jueves, julio 25, 2013
BLITZVISITA A BÉLGICA
Bueno, amigos, mañana me voy a pasar el fin de semana en Bélgica...
No, no es un frikiviaje, como podría parecer, a pesar de que allí hay material de sobras para entretenerse un rato, en especial de la Primera Guerra Mundial, aunque también tenemos Bastogne...
Voy por motivos familiares, pero aun así mi hermano ha conseguido encajar en el programa un par de visitas que me pueden gustar.
La primera es el campo de batalla de WATERLOO, que nos viene de camino viniendo del aeropuerto.
Y el segundo lugar es uno bien curioso del que yo no había oido nunca hablar; el COMMANDOBUNKER KEMMEL.
Es un antiguo puesto de mando secreto de la OTAN, construido en 1954; escondido en la campiña belga, fue ideado para hacer frente a un ataque de la URSS.
Pues, en cierto modo, el lugar sigue siendo casi secreto, porque he encontrado muy poca información sobre él.
En español no hay absolutamente nada, y en la Wikipedia sólo hay un artículo en flamenco...
Se puede visitar únicamente martes y sábados, y con hora reservada, lo cual ya ha hecho mi diligente hermano para este sábado.
No hace falta decir que me hace mucha ilusión visitar ese vestigio de la Guerra Fría... ya os contaré a mi vuelta.
lunes, julio 22, 2013
¡TENDREMOS NOVELA PÓSTUMA DE SVEN HASSEL!
Bien, amigos, gracias al soplo de un seguidor del blog, José Antonio, vi este artículo sobre SVEN HASSEL del genial Jacinto Antón en El País, que podéis leer AQUÍ.
Como imagino que todos los que seguís este blog conocéis de sobras a Hassel, sus novelas y sus personajes, no voy a hablar de él.
En una historia que supongo similar a la de bastantes de vosotros, mi descubrimiento de este escritor fue a los trece años, a través de un compañero de clase aficionado a la SGM. El primer libro que me compré fue LOS VI MORIR, en una librería del pueblo murciano en donde entonces veraneaba, Santiago de la Ribera.
A partir de ahí me compré algunos más, fui pillándolos prestados y prestando los que tenía, etc. en aquellas ediciones de la colección Reno que se descuajeringaban a las primeras de cambio...
Pues el artículo de Antón no tiene desperdicio, y apunta algunos datos que resultan de máximo interés para los que somos fans de Hassel. Así, nos hemos enterado de que, sorprendentemente, la familia ha vendido su colección de objetos militares a la tienda barcelonesa Militaria. Al menos, hay que congratularse de que los hayan llevado al Cash Converters.
Aunque no soy nadie para opinar, y aun a riesgo de ser injusto, esa decisión me parece muy desafortunada, por no decir otra cosa; cuando todavía no hace ni un año que el hombre ha muerto, parece que a la familia le ha faltado tiempo para vender todo lo que había coleccionado a lo largo de su vida. Incluso han vendido sus insignias de tanquista que él aseguraba que eran las originales suyas. Si Hassel hubiera sabido eso, creo que se le habrían quitado las ganas de coleccionar nada.
Por otro lado, se ha perdido la oportunidad de crear algún día una especie de "casa-museo" Sven Hassel (ojalá hubiera sido en Barcelona, en donde residía desde los años sesenta), en donde sus fans hubiéramos podido recrear su universo. Especialmente lamentable -o tragicómico- es el detalle que explica Antón: "Uno de los sables de la colección lo ha adquirido una cofradía del cava para descorchar tradicionalmente sus botellas..."
Si os interesa adquirir algo de su colección, AQUÍ teneís para escoger.
Repito, me estoy metiendo en donde no me llaman y habría que saber las circunstancias familiares, quizás necesitaban desesperadamente cash, pero, visto desde fuera, este asunto de la liquidación por la vía rápida de las pertenencias de Hassel se antoja bastante sórdido.
Bueno, dejemos de lado las miserias familiares y vamos con la principal noticia revelada por el artículo: Vamos a tener novela póstuma, cuyo título es LA GLORIOSA DERROTA, y que aparecerá este otoño en Suecia y Dinamarca. Desgraciadamente, esa novela sólo tiene cincuenta páginas, por lo que se va a complementar con otros capítulos inéditos de su primer libro y otros textos.
