jueves, noviembre 29, 2007

El misil confederado

Bien, estoy un poco cansado porque esta mañana me he chupado cuatro horas de cola para conseguir las entradas para el concierto de Bruce Springsteen en el Camp Nou. La verdad es que paso del Boss, desde el Born in USA está viviendo de rentas, pero a mi mujer le hace mucha ilusión ir a verlo... así que me ha tocado hacer allí el pringao toda la mañana. Por cierto, la gente ha arrasado y en ocho horas se han vendido las 74.000 entradas, y eso que valían una pasta, luego dicen que la gente no puede con la hipoteca.

Nada, nosotros a lo nuestro; como he visto que alguno ha alucinado con la historia del submarino confederado, pues voy a sorprender con algo más increíble... ni más ni menos que la historia del misil balístico de la Confederación.

Pero antes mirad esta foto que he descubierto, de unos soldados norteamericanos en la Guerra de Vietnam enarbolando la bandera de guerra rebelde, curioso, ¿no?

Pues vamos a lo que vamos. Resulta que en 1958 saltó a las páginas de los periódicos un relato impactante. Ese año, varios rotativos sureños reprodujeron una crónica desde Viena de un corresponsal que firmaba simplemente como "C.R. Johnson". En ella, su autor revelaba un supuesto plan secreto que había sido llevado a cabo por el gobierno confederado durante la Guerra Civil, y del que nadie había sabido nada hasta ese momento.

Al parecer, el hijo de un agente secreto británico que había sido destinado entonces a la capital rebelde, Richmond, se había decidido a hacer público el trabajo que su padre había desarrollado al servicio de la causa sudista. Resulta que el agente inglés proporcionó a los científicos sureños la clave para licuar el oxígeno y obtuvo la ayuda de un físico alemán, Ernst Mach, para construir una pequeña turbina dotada de un giroscopio estabilizador. El resultado de la labor de este anónimo agente británico sería la construcción del primer misil balístico de la historia.

Siempre siguiendo la crónica del corresponsal en Viena, la evolución del proyecto no culminó hasta marzo de 1865, cuando se decidió el lanzamiento del artefacto. El misil, en el que aparecían bien visibles las letras CSA, fue emplazado en la orilla del río James. Tanto el presidente Jefferson Davis (en la foto) como el resto del gabinete escribieron su nombre en él. El destino del misil sería impactar en la capital federal, Washington.

Se envió un grupo de exploradores para que se situasen entre las dos capitales, con el fin de que pudieran seguir la trayectoria, pertrechados de catalejos. El misil fue encendido mediante un dispositivo eléctrico y se elevó en el aire, hasta desaparecer en el cielo. El misil no alcanzó su objetivo, pero tampoco nadie vio dónde cayó, por lo que nunca pudo éste ser analizado. La documentación relativa a su construcción fue destruida, por lo que todo el proyecto permaneció en secreto, hasta que el afortunado corresponsal en Viena tuvo la suerte de contar con el explosivo testimonio del hijo de aquel agente británico.

Esta historia es relatada en la página 245 del ameno e interesante libro de Burke Davis The Civil War. Strange & Fascinating Facts, correspondiente al capítulo dedicado a los mitos y leyendas del conflicto, a lo que el autor denomina The Folklore.
Así que siento decepcionar a los que creían que este episodio podía ser cierto; no fue más que una invención de ese corresponsal vienés, pero hay que reconocer que la historia merecería ser cierta...

martes, noviembre 27, 2007

Los héroes del submarino Hunley

Pues nada, como veo que la Guerra de Secesión despierta bastante interés, vamos con uno de los episodios más fascinantes de todo el conflicto: La misión del submarino confederado CSS Hunley. Seguro que habrá alguno que diga: ¿Cómorrr, un submarino en la Guerra de Secesión? Pues sí, aunque entonces ni siquiera existía la palabra "submarino".

Los confederados construyeron el Hunley, que no era más que una especie de caldera de hierro de doce metros de largo, propulsada por una manivela a tracción humana (!). Tripulado por ocho hombres, se desplazaba justo por debajo de la superficie. Las pruebas realizadas con este submarino no serían precisamente un éxito; llegó a hundirse hasta en tres ocasiones, provocando que varios marineros muriesen ahogados. Se ve que los cadáveres se hincharon tanto que hubo que cortarlos con sierra para poder sacarlos... Pero el objetivo último del submarino, romper el bloqueo que los navíos unionistas estaban llevando a cabo sobre el puerto de Charleston, era demasiado importante como para abandonar el proyecto.

Finalmente, en la noche del 17 de febrero de 1864 se verían los frutos de esta insistencia; el Hunley logró aproximarse al USS Housatonic (en la foto) y pudo colocar una mina adherida a su casco. La explosión resultante hundió el buque unionista, pero también alcanzó al propio Hunley, que no tuvo tiempo suficiente para alejarse del foco de la explosión y resultó también hundido.

Los ocho hombres que participaron y murieron en aquella misión han sido elevados a la categoría de héroes, un encumbramiento totalmente justificado, ya que debían ser conscientes de las escasas posibilidades que tenían de volver con vida. Sin embargo, muy poco se sabe de ellos, y ni siquiera se conocen suficientes datos biográficos del hombre que estaba al mando, el teniente Dixon, del que se creía que esta foto era suya, pero que hoy existen serias dudas de que corresponda a él.
Todo lo que rodeaba al Hunley estaba envuelto en el misterio -se desconocía incluso sus medidas y su forma-, hasta que en 1995 se localizó su emplazamiento. Gracias a sofisticados sistemas de elevación, el Hunley, que estaba casi cubierto por el lodo, fue izado en bloque en el año 2000, y sometido a un completo estudio.

