viernes, marzo 23, 2018
"LA MUERTE DE STALIN" (2017): ME PARECE QUE ME HE PERDIDO ALGO
Bien, amigos, tenía pensado no retomar el blog hasta mi vuelta de las vacaciones de Semana Santa, pero veo que todavía tengo tiempo de subir otro post.
Ayer vi la película LA MUERTE DE STALIN (The death of Stalin, 2017), dirigida por Armando Iannucci. Como dije en mi Página Oficial de Facebook, no pensaba perderme este film, ya que prometía mucho, no sólo por la temática, sino por el enfoque original -en forma de comedia-, y las excelentes críticas que está cosechando.
Así que ayer me dispuse a disfrutar de esta película pero, sorprendentemente, me llevé una buena decepción.
Como sabéis, la trama se centra en la lucha por el poder que se desata en la cúspide del poder soviético a la muerte de Stalin, lo que aparentemente daba para un buen esperpento, con Kruschev, Beria o Zhukov como protagonistas.
La película tiene un comienzo prometedor, con ese concierto en directo de Radio Moscú que debe repetirse de forma improvisada porque Stalin pide una grabación del mismo, pero se diluye como azucarillo en agua desde las primeras de cambio.
Ianucci no logra encontrar el tono de comedia en ningún momento, pese a los ímprobos esfuerzos de Steve Buscemi en el papel de Kruschev -el único que se salva de la quema junto a Jason Isaacs como Zhukov-, los gags no funcionan, el ritmo es torpe y en algún tramo se bordea peligrosamente el aburrimiento.
Creo que es la típica película en que el director y los actores se lo han pasado bomba rodándola, pero que fuera de ese círculo deja de tener gracia. Cuando ha acabado, he tenido la desconcertante sensación de haberme perdido algo.
Sinceramente, no entiendo en absoluto esas críticas entusiastas, parece que haya visto otra película. Este tema hubiera requerido alguien con el talento de Billy Wilder, que sí hubiera sabido sacarle todo el jugo, pero Ianucci fracasa estrepitosamente en el intento.
¿Qué se puede rescatar del film? Sin duda, su lograda ambientación. Me han encantado esas limusinas ZIM en perfecto estado, esos cuidados diseños de interiores, o la fotografía, que encaja con la época. Ese brillante envoltorio hubiera merecido un mejor contenido, pero ya vemos que el cine no pasa por su mejor momento, basta ver los bodrios que se han repartido los Oscars.
Por último, la cinta puede servir para llamar nuestra curiosidad sobre ese período histórico un tanto confuso que se abre con la muerte de Stalin. Por ejemplo, me ha ilustrado sobre la borrosa figura de Gueorgui Malenkov (en la imagen superior), así que, rememorando lo que dijo Cervantes acerca de los libros, no hay película tan mala de la que no se pueda sacar algo bueno.
Ahora sí, os espero a la vuelta de Semana Santa con un par de buenas entradas sobre el viajecito que voy a hacer, pasadlo bien.
miércoles, marzo 21, 2018
"STALINGRADO", DE JOCHEN HELLBECK: PUES NO, NO SE HABÍA ESCRITO TODO SOBRE AQUELLA BATALLA
Bien, amigos, aquí seguimos al pie del cañón, promocionando mi último libro, ESO NO ESTABA EN MI LIBRO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL. De momento está funcionando muy bien, ya se está encaramando a las listas de libros más vendidos de la sección de Historia. Os dejo AQUÍ una entrevista que publicó ayer ABC.es en la que hablo de mi nuevo título.
Pero hoy os voy a hablar de otro libro. La revista La Aventura de la Historia me encargó hace tres semanas una reseña de STALINGRADO. LA CIUDAD QUE DERROTÓ AL TERCER REICH, del historiador alemán Jochen Hellbeck. Con motivo del 75º aniversario de la batalla, la editorial Galaxia Gutenberg ha decidido apostar por este título, que vemos en la imagen superior muy bien acompañado.
No sé si sería vuestro caso, pero tengo que admitiros que cuando recibí el libro en casa me dio un poco de pereza ponerme a leerlo. A estas alturas ya todos conocemos bastante bien el desarrollo de esta batalla que se ha contado mil veces.
Da la sensación de que todo se ha explicado ya sobre aquel choque brutal que supuso el punto de inflexión de la contienda. Así que era de temer que a rebufo de la efeméride apareciese algún libro para aprovechar el tirón comercial explicando lo mismo una vez más, como sería el caso de esta obra.