Pues quedamos a la espera de ese último libro que servirá de colofón a nuestra colección de novelas de Hassel, aunque todavía no hay fecha para su publicación en España.
viernes, julio 19, 2013
PELÍCULAS QUE NO ME CANSO DE VER
Bien, después de la última recomendación libresca, vamos con una entrada ligera de cara al fin de semana.
Pues esta semana me he vuelto a ver dos películas que hacía ya un tiempo que no veía, pero que me siguen encantando como el primer día que las vi. Son esos filmes que, por mucho que uno los vea, nunca se cansa. Supongo que es como el fenómeno Pretty woman, que cada vez que la reponen en TV tiene una gran audiencia.
Aunque seguro que ya las habéis visto y no os descubro nada, igual hay algún despistado que no ha visto alguna de ellas, así que paso a recomendároslas por si acaso.
La primera es CIUDAD DE DIOS (Cidade de Deus, Fernando Meirelles, 2002).
Es difícil encontrar una peli mejor que ésta; un guion original y de estructura compleja pero a la vez redondo y fácil de seguir, interpretaciones tan convincentes que parece un documental (¿alguien duda de que Ze Pequeno es un delincuente de verdad?), escenas de acción muy logradas (comenzando por la persecución inicial de la gallina), brillantes hallazgos visuales, escenas durísimas (cuando dan a elegir a los dos niños si prefieren que les disparen en el pie o en la mano) y muy buena música... no se puede pedir más. Bueno, sí, que nadie cometa el sacrilegio de verla en versión doblada...
Y tampoco me canso de ver la otra película; LUNAS DE HIEL (Bitter Moon, Roman Polanski, 1992). Recuerdo que la vi en un cine del Paseo de Gracia, y que me gustó tanto que unos días después volví a verla otra vez, algo que sólo he hecho con Salvar al soldado Ryan.
Luego la he visto un montón de veces, y nunca ha dejado de atraparme.
Polanski nos presenta una perturbadora historia de amor que se adentra en territorios muy poco convencionales. Imposible no sentirse fascinado por la inquietante complicidad de Mimi y Oscar, que nos pone cara a cara con el lado más oscuro de la relación de pareja: ¿Toda relación contiene el germen de su propia destrucción? ¿El amor más entregado puede acabar convirtiéndose en el odio más encarnizado?
La película está basada en una novela de Pascal Bruckner, LUNA AMARGA, que está descatalogada. No me he comprado el libro porque dudo de que pueda ser tan bueno como la película, pero ya he localizado un par de bibliotecas cercanas que la tienen. Un día de estos me pasaré a pillarla.
Y para completar la trilogía de películas que más he visto, MEMENTO (Memento, Christopher Nolan, 2000), de la que no voy a decir nada porque creo que ya he hablado de ella varias veces y no quiero ser pesado.
No sé cuántas veces habré visto esta película y siempre he descubierto algún detalle nuevo...
Y para finalizar, una película que he visto muchas veces, aunque reconozco que es bastante mala... ¿Y cómo se entiende eso? Pues no lo sé.
Se trata de U-571 (U-571, Jonathan Mostow, 2000), la típica peli de submarinos, con todos los tópicos del subgénero. Además, guion previsible y escasamente basado en hechos reales, interpretaciones mediocres y, para colmo, con cameo de Bon Jovi (!). Lo único destacable, la banda sonora.
Por lo tanto, no os la recomiendo en absoluto. Aun así, confieso más de una vez que he llegado a casa con ganas de desconectar de todo, me he hecho una pizza cuatro quesos, he cogido una coca-cola bien fría y me he puesto el DVD de U-571... Espero que esto no salga de aquí.
martes, julio 16, 2013
KOMPRESSOR: NAZIS, MOTOS, CUERO Y CURVAS
Bien, amigos, vamos con otra recomendación fresca para el verano. En este caso se trata de KOMPRESSOR, una novela publicada por Macadán, una joven editorial granadina especializada en literatura de motor.