Lo primero que sorprendió a los expertos fue su diseño avanzado; tenía forma alargada y los remaches estaban aplastados, lo que evidenciaba una preocupación por la aerodinámica. De todos modos, carecía de sistema de ventilación y una vela era la encargada de alertar de la falta de oxígeno.

Otro dato sorprendente fue la aparición de los esqueletos en perfecto orden junto a la manivela, lo que denotaba que los tripulantes no habían intentado escapar, sino que se habían mantenido sentados hasta el último momento. Este dato ha hecho que el misterio sobre cómo fue el final de aquellos audaces marineros continúe sin resolverse; es posible que hubieran ido cayendo inconscientes por el agotamiento y el enrarecimiento del aire, o que, una vez en el fondo, abriesen una válvula a para que el buque se inundase y acelerar así una muerte cierta. Hasta ahora, todo son especulaciones, así como el motivo por el que el Hunley cayó hasta el fondo; pudo deberse a la onda de la explosión, a la entrada de agua por una escotilla mal cerrada, por alguna vía de agua producida por disparos procedentes del barco, etc.



Lo que sí confirmó el hallazgo del submarino fue la veracidad de una leyenda que acompañaba al teniente Dixon. Se aseguraba que Dixon llevaba siempre consigo una moneda de oro de veinte dólares, regalada por su novia, Queenie Bennett, para que le sirviera de amuleto. La moneda cumplió su cometido, puesto que en la batalla de Shiloh una bala impactó contra la moneda, salvándole así la vida. Esa moneda, doblada y con la inscripción Shiloh 6 de abril de 1862, fue hallada junto al esqueleto de Dixon, confirmando que la historia era auténtica.

Después de los análisis realizados por expertos forenses, quedó establecida, aunque con algunas reservas, la posible identidad de los ocho tripulantes: Teniente George E. Dixon, Frank Collins, Joseph Ridgaway, James A. Wicks, Arnold Becker, J. F. Carlsen, Lumpkin y Miller (de estos dos últimos se desconoce el nombre de pila). Aquí está la reconstrucción de sus caretos, según una escultora forense que trabajó con sus cráneos:

El 17 de abril de 2004, todos ellos fueron enterrados con honores militares en el Cementerio Magnolia de Charleston, en una ceremonia a la que asistió una multitud de 50.000 personas, y que fue denominada "El Último Funeral Confederado". De esta ceremonia hay imágenes en youtube, aunque no es más que un montaje fotográfico un poco cutre.

Si os ha gustado esta historia, os aconsejo que os pilléis la peli para TV "The Hunley", que la podéis sacar de dónde ya sabéis. Sólo dura 45 minutos, pero está bastante bien hecha y la reconstrucción de toda la misión es muy convincente. Si queréis saber más, podéis buscar del mismo modo el interesante documental que se ha hecho sobre el Hunley.

Y si os quedáis con hambre, siempre podréis atiborraros de información sobre el heroico submarino en la web FRIENDS OF THE HUNLEY, en donde además os podéis hacer miembros del club de fans oficial del Hunley por 50 dólares al año, aquí tenéis las condiciones.

domingo, noviembre 25, 2007

Versión demo de mis libros

Bien, continúo tremendamente liado con el libro de la Guerra de Secesión, a ver si puedo terminarlo dentro de poco, pero mientras voy tocando otras teclas...


El viernes por la noche tuve una entrevista en Tarragona Radio, para el interesante programa BOIRA, pero mi catarro me jugó una mala pasada y me dieron varios ataques de tos.

Así que lo que debía ser una entrevista para hablar de mi libro de la Primera Guerra Mundial se convirtió en una emisión de interés médico, por la variedad de toses y estornudos que ofrecí en antena (lo siento, amigos de Tarragona Radio, espero estar en mejores condiciones la próxima vez). De todos modos, si la suben a la web, ya daré el aviso por si la queréis escuchar.

Por otro lado, estoy en pleno proceso de un tema que saldrá el año que viene, y que tendrá una cierta dimensión. No digo más, espero que en unos cuatro meses salga a la luz; seguiré informando. Y a parte otra cosa que también estará bien, que igual sale para el verano.

Pues, visto lo visto, estoy pensando en contratar un "negro" para que me vaya escribiendo todos los encargos que tengo... Esto me recuerda una anécdota; no sé si era Victor Hugo, que uno le dio la noticia de que su "negro" había muerto, pero al ver al gran novelista compungido le dijo en voz baja: "no se preocupe, él tenía a su vez otro negro, y ése está vivo".
Y en el programa aquél tan bueno del Sánchez Dragó, una vez entrevistaron a un "negro" anónimo que sólo aparecía de espaldas; pues bien, al final del programa se dio a conocer y lo sacaron de frente... y resulta que era un negro de verdad, un guineano ecuatorial que hablaba un castellano perfecto, se quedó con todos.




Bueno, pues mientras salen estas nuevas cosillas, los que quieran pueden fisgonear un poco en mis libros sin gastarse ni un duro. Nowtilus ha llegado a un acuerdo con Google para publicar versiones demo -por así decirlo- de mis libros, en archivo pdf. Por ejemplo, os podéis bajar estos tres:




Enigmas y Misterios de la Segunda Guerra Mundial

Breve Historia de la Segunda Guerra Mundial

Historias Asombrosas de la Segunda Guerra Mundial


Se pueden leer capítulos enteros, no está nada mal; mi editor me dijo que era el 30 por ciento del libro, pero da la sensación de que sea más.

¡Ah! Y resulta que el libro de la Primera Guerra Mundial ya está disponible en Amazon para todo el mundo; aquí está.

