principal del estadio y seguís en línea recta, atravesáis longitudinalmente el campo de fútbol y saldríais por la puerta de Maratón. Pues si seguís, os encontraríais con estas dos torres, llamadas las Torres Sajonas, y si las atravesáis, acabaríais en la Torre de la Campana, que es la que se ve en medio de las dos.
Como podéis suponer, el conjunto es impactante. Las torres son más altas de lo que parecen en la foto. Entre éstas y la de la Campana se extiende el MAIFELD o Campo de Mayo, un recinto destinado a grandes exhibiciones militares o de masas, cuya capacidad es de 250.000 o de 500.000 personas, según las fuentes.
Si os interesa el tema del Maifeld y de los Juegos Olímpicos de 1936 en general, no es podéis perder esta web que he encontrado en español.
Mañana veremos en donde se celebraron las competiciones de natación en dichos Juegos.
martes, octubre 03, 2006
Lateral del estadio de innegable estética nazi
Tras este breve intermedio, reiniciamos nuestra ruta por el Berlín del Tercer Reich.
Uno de los lugares que más me ha impresionado es el Estadio Olímpico, el OLYMPIASTADION. Tras la nominación de Alemania para que fuera la sede de los Juegos Olímpicos de 1936, el 13 de mayo de 1931 (antes de la llegada de los nazis al poder), se construyó este estadio, que ocupaba el lugar de uno antiguo, de los tiempos del Káiser. El arquitecto fue Werner March.
El resultado es realmente espectacular; no tanto el interior, que queda empequeñecido ahora por la visera que lo cubre, sino toda la arquitectura que desprende. Sólo tenéis que ver la foto del lateral del estadio, por donde se entra a las gradas, para ver que está intacto todo el espíritu de la estética nazi. En la remodelación para el Mundial de 2006 han respetado la esencia del monumental edificio, incluso en las puertas de los lavabos, que mantienen el diseño de los años treinta.
Pero es aún más impresionante los alrededores del estadio, pero eso lo veremos mañana.
lunes, octubre 02, 2006
El pan del Führer
A Hitler le gustaba el pan casero
Antes de seguir con el recorrido turístico por Berlín, una anécdota sacada del libro JO VAIG SER ESCORTA DE HITLER, de Rochus Misch, que me lo he leído y lo recomiendo vivamente, aunque aún no sé cuando lo publicarán en castellano.
Este tipo, Misch, era el encargado de vigilar el acceso a la Cancillería en Berlín; se dio cuenta de que cada semana llegaba un paquete de un tamaño poco más grande que una caja de zapatos. En cuanto lo traía el cartero, las órdenes eran que el paquete fuera enviado directamente a las cocinas.
Eso duró unos meses, sin que Misch supiera qué contenía el extraño paquete, ya que entonces lo mejor para tener una larga y saludable vida era no hacer preguntas...
Pero un día Misch averigüó el contenido; se trataba de una hogaza de pan que cada semana le enviaba a Hitler una señora de la región de Westfalia. Se ve que el Führer, en uno de sus viajes, había probado los panes de esta aldeana y le habían gustado tanto que le pidió que le mandase uno por semana, a lo que ella accedió con mucho gusto.
Curiosamente, el encargo se fue cumpliendo puntualmente hasta que el correo dejó de funcionar, en los últimos días de la guerra.
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