Bien, en la anterior entrada di por finiquitada la crónica de mi viaje de este verano a Berchstesgaden, pero revisando las fotos que hice he visto que aún quedaba algo que podía tener gracia.
¿Os acordáis de una entrada anterior en la que os comentaba el asombroso parecido entre el logo de una cerveza austríaca y el de la revista Signal? Lo podéis revisitar AQUÍ.
Pues resulta que la cerveza STIEGL la hacen en Salzburgo, y que se puede visitar su fábrica. Así que para el último día dejé esa interesante visita.
Allí se puede llegar en autobús, pero como estaba a unos veinte minutos andando desde el centro preferí llegar caminando, dando un paseo. La ubicación la podéis encontrar en cualquiera de esos mapas desplegables que dan en los hoteles, ya que es una atracción turística más.
El lugar en cuestión consta de la fábrica propiamente dicha, que no se puede visitar, y el edificio antiguo, en el que está instalado el museo y que es el que se visita.
Aunque la entrada cuesta 9 euros, vale la pena. El edificio tiene varias plantas y en ellas se puede ver el método de fabricación, antiguas calderas y demás elementos, así como la interesante historia de esta cerveza, que es la típica de Salzburgo.
Tras la visita te dan un obsequio, a escoger entre una botella especial para tenerla de recuerdo o un vaso serigrafiado con la marca; la botella estaba mejor, pero como no se puede llevar en el equipaje de mano del avión elegí el vaso.
Al final puedes visitar su tienda, en la que busqué infructuosamente una camiseta de mi talla con el logo clásico de Stiegl (la XL, tampoco nada raro, pero estaba agotada). En cambio, de XL había con el logo en versión fashion, y esas no me gustaban. Total, que me quedé sin la ansiada camiseta.
Pero lo mejor es al final, ya que el ticket de 9 euros incluye una degustación de tres tipos diferentes de su cerveza en el patio de la antigua fábrica, en plan Biergarten. Amablemente, el camarero te explica las características de las que hay disponibles, tú escoges de la carta las tres que más te interesan y te las sirven acompañadas de crackers para que entren mejor. Yo me pillé éstas:
La Stiegl normal, que es la que te sirven en todas las cervecerías de Salzburgo, está buena, aunque no es nada del otro mundo. Pero las tres Stiegl especiales que probé allí sí que estaban realmente buenas, estuve en un tris de seguir pidiendo las demás que había en la carta, pero bueno, eran las doce del mediodía y tampoco se trataba de empezar el día demasiado perjudicado.
Pues si váis a Salzburgo, no os perdáis la visita a la fábrica Stiegl, seguro que -al igual que yo- salís contentos de allí...
lunes, septiembre 27, 2010
lunes, septiembre 20, 2010
Visita a Berchtesgaden (5ª Parte y última) Braunau am Inn.
Bueno, con esta quinta y última entrega acabaremos de matar mi viaje de este verano a Berchtesgaden y aledaños.
Como os comenté, desde Salzburgo viajé en tren a Braunau am Inn, el pueblo natal de Hitler; el viaje, creo recordar de una hora y pico, se alarga un poco porque va parando en todas las estaciones y apeaderos; el paisaje es llano pero bonito, se pasa por un lago y todo, así que el trayecto no se hace demasiado pesado.
Una vez que desciendes en la estación de Braunau am Inn -por cierto, bastante solitaria-, aunque hay autobuses, puedes ir caminando hasta el pueblo saliendo a mano derecha, está a un cuarto de hora.
El pueblo es pequeño y muy tranquilo, se trata básicamente de una sola calle que viene desde la orilla del río Inn. El otro lado río es Alemania. Cuando llegué al centro de Braunau, antes que nada me dirigí a la orilla alemana para tomar una fotos del pueblo viniendo del lado alemán, aquí las tenéis. Por cierto, el río Inn, aunque no es muy conocido, es muy caudaloso, mucho más que cualquiera de los ríos que tenemos por aquí.
Pues, como digo, Braunau es prácticamente una sola calle, que en su recorrido más cercano al río es muy ancha y con cierto encanto, tiene varias terrazas donde tomar cerveza, así como el inevitable Kebab de turno. Aquí tenéis el edificio del Ayuntamiento.
Ese tramo ancho finaliza en este paso de muralla bajo esta torre medieval. La foto está tomada mirando en dirección al río. Detrás de mí estaría la casa de Hitler.