Por último, me hago eco de dos recomendaciones que me ha hecho llegar el amigo Pedro, un visitante del blog y que las pongo para que las disfrutéis todos:

Aquí, un interesante foro sobre temas militares:

http://www.arismartin.com/viewtopic.php?t=62

Y aquí una web muy curiosa sobre restos de la Segunda Guerra Mundial en Galicia. Está muy currada:


http://josecadaveira.tripod.com/militaryruins/index.html

Pues venga, a ver si voy localizando recomendaciones anteriores que se me pasaron de publicar y las voy poniendo aquí.

martes, noviembre 20, 2007

La inagotable Guerra de Secesión

Pues sí, yo sigo a lo mío. Estoy en la última -y al parecer, eterna- fase final de mi libro sobre la Guerra de Secesión, y la verdad es que estoy disfrutando tanto que no me importaría pasarme varios meses más investigando y escribiendo, lo que pasa es que tengo algunos librillos apalabrados y tengo que ir acabando éste.

Esta guerra es increíblemente interesante, y no dejo de descubrir nuevos y excitantes capítulos. El último fue ayer mismo, por la noche, en una jornada que fue casi monotemática.

Por la mañana, un recado me llevó al centro de Barcelona, y después de acabar el asunto me entretuve por las tiendas del centro. Pues en una juguetería del Portal del Angel tenían ni más ni menos que las figuras del general Lee y el general Grant. Se ve que forman parte de una colección llamada Wild Wild West, de Comansi. Las figuras, pintadas y bastante curradas, de un palmo de altura, valían 9,20 eurillos, así que... ¡al saco!

Naturalmente, ambas figuras las compré para mi hijo de dos años y medio. Aunque él ahora parece estar más interesado en Pocoyó y los Lunnis, se las guardaré para cuando crezca, así que de momento adornan mi guarida y estimulan así mi inspiración literaria...

Y por la noche, sobre las once, decidí ver un trozo de la peli ANDERSONVILLE, que dura casi tres horas. Debido a eso, tenía intención de ver sólo una horita, pero resulta que esta peli... ¡es un peliculón! ¡¡Qué pasada!!

Esta producción del magnate Ted Turner para televisión por cable es para mí una de las grandes películas ambientadas en la Guerra de Secesión. Ahí se narra el terrible destino que sufren unos soldados nordistas capturados en junio de 1864 en la batalla de Cold Harbor y que son enviados al campo de prisioneros de Andersonville, en el que las pasarán canutas. Aquello será como un campo de concentración nazi, pero es que fue así en realidad. Aquí podéis leer la historia del campo.
Aunque tenía mucho sueño, me la vi entera, sin ni siquiera ir al lavabo, tan sólo fui a buscar chocolate (de comer, se entiende). Aquí os dejo la crítica de la peli elaborada por el Major Reisman, un visitante de este blog, cuyo blog sobre cine bélico es definitivo. Realmente me lo pasé genial viendo esta peli, acabas sufriendo con los protagonistas y odiando a los malos (los "Incursores") tanto como ellos; si podéis conseguirla, de un modo u otro, no os arrepentiréis.

Y nada, como no hay dos sin tres, hoy me entero de que acaba de salir publicada la novela de GODS AND GENERALS, en la que está basada la peli del mismo nombre.
El autor es Jeff Shaara, el hijo de Michael Shaara, el autor de Angeles Asesinos, la novela más conocida sobre la batalla de Gettysburg. Aunque lo he visto ya anunciado en algunas webs, no he conseguido averiguar la editorial, algo raro pasa, pero bueno, si es verdad que ha salido a la venta me lo pillaré.

Pues nada, ya véis que el tema de la Guerra de Secesión da para bastante...

Por cierto, aunque parece que no tenéis mucha curiosidad por el enigma que planteé hace dos entradas ahí va la respuesta; según los olfateadores de la NASA, la Luna huele... a pólvora.

sábado, noviembre 17, 2007

¿Quién sobrevivirá a una guerra nuclear?

Después que el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, anunciase esta semana que su país va a desarrollar un programa nuclear, me he preguntado que pasaría si se le ocurre mandarnos dentro de un tiempo un misil intercontinental con varias cabezas atómicas, en venganza por el ya célebre "¿por qué no te callas?" que el rey le espetó en Chile.

Pues bien, supongo que todos habéis leído por ahí que, en caso de una guerra nuclear, los únicos supervivientes serían las cucarachas. Como sabéis, este animal, con todo lo asqueroso que es, lleva unos 280 millones de años sobre nuestro planeta. No hay quien acabe con ellas. Hasta pueden llegar a vivir una semana sin cabeza (!).

Sin embargo, su supervivencia en un holocausto atómico no es más que un mito. Las cucarachas serían unos de los primeros insectos en perecer en un ataque nuclear, eso sí, después de los humanos. El hombre la palma al recibir una radiación de 1.000 rads, las cucarachas a los 20.000 rads, mientras que una avispa aguanta hasta 180.000 rads.


Pero, ¿quién sobreviviría a la bomba ésta de Chávez? Pues alguien muy poco conocido: la bacteria Deinococcus radiodurans, que puede aguantar 1.500.000 de rads, la tía. Aunque es de color rosa y huele a calabaza podrida, es prácticamente indestructible. Se ve que los científicos más cachondos la llaman Conan, the Bacterium (esto en serio, no es un chiste mío). Incluso se la ha encontrado viviendo en el interior de rocas de granito en la Antártida, ya me diréis...

Así que, en el caso de que Chávez dedica mandarnos un recadito nuclear, nos queda el consuelo de que, al menos, quedaría alguna Deinococcus española para decirle al gorila rojo: "¿Por qué no te callas?".

Por cierto, si os queréis reir un rato, mirad esta selección de chistes sobre el famoso episodio.

martes, noviembre 13, 2007

El trabajo es más devastador que la guerra

Ahora estoy a saco con el libro que estoy escribiendo sobre la Guerra de Secesión. Pensaba que lo acabaría ahora, para noviembre, pero estoy encontrando más y más material interesantísimo, que no puedo dejar de incorporar, así que aún tardaré un tiempo en darlo por cerrado.