El planteamiento del libro no puede ser mejor. Su contraportada abre con esa supuesta cita de Hitler: "Un alemán debe ganar en la Isla de Man con una máquina alemana", haciendo referencia a la Tourist Trophy, una competición motociclística que se viene celebrando en esa isla británica desde 1907. Para lograrlo, los dos hombres elegidos para la gloria cuentan con la mejor moto del momento, la BMW Kompressor, la máxima expresión de la tecnología germana aplicada a ese campo.
Aquí la tenéis:
El reto está ahí; derrotar a los ingleses en su propia casa, logrando que una de esas BMW sea la primera en pasar por la meta, a mayor gloria del Tercer Reich.
Evidentemente, el planteamiento no me pudo seducir más, por lo que no pude evitar hacerme con el libro. En realidad, se trata de un libro más bien breve, de 155 páginas, y venía etiquetado como literatura pulp, pero la intuición me decía que debía hincarle el diente...
Y la intuición no me falló; tras su lectura, lo que puedo decir es que se trata de una de esas pequeñas joyas que salen a tu encuentro de vez en cuando. El autor, el norteamericano Timothy Carl, un auténtico apasionado por las motos, consigue llevarte a su terreno. A mí no me gustan nada las motos; aunque tengo dos amigos moteros, creo que sólo me he subido tres veces en mi vida como paquete, y lo pasé fatal. Pero Carl logra que te pongas a los mandos de una de esas potentes BMW, que sientas el olor del mono de cuero, que traces hábilmente las curvas y que dés gas a tope en las rectas para ver hasta qué límites puedes llegar con semejante pepino...
Aquí tenéis al protagonista del libro, Georg Meier, volando en la Isla de Man con su BMW Kompressor:
Pero lo que más me interesaba a priori, la ambientación en el Tercer Reich, está muy bien resuelta, aunque no hay nada que se salga de lo políticamente correcto. De todos modos, Carl consigue algo que yo admiro; con pocas palabras te sitúa en una escena que, después de dejar el libro, no sabes si la has leído o la has visto en una película. Aunque no realiza largas descripciones, ves pasar esas imágenes casi cinematográficas, lo cual es un enorme mérito.
Os iba a poner enlaces para ilustrar el trasfondo histórico de esta novela -en la que el autor mezcla historia y ficción-, pero equivaldría a destriparla, ya que la gran pregunta es si los pilotos germanos conseguirán imponerse en esa mítica carrera. Así que os aconsejo que, después de leerla, buceéis un poco en la historia real, que resulta muy interesante.
Por último, dejar constancia de la original arquitectura del libro, que remite a esa literatura pulp; una edición con toques vintage que pone en valor el contenido. Y también original el águila nazi que vemos en el encabezamiento de la entrada, a ver quién es el primero en captar el guiño...
jueves, julio 11, 2013
UNA COMEDIA REFRESCANTE
Bueno amigos, después de la interesante entrevista a Carlos Lázaro, destinada a elevar el nivel de este blog, vamos ahora a bajar algunos enteros con una recomendación cinematográfica que no viene mucho a cuento.
Hace un par de meses, una persona de cuyo criterio me fio me recomendó la película 500 DÍAS JUNTOS (500 days of Summer), dirigida por Marc Webb y estrenada en 2009. La conseguí de inmediato y la dejé a la espera del momento adecuado para verla. Como podréis comprobar, el tráiler es bastante disuasorio:
Como parece la típica comedia romántica de "chico encuentra chica", encontré sucesivas excusas para no verla, hasta que ayer por la noche, como no tenía nada mejor que hacer, me puse a ello.
Aunque estaba preparado para lo peor, la verdad es que me enganchó desde el primer momento, es decir, el aviso de que "cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia", ya veréis por qué. A pesar de ser una historia romántica, la estructura del guion es muy original, tiene un sentido del humor muy fresco, escapa de los tópicos del género y, además, posee una serie de guiños pseudo-intelectuales que la alejan de las típicas historias de Hollywood, algo lógico ya que es lo que dicen una película independiente. De hecho, dicen que es una peli indie, sea lo que sea lo que eso signifique.