Esta es la casa del susodicho. Se encuentra fácilmente; si venimos por la calle principal desde el río, está en la acera de la izquierda, y a unos doscientos metros de la torre medieval que hemos visto. No tiene pérdida; en todo caso, si preguntáis a alguien no tendrá reparos en indicaros cuál es, a no ser que vayáis rapados, con bomber y Dr. Martens, ya que en este caso es probable que llamen a la policía. Si no miente la web The Third Reich in Ruins, la ventana de la habitación en la que nació es ésa que os señalo con la flecha roja.
Aquí, la casa por la parte de atrás.
Y aquí, la foto que no puede faltar en el álbum de todo friki del Tercer Reich.
En la actualidad, la casa acoge un centro para niños discapacitados, algo que veo muy bien. A nadie se le escapa que el Ayuntamiento de Braunau tiene una difícil papeleta con esta casa, pero yo creo que la ha resuelto bien. Evidentemente, no van a poner una placa diciendo "Aquí nació Hitler", pero la idea de poner delante una piedra traída de Mauthausen para indicar el sitio creo que es una excelente idea.
Pues ya habéis visto Braunau am Inn. Si llegáis en tren, verificad bien el horario de vuelta con el jefe de estación; en el panel ponía una hora de vuelta, pero antes de subir tuve la intuición de preguntar al maquinista y me dijo que ese tren, el que se suponía que salía para Salzburgo, iba a otro sitio, lo que me confirmó el jefe de estación. Y como salen de allí cada hora, tuve que esperar dos horas, así que preguntad antes.
Pues hasta aquí toda la información sobre el viaje. Si hay alguna duda, la responderé con mucho gusto.
Como os comenté, desde Salzburgo viajé en tren a Braunau am Inn, el pueblo natal de Hitler; el viaje, creo recordar de una hora y pico, se alarga un poco porque va parando en todas las estaciones y apeaderos; el paisaje es llano pero bonito, se pasa por un lago y todo, así que el trayecto no se hace demasiado pesado.
Una vez que desciendes en la estación de Braunau am Inn -por cierto, bastante solitaria-, aunque hay autobuses, puedes ir caminando hasta el pueblo saliendo a mano derecha, está a un cuarto de hora.
El pueblo es pequeño y muy tranquilo, se trata básicamente de una sola calle que viene desde la orilla del río Inn. El otro lado río es Alemania. Cuando llegué al centro de Braunau, antes que nada me dirigí a la orilla alemana para tomar una fotos del pueblo viniendo del lado alemán, aquí las tenéis. Por cierto, el río Inn, aunque no es muy conocido, es muy caudaloso, mucho más que cualquiera de los ríos que tenemos por aquí.
Pues, como digo, Braunau es prácticamente una sola calle, que en su recorrido más cercano al río es muy ancha y con cierto encanto, tiene varias terrazas donde tomar cerveza, así como el inevitable Kebab de turno. Aquí tenéis el edificio del Ayuntamiento.
Ese tramo ancho finaliza en este paso de muralla bajo esta torre medieval. La foto está tomada mirando en dirección al río. Detrás de mí estaría la casa de Hitler.
Esta es la casa del susodicho. Se encuentra fácilmente; si venimos por la calle principal desde el río, está en la acera de la izquierda, y a unos doscientos metros de la torre medieval que hemos visto. No tiene pérdida; en todo caso, si preguntáis a alguien no tendrá reparos en indicaros cuál es, a no ser que vayáis rapados, con bomber y Dr. Martens, ya que en este caso es probable que llamen a la policía. Si no miente la web The Third Reich in Ruins, la ventana de la habitación en la que nació es ésa que os señalo con la flecha roja.
Aquí, la casa por la parte de atrás.
Y aquí, la foto que no puede faltar en el álbum de todo friki del Tercer Reich.
En la actualidad, la casa acoge un centro para niños discapacitados, algo que veo muy bien. A nadie se le escapa que el Ayuntamiento de Braunau tiene una difícil papeleta con esta casa, pero yo creo que la ha resuelto bien. Evidentemente, no van a poner una placa diciendo "Aquí nació Hitler", pero la idea de poner delante una piedra traída de Mauthausen para indicar el sitio creo que es una excelente idea.
Pues ya habéis visto Braunau am Inn. Si llegáis en tren, verificad bien el horario de vuelta con el jefe de estación; en el panel ponía una hora de vuelta, pero antes de subir tuve la intuición de preguntar al maquinista y me dijo que ese tren, el que se suponía que salía para Salzburgo, iba a otro sitio, lo que me confirmó el jefe de estación. Y como salen de allí cada hora, tuve que esperar dos horas, así que preguntad antes.