Por Amazon me ha llegado una nueva remesa de libros para documentarme sobre la Guerra de Secesión (por cierto, Amazon funciona cantidad de bien; ha habido un envío que no me ha llegado, no sé por qué, y enseguida que lo he comunicado me han mandado uno igual por paquete urgente). Pues yo en los pedidos, junto a los libros "serios", siempre entremeto alguno más ligero y que sea baratillo, para ver qué tal, sobre todo de trivia y datos curiosos. Pues bien, en este último me ha venido un libro con el que me lo estoy pasando muy bien. Se llama The Book of General Ignorance.

Este libro trata más de doscientos casos de verdades aceptadas por todos, pero que no son ciertas; ¿Sabéis que el Everest no es la montaña más alta? ¿Que Bangkok no es la capital de Tailandia? ¿Que lo más grande que puede tragarse una ballena es un grano de uva? ¿O que el animal que ha causado más muertos en la historia de la humanidad es.... la marmota mongola?

No sé a vosotros, pero a mí me encanta que me sorprendan con cosas que no sé. Y una cosa que me ha hecho gracia es que el trabajo es más devastador que la guerra. Sí, sí, habéis leído bien. Aproximadamente, cada año fallecen dos millones de personas en todo el mundo a consecuencia de accidentes de trabajo o enfermedades profesionales, mientras que las guerras sólo causan hoy día unos 650.000 muertos.
El oficio con más porcentaje de víctimas es el de maderero, seguido de los pescadores y los pilotos de aviones pequeños, pero se ve que el trabajo más peligroso de mundo es el de los pescadores de Alaska que capturan cangrejos en el Mar de Bering, que se ve que es muy chungo pero no me preguntéis por qué. Allí los alaskeños se van a pescar cangrejos y ya no saben si volverán a ver a su familia. De todos modos, se ve que la actividad con un índice de riesgo de muerte más alto es la de los jugadores de ruleta rusa, con un índice de 7,2 en una tabla del 0 al 8, aunque este caso es más fácil de entender.
Así que, ya que queda demostrado que el curro es más peligroso que ir a la guerra, os aconsejo que, si os lo podéis permitir, dejéis de trabajar.

Pero este libro también me ha aportado otros datos curiosos. En Gran Bretaña a los brazos de gitano les llaman rollos suizos, sin que ni ellos mismos sepan la razón (aunque de hecho, no sé por qué nosotros les llamamos así). También me he enterado de que para los albaneses los perros ladran diciendo ham-ham, para los chinos wang-wang, para los griegos gav-gav, los italianos bau-bau o los ucranianos haf-haf. Qué ignorantes; todo el mundo sabe que los perros dicen guau-guau.
Pero, curiosamente, en el libro aseguran que se ha demostrado que realmente los perros ladran con acento distinto; los chuchos ingleses no ladran igual que los escoceses, porque imitan el habla de sus dueños. Supongo que aquí en España pasará algo parecido, pero el libro sólo se refiere al Reino Unido.

Y otro dato interesante es la respuesta a una pregunta que segurísimo que nunca os habéis formulado. No , no es "¿a qué huelen las nubes?" sino "¿a qué huele la Luna?".
Pues se ve que cuando en los años setenta regresó una misión lunar, la NASA no tenía mucho trabajo e hizo un estudio para conocer la respuesta; contrató un grupo de olfateadores profesionales y éstos olieron el polvo lunar que había quedado impregnado en los trajes espaciales.
Y ¿a qué huele? La respuesta, en la próxima entrada...

sábado, noviembre 10, 2007

Mi libro huérfano

Bien, como la liebre ya ha sido levantada, pues vamos allá.

Pues sí, acaba de salir a la venta mi séptimo libro, TODO LO QUE DEBE SABER SOBRE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL. Aunque el título suena a aquella peli de Woody Allen, Todo lo que quería saber sobre el sexo y no se atrevía a preguntar, o algo así, creo que es original y a mí me gusta.

Pues hoy he ido al Corte Inglés de aquí de Barcelona, del Portal del Angel, y estaba allí. La verdad es que en el Corte siempre me tratan bien, porque estaba en la mesa de novedades, junto a los últimos lanzamientos, así que me ha hecho ilusión. El libro es de tapa dura, tiene un montonazo de fotos y vale 19,95 eurillos.

Lo que pasa es que el libro ha nacido un poco huérfano. Resulta que mi nombre sale en la portada, sí, pero la editorial se ha olvidado de poner mi referencia biográfica y la lista de mis libros anteriores. Total, que el que no me conozca pues no tendrá ni p... idea de quién soy, y si hay alguien que le guste el libro, pues no sabrá que tengo otros. Genial.

Yo a mis libros los considero como hijos; hay el que es listillo y se apaña solo, vendiendo como un tiro, o el que es más torpón y va vendiendo menos... Pero éste es como si en la partida de nacimiento de mi hijo sólo pusiera que su padre es un tal Jesús Hernández, pero que no consta ni el DNI, ni se sabe de dónde es ni a qué dedica el tiempo libre. Me cabreé mucho cuando vi esa cagada, pero claro, no mandé mi manuscrito a luchar contra los elementos...

Total, que ya veremos a ver. La semana que viene hablaré un poco más del nuevo libro y os pasaré algún enlace interesante por si queréis echarle un vistazo sin moveros del ordenador.

miércoles, noviembre 07, 2007

Stalin sigue vivo

Bueno, después de las turbulencias de las dos últimas entradas, vamos a relajarnos un poco, pero tampoco mucho, ya que voy a comentar una de las noticias del día. Esta noche me he puesto a ver el Telenoticias de la TV3 y he oído que había habido la típica matanza protagonizada por un adolescente... ¡pero no en USA, sino en Finlandia!