Que nadie espere ver una obra maestra, pero posee unos hallazgos especialmente brillantes, como el recurso a la pantalla partida, sobre todo en la escena en la que una de ellas representa las "expectativas" y otra la "realidad", algo por lo que creo que todos hemos pasado alguna que otra vez... Me pareció genial. También me encantó la falsa película en blanco y negro que va a ver el protagonista, con esa escena sacada de "El séptimo sello".
Yo la he visto en versión original subtitulada, recomiendo verla así en vez de la versión doblada porque hay algunos juegos de palabras -como el del propio título- que no sé como los habrán trasladado a la versión en español.
Y una mención especial para la banda sonora, tan fresca y original como la peli. Como ejemplo, aquí tenéis esta pegadiza canción del grupo Mumm-Ra, She's got you high:
Pues nada, si os ha picado la curiosidad, os véis esta película, ideal para refrescar cualquier noche de este caluroso mes de julio...
martes, julio 09, 2013
COLOSOS DEL AIRE: LA FASCINACIÓN DEL DIRIGIBLE
Bien, vamos con una de esas entradas que da lustre y esplendor al blog, y que sirve para dar la impresión de que éste es un blog serio y todo. Como os anuncié, tenemos con nosotros a un autor, Carlos Lázaro, que nos va a presentar su nuevo libro, COLOSOS DEL AIRE, publicado por Tombooktu, y dedicado al fascinante mundo de los dirigibles.
Después de leer el libro, os puedo decir que una aportación muy valiosa al conocimiento de la historia de este medio de transporte. Aunque en mi libro EL DESASTRE DEL HINDERBURG ya le dediqué varios capítulos a esa apasionante historia, este libro ofrece un relato más exhaustivo de la misma, con el punto a favor que Lázaro es un auténtico experto en el tema. A pesar de eso, el autor emplea un lenguaje divulgativo que logra que el libro resulte muy ameno.
Pues vamos allá con las preguntas:
- Lo primero, me gustaría que te presentases a los seguidores del blog, explicándonos cómo nació tu pasión por la aeronáutica.
Nací en Madrid (1966) y me crié frente al Aeroclub de Cuatro Vientos, por lo que la afición a la aeronáutica ya creció conmigo desde pequeñito, se cimentó con mi interés por el maquetismo aeronáutico y se consolidó con mi licenciatura en Geografía e Historia en la Universidad Complutense.
Curiosamente, me doctoré con un tema que no tiene relación con la aeronáutica, pero en esos años ya había entrado en contacto con la Asociación de Aviadores de la República (ADAR), donde me encontré a gente fascinante que me permitió conocer, entre otros personajes como Isidoro Giménez García, jefe de la Escuadra de Caza en la batalla del Ebro, o Ignacio Hidalgo de Cisneros, jefe de la Fuerza Aérea Republicana, al gran ingeniero militar y científico granadino Emilio Herrera Linares.
A partir de ese momento me dediqué a investigar sobre globos y dirigibles, aeronáutica militar española y las Fuerzas Aéreas de la República, temas que entonces eran más o menos conocidos pero a los que el trabajo de archivo me ha permitido dedicarles 11 libros (en solitario o colectivos), tres exposiciones, numerosos artículos e impartir numerosas conferencias.
- ¿Cómo surgió la idea de publicar un libro sobre la historia de los dirigibles?
Hace siete años ya publiqué un libro sobre el mundo de la aerostación (globos y dirigibles) pero como el tema de los dirigibles me interesaba mucho, seguí investigando. Me di cuenta de que, si bien había una amplia bibliografía –y de gran calidad- escrita en inglés y francés, en ella no se hacía ninguna referencia a la participación española que, desde mi punto de vista, desempeñó un papel crucial en el bando aliado durante la Primera Guerra Mundial y en el establecimiento de una línea aérea trasatlántica.
Por último, consideraba que no había ninguna obra divulgativa escrita en castellano sobre los dirigibles y aproveché la oportunidad que me brindaba Tombooktu para hacer un libro cuyo contenido fuera asequible para el todo el mundo.
- A mi juicio, el punto más interesante del libro es la sorprendente relación de España con el desarrollo del dirigible, con la destacada figura de Torres Quevedo, prácticamente desconocida aquí y que, en cambio, tuvo una gran proyección internacional. ¿Cómo explicas ese olvido de una figura que fue tan importante?