Sin embargo, cuando menos te lo esperas salta la sorpresa. Así, desde las primeras páginas, esas bajas expectativas se vieron superadas con este trabajo realmente novedoso, que supone una entrada de aire fresco en el análisis de la batalla. Pero vosotros os preguntaréis qué novedad puede existir sobre unos hechos tan estudiados.
Pues bien, resulta que a finales de diciembre de 1942, desde Moscú se envió a Stalingrado un equipo de historiadores con el encargo de recopilar testimonios entre los protagonistas de la lucha. Esas entrevistas quedaron sepultadas en los archivos, y han sido ahora rescatadas por Hellbeck, que las presenta en forma de relato coral.
Si os paráis a pensar, hasta ahora estábamos acostumbrados a conocer la batalla desde el punto de vista alemán. Pero con este libro toman la palabra los soviéticos, ofreciendo una visión nueva y, hasta cierto punto, sorprendente de los hechos. La obra derriba alguno de los mitos arraigados sobre el comportamiento del soldado ruso. Por ejemplo, todos tenemos en mente las primeras escenas de la película Enemigo a las puertas, en la que los soldados son arrojados a la batalla casi sin armas y con la amenaza de las ametralladoras del NKVD detrás. Pues bien, eso no se corresponde a la realidad, tal como remarca Hellbeck.
Este estudio permite conocer lo que sentían los soldados rusos con una sinceridad también sorprendente. Los testimonios están transcritos tal cual se tomaron taquigráficamente, respetando incluso algunas incongruencias, lo que aporta una frescura que no sería posible encontrar en unas memorias escritas con posterioridad. Además, da la sensación de que la censura no ha pasado sobre esos testimonios, ya que se pueden encontrar algunas inesperadas críticas.
Hellbeck da también las claves para entender la feroz resistencia de los soviéticos ante el encarnizado ataque germano, algo que hasta ahora resultaba un tanto incomprensible.
En suma, que si os interesa Stalingrado, tenéis que saber que la obra de Hellbeck se va a convertir en un clásico ineludible de la historiografía de esa trascendental batalla.
Por último, os quiero avanzar que la semana que viene haré un viajecito de perfil bajo, pero del que volveré con material para un par de entradas. Nos vemos a la vuelta de las vacaciones.
miércoles, marzo 14, 2018
FERNANDO MARTÍNEZ LAÍNEZ: "LA CRISIS ESPAÑOLA ACTUAL ES MUCHO MÁS PROFUNDA QUE LA DEL SIGLO XVII"
Bien, amigos, aquí estamos de nuevo después de una larga pausa, ya que estoy todavía en la última fase de escritura de mi próximo título, que se supone que saldrá en otoño.
Supongo, por otro lado, que me agradecéis que no os haya estado dando la paliza con mi nuevo libro, ESO NO ESTABA EN MI LIBRO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL. Las primeras noticias que me han llegado sobre el recibimiento que ha tenido en las librerías son muy buenas. Además de que la colocación es óptima -agradezco las fotos que me vais mandando para corroborarlo- la editorial me dijo después de la primera semana que era el que se había vendido más de todo su catálogo, vamos a ver si sigue por el buen camino.
Ya me están llegando las primeras opiniones del libro y de momento son todas positivas también. Me gusta especialmente cuando el lector me comenta que ha leído ya mucho sobre la Segunda Guerra Mundial pero que las historias que explico en la obra le han sorprendido totalmente.
Lo que sí me tomo la libertad de pediros es que, si el libro os ha gustado, igual que habéis dedicado unos minutos a mandarme un correo electrónico le dediquéis un par más a subir la opinión a Amazon, algún foro o cualquier otro lugar a dónde los lectores suelen acudir en busca de opiniones, ¡muchas gracias!
Pues una de las mejores cosas que tiene juntar letras con pericia más o menos reconocida es que acabas conociendo escritores de verdad, de los que saben inventar personajes, tramas y todo eso. Uno de ellos es Fernando Martínez Laínez, que nos presenta hoy su último libro, LAS LANZAS, dedicado a los tercios españoles.