En efecto, un pavo de 18 años, Pekka-Eric Auvinen, ha matado a ocho personas en un instituto finlandés antes de meterse él mismo un balazo en la cabeza y tras haber colgado en el YouTube un vídeo en el que anunciaba esa masacre (en la foto). Encima, el imbécil ni siquiera se ha matado, sino que está ingresado en el hospital en estado crítico.


Lo más sorprendente es que eso haya pasado en Finlandia. Con la gente tan fría que tienen allí (basta ver a Iceman Raikkonen) es increíble que alguien haya hecho esto. Pero me he quedado aún más sorprendido cuando he oído que el chaval ése era admirador de Stalin. Me he dicho: "¡Vaya! Qué raro, una matanza en la que el loco de turno no es un fan de Hitler!". Pero mi perplejidad ha durado poco, porque luego, en el cuerpo de la noticia han aclarado que el zumbao éste era un admirador de Stalin... y de Adolfo, claro, no podía fallar.

Y yo me pregunto: ¿Por qué todos estos tarados son admiradores de Hitler? Seguro que no tienen ni idea de Historia, pero se ven fascinados por el personaje y se ven impelidos a matar en su nombre.


Curiosamente, al menos hasta ahora, ninguno era fan de Stalin, de Mao o de Pol Pot, que eran tanto o más malos que Hitler, y que se cargaron mucha más gente. Por cierto, mi mujer me ha chivado que hay un cantante inglés que se llama Paul Pots, pero no sé si ése es su nombre real o el tío se lo ha puesto para hacer la coña (no os perdáis el vídeo, el tío es más feo que una multa pero canta como los ángeles, se ve que hasta ahora vendía móviles y lo acaban de descubrir en un Operación Triunfo inglés) .

Pero bueno, volviendo al tema, después de la hazaña de ese anormal seguro que Stalin, en su tumba, habrá sonreido al ver que su figura ha sido reivindicada por un aspirante a asesino de masas...

sábado, noviembre 03, 2007

Uno que va al infierno

Bien, después de la última entrada, veo que tendré menos lectores y visitantes de este blog, pero la verdad es que me es igual. Al menos, los que sigan saben que lo que digo aquí es porque realmente lo creo así. Lo que más me gustaría es que mi hijo, cuando sea mayor, también piense por sí mismo y que llegue a sus propias conclusiones, equivocadas o no, aunque no sean las de la mayoría dominante; que los únicos potitos que tome sean los que le damos ahora. Así que eppur si muove.

Y no, el que se va de cabeza al infierno no soy yo, pese a no querer comulgar (con ruedas de molino), sino Paul Tibbets, el comandante del Enola Gay, el avión que arrojó la bomba atómica sobre Hiroshima, y que había bautizado con el nombre de soltera de su madre. Aunque el papa Ratzinger declaró cerrado el limbo, creo que el infierno sigue aún vigente, así que me imagino que el hijo de la señora Enola Gay ya ocupa la caldera que Pedro Botero le tenía reservada...
Como sabéis, Tibbets murió el pasado jueves 1 de noviembre, a los 92 años. Pese a que fue el ejecutor directo de las 100.000 personas que murieron en Hiroshima, Tibbets nunca sintió remordimientos. Claro que quien dio la orden fue el presidente Truman, y que Tibbets no fue el único que participó en la misión, pero era la cabeza visible y el que recibió todas las felicitaciones y condecoraciones.
Entonces, ahora que están de moda los juicios, ¿culpable o inocente? A favor suyo hay que decir que era un mandao, se limitó a cumplir órdenes. En contra hay que decir que sabía perfectamente el efecto que iba a causar la bomba y aun así lo hizo. Pero esto no nos lleva a poder emitir un veredicto.

La clave es si se arrepintió, o si mostró algún tipo de pena por las víctimas. Cuando los periodistas le preguntaban eso, él respondía:

"Otros periodistas me han preguntado antes qué siento ante las víctimas de Hiroshima, sus niños y ancianos. Pero ¿sabe una cosa? Nunca me preguntan por los habitantes de Colonia, Bonn, Dresden o Berlín. Allí también hubo montañas de cadáveres que jamás tendrán una respuesta y se trataba, otra vez, de nuestros bombarderos."

Tibbets conocía lo que su bomba había causado en Hiroshima, puesto que algunas semanas después del bombardeo de Nagasaki recorrió las calles de esta ciudad. Sobre lo que allí vio, dijo:"Lo peor que hayan nunca visto".

Aun así, NUNCA mostró arrepentimiento. Y no sólo eso, sino que dijo en todas las entrevistas que si su país le pedía que lo volviera hacer, lo haría. "En las mismas circunstancias, no dudaría en volver a hacerlo", decía. El lanzamiento de la bomba, afirmaba Tibbets, "puso fin a la guerra y al derramamiento de vidas, de una parte y de otra". En el 60° aniversario de los bombardeos nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki, en 2005, Tibbets no cambió ni una coma de aquello que siempre declaró con orgullo: "Fue una orden que obedecí, como había sido adiestrado".

Al conocer su fallecimiento, Nori Tohei, un japo superviviente de la explosión y que representa a las víctimas de la bomba, ha dicho:
"Tibbets nunca pidió perdón pretendiendo, como el gobierno de Estados Unidos, que la bomba, al poner fin a la guerra, había salvado a millones de norteamericanos y japoneses. Pero me hubiera gustado que visitara Hiroshima y viera de frente lo que hizo. Como soldado siguió órdenes, pero yo hubiera querido que reconociera que fue un error y que pidiera perdón por todos los que murieron y por los que sufrieron las secuelas durante tantos años".
Se ve que cada 6 de agosto a Tibbets le llegaban toneladas de cartas a su casa recriminándole su acción, pero al tío se la pelaba totalmente.