Conocí la figura del cántabro Leonardo Torres Quevedo gracias a la vinculación que tuvo con Herrera en el proyecto trasatlántico español con su proyecto de dirigible autorrígido “Hispania”, pero fue a través de los trabajos de investigación y divulgación de F. González de Posada y F. González Redondo cuando profundicé más en su parte aeronáutica.
Además, me fascinó saber que Torres Quevedo era el autor del transbordador aéreo que cruza hoy en día las cataratas del Niágara, del primer aparato de radiocontrol del mundo (el telekino, creado para dirigir barcos o dirigibles gracias a las ondas hertzianas y evitar víctimas humanas en las pruebas) y las máquinas analógicas de cálculo. La obra de Torres Quevedo sigue siendo desconocida, aunque se están haciendo notorios esfuerzos por difundirla, y su permanencia en el olvido se debe, sobre todo, al desconocimiento y la falta de puesta en valor de su legado. Hay que seguir difundiendo y realzando nuestra producción científica que, si bien es comparativamente menor que la de otros países europeos, debe ser valorada por el hecho de que dedicarse a “inventar” en aquellos tiempos era algo realmente excepcional.
Desde mi punto de vista, el caso de este ingeniero es similar al de otros geniales inventores españoles (Peral, De la Cierva, Herrera, etc.) a los que la España del momento no supo, no quiso o no pudo dar respaldo a sus inventos y, además, no podemos olvidar que, entonces –igual que hoy en día- nuestro país carecía del empuje industrial necesario para canalizar estos avances en beneficio propio. Torres Quevedo preservó el derecho de patente para nuestro país, pero se tuvo que buscar la vida fuera de España y aunque, comparativamente, los dirigibles Astra-Torres fueron más baratos y eficaces que los dirigibles alemanes, como bien sabes, la atracción por la técnica germana en la historia militar contemporánea, por razones muy justificadas, tiene un poderoso “tirón” entre los aficionados a la historia militar y ensombrece otros avances que se produjeron.
- También es muy interesante el intento español de crear una línea de dirigibles, primero con Estados Unidos y después con Sudamérica. ¿Crees que pudo haber funcionado? Si el proyecto no hubiera quedado abortado por la guerra civil, ¿qué futuro crees que habría tenido esa línea?
El proyecto aéreo trasatlántico español es fascinante porque pretendía aunar técnica y financiación nacional en una empresa que empezó a planificarse en 1914 –cuatro años antes de que se iniciara en Europa- y contó con las mentes españolas más brillantes de la época (Herrera, Torres Quevedo) los principales promotores aeronáuticos del momento (Jorge Loring y Tomás Martín Barbadillo) y aprovechó la proyección atlántica del país que se reflejó en el nombre de la empresa constituida (Colón Transaérea).
Emilio Herrera (en la foto superior) consideró que la “Colón” podía ser un incentivo para empezar a superar el atraso industrial del país y yo creo que hubiera funcionado como demuestra el hecho de que Eckener escogiera España para el ”salto” a Sudamérica con el Graf Zeppelin y sus dirigibles sobrevolaran el país en sus viajes de vuelta al continente americano.
El Graf Zeppelin sobrevolando Cádiz
En esta otra imagen, sobre la Giralda de Sevilla
En esta ocasión, la empresa fracasó por razones internas y externas. En nuestro país, las navieras que cubrían el trayecto hacia América del Sur veían en la Colón un peligroso competidor y probablemente maniobraron para que nadie apoyara económicamente el proyecto.
En el exterior, nos vimos envueltos en la lucha por el control del tráfico aéreo atlántico en el que estaban involucrados Gran Bretaña, Francia y Alemania. Por otro lado, Francia desconfiaba –no sin razón- de los vuelos de las aeronaves alemanas sobre su territorio y, sobre todo, temía el establecimiento de un consorcio aeronáutico industrial hispano-germano al sur de los Pirineos que despuntaría con vuelos de dirigibles alemanes sobre España luciendo la esvástica. No olvidemos que, desde 1921 y hasta poco antes del estallido de la guerra civil, se había producido un incremento de las relaciones entre la industria militar de Alemania y España, poniendo en peligro las tradicionales ventas de armamento francés -y también británico- al gobierno de Madrid; es un tema fascinante en el que estoy investigando actualmente.