La primera pregunta es obligada. En los últimos años estamos asistiendo a un inusitado interés por todo lo que hace referencia a los tercios. Un amigo que trabaja en un destacado medio digital me asegura que los artículos históricos centrados en los tercios cosechan una gran cantidad de clicks. Continuamente aparecen novedades bibliográficas sobre el tema, lo que incluye tu libro. ¿A qué crees que es debido este interés?
Los tercios eran el mejor ejército de Europa en el momento cenital de la historia de España. Si el recuerdo histórico sirve para algo resulta inevitable que surjan los tercios como reflejo de un pasado que dejó huella. De todas formas, tampoco veo que el nivel de interés por los tercios haya calado tanto en el conjunto del país. La memoria se va perdiendo. Los interesados son (somos) minoría.
¿Cómo surgió la idea de escribir Las Lanzas?
En muy pocos años, España pasa de un momento de apogeo en 1625, con Ambrosio de Spínola y la toma de Breda, a otro que se intuye ya de franca decadencia, después de la derrota en Rocroi. Mi novela pretende reflejar eso.
Me ha sorprendido la estructura del libro, ya que no es un relato lineal, sino que aparecen varias voces narrativas, con continuos saltos temporales y geográficos, lo que me ha provocado desconcierto e incluso en algunos momentos frustración debido a esos sucesivos cortes. Casi diría que es una novela impresionista. Aunque imagino lejos de tu intención escribir la típica novela de capa y espada, ¿no te has sentido tentado por apostar por un relato más convencional?
No. Lo que pretendía era precisamente eso. La realidad es fragmentada, intermitente e inconexa. Nunca es lineal ni continua. No me interesaba un relato convencional de “capa y espada”, como señalas.
La obra denota tu extenso conocimiento y, casi diría, abrumador conocimiento del tema de los tercios. ¿Cuál es el origen de ese interés? ¿Has tenido que documentarte mucho para escribirla o te ha bastado con lo que ya conocías?
Sobre la primera de las dos preguntas que indicas, el origen de mi interés está en la propia historia de España y el drama histórico de nuestro declive. En lo que respecta al contenido de la segunda pregunta, la verdad es que he tenido que bucear bastante en las fuentes y personajes que inspiran el relato. Es lo que más tiempo me ha llevado.
Teniendo en cuenta que es una novela histórica, ¿cuánto hay en el libro de historia real y cuánto de ficción?
Yo diría que un 50% de ficción y otro tanto de realidad.
El libro parece traslucir tu admiración por Ambrosio de Spínola. ¿Eso es así?
Más que admiración trato de mostrar la importancia del personaje en esa etapa de la guerra de Flandes, y lo excepcional de una figura obsesionada con la gloria militar, a pesar de que, por sus orígenes familiares estaba destinado al comercio y las finanzas. En ese sentido el personaje rompe moldes, es extraordinario.
En la obra hablas de una España que parece en todo momento al borde del colapso, a punto de perecer por los ataques de sus numerosos enemigos pero también por su falta de visión de futuro, inoperancia y agotamiento. Me ha venido a la cabeza la célebre frase apócrifa, atribuida falsamente a Bismarck, "estoy firmemente convencido de que España es el país más fuerte del mundo. Lleva siglos queriendo destruirse a sí misma y todavía no lo ha conseguido". ¿Esa España perennemente en crisis pero que sobrevive a todos los embates es extrapolable a la actualidad?
Yo creo que no. La crisis actualmente es mucho más profunda, porque es la propia idea de España lo que está en crisis.
Aprovechando que tenemos entre nosotros a un experto en el tema, ¿cuál es tu opinión sobre el debatido origen del término “tercios”?
Barajando opiniones diversas, pienso que procede de la primera mención oficial a los tercios, en la Ordenanza de Génova. Ahí se habla de los tres “fragmentos” del ejército hispano-imperial en Italia. Esa puede ser la explicación, pero no es seguro.
¿Cómo ves la situación actual del mundo editorial? ¿El libro tiene también una mala salud de hierro, como parece que sucede con España?
Por lo menos en un futuro previsible, y mientras haya lectores y buenas historias que contar, el porvenir del libro impreso está asegurado. Otra cosa es el negocio editorial, que tiene que ver con la economía general del país y las fuerzas que controlan el mercado.
Por último, ¿Cuáles son tus nuevos proyectos?
Terminar la trilogía narrativa que inicié con Las Lanzas.
Pues gracias, Fernando, por dedicarnos tu tiempo, y suerte con el libro.
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