Con mi mujer he hablado alguna vez del caso de este hombre, y yo al final le decía, haciendo de abogado del diablo, que esta reacción de Tibbets es lógica. Ante lo que pasó hay dos actitudes: o eres consciente de todo el horror que provocaste y, por tanto, te vuelves loco (como le pasó a alguno de los que participó en la misión), o te convences de que cumpliste con tu misión y estás orgulloso de ello. No hay duda de que para la salud mental es mejor esa segunda opción.

Pero eso sí, al no mostrar ningún arrepentimiento o conmiseración por las víctimas, lo que ha conseguido Paul Tibbets es ser aquí declarado culpable, sin posibilidad de recurso, así que ¡directo al infierno!

jueves, noviembre 01, 2007

El incendio del Reichstag

Bien, como sabéis, el tema del día no es otro que la sentencia del juicio del 11-M. Aquí no vamos a hablar en profundidad de ello, porque este blog no es de política, pero es evidente que con este dictamen de los jueces cada uno podrá arrimar el ascua a su sardina . Para unos, todo queda muy claro, todo coincide, los responsables se suicidaron y aquí paz y después gloria. Sin duda, es la versión más tranquilizadora. Pero para otros todo está igual; aún no se conoce el arma del crimen ni se sabe el autor intelectual, siendo ésta una versión mucho más perturbadora...

Aunque los paralelismos históricos los carga el diablo, esto me ha recordado un suceso ocurrido hace casi 75 años. Fue el célebre incendio del Reichstag. Era el 27 de febrero de 1933. Hitler había llegado al poder hacía menos de un mes. A las 9.14 de la noche, un cuartel de bomberos de Berlín recibió la alarma de que el edificio del Reichstag, la sede oficial del parlamento alemán, estaba ardiendo.
El fuego pareció haber sido iniciado en varios lugares y, en el momento en que llegaron los bomberos, se produjo un enorme incendio en la Cámara de Diputados. En cuanto llegó la policía, ésta rápidamente detuvo a un tipo que andaba por allí, y que respondía al nombre de Marinus van der Lubbe. Este hombre de escasas luces (en la foto ya se ve que no era un tipo muy despierto), era un ex comunista holandés y albañil desempleado que había estado vagabundeando por Europa en los últimos dos años. El holandés estaba medio desnudo, agachándose tras el edificio, presentando así su candidatura a chivo expiatorio cinco estrellas.

Hitler y Hermann Göring llegaron poco después al lugar y cuando vieron a Van der Lubbe, que respondía a la figura del agitador comunista, Göring declaró inmediatamente que el fuego había sido iniciado por los comunistas y mandó arrestar a los líderes del partido en la ciudad de Berlín.

El incendio del Reichstag fue aprovechado por Hitler en su beneficio; declaró el estado de emergencia y animó al anciano presidente Paul von Hindenburg a abolir la mayoría de las disposiciones de derechos humanos de la constitución la República de Weimar. Esto permitió dar un paso de gigante hacia la instauración del régimen nazi.

Pues a fecha de hoy aún no se sabe con certeza quién incendió el Reichstag. ¿Fue un plan elaborado y ejecutado por los nazis? ¿Fue realmente iniciativa del holandés perturbado?

Tanto en el incendio del Reichstag como en los atentados del 11-M los supuestos autores eran personajillos de tres al cuarto, pero en ambos casos se derivaron cambios políticos de calado. Dicen que la historia se repite dos veces, la primera como tragedia y la segunda como farsa, pero no sé si será éste el caso...

Pues nada, a pasarlo bien en este puente de Todos los Santos (los que tengáis esa suerte).

lunes, octubre 29, 2007

La tumba del pollo desconocido

A raíz del comentario en la entrada anterior de torocatala sobre los 2.000 monos que Marruecos quiso enviar a los norteamericanos para que los utilizaran como desactivadores de campos de minas, investigué un poco y encontré algunos hechos curiosos protagonizados por los animales en esta segunda guerra de Irak y en la primera.

Por ejemplo, en 2003 se envió al puerto iraquí de Umm Qasr un grupo de cuatro delfines adiestrados para buscar minas. Los delfines procedían de una base militar de San Diego, donde la Marina de EE.UU. tiene un centro de entrenamiento para 70 delfines y 20 leones marinos. Su misión fue utilizar su sonar y sus habilidades para detectar objetos en el agua y ayudar a los buceadores a localizar minas en el puerto.



Las unidades terrestres también usaron pollos y palomas para detectar posibles ataques con armas químicas y biológicas, de manera similar a como se usaban en el pasado los canarios en las minas para advertir de escapes de gas. Además, como decía, Marruecos ofreció 2.000 monos a los norteamericanos para ayudar a detonar minas de tierra. En esa labor se ve que también colaboró un destacamento de 1.400 perros propios del Ejército USA.


Esta utilización de los animales en la guerra ya se dio en la primera guerra del Golfo. Allí, la Marina puso en marcha su "Operación Gallina de Campo Kuwaití" (KFC, su acrónimo en inglés, que curiosamente coincide con el de la cadena estadounidense de pollo frito Kentucky Fried Chicken).

Estados Unidos mandó 43 gallinas para que fuesen a la batalla con los marines, quienes les denominaron "Artefactos Avícolas para la Confirmación de Elementos Químicos", puesto que la contaminación de los pozos de petróleo incendiados podría afectar a los equipos de detección de agentes dañinos. Las aves son más sensibles que los seres humanos a las armas químicas y biológicas, y si se enferman súbitamente los soldados sabrán que tienen que ponerse las máscaras de gas.