Respecto al futuro de la línea aérea española creo que, si no hubiera sido por la Segunda Guerra Mundial (a la que los pilotos de la Zeppelin achacaban el fin de la era de los dirigibles, no al desastre del Hindenburg), hubiera podido tener continuidad. La apuesta de Eckener era una forma exclusiva de volar, menos ruidosa y con más confort que en los grandes clippers trasatlánticos como los Sikorski, Boeing o Latham y, por último, dedicada en exclusiva a un público VIP (en un dirigible no había 3ª clase como en un buque trasatlántico). El director de la Zeppelin había introducido el moderno concepto de “crucero aéreo de placer” en el que primaba el ocio sobre la necesidad de viajar, u ofertaba ambas modalidades, ahorrando, además, tiempo.
En definitiva, por razones geográficas, Herrera y su proyecto anticiparon que España era el punto idóneo de conexión de Europa para el tráfico aéreo trasatlántico; buena prueba de ello es que durante la Segunda Guerra Mundial los EE.UU. planificaron su futuro desembarco comercial aéreo tomando como base el aeródromo de Barajas y extendieron su poderío aéreo militar en el continente a partir de las bases aéreas militares peninsulares.
- ¿Por qué crees que los dirigibles resultan tan fascinantes?
Estoy convencido de que los dirigibles ya forman parte de la memoria icónica europea del siglo XX, tal y como se refleja desde la literatura de Julio Verne hasta las producciones cinematográficas recientes, como la futurista Sky Captain y el mundo del mañana en el que un dirigible amarra en el Empire State Building, proyecto que, como sabemos, figuró en el diseño original del edificio.
Por otro lado, el ser humano siempre ha sentido fascinación por el colosalismo en sus inventos y cuando este interés se ha trasladado al aire, estas aeronaves gigantes despiertan, a partes iguales, atracción y temor.
Por otro lado, los dirigibles causan fascinación porque, en mi opinión, hoy en día el público no lo asocia al empleo bélico (aunque en mi libro ya he explicado los proyectos militares norteamericanos y la versatilidad militar que le augura el futuro como naves nodriza de drones) y se les considera una forma diferente de volar, alejada del estruendo de los motores de hélice o los reactores.
Hoy en día, a los dirigibles se les está brindando la posibilidad de desempeñar funciones científicas e humanitarias y, para mí, siguen siendo los protagonistas de una manera diferente de volar, porque junto a los globos aerostáticos, son los verdaderos monarcas del “reino del silencio”, aquel donde sus tripulantes sienten los sonidos y sensaciones que les transmite el viento.
- Por último, vamos a soñar, ¿crees que, al igual que parece que se quiere construir un nuevo Titanic, hay posibilidades de que alguien se decida a construir una réplica del Hindenburg (aunque, obviamente, con helio en vez de hidrógeno y sin las esvásticas)?
La nostalgia es un poderoso motivador de la naturaleza humana; a partir de los años 60 hubo varios intentos de construir una aeronave similar al Hindenburg aprovechando las ventajas del helio, las nuevas fibras para las cubiertas y los motores orientables.
Sin embargo, hoy en día todos los avances se enfocan al pragmatismo económico, como lo demuestra el fallido proyecto del dirigible de transporte de CargoLifter CL 160, cuyos 450.000 metros cúbicos doblaban el volumen del Hindenburg… Es cierto que la situación actual no es para augurar proyectos fantasiosos, pero ahí está el proyecto de hotel-volante (Manned Cloud) y la versatilidad de los dirigibles híbridos (mezclan componentes de los dirigibles y los aviones) que pueden depararnos muchas sorpresas en el futuro, sobre todo en el campo de los transportes, donde hay que tener en cuenta que para el traslado de gran cantidad de toneladas de carga o estructuras voluminosas aún dependemos del tráfico marítimo. Aun así, espero que la técnica siga sorprendiéndonos con nuevas máquinas aéreas.