Pues hasta aquí toda la información sobre el viaje. Si hay alguna duda, la responderé con mucho gusto.
martes, septiembre 14, 2010
¡¡NUEVO LIBRO!!
Bien, llegó el momento de anunciaros que ya está en imprenta mi nuevo libro, que espero que esté en las librerías a mediados de octubre de cara a arrasar en Navidad.
Yo os hablaría ahora de él, el título, el tema y de lo que va, pero para saber todo eso tendréis que acudir a los que han logrado la primicia en exclusiva.
He de decir que he recibido un buen número de ofertas para conseguir esa primicia, pero han sido los señores de HISTORIAS DEL TERCER REICH los que finalmente se han llevado el gato al agua, al hacerme, como decía Vito Corleone, una oferta que no he podido rechazar.
Así que ya estáis tardando en clickar el enlace que os he puesto...
jueves, septiembre 09, 2010
Entre los eBooks más vendidos
Una buena noticia; desde la editorial Nowtilus me pasaron ayer el dato de que mis libros están entre los más vendidos de El Corte Inglés en su versión digital, o eBook, tal como podéis ver AQUÍ. El dato ha merecido la atención de Radio Inter, que me harán una entrevista, creo que es el lunes pero avisaré.
Como véis, en la lista, mi libro ENIGMAS Y MISTERIOS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL sale como el más vendido en la categoría de No Ficcíón. Bueno, la verdad es que yo no me lo creo porque me consta que las listas de libros más vendidos no suelen ser nada fiables, pero al menos supongo que eso querrá decir que se está vendiendo bastante bien. Otro libro mío, el HISTORIAS ASOMBROSAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, aparece en el décimo puesto de ese ranking.
Bien, en este caso, más que mérito mío, hay que apuntárselo a la editorial, ya que Nowtilus está peleando muy fuerte en el tema de los eBooks. No han pasado por alto el dato revelador de que Amazon venda ya más eBooks que libros en papel, y se han decidido a apostar decididamente por el formato digital para sus libros.
Como ejemplo, AQUÍ os podéis descargar gratuitamente un eBook recopilatorio de su exitosa colección BREVE HISTORIA, en la que salió mi BREVE HISTORIA DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL.
Bueno, a mí, como supongo que a casi todos vosotros, esto del eBook me pilla un poco fuera de juego, pero quisiera saber si hay alguno que ya tenga un cacharro de estos y cuál es su experiencia con él. Tampoco se trata de que hagamos otro debate sobre este nuevo formato porque creo que ya hablamos de esto no hace mucho y sería repetitivo, pero sería interesante saber si entre nosotros ya ha calado el tema del eBook o todavía es demasiado pronto.
Otra cosa; en la revista de Historia CLÍO ha aparecido esta reseña sobre mi libro TODO LO QUE DEBE SABER SOBRE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, en la que lo deja bastante bien:
Pues nada, se agradece.
Para acabar con lo que yo llamo "noticias locales"; desde Nowtilus me han dicho también que están a punto de salir de la imprenta las nuevas ediciones del Breve Historia de la Segunda Guerra Mundial, el Enigmas y Misterios de la SGM y el Historias Asombrosas de la SGM, así que ya véis que este otoño voy a someter a las librerías a un intenso bombardeo de saturación.
Y por último, la semana que viene habrá una importante novedad...
A ver si en la próxima entrada ya os hablo de la visita a Braunau am Inn, espero que no salga nada más...
lunes, septiembre 06, 2010
Espartaco: sangre y arena
Bueno, dije que la próxima entrada estaría dedicada a mi visita a Braunau am Inn, a no ser que saliera otra cosa... pues eso, que ha salido.
Desde hace unos meses, mi hermano mediano me venía dando la matraca con que viera la serie ESPARTACO: SANGRE Y ARENA, y nada, no le hacía caso. Pero resulta que mi hermano pequeño me dijo el otro día que también la había visto online en Internet y que le había gustado mucho, así que nada, rápidamente me lancé a la busca y captura de esta serie. Uno de mis hermanos puede equivocarse, pero dos no.
La verdad es que a mí las series no me gustan nada de nada. Desde Raíces no he visto ninguna. La última que intenté ver fue, como no, Perdidos, pero vi el primer capítulo y me pareció un tostón; aunque tengo bajada la primera temporada no me he puesto, me da palo.