No obstante, todos excepto dos murieron al poco de llegar a Kuwait. Las fuerzas armadas los reemplazaron con 43 palomas, pero el misterio sobre el fallecimiento de los pollos no se ha develado. "Nadie sabe cómo murieron", afirmó Ken Griffin, un portavoz de la Marina en Kuwait. "Sólo oí que vinieron muy apretados en las jaulas y empezaron a morir tan pronto como llegaron aquí. Y no pudimos ayudar porque no hay nadie aquí realmente que sepa nada de gallinas".

Las 41 aves fueron enterradas al lado del cuartel central del regimiento y los soldados colocaron pequeñas lápidas de madera en sus tumbas. En una se podía leer "Capitán Popeye", en otra "Cabo Pecker" y otra era, simplemente, la tumba del "Pollo Desconocido" (!).

miércoles, octubre 24, 2007

Mis libros, por la cara

Bueno, en estos tiempos en que los libros están tan caros (yo me acuerdo que antes ibas a una librería con un billete de 5.000 pelas y salías cargado, en cambio hoy con 30 euros sales con uno y depende), es bienvenida cualquier iniciativa para poder leer de gorra. Gracias a la editorial Nowtilus y la excelente web HISLIBRIS, dedicada a los libros de historia, ahora es posible conseguir dos de mis libros by the face.
Los amigos de Hislibris sortean tres ejemplares de cada uno de estos dos libros, el ENIGMAS Y MISTERIOS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, del que ya salió la segunda edición, y del HISTORIAS ASOMBROSAS DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, del que no creo que tarde mucho en salir también la segunda edición, porque ya les envié las correcciones.
Pues tan sólo tenéis que explicar brevemente en la web de Hislibris alguna anécdota de la Segunda Guerra Mundial y ya podéis optar a uno de estos ejemplares. El plazo se cierra este domingo 28 de octubre.

Si queréis probar, por si hay suerte y cae algo, entrad aquí.

lunes, octubre 22, 2007

La vía fantasma

Al final no había ningún misterio... La foto de la vía fantasma no había desaparecido, sino que se había quedado en la memoria de la cámara digital junto a otras dos, y como lo prometido es deuda aquí la tenéis:
La imagen está tomada mirando hacia la Guarida del Lobo, es decir, en el mismo sentido en que los trenes llegaban al cuartel general. Aunque pueda sorprender, la foto es del lugar exacto en el que estaba el apeadero. A la derecha había un pequeño andén, que no puede apreciarse porque el escalón está tapado por la maleza, y un pequeño edificio en ruinas también cubierto de vegetación.

Al lado izquierdo podéis ver el terreno despejado; en teoría en ese lugar había un ramal de servicio, pero supongo que lo quitaron en algún momento. Justo al girar la vía, tal como podéis ver unos cien metros más adelante, está la entrada de la Wolfsschanze; el camino pasa a nivel por la vía.

Todo este asunto me despertó el interés por el tema del tren de Hitler. Aquí tenéis la información que me han proporcionado en el Foro Segunda Guerra Mundial.

Y para acabar el tema del cuartel general de Hitler en Rastenburg, aquí van las dos últimas fotos. Se trata del búnker de la delegación del Ministerio de Asuntos Exteriores. En la primera foto podéis ver la fachada principal, que da a la carretera principal del recinto:

Y en ésta, aunque no se ve muy bien porque está borrosa, espero que podáis apreciar cómo el hormigón de esa estancia interior se requebrajó de dentro hacia fuera, lo que indica que se colocaron cargas explosivas en el interior. En la foto de arriba también parece apreciarse en la ventana de la izquierda. Lo que no sé es si estas explosiones fueron obra de los alemanes en su huida o del trabajo de demolición de los rusos emprendido tras la guerra.

Pues hasta aquí mis andanzas por la Wolfsschanze. Ahora me queda pasarme el año que viene por Berchtesgaden, el refugio alpino de Hitler, en el que aún no he estado. Para ir abriendo boca de las fotos que espero colocar, aquí tenéis una página interesantísima que he encontrado sobre el Berghof y los demás edificios que componían ese complejo. Al menos, seguro que allí se respiran mejores aires que en Rastenburg.

jueves, octubre 18, 2007

¿Tuvo algo bueno el nazismo?

Bien, pues descansamos ya del viaje a Polonia (si consigo la foto de la vía fantasma la pondré, no me olvido) y vamos con la actualidad. Ahora que está tan de moda la memoria histórica, los alemanes han hecho una encuesta sobre el nazismo. Ha sido la revista Stern, que ha publicado hoy los resultados, y como las encuestas las carga el diablo, ha salido que la cuarta parte de los alemanes sigue opinando hoy en día que el nacionalsocialismo tenía aspectos positivos.

Si bien un 70 por ciento respondió que 'no' a la pregunta de si creía que el nazismo tuvo también partes positivas, como, por ejemplo, la construcción de autopistas o el fomento de la familia, un 25 por ciento respondió que 'sí'. Curiosamente, la aprobación del nazismo crece cuando mayor es el encuestado, es decir, cuanto más probable es que lo haya vivido personalmente. Un 37 por ciento de los preguntados mayores de 60 años aseguraron ver cosas positivas en la época de Hitler; entre las personas de entre 45 y 59 años el apoyo fue del 15 por ciento, y entre los menores de 45 tan sólo de un cinco por ciento.
Pues vaya ¿no? La verdad es que el tema se presta a la polémica. ¿Tuvo algo bueno el nazismo? Si partimos de la base de que sus crímenes invalidan todo lo demás, pues no hay discusión. Pero si analizamos fríamente tendremos que plantearnos si realmente hubo alguna cosa positiva. Por ejemplo, la red de autopistas fue una obra magnífica, que inspiró a Eisenhower, cuando cruzó Alemania en 1945, para acometer posteriormente en Estados Unidos la construcción de una red similar cuando llegó a presidente.
Pero hay otros aspectos que no están tan claros; si leéis el documentado libro "Historia social del Tercer Reich", de Richard Grunberger, veréis que muchos supuestos logros del nazismo (fomento de la familia, trabajo, economía, motorización de la sociedad) no eran más que humo.