Pues seguro que os ha resultado interesante la entrevista. Para concluir, y como una mirada al futuro de este medio de transporte, un moderno Zeppelin NT sobrevolando Marrakech, en una composición que recuerda esos carteles turísticos vintage:
Sólo queda agradecer a Carlos la amabilidad que ha tenido respondiendo las preguntas de este blog y animaros a conocer la historia de los dirigibles de su mano en su último libro.
jueves, julio 04, 2013
UNA DE VIKINGOS, PERO SIN CUERNOS
Bueno, amigos, he estado esperando para subir la entrevista con el autor del interesante libro que acabo de leer, pero como aún está en fase de posproducción paso a hablaros mientras tanto de una serie que me ha enganchado. Y tiene mérito, ya que el concepto de serie no me gusta; desde que en su día vi Raíces, creo que no volví a seguir otra hasta que llegó Spartacus... Y sí, no he visto ninguna de esas series de las que tanto habla la gente; ni los Soprano, ni Juego de Tronos, ni siquiera Perdidos.
Pues se trata de VIKINGOS, que emite actualmente la cadena TNT. Como yo no tengo ese canal, la estoy viendo en casa de un amigo. Aquí tenéis un tráiler, en inglés porque no he encontrado en español, pero que os servirá para que os hagáis una idea.
La verdad es que la serie está muy bien, ha sido producida por el Canal Historia, lo cual es una garantía de un cierto respeto a la verdad histórica.
Aunque el argumento está basado en las tradiciones orales de los vikingos, la serie trata de representar lo más fielmente posible la realidad, de ahí que los vikingos de esta serie no lleven el típico y tópico casco con cuernos que aparece siempre indisolublemente ligado a este pueblo guerrero.
En esta serie funcionan las dos cosas que deben funcionar en una serie o una película. Por un lado el guion; tiene un interés creciente, contiene golpes de efecto, no sabes lo que te puedes encontrar y, sobre todo, te interesa lo que le puede ocurrir a los personajes.
Por el otro, las interpretaciones son brillantes, ha habido un gran trabajo de casting. El protagonista, Travis Fimmel, se ha hecho con el personaje principal desde el primer momento. Es uno de esos casos en los que ya no te imaginas ese papel en manos de otro actor. Pasa como con el primer protagonista de la serie Spartacus, el añorado Andy Whitfield, que en paz descanse, que logró que veas ahora en todo momento a su sucesor, Liam McIntyre como un triste suplantador.
Pues Travis Fimmel se ha apoderado del personaje de Ragnar Lodbrok hasta hacerlo suyo.
Yo no tenía ni idea de quien era ese actor, pero, para mi sorpresa, descubrí ayer que había sido modelo de calzoncillos de Calvin Klein, teniendo antes este efébico aspecto:
Pues sí, un diez para el equipo de casting, que vieron en él a todo un guerrero como Ragnar, algo por lo que yo nunca hubiera apostado...
Pero también debe haber una mención de honor para el actor que interpreta el carismático personaje de Floki, el desconocido Gustaf Skarsgard...
...así como el malo malísimo de la serie, el Conde Haraldson, interpretado por el conocido actor irlandés Gabriel Byrne.
Total, que Vikingos puede convertirse en una serie de culto con una legión de fieles seguidores a poco que la segunda temporada siga en la misma línea.
Por cierto, en las reuniones en casa de mi amigo, pertrechados de cerveza y pizza como debe ser, celebramos semanalmente sesiones dobles, de Vikingos-Spartacus. Pues no sé si seguís la de Spartacus, que va por la 4ª temporada (3ª si consideramos la segunda como precuela), pero creo que ya resulta un tanto cansina.
Sigue siendo muy buena, porque hay acción, giros inesperados, sangre, escenas tórridas... pero desde que la acción abandonó el mítico Ludus de Batiato y han quedado por el camino personajes inolvidables como el propio Batiato, Enomao, Ashur o aquella víbora de la Ilithya, creo que la serie ha bajado bastantes enteros. A ver si esta cuarta (y parece ser que última) temporada remonta y tiene un final acorde con el increíble nivel de toda la serie.
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