Pero nada, me puse a ver la serie ésta de Espartaco y me ha enganchado. Violencia, buenos y malos, más violencia, lenguaje poco ejemplarizante, sexo, sangre salpicando a la cámara, banda sonora guay y romanas de buen ver, todo ello con la estética de la peli "300". ¿Qué más podéis pedir?
Sí, claro, no es Yo Claudio, pero ni falta que le hace. Al igual que la Coronita es la cerveza para los que no les gusta la cerveza, Espartaco es la serie para los que no nos gustan las series...
Se puede ver online en varios sitios, pero el mejor que he encontrado es éste. Si queréis más info, podéis echar un vistazo a este blog.
Son sólo 13 capítulos, así que casi os la podéis ver de un tirón; ya me diréis que os ha parecido.
jueves, septiembre 02, 2010
Visita a Berchtesgaden (4ª Parte). Berchtesgaden
Bien, antes de ir a Braunau am Inn, el pueblo natal de Hitler, vamos a acabar de matar lo de Berchtesgaden, con algunas fotos del pueblo.
Por si hay alguien que todavía se hace un lío, recordemos que Berchtesgaden es el pueblo más cercano a la casa alpina de Hitler, el Obersalzberg es la montaña en la que se encuentra el complejo de edificaciones que rodeaba la casa, y el Berghof es la casa propiamente dicha.
Pues bien, desde el Berghof se desciende por la carretera hacia el pueblo, que se encuentra en el valle, por donde pasa el río. Berchtesgaden es pequeño pero bonito, presenta las típicas casas bávaras con murales en sus fachadas, aunque a mí me gusta más el pueblo de Garmisch-Partenkirchen, del que ya hablé, que tiene muchas más casas de este tipo.
Aquí tenéis algunas vistas del pueblo:
Este mural del antiguo Ayuntamiento se pintó en los años treinta para honrar la memoria de los caídos en la Primera Guerra Mundial. Después de la Segunda se añadieron las fechas de este último conflicto.
Aquí, en detalle:
Y ésta era la antigua caseta de control al complejo del Obersalzberg, que comenzaba ahí mismo, en el río, junto en donde acaba el pueblo. Para llegar al Berghof creo que había pasar tres controles más. Esta caseta, en verano es utilizada como tienda de souvenirs.
Como os dije, en Berchtesgaden hay bastantes cosas para ver, pero hay que echar toda una mañana para ir buscando cada uno de los edificios interesantes. Creo que es ideal para hacerlo una vez visitado todo el complejo del Obersalzberg.
Pues nada, sin más dilaciones la próxima entrada sí que será ya la dedicada a Braunau am Inn, a no ser que se me ocurra otra cosa antes.
Por si hay alguien que todavía se hace un lío, recordemos que Berchtesgaden es el pueblo más cercano a la casa alpina de Hitler, el Obersalzberg es la montaña en la que se encuentra el complejo de edificaciones que rodeaba la casa, y el Berghof es la casa propiamente dicha.
Pues bien, desde el Berghof se desciende por la carretera hacia el pueblo, que se encuentra en el valle, por donde pasa el río. Berchtesgaden es pequeño pero bonito, presenta las típicas casas bávaras con murales en sus fachadas, aunque a mí me gusta más el pueblo de Garmisch-Partenkirchen, del que ya hablé, que tiene muchas más casas de este tipo.
Aquí tenéis algunas vistas del pueblo:
Este mural del antiguo Ayuntamiento se pintó en los años treinta para honrar la memoria de los caídos en la Primera Guerra Mundial. Después de la Segunda se añadieron las fechas de este último conflicto.
Aquí, en detalle:
Y ésta era la antigua caseta de control al complejo del Obersalzberg, que comenzaba ahí mismo, en el río, junto en donde acaba el pueblo. Para llegar al Berghof creo que había pasar tres controles más. Esta caseta, en verano es utilizada como tienda de souvenirs.
Como os dije, en Berchtesgaden hay bastantes cosas para ver, pero hay que echar toda una mañana para ir buscando cada uno de los edificios interesantes. Creo que es ideal para hacerlo una vez visitado todo el complejo del Obersalzberg.
Pues nada, sin más dilaciones la próxima entrada sí que será ya la dedicada a Braunau am Inn, a no ser que se me ocurra otra cosa antes.
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