Los nazis fueron los inventores del concepto de que en vez de hacer una cosa es más fácil hacer creer a la gente que el gobierno la está haciendo. Hoy tienen discípulos aventajados; en lugar de hacer pisos, se hace una campaña para que la gente crea que se está mejorando el acceso a la vivienda y listos. Pues en eso los nazis fueron unos genios. El mayor ejemplo fue el del Volkswagen; parecía que todos los alemanes iban a ser propietarios de uno de estos coches populares, pero de hecho no se entregó ni uno, ya que se destinaron todos al Ejército.


Y vamos con un poco más de polémica. ¿Qué pasaría si se hiciese aquí la encuesta, cambiando el nazismo por el franquismo? ¿Esa dictadura tuvo cosas buenas? Entonces hubo gente que valoró el trabajo, la seguridad, los pantanos o el largo período de paz, como por ejemplo este conocido cantante.
Pero otros creen que Paquito, además de la dura represión a la que sometió al país, supuso un atraso de varias décadas para España, que forzó el exilio de toda una una generación o que se incubaron problemas cuyas consecuencias vemos hoy día.
Dejo la espinosa cuestión en el aire...

martes, octubre 16, 2007

Guarida del Lobo III

Pues vamos allá con la tercera y última entrega de la visita a la Wolfsschanze (como véis, el viaje a Polonia ha dado mucho de sí). He dejado para el final el momento más emocionante, que -cómo no- es el lugar exacto en el que el conde Von Stauffenberg colocó la bomba con la que intentó matar a Hitler. No voy a explicar los detalles del atentado porque seguro que ya los conocéis de sobra, pero sólo recordar que él colocó el maletín con el artefacto explosivo al lado del Führer pero que un oficial lo cambió de sitio porque estorbaba, poniéndola detrás de una de las patas de la mesa, que era un grueso tablón. Así, cuando estalló, no pilló de pleno a Hitler y pudo sobrevivir.



Bien, pues el sitio exacto en donde estalló la bomba es éste:



Como podéis ver, hay una placa que lo indica. En esta foto salgo yo señalando ese histórico lugar:

Aquí podéis ver el memorial de la piedra vertical con más detalle. Está dedicado a Von Stauffenberg y a todos los que lucharon contra el nazismo. No me acordé de apuntar el texto, pensé que se vería bien, pero me parece que no.

Del barracón en donde estalló la bomba no queda nada , así que cuesta imaginárselo, eso es lo único que me decepcionó. No se indica por dónde discurrían las paredes, ni nada. Es una lástima, espero que algún día modifiquen el lugar para que uno pueda hacerse una idea de cómo era aquello. Así quedó tras la explosión:

Y aquí está Hitler enseñando los destrozos a Mussolini, que llegó de visita esa misma mañana, tal como tenía previsto. Parece que Adolfo le está diciendo "pues mira el bombazo que han metido esos cabrones, pero nada, que no han podido", y Benito le contesta "pues sí, macho, menuda han liado".

Por otro lado, la verdad es que es emocionante estar allí, de hecho estuve unos veinte minutos allí, esperando que me llegase alguna especie de vibración procedente de entonces, alguna impresión que me trasladase a aquel momento, ocurrido 63 años atrás. Si yo fuera el Iker Jiménez seguro que hubiera sentido algún extraño escalofrío, oído voces y gritos distorsionados y moverse alguna sombra entre los árboles... pero como soy un descreído, pues nada, lo único que sentía era frío porque iba en camiseta.

Como os dije en la primera entrega, sólo estuve dos horas en el recinto, porque fue lo primero que se me ocurrió cuando el taxista me dijo que a qué hora tenía que volver. La cagué, porque la Wolfsschanze da para toda una mañana o una tarde, como mínimo. Aquello es inmenso, y lo mejor es perderse por aquellos caminos de donde surgen búnkers como setas. Así que me quedé sin poder ver como una cuarta parte del recinto.

También es que perdí mucho tiempo caminando por la vía férrea que llevaba hasta allí. Me puse a buscar la estación, o mejor dicho apeadero, a donde llegaban, además de Adolfo, los ilustres visitantes, como Mussolini o Antonescu. Así que me puse a caminar por la vía pensando que encontraría el andén enseguida y seguí y seguí... hasta que me di cuenta de que me lo había pasado. En efecto, regresé y sí, estaba al principio, pero oculto entre la maleza. También entre la vegetación hay un pequeño edificio en ruinas, debía de ser la estación propiamente dicha.

Igual que os he dicho que en el lugar de la bomba no sentí nada paranormal, si me permitís esa expresión, sí que os digo que cuando caminaba por la vía sí que noté algo. Me daba la impresión de que en cualquier momento aparecería por la vía una locomotora negra, a toda máquina, silbando y escupiendo vapor. A eso ayudaba el que allí no había absolutamente nadie, tan sólo unas babosas enormes y naranjas, en el suelo. Así que tenía la impresión de que en cualquier momento iba a ser arrollado por un tren del Führer fantasma, saliendo inesperadamente de una curva...

Yo estoy seguro de que hice una foto a la vía misteriosa, pero no la encuentro en el ordenador y en la memoria de la cámara tampoco. Volveré a buscarla, pero igual ha desaparecido... Pues nada, con este toque de suspense barato pongo fin al relato de mi experiencia en Polonia. Tengo más material, pero tampoco quiero machacaros con el viajecito. Igual más adelante saco alguna cosa más, aunque espero que lo que he ido poniendo os haya gustado.